XXV
Sigan comentando y votando, si se desaparecen yo igual lo hago 🕴🕴🕴
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-Quiero helado- Sunoo se levantaba solamente para comer lo dicho, entró a la cocina, sacó un pote de helado de un sabor cualquiera y empezó a comerlo.
-Cariño, estás vomitando casi todos los días, come algo más, es por tu bien.
-No me importa mi bien- y volvió a su habitación.
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-Señores pasajeros, el vuelo ah llegado a su destino, se les pide por favor salir del avión en filas- la azafata pedía, Ni-ki acababa de llegar a Corea.
Cuando porfin salió del avión salió del aeropuerto y tomó el primer taxi que vio que lo podía llevar a casa de Sunoo directamente.
La media hora que hubo de camino pareció una eternidad, pero porfin llegaron.
Pagó lo que debía y con miedo se acercó a la puerta, listo para tocar... pero no tanto.
Se acobardó en el último segundo, ¿qué debería decirle cuando lo vea? No tenía idea de qué decir, solo tomó el primer vuelo a Seul desde Italia y durmió todo el viaje.
Sin pensarlo dos veces, se paró ergido, tomó aire y tocó la puerta tres veces esperando su llegada.
-Oh, Ni-ki- el tío de su omega abrió la puerta -no sabíamos que vendrías.
-Tampoco tenía muy planeado venir, solo... necesito ver a Sunoo- su pierna se movía sin parar, una clara muestra de su ansiedad.
-Claro, pasa, nosotros tenemos que salir a... visitar... el cementerio, sí, así que los dejaremos solos- tomó la mano de su esposa y esta sin poder analizar todo fue jalada.
En verdad el omega solo quería darles espacio y su privacidad, mientras que la alfa quería presenciae el chisme, pero si lo decía su esposo se enojaría.
-Amor- Ni-ki dejó sus cosas en la entrada, listo para ver a su lindo omega, si este aún lo quería.
Corrió hasta su habitación, notaba un aroma extraño, que era como.... como tristeza y desesperación mezclado con miedo, sí, exactamente eso.
Al no recibir respuesta abrió la puerta, viendo un nido formado por ropa suya y de su omega, ropa de ambos.
-No tengo ham... Ni-ki...- Sunoo levantó su vista, su alfa estaba ahí, justo enfrente de él.
-Sunoo... yo...
-No quiero verte- bajó su mirada.
-¿Qué?
-Estoy molesto contigo, no quiero verte.
-Yo debería ser el que está molesto, pasé mes y medio mandandote mensajes cada día, llamandote hasta por donde no sabía que se puede llamar, recibiendo solo uno o dos mensajes cada semana, esperando que me digas qué está pasando... si hice algo mal.
-¿No sabes lo que está pasando? ¿Tú eres el único molesto? Yo estuve esperando toda esa noche una respuesta, te pregunté algo tan simple, pero no respondías, solo viste el mensaje y saliste, luego veo esa fotografía en la página de tu universidad y dices que no sabes nada.
-¿Qué fotografía?
-Tu sabes de qué fotografía te hablo- sacó su teléfono mostrando aquella foto.
-Pero sabes bien que es mi amigo, lo conoces, ¡Y además tiene pareja!
-¡¿Pero cómo creías que yo estaba esa noche?! ¡estaba recién marcado, todavía estaba en celo y yo solo quería que respondiras a tu estúpido celular!
-¡Estaba con mis amigos! ¡Te respondí la mañana siguiente pero tú fuiste el que me dejó de hablar!
-¡Porque quería una explicación!
-¡¿Cómo voy a saber eso si nunca me dijiste que lo querías?!- tomó aire y respiró tratando de calmarse -yo no soy adivino... divino sí, pero adivino no.
-Yo.. solo... no sé- y pronto empezó a llorar, hundiéndose en el nido de ropas que había formado hace mes y medio.
-Amor... ya no hay nada que explicar, ambos nos equivocamos, solo me daba miedo que dejaras de quererme.
-Yo te amo...- se escuchaba desde el fondo de las ropas, con una voz lastímera y sollozante. -Perdón, yo-- otra vez, se paró con rapidez y volvió a vomitar, corriendo hacia el baño.
