06.
Se escucho la queja de todos los espectadores en cuanto el cuerpo de uno de los alumnos de Beacon Hills impactaba contra el suelo gracias a un jugador del equipo contrario, Megan no recordaba que el juego fuera tan doloroso y peligroso, sobre todo cuando a unos metros de ella había un cazador cosa que tampoco ayudaba a Scott McCall que debía mantener sus habilidades a raya para no ser descubierto.
—Ese chico, ¿Enserio va en preparatoria? —Megan hizo una mueca de dolor al ver a otro jugador de la escuela caer como si de un costal de papas se tratara.
—Eso creo —contestó Melissa McCall mientras veían al chico que era sacado del campo en camilla, para Megan hablar con la mamá de Scott era de lo más entretenido, las dos eran vecinas y desde el primer día en que hablaron supieron que podrían ser amigas con el paso del tiempo.
Para Megan no era extraño entablar conversaciones con la madre de Scott; se podía decir que ella era como un intermedio entre las edades de los alumnos y sus padres por lo que no le costaba trabajo alguno entablar amistades por ambas partes.
—¿Ese es suyo? —un chico de rulos rubios se colocó a un lado de las dos mujeres mientras sostenía una cámara entre sus manos.
—No, el mío sigue en el campo —Melissa contestó sin prestarle mucha atención y el chico parecía también algo desinteresado ya que se había puesto a tomar fotos—. Y mientras estoy aquí, pienso que ojalá se hubiera quedado en tenis —Megan no pudo evitar reír por el comentario de Melissa y por imaginarse a Scott con una raqueta y el uniforme de dicho deporte.
—El mío no tiene permitido estar aquí —se encogió de hombros, Megan nunca dejaba pasar la oportunidad de ponerle algo de humor a la situación que Isaac vivía, aunque no todos compartían aquel sentido del humor tan extraño—. Y prefiero que juegue lacrosse a que siguiera su sueño de ser cantante, no tiene el don —esta vez fue Melissa la que rió por el comentario de Megan, en cuanto el flash de la cámara le cegó giraron a ver al chico de la cámara y este sonreía mientras miraba su cámara.
—¿Tomas fotos para el anuario? —se atrevió a preguntar Melissa mientras la chica Lahey miraba con desconfianza al chico, su aura le hacía sentir incomoda sobre todo al no poder distinguir el color de esta y aquello no era normal para las sirenas.
—No, solo lo hago por hobby. Solo tomó fotos a lo que llamé mi atención —sonrió antes de irse de ahí cosa que dejo a las dos mujeres con un escalofrío recorriendo su espina dorsal.
—Raro —hablaron las dos al mismo tiempo, aquel chico parecía ocultar algo más allá de simples fotografías. El juego siguió su curso siendo detenido cada que el chico con muchos esteroides del otro equipo lastimaba a algún jugador, Megan no pudo evitar sentirse mal por el chico que días atrás había ido a su oficina solo para darle la bienvenida, Danny Mahealani que recibió un fuerte golpe en la cabeza.
—¿Dónde está Stilinski? ¿Dónde está Stilinski? —Bobby gritaba mientras caminaba de un lado a otro—. Tú, ¿Sabes jugar lacrosse? —todos miraron hacia la dirección en la que el entrenador señalaba y Megan suspiró al notar que se trataba de Boyd—. ¡Tenemos un jugador! —gritó emocionado y por otra parte Megan solo miraba a Boyd alejarse para colocarse el uniforme del equipo, definitivamente aquel juego no terminaría bien.
—Mierda —murmuró entre dientes la rubia, Boyd tardó un par de minutos antes de salir al campo listo para jugar, definitivamente aquello no estaba en los planes de Derek y si este se enteraba no dudaría en reprender al más reciente de sus betas.
Tan rápido como el juego dio inicio volvió a ser detenido ya que Boyd se había encargado de mandar al suelo al chico del equipo contrario que se había encargado de mandar a medio equipo de Beacon Hills a las bancas, Megan rezaba porque a Boyd no se le subiera con rapidez lo que era ser aplaudido.
El partido había terminado y para sorpresa de todos Beacon Hills había ganado, después de que un incidente rompiera la pierna de Scott todos habían creído que el juego estaba perdido, pero Scott se las había arreglado para hacerle creer a todo que solo había sido una torcedura, ya que con sus habilidades de hombre lobo su pierna había sanado en solo segundos.
—Hola Bobby —Megan saludó al entrenador que solo pudo tartamudear sin dejar de verla, para ningún estudiante era sorpresa que el entrenador tuviera un enamoramiento con ella, pero Megan prefería no decir nada sobre el tema—. Lo siento no puedo hablar en estos momentos, necesito llevar a este chico a su casa —tomó a Boyd del brazo para alejarse de ahí, cuando estuvieron lo suficientemente lejos de todos Megan tomó la oreja del moreno haciendo que este se agachara hasta su altura y gruñera al sentir dolor en su oreja—. Nada de gruñirme —le regañó en cuanto notó sus ojos de color dorado, pero esto no la asusto ni un poco—. Sabes bien que hiciste, no podías jugar, sabes que no controlas aun tus emociones y eso solo significa transformación frente a todos —soltó su oreja en cuanto llegaron al estacionamiento, Boyd no se atrevió a mirarla sabiendo que lo que había hecho no había sido lo correcto—. Ve con Isaac, no le diré a Derek lo que paso y me encargaré de que Erica tampoco hable; solo salvaré tu trasero esta vez Boyd —el chico asintió aliviado de que la mujer no le diría nada a su alfa—. Anda, iré con el lobo gruñón y verificaré que no se haya suicidado por el sarcasmo que Stiles produce.
