7-Primer asalto
Punto de vista de Tn.
Nos preparamos todos y cargamos las cosas en los vehículos, por suerte las dos chicas que conocía Anderson tenían carnet y nos llevarían. Eugene no vendría ya que no tenía una habilidad fuerte sino tenía a las abejas de su lado y no quería ponerlas en peligro.
―Tn―me llamó Enid, al voltear me dio un abrazo―por favor ten mucho cuidado.
―Tranquila, voy con Miércoles Addams―contesté con una sonrisa.
Ella apareció ante nosotros.
―Ya me haré cargo de que no muera―dijo ante nuestra sorpresa.
―¿Te preocupas por mí?―pregunté asombrado.
―No te confundas, lo hago porque tenerte vivo es mejor que muerto. Sencillamente por dos motivos; el primero es que sino eres el líder me escogerían a mí y no quiero eso y segundo...tendría que aguantar a Enid llorar durante el resto de su vida por tu pérdida.
Yo esbocé una sonrisa y miré a Enid.
―No voy a dejar que llores mi muerte―ella volvió a abrazarme pero más fuerte, se notaba su preocupación.
―Venga, tenemos prisa―Miércoles tiró de mí hasta el coche.
Antes de irnos, pude ver la preocupación en sus ojos y su mirada, Enid era muy buena chica.
Ya centrados en la misión, estaba preocupado por como le podía estar yendo a Ángel. Si, era muy fuerte y hábil, pero no hay que subestimar a nuestros enemigos.
Nos dejaron en el punto de control indicado y al salir del coche nos dirigimos a la zona lo más aprisa posible. En la oreja llevaba un pinganillo como en las películas que comunicaba con Enid y Lucas. La policía se estaba movilizando así que tomamos un pequeño atajo. No tardamos mucho en escuchar los disparos y los gritos de Ángel, parecía estar divirtiéndose.
Llegados a la zona, Ángel se ocultaba detrás de unas rocas para evitar ser golpeado por las balas. No eran balas de fuego, sino que te dejaban aturdido y no provocaba heridas graves, justo para cazar a los excluidos. Miércoles lanzó unas granadas mientras Tezozo les disparaba unos rayos que al impactar contra el suelo cercano, los mandaba volar.
―No queremos matar a nadie―le dije a Tezozo―y cuidado al apuntar, podrías darnos a alguno.
Anderson enlobó y dio un rodeo para placar a uno de ellos. Asmo se acercó a uno que intentó dispararle pero se encasquilló su arma. Antes de poder hacer nada más, fue noqueado por este pues incluso en su estado humano podía ser peligroso y fuerte.
Sam rodaba por el suelo esquivando a otro grupo que dispara aquellas balas. Miércoles y yo nos refugiamos tras unos troncos. Eran muchos más de los que creíamos.
―¡Será mejor que os rindáis malditas ratas!―gritó uno―¡Asmo, sabemos que estás aquí!―le gritaron a este que se ocultaba entre unos matorrales cerca nuestra―hemos seguido las pistas y no puedo creer que hayas podido llegar tú solo desde Rusia―por su acento, era ruso.
Este agachó la cabeza, todos teníamos un pasado y parecía que este tenía el suyo, pero no era momento de hablar de ello. Le miré y negué con la cabeza, no quería matar a nadie y él podría descontrolarse.
―Escucha Miércoles―le susurré el plan y ella asintió.
El grupo estaba refugiado recibiendo cada cierto tiempo el impacto de las balas en las rocas o zonas cercanas a donde estaban ocultos. El grupo era mucho mayor que el nuestro y vinieron algunos refuerzos más. La policía como de costumbre no llegaba, se demoraba demasiado.
Ángel sostenía sus armas pero si salía lo acribillarían. Cuando intentaba salir asomando un poco la cabeza, algunas balas pasaban rozando, sin duda eran muy buenos.
―Vale, es hora de actuar.
Me acerqué con cuidado a un tronco cercano que estaba tirado, lo agarré y use la fuerza para levantarlo. Luego lo arrojé desde arriba para hacer que todos los cazadores se dispersasen. Si, surtió efecto ya que todos gritaron antes de alejarse del objeto lanzado. Después de eso, las tornas se cambiaron pues Anderson, Asmo y Tezozo usaron sus fuerzas para arrojar piedras y disparar sus balas tranquilizadoras.
Pero estos no eran simples mercenarios ni nada por el estilo, eran cazadores que se movían tan deprisa que sus movimientos eran...inhumanos. Ninguno lograba ser alcanzado por las balas.
―Ya lo entiendo...―susurré―Miércoles, viene la policía. Creo que es mejor retirarse.
―No me seas cobarde―dijo enfadada―los voy a torturar.
―No, enseguida vendrá la policía y no nos pueden pillar aquí. Algunos de ellos se han retirado, algo pueden estar tramando así que es mejor irnos. Tira eso―ella me miró furiosa―hazme caso.
Enid desde el otro lado junto a Lucas opinaban igual ya que escuchaban todo y les puse al corriente de la situación.