-Sunoo...- Ni-ki lo acompañó hasta que este se calmó. -¿Cuánto tiempo vas así?
-Como un mes...
-¿No has ido al doctor?
-Mi tío me lo dijo... pero yo no quise ir.
-¿Porqué? Esto puede ser un problema grave, vamos, te cambiaré de ropa e iremos un rato ¿si? Solo será un ratito.
-Está bien...
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-¿Entonces no tienes nada con tu amigo?
-Claro que no tengo nada con él, tiene pareja y yo tengo la mía, te amo tanto que nunca me perdonaría o siquiera me atrevería a engañarte.
-¿En serio?- Sunoo miraba su mano entrelazada con la de su alfa
-En serio, te lo prometo- esperaban a que sea su turno en el doctor.
-¿Por la garrita?- apoyó su cabeza en el hombro de Riki.
-Por la garrita- alzó su meñique en un juramento con su novio, sin sentir ya las feromonas tristes y desesperadas de su pareja.
En vez de eso, sentía de nueva cuenta su dulce y exquisito aroma, talvez era porque lo había extrañado tanto que se le hacía tan delicioso y dulce pero sin empalagarlo.
-Señores Kim y Nishimura- la enfermera llamo sus apellidos, ambos levantaron sus manos -es su turno, pasen por favor.
A Sunoo se le hizo algunas pruebas, de vista, sus reflejos y hasta de sangre para descartar algunas cosas como anemia o hasta bulimia.
Esperaron al rededor de 30 minutos y se los llamó a sala para los resultados.
-Todo está en orden- hablo el doctor tranquilizando a ambos.
Pero cuando sacó una de las hojas de papel y un boligrafo, entendieron que no todo estaba en orden.
-¿Ve esto? Son la cantitad de globulos rojos que usted tiene, son algo bajos, debe comer más vegetales y fruta, además de que al estar en cinta debe cuidarse muy bien, usted y su hijo deben estar saludables.
-¿Yo y quién?- Sunoo habló con rapidez.
-Está en cinta ¿no estaba en cuenta de ello? Los exámenes dicen que ya está al rededor de dos meses en ese estado.
-P-pero... ¿En qué momento? Nosotros no--
-El hotel del aeropuerto- Ni-ki recordó -el día en que te marqué...- empezó a recordar todo.
-Los vómitos pararán en una o dos semanas, si no es así, vuelva para un chequeo, tome esto- le entregó un folleto de cómo debía ser un buen embarazo -no te asustes si tu vientre no crece demasiado hasta el 8vo mes, el bebé gestado en un hombre es más pequeño que en el de una mujer.
-Pero su aroma no cambió.
-Claro que lo hizo, pero al estar sometido a estrés y tristeza, afectó el que otra persona o alfa lo notara, le recomiendo que lleve un embarazo tranquilo, puede ser dañino para ambos.
Y dicho eso los sacó de su oficina, tenía otros pacientes que atender.
-Estoy en cinta...- Sunoo miraba a Ni-ki sin saber muy bien qué hacer.
El alfa no respondió, estaba analizando todo.
Entonces, al no recibir respuesta, Sunoo volvió a alterarse ¿Ni-ki lo dejaría?
Sin pensarlo dos veces se aferró a su alfa, abrazándolo con todas sus fuerzas, listo para pedir no ser abandonado.
-Dejaré la universidad- Ni-ki correspondió su abrazo -me necesitas más aquí.
-¿Qué? No, no dejes tu carrera, te faltan solo cinco meses- eso era lo que menos quería Sunoo, que su alfa renuncie a sus sueños por unos meses a su lado -puedes terminarla y volver... yo te voy a esperar- dio en cuenta que ya no era solo él -te vamos a esperar.
-Prometo que haré todo lo posible para llegar antes, a ambos- ahora tendrían una familia, un cachorro nada esperado, pero seguía estando hecho con amor.
-Tendremos un cachorro...
-Seremos padres....
-Sí, pero haré todo lo posible porque su infancia sea feliz, no como la mía- siempre se imaginó una familia con el alfa, pero llegó más pronto de lo que esperaba.
Pero tener un hijo no es nada fácil... más para dos principiantes.
Cami~
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