Se alejó con rapidez de ahí solo para entrar a la escuela y como siempre hacía dejarse llevar por sus instintos y estos la llevaron hasta la piscina de la escuela, cuando abrió la puerta del lugar no logró ver a nadie, parecía que no había nadie, pero el agua le decía otra cosa, escuchaba como el agua era movida y este sonido solo le indicó que había alguien dentro de la piscina. Megan caminó con sumo cuidado hasta llegar a la orilla de la piscina en la que logró ver a Derek y a Stiles, pero algo andaba mal, Derek no se movía y Stiles pataleaba para mantenerse en la superficie.
—¡Espera, espera! —gritó Derek en cuanto vio a la chica, Stiles dejó de acercarse a la orilla en cuanto vio lo que había detrás de Megan—. Megan, no te muevas —le advirtió, Megan estuvo por soltar un comentario lleno de humor de no ser porque había visto de reojo algo moverse detrás suyo y al intentar ver lo que era casi suelta un grito por el lagarto gigante que le miraba fijamente.
—¿Por qué el hijo de Umbridge y Voldemort me está viendo como si fuera su comida? —gritó-susurró mientras miraba a los dos chicos que estaban dentro de la piscina.
—¿Esa fue una referencia de Harry Potter? —Megan miró mal a Stiles y este dejó el tema a un lado—. ¿Vieron eso? Creo que no puede nadar.
—¿Miedo al agua, quizá? —Megan pensó en una solución rápida a sus problemas y en cuanto recordó una sonrió sin quitar su vista del agua en la piscina—. Intenta no soltar a Derek —advirtió mientras giraba con lentitud hasta quedar frente a frente con la criatura.
—Megan, ¿Qué mier...? —Derek dejó de hablar en cuanto la rubia estiró sus brazos a sus costados y abrió las palmas de sus manos haciendo que el agua de las piscinas se moviera con fuerza como si del mar se tratara.
—Te metiste con la chica equivocada —Megan le miró con superioridad y en cuanto aquella cosa intentó acercarse a ella hizo que una ola se formara y le alejara de ella, la chica debía estar concentrada para que pudiera mover el agua a su antojo, pero tanto Derek como Stiles no le dejaban una tarea fácil, ya que estos peleaban como un par de niños.
—¡Stiles! —el grito de Derek distrajo por completo a la rubia que tuvo que ver en dirección a la piscina para ver lo que había ocurrido, pero su vista solo se topó con Stiles que nadaba hacia la orilla de la piscina, pero no logró ver a Derek con él.
—¡Stiles! —gritó enojada al darse cuenta que Stiles había soltado a Derek, pero no pudo actuar con rapidez ya que la cola del lagarto se había estampado contra ella y le había mandado directamente al agua de la piscina, le había dolido como el mismísimo infierno, pero no se detuvo a pensar en ello ya que vio el cuerpo de Derek hundirse a unos metros de ella, nadó con demasiada agilidad y rapidez hasta el de ojos verdes, en cuanto logró estar con Derek notó que este ya había cerrado sus ojos por la falta de oxígeno por lo que acercó su rostro al de Derek y cuando sus labios estuvieron por tocarse Megan entreabrió sus labios soltando una burbuja de aire que entró a la boca de Derek regresándole algo de oxígeno para que este abriera sus ojos.
Derek Hale abrió los ojos aun algo mareado y se sorprendió al ver el rostro de Megan tan cerca del suyo, pero lo que casi le había hecho abrir la boca sorprendido fue ver la manera tan hermosa en la que la piel de Megan brillaba bajo el agua, la chica sonreía sintiendo su cabello flotar por el agua y en cuanto notó que el hombre lobo estaba perfectamente le subió hasta la superficie, Derek tosió varias veces y tomó varias bocanadas de aire antes de que Stiles se les acercara.
—Dime que al menos valió la pena que ese lagarto salido de Spider-man me golpeara —Stiles no respondió demostrando que aquello no había servido de nada, además de que el chico con lunares en el rostro estaba algo sorprendido por las magníficas referencias que la chica utilizaba cada que podía—. Perfecto —suspiró mientras cerraba sus ojos sintiendo como el agua hacia que su cuerpo se relajase.
—Eh, Megan —la chica miró de reojo a Stiles el cual le miraba embobado—. Tu piel y tus ojos están brillando —Megan gruñó sabiendo que su piel brillaba como si tuviera escamas por el contacto del agua.
—Estoy bien —los dos hombres la miraron expectantes a que algo más sucediera—. Estoy bien, no me saldrá cola —bromeó un poco sabiendo que quizá era aquello que los dos esperaban.
—No puedo seguir así, necesito agarrarme de algo —Stiles mostraba signos de fatiga y era comprensible sabiendo que Derek era más grande y pesado que él. Megan ayudó a Stiles a llegar a las plataformas de la orilla de la piscina, pero en cuanto este estuvo por tomarla unas manos lo jalaron a él y a Derek fuera del agua, Megan por otra parte prefirió salir por su cuenta para evitar caer como peso muerto contra el suelo, Scott había llegado y les había salvado.
—¿Están bien? —la rubia se acercó primero a Stiles, en cuanto confirmó que este estaba bien caminó hasta estar a un lado de Derek y le ayudó a ponerse de pie—. Alguien necesita trabajar en sus reflejos —bromeó un poco esperando que este gruñera y le mirará mal, pero para su sorpresa aquello no ocurrió, sino que Derek le había brindado una pequeña y casi imperceptible sonrisa.
—No soy el único, sirena—Megan rió ante la manera por la que Derek le había llamado, tal parecía que comenzaban a soportarse el uno al otro y eso solo les ayudaría con la que ahora sería su manada.
. . .
Mamá Megan al rescate.
¿Alguna se ha dado cuenta de que ya he puesto varios de los dones de Megan?
Pelirroja W
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