14.
Un quejido salió de entre los labios de Megan llamando la atención de Derek, el hombre lobo se acercó a la chica al seguir escuchando quejidos por parte de ella, era temprano y no hacía más de media hora que los Betas se habían ido para asistir a clases, pero Derek no se había animado a despertar a la sirena siendo que había dormido muy poco por lo que decidió dejarla descansar mientras él seguía asegurándose que las cadenas para los integrantes de su manda estarían bien cuando fuera luna llena.
—Suéltame —murmuró la chica entre sueños, su ceño se encontraba fruncido y se movía ligeramente mostrando claramente que estaba soñando o mejor dicho tenía una pesadilla.
—Megan —Derek llamó a la chica intentando que esta despertara, pero no sirvió de nada siendo que la chica seguía murmurando y moviéndose de un lado a otro.
—Suéltame, por favor —los murmullos de Megan se volvieron sollozos y al mismo tiempo de que hablaba las lágrimas mojaban sus mejillas—. ¡Para, por favor! —Derek comenzó a asustarse por la chica y se acercó hasta tomarla por los hombros.
—¡Megan! —gritó preocupado al ver que la chica no reaccionaba.
—¡Aléjate! —este grito retumbo por todo el lugar mientras la chica abría los ojos mostrando en ellos un color azul verdoso y tomó a Derek del cuello con tanta fuerza que sorprendió al alfa, la mirada de la chica se encontraba sin brillo y solo denotaban aquel color que representaba que utilizaba sus poderes, una botella de agua cerca de ellos burbujeaba constantemente provocando que el material de platico comenzara a deformarse.
—¡Megan!
Aquel grito pareció despertar a la rubia del trance siendo que sus ojos volvieron a su color natural y volvían a tener brillo, en cuanto notó lo que hacía soltó el cuello del hombre y se hizo hacia atrás hasta quedar sentada en la cama con la espalda contra la pared del vagón, Derek tosió un poco y miró a la chica.
—Yo... yo... —la chica miraba sus manos aterrorizada, no sabía qué había pasado, pero Megan no quitaba de su mente la manera en que le miraba Derek mientras su mano estaba en su cuello—. L-lo siento —se abrazó a si misma sintiendo miedo, miedo de lo que hizo, miedo de sí misma.
—Megan... —Derek intentó acercarse, pero esta se pegaba más contra la pared.
—N-no te acerques, no quiero lastimarte —lo miró aterrorizada y aquello provocó un sentimiento amargo en el pecho del Alfa, por lo que siguió acercándose—. No te acerques —repitió, pero Derek hizo caso omiso de sus palabras y se sentó en el borde de la cama.
—No me harás daño, confío en ti —aquellas palabras pegaron demasiado en Megan que comenzó a llorar sin importarle seguir manteniendo su fachada de ser fuerte frente al alfa, Derek suspiró aliviado mientras pensaba en qué debía hacer, no era demasiado cercano a la chica como para consolarla, pero tampoco era un extraño como para dejarla llorar como si nada—. No necesitas mostrarte siempre fuerte, si lo deseas aquí puedes mostrar lo que en verdad sientes —miró a su alrededor sin saber si debía mirar a la chica para evitar incomodarla—. No te juzgaré si es lo que te preocupa, ve esto como un lugar para escapar de lo que temes.
—Gracias —murmuró Megan mientras intentaba limpiar sus mejillas de las lágrimas que no podía evitar soltar—. En serio, gracias
Derek se mantuvo a su lado todo el tiempo que la chica lloró, se mantuvo en silencio sin consolarla simplemente esperando a que la rubia se sintiera mejor, esperando a que volviera a ser la Megan que conocía y aquello era algo que Megan no sabía cómo agradecer, el que se quedara a su lado significó demasiado para ella y por unos momentos comenzó a sentir que ya no se encontraba sola.
Megan sonrió al ver a Scott a través del vidrio, saludó al chico infantilmente con un movimiento de mano mientras este abría la puerta.
—¿Qué hace él aquí? —se quejó Scott en cuanto vio a Isaac detrás de Derek, el moreno dejó entrar a la sirena y a los dos hombres lobo.
—Lo necesito.
—Hola a ti también Scott —bromeó la chica.
—Hola, Megan —sonrió ligeramente el chico antes de volver a su rostro serio—. No confío en él.
—Pues él tampoco confía en él —Isaac habló en tercera persona mientras pasaba de largo a Scott.
—¿Saben qué? A Derek no le importa.
—Y Megan tiene hambre —intervino la chica ganándose tres miradas por parte de los hombres lobo—. Perdón se veía divertido el hablar en tercera persona —se encogió de hombros mientras tomaba un panfleto que contenía información para poder adoptar una mascota cosa que llamó su atención.
—¿Y el veterinario va a ayudarnos o no? —Derek decidió ignorar las palabras de la chica.
—Eso depende —un hombre intervino en la conversación llamando la atención de todos—. A tu amigo, Jackson. ¿Planean matarlo o salvarlo?
—Matarlo.
—Salvarlo.
Tanto Derek como Scott habían contestado al mismo tiempo, pero con respuestas completamente distintas.
—Salvarlo —repitió mirando mal a Derek, el alfa rodó los ojos y miró de nuevo a Deaton—. Salvarlo —confirmó Scott y Megan sonrió por la determinación del chico, había sido interesante ver la manera en que Derek había cedido tan rápido.
—Vengan —Deaton dio media vuelta ingresando a la habitación de la que había salido y los demás le siguieron, el hombre buscó por algunos minutos hasta que colocó en la mesa de metal varios frascos.
Isaac intentó tomar uno de los frascos, pero en cuanto estuvo por hacerlo tanto Megan como Derek lo detuvieron al mismo tiempo.
