En la trama del misterio
Capítulo 11
El aire en la habitación se volvió denso con la incertidumbre. Taehyung miró a Jimin, que estaba sentado en el borde de un saco de dormir, sus ojos reflejando el miedo y la urgencia de la situación. El silencio era casi ensordecedor, y cada segundo que pasaba parecía que una sombra más oscura se cernía sobre ellos.
—¿Qué tipo de grupo estaba involucrado Seokjin? —preguntó Taehyung, intentando mantener la calma en su voz.
Jimin se pasó una mano por el cabello desordenado, claramente nervioso. Su respiración era rápida, y cuando finalmente habló, su voz temblaba.
—No estoy completamente seguro, pero… eran personas que se reunían en secreto. Hablaban de cosas que no comprendía del todo. Había rumores de actividades ilegales, tráfico de información… y algo más oscuro. Seokjin me mencionó una vez que había visto cosas que no debería haber visto.
Taehyung sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Las palabras de Jimin resonaban con la advertencia que había sentido desde que comenzó a indagar en la vida de su hermano. Seokjin estaba metido en algo que podría haberle costado la vida.
—¿Y por qué no me lo dijo? —preguntó, su voz ahora cargada de frustración y dolor—. ¿Por qué tuvo que enfrentar esto solo?
Jimin desvió la mirada, como si estuviera pesando sus palabras. —Creo que tenía miedo. Miedo de lo que podría suceder si hablaba. Sabía que no era seguro, pero… era difícil para él. Siempre quise ayudarlo, pero no sabía cómo.
La revelación era dura de aceptar. Taehyung se sentó frente a Jimin, la determinación creciendo dentro de él.
—No vamos a quedarnos aquí. Necesitamos encontrar respuestas, y rápido —declaró—. Si Seokjin se metió en problemas, yo debo saber por qué. No puedo dejar que su muerte quede sin esclarecer.
Jimin asintió, su expresión ahora más seria. —Tienes razón. Pero debemos tener cuidado. Ellos están buscando a cualquiera que haya estado cerca de él. Tal vez haya algo más que podamos descubrir.
Con esas palabras, ambos comenzaron a buscar por el lugar, revisando cada rincón en busca de pistas. Se sentían como detectives en una historia de misterio, y aunque la situación era desesperante, la adrenalina los mantenía alertas.
Entre objetos olvidados y cajas llenas de recuerdos…
Mientras revisaban una de las cajas más grandes, encontraron una bolsa con objetos personales de Seokjin. Una bufanda, un reloj roto, y lo que parecía ser un viejo teléfono móvil.
—Mira esto —dijo Taehyung, levantando el teléfono con curiosidad. —Quizás tenga algo guardado.
Jimin se acercó, y juntos comenzaron a intentar encenderlo. Después de varios intentos, la pantalla finalmente se iluminó. El viejo teléfono mostró su pantalla de inicio, llena de aplicaciones antiguas y fotos. La primera que apareció fue una imagen de Seokjin sonriendo, su rostro iluminado por la felicidad. Pero a medida que Taehyung revisaba, encontró algo más inquietante.
Al abrir la galería, notó que había una carpeta llamada "Secreto". Con un poco de temor, presionó sobre ella, y los corazones de ambos latieron con fuerza al ver que estaban llenas de fotos, pero no eran las fotos que esperaban.
Eran imágenes borrosas de personas encapuchadas, un claro contraste con las memorias felices de Seokjin. En varias de ellas, podía verse a su hermano, con una expresión de angustia, tratando de escapar.
—¿Qué… qué es esto? —susurró Jimin, claramente afectado.
—No lo sé… —respondió Taehyung, su voz casi un susurro. El ambiente se volvió opresivo. La realidad de que Seokjin estaba involucrado en algo peligroso comenzaba a caer sobre ellos como una losa de piedra.
Justo cuando intentaban procesar lo que veían, sonó un ruido afuera de la habitación, un golpe fuerte que resonó en el silencio. Ambos se miraron, la alarma llenando sus ojos.
—¿Qué fue eso? —preguntó Taehyung, su voz temblando de miedo.
—No lo sé… —Jimin estaba pálido—. ¡Podría ser ellos!
Sin pensarlo dos veces, Taehyung apagó el teléfono y lo guardó rápidamente.
Debían moverse.
—Tenemos que salir de aquí, pero necesitamos un plan. No podemos quedarnos a la espera de que nos encuentren —dijo Taehyung, su mente funcionando a mil por hora.
—Sí, pero… ¿hacia dónde? —preguntó Jimin, todavía visiblemente asustado.
Taehyung pensó en su casa, en la seguridad de su hogar, pero también en el peligro que podría acecharlo allí.
—Tal vez… podríamos ir a casa de un amigo. Alguien que pueda ayudarnos. —mencionó, su voz firme—. Necesitamos encontrar a alguien que conozca a Seokjin.
Con una decisión tomada, ambos se prepararon para salir de la habitación. El riesgo de ser atrapados se cernía sobre ellos, pero la necesidad de descubrir la verdad y proteger el legado de Seokjin era más fuerte que el miedo.
Mientras se movían en la oscuridad, Taehyung sintió que la trama se cerraba a su alrededor, y con cada paso, la sombra del peligro se hacía más real. Sabía que no estaban a salvo, pero su determinación por descubrir lo que había sucedido solo se intensificaba.
Finalmente, empujaron la puerta y se adentraron en la noche, sabiendo que sus vidas estaban a punto de cambiar para siempre.
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