Los cazadores se iban replegando y se escucharon el ruido de perros. Miércoles agarró la bomba de humo y la estampó contra el suelo haciendo que nos reagruparamos. Los vi alejarse corriendo mientras recogían a sus compañeros heridos.
―Esperaba otro resultado―dijo Anderson ya en su forma humana―¿por qué nos retiramos?.
―Pregunta al líder―todavía se la notaba enfadada.
―Ya os lo contaré, ahora regresamos a la academia―repliqué tranquilo.
Asmo estaba en silencio mientras que Tezozo maldecía porque solamente había golpeado con sus rayos a dos de ellos a pesar de tener una buena puntería.
Corrimos mientras que Ángel ya se marchaba en su moto. En un punto para mirar atrás por si veía a los policías, vi una sombra y un pequeño resplandor, reconocía eso, el cristal de la mira de un rifle. Apuntaba a Miércoles.
―¡Cuidado!―la empujé y se escuchó un disparo.
Sentí un golpe en la frente, o rozando...no sé muy bien porque mis ojos vieron como caía desplomado contra el suelo antes de volverse todo negro.
Narrador.
El culpable del disparo escapó y el grupo fue corriendo a urgencias a que atendiesen a Tn. Luego, una ambulancia se lo llevó a Nevermore donde estaría más a salvo. Weems se enteró de todo y les echó una bronca pero luego admitió que entendía que defendieran la academia.
―De momento vayan a asearse y descansar―fue lo que dijo.
El grupo se reunió para discutir la situación y estaban molestos por la retirada. Pero con Tn herido, los ánimos se calmaron. Miércoles no dejaba de pensar en que el joven se había arriesgado a morir por salvarla. Pero la que peor estaba era Enid que al enterarse de la situación lloró, especialmente al ver a Tn ser conducido a la enfermería de la academia donde tendría que reponerse y no tenían permitido verlo.
―Creo que entiendo porque Tn nos ha dicho de retirarnos―empezó Sam―hoy ha sido para comprobar la fuerza del enemigo.
―No solamente eso―dijo Miércoles―¿habéis visto sus movimientos?.
―Si, hoy he tenido un mal día apuntando―gruñó Tezozo.
―No―replicó la gótica―tienen habilidades sobrehumanas como nosotros, es por eso que ha estado tan igualado y en cierto punto perdíamos. Tn ha tenido que darse cuenta de ello y nos ha obligado a retroceder para elaborar un plan.
Anderson tenía un pequeño vendaje en su mano, se había hecho daño pero pronto se recuperaría de ello. Alex y Justin se habían quedado en Nevermore al final, aunque deseaban participar en la siguiente lucha.
Bianca y Xavier estaban preocupados pues no eran simples cazadores. Lucas se preguntaba que debería fabricar para ayudar al grupo a combatir dicha amenaza y le pidió ayuda a Ángel.
―Creo que ya está todo dicho, lo mejor será ir a dormir, mañana será otro día―comentó Sam dando por terminada la charla.
Asmo se quedó hablando un poco con Sam, para contarle algunas cosas sobre los cazadores, ya les hablaría de su pasado en otra ocasión.
Por primera vez en mucho tiempo ni Enid ni Miércoles fueron capaces de conciliar el sueño. Enid lloraba viendo algunas fotos de ella con Tn mientras que la pelinegra pensaba una y otra vez en ese momento en el que vio al joven caer al suelo mientras salpicaba algo de sangre.
En la mañana, las caras de todos eran largas. Estando Tn herido y considerando la misión como un fracaso, no estaban muy habladores. Yoko ayudaba a Enid a superar el bache, le dolía que el joven estuviera en la enfermería.
―Nos dejan verlo―dijo Miércoles apareciendo por la puerta―dicen que pronto despertará.
Enid dio un salto de la cama y tomó de la mano a su roomie antes de salir corriendo.
Punto de vista de Tn.
Lentamente noté que estaba despertando, abrí los ojos que tardaron unos segundos en acostumbrarse a la luz del lugar. Un leve dolor vino a mi mente y me di cuenta de que estaba en la habitación de la enfermería.
―Trate de no hacer un gran esfuerzo, ha tenido suerte, un poco más y muere―dijo una voz suave a mi alrededor.
Era una enfermera que me quitó el vendaje y limpió la herida que me escocía. Recordé lo sucedido y la bala, había salvado a Miércoles de un fatídico destino. Me tumbé de nuevo a descansar después de tomarme unos fuertes calmantes y un vendaje nuevo.
―En un rato regreso, si necesita algo apriete el botón―explicó.
―Gracias...―apenas tenía fuerzas.
Al cabo de unos pocos minutos escuché unos pasos y abrí los ojos pensando que era la enfermera cuando vi entrar a las dos chicas.
―¡Tn!―Enid se abalanzó y abrazó con fuerza―¡estaba muy preocupada!.
Fue decir eso y romper a llorar como una niña pequeña. Miércoles me miró y le esbocé una sonrisa antes de preguntar que tal estaba.
―He escapado de las garras de la muerte gracias a ti―se acercó a mí y se quedó viendo.
―Ya Enid, estoy bien―se separó un poco y tenía la cara tan roja que daba pena verla en ese estado.