—Cuidado con lo que tocas —le advirtió el hombre mientras alejaba la mano del adolescente, Megan soltó la mano de Isacc y Scott no pudo evitar pensar que aquello parecía una escena de una familia, en la que los padres evitaban que su hijo tocará algo de una tienda por miedo a que lo rompieran.
—¿Y tú eres como un brujo? —Isaac miró burlón a Deaton que revisaba los frascos.
—No, soy veterinario —Deaton miró a Derek—. Desgraciadamente no veo nada aquí que pueda servir como defensa contra una toxina paralizante.
—Aceptamos sugerencias.
—¿Una ofensiva efectiva? —propuso Isaac.
—Ya lo intentamos. Casi le arranco la cabeza. Argent le disparó un cargador completo y se volvió a levantar.
—¿A demostrado debilidades?
—Una. no le agrada el agua, en especial si se trata de nadar —intervino Megan recordando la manera en que había utilizado sus poderes contra Jackson o el Kanima.
—¿Jackson tampoco puede?
—No —contestó esta vez Scott—. Es capitán del equipo de natación —aquello no tenía demasiada congruencia siendo que Jackson era excelente nadador y el Kanima simplemente le temía al agua.
—Lo que intentan es capturar a dos personas —se alejó hasta uno de los cajones y de este sacó un objeto circular—. Una marioneta —mostró el objeto y este parecía un dije ante los ojos de Megan y tenía una figura que no conocía—. Y a quién la maneja —colocó el dije en la mesa—. Uno mató al esposo y el otro de la esposa. ¿Saben por qué? —miró a los cuatro seres sobrenaturales frente a él.
—Creo que Jackson no pudo —contestó Scott siendo que era el único que tenía una idea del porqué—. Su madre murió embarazada y puede que la hayan matado. No podría hacerle eso a alguien más.
Megan comenzó a reunir lo que tenían y comenzó a vagar en sus pensamientos, el titiritero debía ser alguien cercano, alguien que los conociera y pudiera estar cerca de ellos pasando desapercibido, pero no lograba encajar aquellas características en alguien al menos no en alguien que ella conocía.
—¿Tu padre era un asesino? —aquella pregunta regreso a Megan de sus pensamientos.
—No me sorprendería si lo fuera —Megan miró a Isaac preocupada, nunca había hablado del tema con el chico y comenzaba a creer que era momento de que tuvieran una charla de primos, en la que ambos conocieran más del otro, más que solo la fachada que mostraban a todo el mundo.
—El libro dice que hay un lazo. ¿Verdad? —Derek asintió—. ¿Y si ese miedo al agua no proviene de Jackson, sino de la persona que lo controla? —tomó uno de los frascos con algo negro dentro de el—. ¿Y si algo afecta al Kanima, también afecta a su amo? —colocó aquel polvo alrededor del dije.
—¿Qué significa?
—Que podemos atraparlos —Megan sonrió sin quitar su mirada del dije—. A ambos.
—Solo debemos encontrar el momento justo, en donde esté Jackson también estará su amo —habló Megan—. Debemos saber quién es la siguiente victima antes de que alguien más muera —miró a Deaton y este asintió.
—Por dios, Derek. No dejaré de trabajar por arreglar lo de la luna llena —se quejó la rubia mientras conducía rumbo a la escuela con Isaac a su lado.
—Esto es importante, Megan.
—El tener dinero para comer también es importante, Derek —habló obvia provocando la risa de Isaac—. Como sea no cambiaré de opinión por más que insistas, ahora sigue haciendo lo que sea que esté haciendo —no espero respuesta y colgó.
—Me sorprende que le hables así y sigas con vida.
—Eso es porque yo no le tengo miedo a ese lobo gruñón, tú por otro lado —la rubia soltó una carcajada al ver que su primo le miraba ofendido—. Quita esa cara sabes que es verdad.
—No lo es, yo no le tengo miedo. Ya sabes lo que dicen perro que ladra no muerde —sonrió con burla mientras Megan estacionaba el auto frente a la escuela.
—Oh diablos, no he colgado bien —Isaac palideció y le arrebató el celular a la chica—. Miedo —recalcó la chica burlona quitándole el celular a Isaac mientras este le miraba mal al haber notado que esta solo le había mentido.
—Te odio —murmuró mientras se bajaba del auto y Megan hizo lo mismo mientras tomaba su bolso.
—En realidad me amas —Megan sonrió mientras lo abrazaba por la cintura—. Soy la mejor prima, agradece que no te he hecho pasar vergüenza en la escuela —Isaac rodó los ojos divertido, mientras ellos caminaban varias miradas se posaban en ellos—. Además de que soy muy sexy, eso aumenta puntos para los Lahey en Beacon Hills.
—Si tú lo dices —abrazó a su prima por los hombros denotando la diferencia de estaturas a pesar de que la chica tenía tacones—. Solo intenta mantener tus niveles de hermosura bajos, no es grato tener que alejar a los adolescentes y sus hormonas de ti —miró mal a varios chicos que miraban de más a Megan.
—Lo intentaré, pero es inevitable con estas piernas —bromeó antes de separarse—. Entra a todas tus clases, si vuelven a llamarme porque sales como si nada del salón tendré que hablar seriamente con Derek —retó a su primo mientras caminaba hacia su oficina—. ¡Y suerte en tu entrenamiento! —gritó provocando una sonrisa en el rubio de rizos, realmente le gustaba tener a Megan con él.
. . .
¡Actualización! Además de que tenemos nueva portada, nuevo booktráiler y por último la historia fue inscrita a los Wattys.
Espero que sea de su agrado tanto este capítulo como la historia en general ♥.
Pelirroja W
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