2-Nuevo alumno
Punto de vista de Tn.
Durante el camino, Enid estaba más relajada mientras se sujetaba la chaqueta con la que se cubría las roturas de su ropa. Pero aún así, su mano temblaba, había pasado mucho miedo así que la tomé y ella me miró.
―¿Mejor?―ella asintió, sus ojos aún estaban enrojecidos―ya ha pasado todo―susurré.
Al llegar, Enid se fue un momento a la habitación a cambiarse y luego acudió al despacho dónde yo ya había contado mi versión de los hechos a la directora. La joven loba al llegar hizo lo mismo y durante unos minutos Weems estuvo en silencio.
―Ya veo, esperen fuera unos minutos―dijo―no se alejen.
Nos quedamos fuera, la directora tenía que hacer unas llamadas. Enid estaba callada, apoyada en la pared y mirando al suelo.
―Que remedio...―me acerqué y la abracé.
Ella hundió su cara en mi pecho, empezó a llorar como una niña, a soltar todo lo que se había guardado dentro. No estaba pasando por un buen momento, entre lo de Ajax y esto...le acariciaba el pelo poco a poco.
―No te preocupes, nadie te va a volver a tocar―susurré en su oído.
―¿Por qué sino le pegarás?―alzó la mirada con las lágrimas por sus mejillas.
―Puede ser―me encogí de hombros y ella soltó una leve risa.
―Gracias―susurró con esa sonrisa tan perfecta y esculpida por los mismos ángeles.
La puerta del despacho se abrió y la directora al vernos dijo que entrasemos.
―Lamento interrumpir tortolitos―comentó.
―Oh no...Tn me estaba confortando, estoy saliendo con Ajax―dijo Enid apresurada.
―En todo caso...―se sentó en su silla―no habrá denuncia por nuestra parte.
―¿Qué?―preguntamos.
―Hemos llegado a un acuerdo, nosotros no denunciaremos el caso y ellos no denunciarán por los destrozos en el local―quise decir algo pero ella alzó la mano.
―Me gusta tan poco como a ustedes pero de haberlo hecho tendríamos que gastar un dinero que podemos usar para mejorar las instalaciones de la academia. Se tomó la justicia por su mano así que su grupo queda castigado cuatro días sin ir a Jerichó.
―¡Pero no es justo, Tn y los demás han dado la cara por nosotras!―ella empezaba a levantar la voz cuando la tomé de la mano y negué con la cabeza.
―Está bien Enid―dije―como dice la directora, es un dinero que pueden usar para mejorar el lugar. Además, creo que habrán aprendido la lección.
―Pero...
―Bien, ya pueden salir y de paso comunicar la decisión a sus compañeros.
Salimos y nos despedimos, ella aún seguía con el enfado, era entendible, pero creo que es mejor así. Dicho esto me reuní con el grupo de traidores y les comuniqué la decisión de la directora.
Punto de vista de Miércoles.
Estaba reorganizando mi escritorio junto a Cosa, todo estaba muy tranquilo sin la compañía de mi roomie chismosa.
―Cosa, pasa esos libros―este fue lanzando uno tras otro, yo los agarraba e iba colocando para tener mucho más espacio―así queda todo mucho mejor.
La puerta se abrió y apareció Enid con cara de pocos amigos. Entonces se puso a relatar todo lo sucedido en Jerichó. A medida que lo iba contando, como la insultaban y demás, un enojo me recorría el cuerpo. Era cierto que mis emociones no se mostraban con frecuencia, pero con ese año que estuve allí, aprendí a valorar a las personas y saber que la unión hace la fuerza.
―Entonces Tn y los chicos...―yo la detuve.
―¿Tn?, ¿qué hizo?―me contó como les dieron una paliza y una sonrisa se formó en mi cara durante unos breves instantes.
―Es un buen chico, él y el resto a pesar de conocernos han dado la cara por nosotras, no muchos pueden decir eso―dijo sentándose en la cama―y luego está Ajax que se ha enfadado por hablar las cosas, me ha dicho que el sexo se ha vuelto aburrido.
―No tengo mucha idea sobre las relaciones, menos sobre las sexuales, pero tal vez es porque lo tomáis como salvavidas de una relación en lugar de un encuentro amoroso.
Ella me miró con ojos de estar impresionada.
―Mis padres me dieron una larga y aburrida charla como tortura este verano―dije.
―Ya veo, ¿y qué hacias?―preguntó para cambiar de tema.
