08.
Caminaba de un lado a otro ignorando por completo lo que los dos adolescentes a pocos metros de ella decían, aún intentaba calmarse, sentía que en cualquier momento haría que toda el agua de la cuadra cayera sobre Derek Hale solo para hacerle pagar por su desconfianza, Megan no podía evitarlo, se sentía traicionada y más al haber creído que su relación con Derek ya no sería tan áspera. Megan había confiado en él, había dejado que el alfa supiera un poco más de su vida que los demás y ya le había traicionado, ella había creído sentir que aquel lazo del que su madre tanto le contó se comenzaba a crear con el que había comenzado a considerar su alfa, pero nuevamente solo habían sido estúpidas historias.
Athena Lahey, de soltera Altum, le había contado a su hija miles de historias una menos creíble que la otra, pero para una pequeña Megan aquellas historias siempre le hicieron querer saber más de las sirena; una de esas historias trataba sobre el lazo que las sirenas tenían con las manadas a las que pertenecían, cuando una sirena decidía quedarse en una manada esta comenzaba a tener un lazo con cada integrante de la manada, este era tan fuerte que la sirena daría la vida sin pensárselo por su manada y este lazo no podía romperse por cualquiera, solo los integrantes de la manada o la muerte podían romper el lazo. Athena nunca perteneció a una manda, le temía demasiado al exterior como para asentarse en alguna manada, su vida cambió un poco al conocer a Mathew Lahey con el cual tuvo una hermosa hija, pero al saber que esta había heredado su parte sirena decidió junto a su esposo mantener a su hija fuera de cualquier peligro.
—Creen que no pelearemos, si le disparas a uno de ellos se irán —Megan prestó atención a lo que Stiles y Allison hacían después de escuchar la que a su parecer era una idea un tanto estúpida—. Así que solo dispara —la rubia suspiró notando que la idea de Stiles sí iba en serio.
—Eso no servirá, lograran atrapar todas las flechas antes de que los lastimen —Allison no pudo estar más de acuerdo con Megan, no había querido decirle a Stiles lo que pensaba creyendo que el chico se sentiría frustrado, pero Megan nuevamente salió en su ayuda.
—No perdemos nada intentando —Stiles se negaba a quedarse dentro de la casa de Scott sin hacer nada—. Dispárale a cualquiera de los tres, Derek no es una opción —rectificó su idea de ir por el alfa al ver a Megan, ella le hacía recordar lo peligroso que puede ser Derek y realmente no sabía por qué la chica le recodaba eso.
—Querrás decir dos —tan pronto aquellas palabras salieron de la boca de Allison, Megan se asomó por la ventana notando que la persona que faltaba era su primo, cuando quiso advertirle a los chicos estos ya estaban en el suelo gracias a Isaac.
—No está bien traicionar a tu manada —le reprochó Isaac entre gruñidos, estaba furioso después de enterarse gracia a Derek que Megan les había traicionado y estaba en la casa de Scott, Megan al escucharlo sonrió con hipocresía e hizo brillar sus ojos.
—Eso debería decirlo yo —tan pronto como dejó de hablar Isaac se lanzó contra ella, el chico no quería lastimarla, pero Derek les había ordenado asesinar a Lydia a cualquier costo y si Megan se interponía se encargaría de hacerla a un lado, los dos primos luchaban entre ellos, los dos intentaban no lastimar al otro, pero al final tendrían que hacerlo si querían seguir su camino—. Aléjate de ellos —le advirtió en cuanto notó que Isaac intentaba lastimar a Stiles, Megan no tenía la fuerza de un hombre lobo, pero se las ingeniaba para mantener a Isaac alejado de Stiles, al menos sus clases de defensa personal habían servido de algo.
La voz de Lydia en la parte de arriba hizo que Megan se distrajera completamente y Isaac aprovechó esta distracción para tomar la pierna de la rubia y sin miramiento alguno la estrelló contra el librero de los McCall provocando que este cayera al igual que Megan, el golpe le había dejado desorientada y el hombro con un dolor punzante al estar dislocado.
—Cachorro malo —murmuró Megan entre dientes mientras intentaba colocarse de pie, pero que su vista comenzara a nublarse no le ayudaba en nada, Isaac se acercaba a ella deseando que esta se mantuviera en el suelo para así dar por terminado su pelea, su mirada ya reflejaba cuanto sentía el haberla lastimado y también la angustia que sentía al ver que le había dislocado un hombro.
Isaac apenas logró dar unos cuantos pasos antes de ser envestido contra una de las paredes quedando inconsciente gracias al golpe, Scott había llegado después de todo y justo a tiempo para ayudar a sus amigos, Stiles se apresuró a ayudar a Megan, la chica a duras penas lograba mantenerse de pie por sí sola por lo que Stiles se mantuvo a su lado tomándola de la cintura para evitar que esta terminara de nuevo en el suelo; Scott se encargó de ayudar a Allison a bajar el cuerpo paralizado de Erica sin importarle que este chocará contra los escalones escaleras abajo, tomó a Isaac de la misma manera que a Erica y los lanzó fuera de su casa.
—Creo que entiendo por qué me rechazas tanto, Scott —la sonrisa que Derek tenía en el rostro hacía que Megan quisiera golpearle, a pesar de esto Derek sentía preocupaciones por sus dos betas que estaban inconscientes y también estaba preocupado por Megan que parecía bastante lastimada, ya que Stilinski le ayudaba a mantenerse de pie—. No eres un Omega. Eres el Alpha de tu propia manada —admitió después de tanto tiempo creyendo aquello—. Pero no puedes detenerme —Derek sonreía con suficiencia, tanto él como todos los presentes sabían que, si los dos luchaban, Derek resultaría vencedor al final.
