La brisa nocturna soplaba con fuerza, agitando las hojas de los árboles en el bosque donde Taehyung había enfrentado la verdad más oscura sobre su hermano Seokjin. La luz de la luna se filtraba a través de las ramas, creando sombras que danzaban como espectros, recordándole lo que había perdido.

Unos días después del caos, Taehyung se encontraba en su habitación, rodeado de recuerdos que pesaban en su corazón. Las fotos de Seokjin aún colgaban en la pared, sonrisas congeladas en el tiempo, y cada vez que miraba esas imágenes, sentía una mezcla de dolor y determinación.

—Debo encontrar la verdad —se susurró a sí mismo, aunque sabía que esa verdad podría ser más aterradora de lo que estaba dispuesto a enfrentar.

En su mano, sostenía una de las cartas que había encontrado en la caja de su hermano. Las palabras de Seokjin parecían cobrar vida, resonando en su mente: "Hay cosas que no puedes ver, Tae. Las sombras son más profundas de lo que imaginas".

El eco de esas palabras lo perseguía, y con cada día que pasaba, la urgencia de descubrir lo que había detrás de la muerte de su hermano crecía.

Entonces, decidió que no podía esperar más. Tomó la laptop que había encontrado y comenzó a revisar una vez más los archivos, buscando pistas que quizás había pasado por alto. Sus dedos se movían rápidamente sobre el teclado, y mientras veía los videos y escuchaba las grabaciones, una nueva idea comenzó a formarse en su mente.

Había algo más que quería descubrir. Algo que se escondía en las grabaciones de Seokjin, algo que podría llevarlo a la verdad que tanto anhelaba.

Pero justo cuando estaba a punto de abrir otro archivo, el sonido de un mensaje interrumpió sus pensamientos. Era un texto de Jimin.

¿Todo bien, Tae? Me preocupas.

Taehyung miró su teléfono, y aunque sabía que sus amigos estaban preocupados, una parte de él necesitaba estar solo en ese momento.

Estoy bien. Solo necesito un poco de tiempo.

Mientras escribía, una sombra se proyectó sobre su ventana. Al levantar la vista, su corazón se detuvo por un instante. Un rostro familiar lo miraba desde el otro lado del cristal, una sonrisa torcida en sus labios.

—¿Te has olvidado de mí, Taehyung? —preguntó la figura, su voz suave y melódica, pero con un matiz que helaba la sangre.

Era un rostro que nunca había esperado ver de nuevo, un eco del pasado que se había creído perdido.

En ese instante, la sensación de peligro lo envolvió. Taehyung se dio cuenta de que la búsqueda de la verdad lo llevaría a lugares oscuros, y que la sombra de su hermano Seokjin nunca lo dejaría en paz.

El epílogo de esta historia apenas comenzaba, y mientras la figura fuera de su ventana se acercaba, Taehyung entendió que las sombras no solo acechaban en el bosque, sino también en el corazón de aquellos que creía conocer.

Y así, entre la luz de la luna y la oscuridad que lo rodeaba, la historia de "Obsesión Discreta" se cerró, pero la lucha por la verdad estaba lejos de terminar.