8-Nueva compañera y problemas

Punto de vista de Tn.

Ya recuperado, con un vendaje nuevo tras la ducha, me fui a dar una vuelta pues me había perdido las clases. En las afueras, mis ojos captaron a las dos jóvenes caminando y charlando como de costumbre. Me acerqué lentamente y a pocos metros...

―Ey―dije haciendo que detuvieran su avance.

Ambas voltearon y al intentar decir algo ya tenía a Enid encima de mí dándome un fuerte abrazo y casi al borde del llanto.

―Mujer, ya estoy bien, no seas tan emocional―se separó de mí e infló las mejillas.

―Estábamos muy preocupadas idiota―su tono era muy tierno―no quiero que mueras.

―Estoy bien aunque reconozco que tuve mucha suerte, un poco más y no lo contaba―era cierto, la bala me rozó bastante para hacerme daño en la cabeza pero unos milímetros más cerca y estaría bajo el suelo. Mi fuerza solamente se debía a poder levantar cosas y similares, no que mi cuerpo fuera tan resistente.

―Debo reconocer que tu ausencia se ha notado―comentó la pelinegra―al fin y al cabo eres el líder.

―Pues ya estoy de vuelta―sonreí―lo primero es que Enid te tienes que separar de mí―ella me soltó del abrazo y pidió perdón―y ya hablaremos una vez reunidos.

Estuvimos un rato hablando tranquilamente, Enid se calmó un poco, realmente le había afectado que yo casi muero.

En eso vimos un coche aparcar en la entrada, un hombre bajó y enseguida abrió la puerta trasera dejando ver a una joven de cabello negro, mediana estatura y que parecía una modelo de revista. Todos los presentes nos quedamos viendo a la chica cuando yo la reconocí.

La directora salió al encuentro y les dio la bienvenida.

―¿Elisabeth?―pregunté.

―Ha pasado mucho tiempo Tn―se acercó a mí y me abrazó―me alegra mucho verte.

―¿Ustedes ya se conocían?―la directora alzó la ceja.

―Sí, ella y yo...somos amigos desde hace tiempo―contesté―no esperaba verte aquí.

―Primero debemos terminar el papeleo, ya tendrán tiempo de ponerse al día―comentó la mujer alta.

―Nos vemos luego.

Cuando se perdieron dentro del recinto, Enid enseguida comenzó a hacerme toda clase de preguntas sobre ella.

―Ella es como yo...una normie modificada―dije cabizbajo―ella me salvó la vida y juntos logramos escapar. Más tarde nos separamos y hasta ahora no había vuelto a saber de ella ya que le dieron un nombre distinto.

―Entiendo...¿y tienes sentimientos por ella?―preguntó en un tono lento.

―¿Qué?―la miré extrañado.

―Lo que Enid quiere decir es si quieres salir con ella y mantener relaciones sexuales―realmente tenía apenas tacto la gótica.

―No, siempre hemos sido amigos, nada más.

En la tarde, logré reunir a los chicos ya que Elisabeth tenía que instalarse y estaba agotada. En la sala había una persona que no esperaba ver, la misma directora en persona.

―¿Qué hace directora?―preguntó Ángel comiendo un trozo de pizza y los pies sobre la mesa.

―Que no os metáis en líos. Durante los siguientes dos días queda prohibido salir de la academia, estoy hablando con el sheriff y compañía, ellos se encargarán de esa gente―dijo―no crean que no sé que estuvieron metidos en la batalla.

―Pero podemos pararles los pies―dijo Anderson―solamente necesitamos un asalto más.

―Ustedes han desobedecido las normas...¿por qué debería dejarles hacer algo tan peligroso?―preguntó haciendo que todos callasen.

―Directora―ella me miró―podemos hacer un trato.

―Le escucho.

Tosí un momento.

―Cumpliremos esos dos días de castigo...pero nos gustaría ayudar. Tenemos la fuerza suficiente para poder hacer frente a esa gente y hemos descubierto que tienen habilidades como nosotros―comenté―si nos permite ayudar, le hablaremos de nuestros planes en todo momento.

Ella guardó silencio y caminó un poco por la sala.

―De acuerdo, pero si me entero de que desobedecen una orden...―advirtió.

―Tiene nuestra palabra―todos estuvieron de acuerdo, incluso Miércoles.

Una vez se marchó tras acordar todo, nos quedamos un rato sin decir nada.