―Ordenar mi espacio, deberías hacer lo mismo con el tuyo y no dejar a la vista esos aparatos―respondí mientras me limpiaba el polvo de la ropa.
―¿Qué aparatos dices?―miraba su lado.
―Ese aparato rosa y pequeño que succiona―describí.
Ella abrió tanto los ojos y se puso roja. Me explicó para que servía y yo agradecí no haber tocado semejante cosa.
―Seré más cuidadosa
―Si por favor y si vas a hacer eso por las noches...dímelo y me pongo tapones
―Dios que vergüenza
―No te voy a juzgar por ello, ni tampoco diré nada a nadie, pero lo dicho, avisa.
Ella asintió sin mirarme y yo pude regresar a hacer mis cosas. Aunque en mi mente empezaba a pensar que tal vez Tn podría ser de ayuda cuando estuviera en peligro.
―No imaginaba que fuera de la clase de personas que se preocupan por los demás―pensé.
Punto de vista de Tn.
Cuando me dirigía a dar una vuelta y estirar las piernas, Lucas me llamó diciendo que había un chico nuevo. Su nombre era Ángel, portaba el cabello blanco y desprendía un aura algo fuera de lo normal. Al acercarse a mí, me tendió la mano.
―Un placer―dijo estrechando mi mano.
―¿Usas alguna clase de arma?―pregunté viendo su bolsa.
―Si, un par de pistolas y una espada―respondió.
―Lucas es bueno en eso, quizás podáis hacer mejoras. Claro está siempre qué las uses para el bien―podía resultar peligroso tenerlo como enemigo.
―Por supuesto, yo cazo a los malos después de un buen trozo de pizza―comentó.
En ese momento escuchamos un estruendo y no sé muy bien de donde...aparecieron unos maniquíes que tenían vida propia. Alexander y Justin aparecieron corriendo pidiendo disculpas. Al parecer estaban practicando la magia con esos muñecos cuando realizaron un hechizo entre ambos que salió mal. Eran un grupo numeroso y uno de ellos era enorme a causa de la magia.
―Espero que estés listo Lucas―dije arremangándome―esto va a ser duro.
―Te cubro las espaldas compañero―él hizo lo mismo.
Pero en ese momento Ángel se puso enfrente de nosotros. Dejó la bolsa en el suelo y sacó unos nunchacos algo especiales que eran de un tono azulado, como cubierto de hielo.
―Yo me encargo muchachos, tenía ganas de poder probar este nuevo arma―dijo con una sonrisa confiada y haciendo malabares.
El joven se lanzó con todo y ante nuestras caras de sorpresa empezó a destrozar cada muñeco mientras gritaba emocionado. O una de dos, o era un apasionado de la lucha...o estaba loco, puede que las dos.
―Yujuuuu....Yeaahhh―uno tras otro iban cayendo hasta que el grandullón intentó arrearle un puñetazo que esquivo con facilidad.
Todos los presentes nos retiramos a observar incluyendo alumnos que estaban cerca. Incluso la directora que había salido a ver que pasaba se refugiaba pidiendo que nos fuéramos de allí. En esa situación no sabía que hacer.
―Tranquila directora, yo me hago cargo―el nunchaco golpeó varias veces al enemigo que retrocedió un poco.
El chico empezó a cargar una especie de aura roja alrededor de su cuerpo y sacó sus dos pistolas mientras en su rostro se dibujaba una gran sonrisa.
―Hora de acabar con esto―sus armas desprendían unos rayos.
El maniquí gigante fue a embestir cuando este adoptó una postura algo presumida.
―¡JACKPOT!.
https://youtu.be/vqEm4tL49fw
Nota: Tuve que poner vídeo porque los GIFS eran demasiado grandes :/
El maniquí reventó en mil pedazos.
―Listo―guardó las armas y se limpió el polvo de encima―¿alguien tiene pizza?.
La directora mandó a todo el alumnado al interior mientras los de la limpieza se encargaban de ese desastre. Alexander y Justin fueron a dirección mientras que Lucas terminaba de hacerle una visita guiada a Ángel.
Me metí por los pasillos y saludando a Xavier y Bianca quienes estaban cargando unas cosas para ir al estudio.
―Suerte usando la brocha y pintura blanca―le susurré a Xavier.
Este dijo que dejase de decir esas cosas con doble sentido.
Tezozomoc estaba comiendo junto a Asmo que tenía un montón de carne sobre la mesa, parecía no prestar mucho atención a lo que Tezozo le contaba. Eran dos polos opuestos.
