20.
La pelea había iniciado, Jackson era demasiado fuerte y el que tuvieran total atención en las garras de este para no quedar paralizados no ayudaba mucho, Derek había sido el primero en atacarle, los Betas se le habían sumado, pero habían sido alejados con facilidad dejando al Alfa luchando solo con el Kanima, fue en ese momento en el que Megan intervino, retuvo los pies de la criatura con el agua que había logrado obtener de la humedad del lugar, además de que con esta agua había rodeado sus manos, había logrado darle dos puñetazos limpios al Kanima en el rostro, pero este a penas y se había movido, la chica no tomó en cuenta la cola de la criatura y esta le tomó de la cintura y le lanzó al otro lado de la habitación.
Megan soltó un quejido en cuento su cuerpo golpeó contra el suelo, sí que le había dolido, pero esta solo gruñó molesta, si antes tenía en mente no lastimar demasiado a Jackson ahora sí que desearía haberse quedado en la bolsa de la morgue.
La rubia volvió a estar de pie, corrió lo más rápido que sus pies se lo permitieron para llegar justo en el momento en el que veía a Derek volver a caer por la herida que el Kanima le realizó en el estómago, Megan se encargó de patear a la criatura alejándolo del hombre lobo, se colocó frente al de ojos verdes en una posición de lucha, le estaba defendiendo y Derek lo sabía. El Kanima al recomponerse de la patada se acercó de nuevo, pero esta vez la chica se había encargado de que el agua que cubría sus puños fuera más densa, sus puños golpearon de nuevo a la criatura y esta vez sí que le había lastimado, más su concentración se vio afectada al sentir como si le clavaran dagas, giró por instinto la cabeza encontrándose con Allison lastimando a su primo, a pesar del dolor logró hacer un látigo de agua y con este detuvo el brazo de la cazadora cuando quiso encajar sus dos dagas en el torso de Isaac.
—Ni siquiera lo pienses —Allison miró con recelo a la chica, a Megan ya poco le importaba si debía lastimar a la chica, ella se había metido con sus cachorros y le haría pagar de una manera u otra, el aura de Allison ya no era tan pura como la vio en algún momento, sino que poco a poco esta tenía manchas negras mostrando que había sido corrompida su alma, le habían envenenado el alma. Más la venganza de la rubia tendría lugar en otro momento ya que sin que nadie lo notara el Kanima se había colocado detrás de Allison y le había tomado del cuello amenazando con encajar sus garras en el cuello de esta, Megan casi al instante deshizo el látigo e intentó formarlo de nuevo para alejar la mano del Kanima, pero una voz nueva le detuvo.
—No muevas otro musculo, cariño —Gerard Argent hizo acto de presencia sorprendiendo a más de uno, entre ellos Peter que se había mantenido oculto observando la pelea y sin siquiera tener la intención de ayudar.
—¿Qué estás haciendo? —Alison miró al hombre sin entender qué ocurría, además de que sentía miedo al tener las garras del Kanima en su cuello amenazándola con quitarle la vida en un solo movimiento.
—Haciendo lo que tenía planeado —esta vez fue Scott el que habló, el chico conocía ya lo que Gerard planeaba, pero su atención no estaba en él, sino en Allison a pesar de todo.
—Entonces, lo sabes.
—¿De qué está hablando?
Gerard a penas y miró a su nieta, sin importarle en lo más mínimo en la situación en la que ella se encontraba. Megan había aprovechado que se encontraban sumidos en la conversación para ayudar a Derek a colocarse de pie, este estaba tardando un poco en recuperarse por lo que se apoyaba en la rubia mientras respiraba agitado.
—Fue la noche del hospital, ¿no? Cuando amenacé a tu madre. Sabía que había algo más en tus ojos. Pudiste olerlo, ¿cierto? —justo en ese momento Isaac notó aquel aroma, el mismo que había olido en la veterinaria y Megan ya sabía aquella verdad, el aura de Gerard era tan turbia como la que en algún momento vio en Matt, pero a comparación de la del chico la de Gerard lograba obtener uno de los colores más oscuros que alguna vez había visto y en esta mostraba manchas denotando lo que le pasaba.