―¿Qué podemos hacer?―preguntó Sam―¿tienes algún plan?.

―No, todavía no. Creo que solamente queda esperar que ataquen de nuevo o demos con una pista, hasta ese momento será mejor entrenar nuestras habilidades―respondí―y tomar las cosas con más calma, el estrés puede hacernos tomar decisiones erróneas.

Todos asintieron y decidimos hablar un rato sobre lo que habíamos visto en la batalla. No logramos sacar demasiada información, pero al menos ya sabíamos la fuerza del enemigo y no tenía que tomarse a la ligera.

Cuando salieron todos, Asmo y yo cruzamos miradas.

―¿Hay algo de lo que quieras hablar Asmo?―pregunté acercándome.

Este me mantuvo la mirada unos segundos hasta que finalmente negó con la cabeza.

Fui hasta mi dormitorio a dormir un poco, tenía dolor de cabeza así que tome unas pastillas para aliviar el dolor. No dejaba de pensar en las miradas que todos tenían, había sido un golpe duro de moral para todos el vernos obligados a retirarnos y saber de primera mano que nuestro enemigo tenían habilidades peligrosas. Justin y Alex me comentaron que junto a Tozozo practicarían mucho para poder dar de lleno a sus oponentes la próxima vez.

Sam se marchó con Enid a hablar de rumores y prensa rosa, eso les vendría bien para despejar un poco la cabeza. Ángel se fue con Lucas, dijo que si todo iba bien, tendrían un nuevo arma lista para la siguiente pelea. Preferí no preguntar que se trataba.

Asmo fue el que más me daba la impresión de estar cabizbajo junto a Anderson, aunque este último esbozó una sonrisa antes de irse con unas chicas. Por su parte, Xavier tenía pesadillas, Bianca agobiada por el tema familiar y Eugene se las pasaba mirando las musarañas desde que se dedicaba a meter su aguijón en esa chica.

Entonces llamaron a la puerta interrumpiendo mis pensamientos.

―Adelante―Miércoles Addams entró a mi cuarto.

―¿Qué ocurre?―pregunte antes de que se sentase a mi lado.

―Vengo a apoyarte―respondió mirándome a los ojos―eres sentimental y te preocupas en exceso por los demás.

Acercó la mano a mi cabeza y acarició mi pelo.

―Miércoles...

―No lo hago porque me gustes ni nada por el estilo...no puedo darme el lujo de perderte.

Alargué la mano tomándola de la espalda y la acerque hasta mí y pronto estaba encima de mí. Tenía su rostro a escasos centímetros de la mía. Sus dos coletas caían sobre mi cara. Ella parecía algo sorprendida, pero no dijimos nada.

―Me siento aliviado de que no te pasase nada―susurré.

―Idiota.

Llamaron a la puerta y nos separamos enseguida. Al darle paso, vi a Elisabeth entrar junto a Enid quien tenía cara de pocos amigos.

―Tn―dio unos saltos y se acercó a mí―¿qué tal estás?.

―Bien―respondí sentado―¿qué ha sido de ti todo este tiempo?.

―He estudiado mucho y entrenado mi poder, aunque solamente es que puedo saltar mucho―contestó―ya he conocido a Enid.

―Si―la loba no parecía de buen humor.

Eli nos contó todo lo que había hecho y se notaba que era una persona inteligente. Pronto iba a heredar el negocio familiar que tenían una gran fortuna...eran millonarios. En todo momento habló de ella y se alegró mucho de que no me hubiera pasado nada. Estaba muy pegada a mí y cuando en cierto punto mis ojos captaron las manos de Enid, pude ver sus uñas alargadas junto a unos diminutos colmillos que asomaban por sus labios.

―¡Qué tarde es!―exclamó mirando el reloj de su muñeca―debo irme, aún tengo que hacer unas cosas, nos vemos luego―me dio un beso en la mejilla y se fue por la puerta.

Yo sonreí, no había cambiado nada.

―Esa chica debe morir―comentó Miércoles.

―Estoy de acuerdo―dijo Enid.

―¿Chicas?―Enid me abrazó.

―Esa chica es una mala influencia―comentó.

―¿Por qué?―no sabía porque lo decían.

―Vivís en mundos diferentes y te quiere arrastrar a una vida de lujos, tranquilidad y sexo―comentó Miércoles agarrando el otro brazo.