―¿Qué haría si murieras eh?―preguntó antes de secarse los ojos―¡no quiero que me dejes!.
Entonces recordé las palabras que me dijo, de que estaba interesada en mí. Deslicé mi mano y le acaricié la mejilla suavemente.
―Estoy aquí, vivo y coleando―sonreí y ella siguió llorando largo rato.
―Sí, y más te vale seguir así―Miércoles se cruzó de brazos.
―¿Qué tal el resto?―ella respondió que bien, todos sanos y salvos. Se acercó a mí y me dio un abrazo ante mi sorpresa. Nos miramos al separarnos y me plantó un beso en la mejilla.
―Es...el beso de la muerte...―por su cara intuí que no sabía muy bien como salir de ahí.
―Has hecho que la gótica e insensible Miércoles se preocupe por ti―dijo Enid entre alguna risa.
―No te confundas, ya te dije porque no quiero que muera.
El resto del grupo vino a visitarme y estuvimos todos charlando hasta que la enfermera y el médico los sacó de la sala para examinarme.
Punto de vista de Miércoles.
Después de visitar a Tn, el lazo que me asfixiaba y separaba entre la vida y la muerte aflojó. No entendía el motivo pero me atraía algo ese chico...desde Tyler, el sentimiento de amor me producía asco y odio.
―Enid ya puedes dejar de llorar, está bien―dije en mi tono sin que se notase mi preocupación.
―Es que...es que él...¡podía haber muerto!.
Se arrojó sobre la cama, Enid en aquel estado era insoportable, pero entendía que era más emocional que yo aunque no hacia falta demasiado para eso.
―Creo...creo...creo que me gusta Tn―dijo haciendo que me detuviera en el sitio.
―¿Qué?―volteé.
―Es un chico estupendo y...todo...lo que ha...hecho por mí―rompió a llorar de nuevo.
―A mi también me gusta―ella dejó al momento de llorar y me miró―creo...no sé...creo que siento algo por él―me di la vuelta y ella dio un grito.
―¡Estás enamorada de Tn!
―Cierra la boca maldita loba peluda.
Ella me dijo que tendrían que asegurarse si realmente era amor o simplemente atracción y el momento.
―Primero acabaremos con esos cazadores...luego solucionaremos esto―fue todo lo que tuve que decir al respecto.
Aquella noche pudimos conciliar el sueño todos, Tn estaba fuera de peligro y se recuperaba bien mientras que la academia tomó medidas instalando nuevos sistemas de seguridad.
Narrador.
En aquella noche tan oscura donde la media luna era tapada por las negras nubes, Asmo miraba por la ventana mientras recordaba lo sucedido en Rusia tiempo atrás y la boca le sabía a sangre, un sabor que en ese momento no era real pero que su cerebro provocaba.
―Tengo...que...sobrevivir―decía su voz en la cabeza.
Se tumbó y trató de dormir ahora que estaban sanos y protegidos por aquel lugar, era algo que sentía cuando pisabas la academia.
Eugene dormía con su pareja al igual que Anderson quien estaba junto a dos mujeres desnudas, una a cada lado. Aquella noche lo hizo unas cuantas veces para olvidar el mal trago. Ángel y Lucas que compartían habitación charlaban en voz baja en que podrían fabricar para contrarrestar los poderes de los cazadores de los cuales sabían apenas muy poco.
Alex y Justin jugaban al ajedrez pero el tablero levitaba al igual que las piezas, era una manera de tener un control sobre los objetos a base de concentración. Por parte de Tezozo, este pensaba en entrenar usando dianas móviles, le pediría a Lucas que le hiciera algunas.
Tn se recuperaba y miraba por la ventana antes de que las pastillas hicieran efecto haciendo que su cuerpo agotado se relajase para dormir. Y Bianca estaba intranquila pero los mensajes de Xavier lograron calmarla un rato.
En su despacho, Weems miraba por la ventana con una copa de vino en la mano. Desde el año pasado todo había cambiado, lo sentía en el viento, en la tierra y en el agua...algo le decía que muy pronto las cosas en Jerichó tal y como las había conocido terminarían. Solamente esperaba estar lista para ello, y tenía una idea que esperaba que resultase de ayuda.
En la mañana siguiente, en una carretera a unas cuantas horas de la academia, un coche de alta gama se aproximaba a la zona.
―Señorita, aún quedan unas horas, puede dormir si así lo desea―dijo el chofer mirando el retrovisor.
―No se preocupe, estoy bien―dijo con una sonrisa.
―¿De verdad desea quedarse en Nevermore?, hay academias mejores―comentó el hombre.
―Por supuesto, pero aquí hay alguien especial para mí...―susurró eso último.
Miró por la ventana deseando llegar ya al edificio.
―Tn...ha pasado mucho tiempo―pensó mirando el teléfono con una foto junto a un grupo de estudiantes―veo que te has rodeado de buena gente―sus ojos se posaron en la chica rubia y la pelinegra.
Continuará...
¿Quién será está chica?.
Espero que les haya gustado y le den mucho apoyo :)
Esto es solamente el inicio, no se impacienten :D
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