—Está muriendo —contestó Isaac.
—Así es —Gerard miró al rubio antes de mirar de nuevo a Scott—. Desde hace tiempo. Lo malo que la ciencia aún no tiene cura para el cáncer. Pero lo sobrenatural si —su mirada se dirigió a Derek sonriendo dando a conocer lo que planeaba, más una queja por parte de Allison le distrajo y justo en cuanto le miró el Kanima apretó aún más su agarre.
—Monstruo —Chris por fin veía lo que en verdad era su padre.
—¿Qué estás haciendo? —Allison seguía sin entender nada, su abuelo le había aconsejado y comenzaba a dudar de lo que había hecho, Megan nuevamente sintió pena por la chica, estaba por descubrir que solo había sido una marioneta más en el juego de Gerard.
—¿La matarás, también? —escupió con desprecio Chris, sintiendo el odio hacia su padre correr por todo su cuerpo y deseando tener a su hija a salvo entre sus brazos.
—Si es para sobrevivir, mataría a mi propio hijo —en ningún momento mostró siquiera remordimiento por sus acciones o palabras, Gerard Argent haría lo que fuera con tal de no morir—. Scott —llamó al hombre lobo como si diera una orden, Scott miró a sus amigos esperando a que estos le entendieran, pero nadie entendía lo que pasaba, no hasta que Scott se destransformó y se acercó hasta el lugar en el que Megan y Derek estaban, la rubia miró a Scott triste al notar porqué se acercaba a ellos.
—No dejaré que lo hagas —Megan se colocó frente a Derek, no permitiría que se lo llevara, Scott miró dolido a la chica, no deseaba hacerle daño.
—Lo siento —intentó tomarla del brazo, pero está ya le había proporcionado una patada en su costado haciéndolo tambalear.
—Pues yo no
—Termina rápido con esto, Scott —Gerard miraba a los dos chicos que habían comenzado a pelear, más no se lastimaban, Scott solo bloqueaba los golpes que la chica le proporcionaba.
—¡No lo hagas, Scott! —Derek gritaba a duras penas, se había dejado caer de rodillas por el dolor que aún sentía—. Si lo haces el me matará y será el Alfa.
—Scott ya sabe eso. Sabe que el premio mayor es Allison, si hace esto para mi ellos podrán estar juntos —Gerard miró con superioridad a Derek—. Y eres el único que no encaja aquí, Derek. Por si no lo sabías no se puede competir con el amor de los jóvenes —se quitó la chaqueta—. Por fin — celebró en cuanto vio que Scott había lanzado a Megan dejándola en el suelo adolorida—. Hasta la sirena me servirá —la sorpresa que provocó sus palabras se vio reflejado en el rostro de todos, hasta en el de Scott que ya había tomado a Derek del cuello—. Así es, conozco lo que es, no fue difícil averiguarlo, me divertí mucho al hacerles pelear, ¿Creías que te había dado el trabajo por tu cara bonita? Colocar el veneno del Kanima en la cafetera de tu oficina, eso sí que nadie se lo esperaba —Megan aún en el suelo miró con odio al hombre, él había sido el culpable de que casi rompiera lazos con su manada.
—Lo lamento —Scott miraba a Allison quien le negaba ligeramente con la cabeza y con los ojos llenos de lágrimas, ahora sentía culpa, se había dejado manipular y había lastimado a sus amigos—. Pero debo hacerlo —sostuvo a Derek de tal manera que este abrió la boca mostrando sus colmillos, Gerard se acercó a este y colocó su brazo entre los dientes hasta el punto de que estos le mordieran.
—¡No! —Megan se arrastró hasta Derek que había sido tirado al suelo no muy lejos de ella, cuando por fin estuvo con él le tomó del rostro, los dos se miraron sin saber que pasaría a partir de ese momento.