―Oye...eso no suena tan mal―ellas se colocaron enfrente de mí y me miraron con unos ojos que podrían matarme.

―¡Tn!―gritaron las dos.

La cosa pareció calmarse un poco después de cambiar de tema.

Ya en la mañana siguiente, el día era horrible pues una fuerte tormenta de rayos, viento, agua y frío llegó a Jerichó y a la academia. La directora había mandado reforzar las medidas de seguridad y el lugar tenía otro aspecto. Toda precaución era poca según ella.

Las puertas cerradas a cal y canto y nadie salía al patio para no mojarse. Elisabeth estaba conociendo el lugar y se había juntado con un grupo de chicas. Mientras tanto yo había podido hablar mucho más con ella esa mañana ante la mirada asesina de la rubia y pelinegra.

―Creo que están coladas por ti―susurró en mi oído. Enid rompió el lápiz que tenía en su mano.

―No creo...―dije mirando a otro lado.

―Quiero que cuando todo esto acabe...tengamos una cita―me dio un beso en la mejilla.

―Yo...―estaba sorprendido pero de golpe un cuchillo se clavó en mi mesa.

Miércoles se acercó a nosotros y lo recogió.

―Lo siento, se me escapó―regresó a su sitio.

Terminadas las clases, todos los del grupo tomaron rumbos diferentes, decían estar centrados en estrategias y en encontrar maneras de controlar mejor su poder de manera eficaz. Y el tiempo no acompañaba a hacer algo que no fuera estar en la cafetería o habitación. Eli se marchó a tomar algo con unas amigas y las chicas reclamaron mi presencia en su habitación.

―¡Tachán!―dijo Enid emocionada―habían preparado una sesión de cine.

Nos tumbamos en la cama de ella, tenía tantos peluches de colores que tuvimos que quitar para poder estar allí. Al poner en marcha la película de miedo, la loba me abrazó mientras estábamos cubiertos con una manta y ante mi sorpresa, Miércoles se puso en otro lado.

―Hemos pensado que necesitas relajarte un poco entre la batalla, pensar en un plan y estar...con Elisabeth―dijo su nombre con cierta sonrisa falsa.

―Creo que cavaré una tumba para ella―dijo Miércoles―podría ser mi primera víctima en Nevermore.

―Nada de matar...y no entiendo porque os cae mal―repliqué.

―Porque pretende llegar de primeras y...llevarte con ella―agachó la mirada algo roja.

―No me voy a ir a ningún lado―le di un abrazo―anda, vamos a ver la película.

Ciertamente disfrute la película y luego cerré los ojos un rato. Cuando me quise dar cuenta desperté y me había quedado dormido. Ambas estaban sobre mi pecho, parecían hasta buenas y que no daban problemas cuando dormían.

Enid fue la primera en despertar. Al verme y moverse a un lado vi algo detrás suyo.

―¿Qué es eso?―ella se apartó y mis ojos se abrieron―deberías guardar eso en lugar seguro.

―¡No mires!.

Miércoles se levantó y me dijo que dejase de chillar o la mataba.

Después de aquello, me fui a descansar a mi habitación mientras la tormenta sacudía el lugar.


Narrador.

Asmo caminaba por uno de los pasillos lentamente, el pasado que reposaba sobre él no dejaba de atormentarlo durante aquel día. Especialmente después de que aquel hombre hablase de que le habían seguido desde Rusia. Quiso contarle a Tn, pero pensaba que tal vez una vez asesinado esas personas por fin tendría paz.

De vez en cuando veía los cuerpos sobre una capa de nieve, era una alucinación sobre el terreno de Nevermore, pero parecía tan real que asustaba. Al entrar en su cuarto, se tomó unas pastillas y se tumbó en la cama. Nevermore era ahora su hogar, donde nadie le temía, o eso era su sensación pues desde el primer día había sido aceptado por el resto de personas.

―Puede que al final deba contarlo como hizo Tn, no creo que me digan nada, son mis amigos...―pensó el joven―amigos...―las voces del pasado retumbaron en su mente.

Decidió relajarse y dormir un poco, le vendría muy bien para su salud. Daba gracias de estar en un grupo formado por Tn y compañía.

Mientras tanto, en su cuarto, Justin y Alex realizaban ejercicios de concentración. Ciertamente habían notado una mejora considerable teniendo en cuenta su nivel. Incluso prepararon un hechizo en conjunto que si se llevaba a cabo bien, podría ayudar mucho a los demás. Se sentían frustrados de no haber podido ayudar por sus dificultades mágicas, pero eso pronto cambiaría.