—Pero puedo detenerte hasta que llegue la policía —las sirenas de las patrullas se escuchaban a lo lejos y pronto estarían ahí, Derek las oía y sabía que no podía permitir que le vieran ahí, no después de los problemas que ha tenido recientemente con la policía al igual que Isaac.
—Te ganaron, idiota —a pesar de su condición Megan sonreía y le mostraba a Derek su dedo corazón, Derek no contestó solo se quedó mirando la parte de arriba en la que los chicos estaban, todos miraron en la misma dirección encontrándose con el Kanima, el lagarto rugió antes de huir del lugar y todos solo pensaron en una persona, Lydia.
—¿¡Alguien puede decirme que mierda está pasando!? —la voz de Lydia hizo a todos girar a verla sorprendidos, ella no era el Kanima, Jackson era la única persona que había estado con ella en el segundo piso, él era el Kanima.
Un suspiró salió de los labios de Megan cuando su cuerpo tocó el agua de la tina de su baño, había llegado hasta ahí con ayuda de Stiles y Scott, en cuanto Allison les informó que el agua estaba lista Megan entró en ella sin importarle mojar su ropa, todo su cuerpo se relajó y comenzó a desprender el mismo brillo que la noche anterior en la piscina, su sanación era diferente a la de los hombres lobo o a cualquier criatura sobrenatural, ella debía estar en contacto con el agua para que su sanación pudiera llevarse a cabo.
—Gracias —murmuró con una sonrisa mientras recargaba su cabeza en la tina disfrutando de la sensación que el agua le provocaba—. Hace mucho que no luchaba —admitió mirando a los tres adolescentes, los dos chicos desviaban la mirada evitando mirarla ya que su blusa al estar mojada dejaba ver su brasier, cosa que poco le importaba a Megan en esos momentos.
—Tu piel brilla igual que ayer —murmuró Stiles con sus mejillas sonrojadas por ver a Megan de tal manera, el chico pensaba que la rubia se veía hermosa con el cabello mojado, cosa de la cual se había dado cuenta el día de ayer—. ¿Acaso eres un dragón? —se atrevió a preguntar al notar que la piel de Megan además de brillar parecía tener pequeñas escamas, su pregunta provocó la risa de Megan, le habían confundido con distintas criaturas, pero jamás con un dragón.
—No, no soy un dragón. Tomando en cuenta de que han no puedo ocultarles la verdad se los diré —suspiró mientras hundía más su cuerpo en el agua—. Soy una sirena —hizo que sus ojos brillaran en un tono azul verdoso.
—¿Cómo la sirenita? —la pregunta de Scott hizo que Megan rodara los ojos divertida, ¿Por qué todos se empeñaban en compararla con Ariel?
—Según he notado toda mi vida no tengo cola de sirena, por lo que no. No soy como la sirenita —sin quererlo su lado sarcástico había salido a flote, pero no podían juzgarla se sentía exhausta y solo deseaban quedarse dormida en aquella tina hasta el día siguiente.
—¿Por qué nos ayudaste? —Allison había sido la única que no le había hecho una pregunta sobre el tema de su parte sirena por lo que se ganó una sonrisa por parte de Megan, la castaña le caía bien a pesar de que su familia era de cazadores.
—Digamos que mi manada me traicionó, hicieron que terminara en el suelo de mi oficina —movió su hombro dislocado lo suficiente para que este sonará mostrando que este ya se encontraba en el lugar correcto—. Además, ustedes me agradan, que sea parte de la manada de Derek no significa que deban ser mis enemigos o lo que sea que sean para Derek —movió su mano restándole importancia—. También escuché a Stiles hablando solo en los pasillos repasando lo que harían. Eres tierno —puntualizó sin pena alguna, Stiles boqueó buscando alguna respuesta coherente, pero el solo ver los ojos de la chica le hacía olvidar por completo lo que diría, así que decidió no comentar nada y mirar los detalles del baño para apaciguar su sonrojo.
—Gracias, no importa realmente por qué nos ayudaste, saliste lastimada defendiéndonos y eso no lo olvidaré —los ojos de cachorro de Scott bastaron para que Megan supiera que aquel chico buscaba siempre mantener la paz, su aura lo demostraba. El aura de Scott era la más cercana a la pureza, denotaba un color azul casi tirando al blanco, cosa que Megan nunca había visto antes, Stiles tenía un aura de color naranja que demostraba cuan energético era y lo fácil que se le daba hacer reír a las personas y por último el aura de Allison tenía un aura lila casi tirando a rosa que cuan fuerte y protectora era con los de su alrededor. Eran por mucho las auras más interesantes que Megan había visto nunca, sobre todo porque estas se conectaban sin notarlo.
—No hay de que, vayan a descansar a sus casas —los tres adolescentes dudaron en si debían dejarla sola, cosa que Megan—. Ya me estoy curando, mañana tienen clases y sería una mala consejera si no los mando a sus casas —los tres salieron de ahí después de despedirse de la chica y la dejaron completamente sola, que día tan largo había sido para la chica Lahey.
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En los facts de mis personajes pronto podrán encontrar más información sobre Megan, su familia y varios datos de la historia, estos estarán en la historia "Moments".
Pelirroja W
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