Revelaciones y misterios
Capítulo 14
La sala de interrogatorios era fría y austera, con paredes blancas que parecían oprimirlos. Taehyung miró a Jimin y Namjoon, notando cómo la ansiedad se reflejaba en sus rostros. La oficial los observaba con curiosidad, lista para escuchar su historia.
—Quiero que hablen con sinceridad, —dijo la oficial, sentándose frente a ellos con un cuaderno y un bolígrafo. —¿Qué saben sobre la desaparición de su hermano?
Taehyung tragó saliva, sintiendo cómo su voz se ahogaba en su garganta. —Seokjin… él no se fue. Lo mataron.
Jimin lo miró, sorprendido por la declaración, pero Taehyung sintió que no había más tiempo para esconderse. —La policía cerró el caso como un suicidio, pero yo sé que eso no es cierto. Hay cosas que encontré en su habitación que lo demuestran.
—¿Qué tipo de cosas? —preguntó la oficial, levantando una ceja.
Antes de que Taehyung pudiera responder, un eco resonó en la sala. La puerta se abrió de golpe, y otro oficial entró, interrumpiendo la conversación. Su rostro estaba pálido, y sus ojos mostraban preocupación.
—Hay un problema, —dijo, dirigiéndose a la oficial que estaba con ellos. —Recibimos una llamada sobre intrusos en la casa de uno de los testigos de la desaparición de Seokjin. Debemos ir.
La oficial se levantó rápidamente, su expresión cambiando de curiosidad a seriedad. —Lo siento, chicos, pero tengo que irme. Por favor, esperen aquí.
La puerta se cerró detrás de ella, y el silencio se instaló nuevamente en la sala. Taehyung sintió que el tiempo se detenía. —¿Crees que les haya pasado algo? —preguntó Jimin, su voz temblorosa.
—No lo sé —respondió Taehyung, sintiéndose impotente. —Pero tenemos que aprovechar este tiempo para contar todo lo que sabemos.
—Empecé a grabar las cosas que Seokjin me decía, —intervino Namjoon, sacando su teléfono. —Quizás eso ayude a esclarecer las cosas.
Taehyung asintió, sintiendo que cada segundo contaba. —Sí, y también tengo las grabaciones que encontré en su laptop. Hay algo oscuro en todo esto.
Namjoon empezó a buscar entre sus grabaciones. —Esta es una de las primeras. Seokjin hablaba de un grupo del que tenía miedo. A veces parecía que estaba siendo seguido.
Cuando Namjoon empezó a reproducir el audio, la voz de Seokjin resonó en la sala, llena de angustia.
—No sé qué hacer. Siento que hay alguien detrás de mí, como si estuviera siendo observado. Me he dado cuenta de que hay cosas que no comprendo, cosas que he descubierto por accidente. Hay una conexión entre las personas que frecuentan ese lugar. Me preocupa que me encuentre en problemas.
El corazón de Taehyung se aceleró. Las palabras de Seokjin retumbaban en su mente. La voz de su hermano estaba llena de miedo y desesperación.
—¿Qué lugar? —preguntó Namjoon, frunciendo el ceño.
—No lo sé. Pero tiene que ver con algo que él descubrió. —El pánico comenzó a apoderarse de Taehyung nuevamente.
A medida que la grabación continuaba, la voz de Seokjin se volvía cada vez más inquietante. —Me siento atrapado en un laberinto. Las sombras parecen acecharme. No sé cuánto tiempo me queda.
—Esos son los tipos de cosas que nos hacen pensar que no era un suicidio —dijo Jimin, sintiendo cómo la angustia crecía en su pecho.
Namjoon detuvo la grabación, y el silencio llenó la sala. —Esto es más serio de lo que pensábamos. Necesitamos hablar con la policía.
—Sí, pero hay que hacerlo con cuidado. —Taehyung sabía que cada decisión era crucial, y lo que les estaba sucediendo era algo que jamás habían imaginado.
De repente, la puerta se abrió nuevamente, y la oficial regresó, con el rostro pálido y una expresión grave. —Chicos, tenemos que irnos. Los intrusos están cerca, y la situación se ha vuelto peligrosa.
La adrenalina subió por el cuerpo de Taehyung mientras se levantaba. —¿Qué está pasando?
—Hay personas buscando a alguien, y podría estar relacionado con Seokjin. —La oficial miró a cada uno de ellos, como si estuviera pesando la gravedad de lo que iba a decir—. Debemos llevarlos a un lugar seguro.
Sin tiempo que perder, Taehyung y sus amigos se apresuraron a seguir a la oficial. Mientras salían, Taehyung sintió que su corazón latía con fuerza. Había una sombra oscura acechando, y cada vez estaba más cerca.
Cuando llegaron al coche de la policía, la oficial encendió el motor y miró a los chicos a través del espejo retrovisor. —Lo que les está ocurriendo es grave. No podemos subestimar la situación.
Taehyung tragó saliva. —Lo sabemos. Pero necesitamos respuestas. No podemos seguir así.
—Lo sé. Pero primero, debemos asegurarnos de que estén a salvo.
A medida que se alejaban de la estación, la angustia de Taehyung creció. ¿Qué tan lejos llegarían? ¿Qué les esperaría al final de este camino?
Se sentía atrapado en una red de secretos y sombras, y la única salida parecía estar oculta en la oscuridad.
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