Tezozo meditaba en su cuarto, escuchando la lluvia de fondo y realizando ejercicios de respiración. Recordaba las escenas de lucha, debía de memorizar como se movía el enemigo para luego poder acertar como si fueran dianas.

Anderson pensaba en una clase de entrenamiento para pelear. Para ello preguntó al resto de hombres lobo de su familia. Tenía que centrarse o podría morir en batalla, era algo muy serio.

Todos se juntaron en la cena y repusieron fuerzas mientras hablaban para desconectar. Lo hacian de temas divertidos, de series y demás cosas. Tn se dio cuenta de que el grupo debía permanecer así de unido o de lo contrario perderían, la unión hace la fuerza.


Punto de vista deTn.

Elisabeth se despidió de mi para irse con sus amigas después de la cena. Teníamos tiempo hasta la hora de dormir pues la hora señalada era más tarde que el curso pasado por lo que se ve. Eugene estaba en el dormitorio de esa chica y yo estaba solo cuando Miércoles entró sin ni siquiera tocar. Se tumbó a mi lado.

―¿Cansado?―preguntó.

―Si

―Lo suponía.

La luz era mínima mientras la tormenta seguía afuera. Se puso sobre mí y nos miramos como antes. Sonreí y la vi acercase poco a poco a mis labios, no puse impedimento.

―¡Tn!―Enid entró y al vernos así dio unos pasos agigantados―¡Miércoles!.

―¿Qué pasa?―estaba relajada.

―¡Eres mala!.

Las dos se miraban y parecía que en cualquier momento iban a pelearse cuando cayó un rayo cerca de la academia. Una explosión se produjo y la alarma sonó. Bajamos corriendo a ver que pasaba. Algunos alumnos estaban allí con la directora. 

El boquete de la pared permitía el paso del agua y vimos una figura en la oscuridad toda tapada por una capucha y una gabardina. No me daba buena espina aquello, desprendía una especie de aura poderosa. No obstante, no podíamos echarnos atrás por un enemigo, para ello estábamos preparados.

―¿Quién eres?―preguntó la directora.

La persona entró y nos miró a Enid, Miércoles y yo. El resto del grupo había llegado. Alzó su mano y me señaló antes de lanzar un arma, un martillo.

―¡Tn!―Enid me empujó y recibió el impacto de lleno.

Salió despedida contra la pared y cayó al suelo. Enseguida me acerque a ver como estaba. Tenía un hilo de sangre en la cabeza. No tenía buen aspecto.

―Tn...―susurró herida―me duele...

―Te pondrás bien―ella tomó mi rostro y me dio un pequeño beso en la mejilla antes de perder el conocimiento.

―¡Enid!―grité―¡rápido, llevadla a la enfermería!.

Yoko la tomó en brazos y la llevó junto a Bianca y otras.

―¡Tú...bastardo!―sentía mi sangre hervir como un demonio.

―Te acabas de meter con la gente equivocada hijo de puta―dijo Sam enfadado pues era muy amigo de Enid.

Todos se juntaron pero yo me metí entre medias y me coloqué delante.

―Este es mío―dije―Ángel, ¿me prestas tu espada?.

Él asintió y me la dio.

―Solamente trata de no mancharla demasiado, me gusta ver mi precioso rostro en el filo―dijo sonriente.

―Yo también voy―Miércoles sacó una espada―es mi roomie.

La persona nos hizo señas de que fuéramos a por él.

Dimos un grito de rabia y echamos a correr a su posición mientras este dio un salto a por nosotros mientras sacaba otra arma afilada.

Continuará...

Espero que les haya gustado :)

Unos puntos;

1-Estoy desarrollando poco a poco todos vuestros personajes en relación a la trama, tened un poco de paciencia porque creo que os gustará :)

2-Los de Justin, Alex y Lucas tendrán un papel muy relevante pronto.

3-Veremos a un Asmo más humano y vulnerable.

4-Anderson madurará mucho en los 2 siguientes capítulos.

5-Tezozo tendrá sorpresas xD

6-Ya empieza los acercamientos de Enid x Tn x Miércoles.

7-Va a haber mucho sexo, sangre y drama para todos los personajes. Espero que estén listos llegado ese momento.


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