Tanto Megan como Derek miraron hacia Gerard que había parado su risa de un momento a otro y lo que vieron sí que les desconcertó, de la mordida que tenía este en el brazo comenzó a brotar un líquido negro y espeso.
—¿Qué es esto? —miró desconcertado sus heridas y el líquido que desprendían estas—. ¿Qué me has hecho? —miró a Scott casi sin poder hablar, Scott miró tanto a Derek como a Megan.
—Todos dijeron que Gerard siempre tuvo un plan, pero yo también tenía un plan —como si todo comenzara a cuadrar para Gerard se apresuró a sacar de su bolsillo su pastillero y al abrirlo vació las pastillas, reconoció aquello—. ¡Wolfsbane! —de sus ojos, nariz y orejas comenzó a salir el mismo liquido hasta que se dejó caer de rodillas y de su boca salió aún más, vomitando lo que el Wolfsbane había provocado, hasta que se dejó caer a un costado convulsionándose.
—¿Por qué no nos lo dijiste?
—Porque puede que seas un Alfa, pero no eres el mío —Derek miró a Scott por fin dándose por vencido sabiendo que este jamás pertenecería a sus Betas.
—¡Mátalos! ¡Mátalos a todos! —Gerard había gritado a todo pulmón la orden al Kanima, pero de un momento a otro cayó inconsciente y la criatura dejó a Allison libre de su agarre, momento que la chica utilizó para proporcionarle un golpe con su codo en el rostro de este, pero solo logró que le tumbara al suelo.
La pared del lugar se vio envestida por el Jeep de Stiles, Derek casi por inercia se había lanzado sobre Megan para protegerla si era necesario, le abrazó a si hasta que el Jeep de Stiles impactó de lleno con el Kanima.
—¿Si pude darle? —su pregunta causó la risa de Scott, pero el momento no duró mucho siendo que la criatura saltó sobre el cofre del Jeep haciendo que tanto Lydia como Stiles bajaran del auto casi de inmediato, más la pelirroja no corrió al igual que Stiles, sino que se colocó frente al Kanima.
—¡Jackson! ¡Jackson! —le llamó repetidas veces, más este ya estaba listo para atacarla hasta que Lydia le mostró una llave, un objeto tan pequeño, pero tan significativo tanto para Lydia como para Jackson que había logrado traerle de vuelta. Derek no desperdiciaría la oportunidad por lo que tan pronto como notó a Jackson alejarse de la chica soltó a Megan y se levantó para correr hasta él y encajar sus garras, al mismo tiempo que Peter.
Megan miró la escena sin creer lo que había pasado, en un momento había sentido Derek tan cerca que le había protegido, había sentido su respiración en su oreja a tal grado que sintió su corazón saltar como loco y ahora se levantaba por su cuenta mirando a Derek que se acercaba a ella, en el segundo que había sentido que Derek le dejaba había sentido un vació que no logró explicar. Al menos no hasta que este le miró, dolido, como si lo que había hecho no le hiciera sentir orgulloso, aquellos ojos esmeraldas habían chocado con los ojos cual zafiro de ella, le gustaba que Derek recurriera con solo una mirada a ella, le gustaba el color de ojos del chico, pero sobre todo eso aceptó una cosa más, a Megan Lahey le gustaba Derek Hale.
. . .
Por fin...¡Por fin!...¡POR FIN! Lo sé me tardé demasiado y lo siento, pero hasta ahora es cuando tengo "el tiempo", lo pongo entre comillas porque mi familia me hace hacer tantas cosas que a penas me da tiempo para mí, pero aquí está la actualización.
MI BEBÉ ACEPTÓ QUE LE GUSTA DEREK
Les dije que este capítulo sería interesante, además de las veces que Megan se enfrentó para cuidar de Derek ♡
Admiren el nuevo separador que hice para la historia jaja
Pelirroja W
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