―Ey Tn―dijo una voz no muy lejana.
Era Anderson, el hombre lobo vino dando unos saltos. Al fondo habían unas chicas esperándole.
―Dime, ¿qué necesitas?―estaba cansado de tanto hablar con la gente, necesitaba aislarme.
―Esas chicas quieren pasar un buen rato hablando de cosas y...quizás algo más...ya sabes, soy un hombre generoso y por ello te invito a unirte a mí. Creo que a ellas les caerá bien el líder de los ''héroes'' de la academia―comentó con una sonrisa.
―Si, el líder...para dejarme tirado―él se reía.
―Oh venga, alguien debe asumir las responsabilidades
―Nah, paso.
Él se encogió de hombros y se reunió con ellas para pasar un brazo por la cintura de cada una y me miró para luego guiñarme el ojo.
Viendo que allí no podría relajarme con tantos alumnos de por medio, me fui al césped y tumbado en la sombra pude descansar.
―Si, mucho mejor...―el viento acariciaba mi cara hasta que note una sombra.
Al abrir los ojos vi a ambas chicas.
―¿Puedo hacer algo por vosotras?―pregunté ya por cortesía.
―Vengo a leer―dijo fría la gótica antes de sentarse a mi lado―gracias por ayudar a Enid, pero la próxima vez avísame y así podré matarlos yo misma―me susurró.
―Claro, encantado de dejarte formar parte de la diversión―contesté.
Ella esbozó una media sonrisa.
Con Enid fue diferente pues ella me había comprado unos bollos como agradecimiento.
―Tan coloridos como tus...―al mirarla se puso roja―es broma.
―Idiota.
Compartimos comida los tres, era como una especie de pícnic. Miércoles y yo hablamos un poco de películas de miedo o de mucha sangre, según ella, los asesinos eran unos inútiles e incompetentes que apenas sabían lo que hacian.
―Antes he visto a Anderson con dos chicas...―comentó Enid.
―Ah sí, me ha dicho de unirme pero...―me encogí―no tenía ganas la verdad.
―Nuestra raza siempre tiende a...bueno...a estás edades...―no sabía como decirlo por vergüenza.
Iba a decir algo cuando vimos en el fondo a Ajax con más amigos fumando y caminando de un lado a otro riendo a carcajadas. Enid suspiró, un suspiro triste y deprimente.
―Mi relación...se va a terminar...no le veo futuro―confesó ella―ni siquiera...''eso'' lo salva.
―¿Te refieres al sexo?―ella preguntó como podía hablar sin tapujos.
―Porque es como yo, dice lo que piensa―respondió la pelinegra.
Me coloqué en el regazo de Enid que era mucho más cómodo que la mochila y ella me miró con esos ojos. Pensé que le molestaría pero nada de eso. Incluso me dio un poco de comer, parecíamos una pareja.
Miércoles nos miraba antes de acercarse a mí y tumbarse al lado. Y así nos quedamos un rato los tres allí afuera, disfrutando de la sombra y del perfecto día que hacia en Nevermore.
Punto de vista de Anderson.
Caminaba mientras mis manos se colocaban en el trasero de ambas chicas. Teníamos muy buena química, una rubia llamada Scarlet y otra morena, Meryl. Cuando iba por mitad de uno de los pasillos me topé con el chico abeja.
―Ey, tu debes de ser Eugene, el compañero de Tn―dije saludando.
―Sí―parecía nervioso.
―Chicas, él salvó a Miércoles el año pasado y por lo tanto también a la academia―comenté.
―¿En serio?―Meryl lo miraba―¡adoro los chicos con gafas!.
―¿De verdad?―el joven se rascaba la mejilla.
Le susurré a la joven que podía hacerle compañía, que era muy inteligente y podía regalarle un poco de miel que sabía que le gustaba.
―¿Quieres que vayamos a ver tu colmena?―preguntó seductora y acercándose a este.
―Cl-Claro―respondió antes de ser tomado de la mano.
Cuando se alejaron un poco, Scarlet me dio un beso.
―Que chico tan afortunado―comentó.
―¿Qué te parece si vamos a mi cuarto y te enseño lo que somos capaces de hacer los hombres lobo?―puse voz seductora.
―Por supuesto.
Punto de vista de Tn.
Enid y yo nos sentíamos muy cómodos el uno con el otro. Pero una de sus amigas la llamó para hablar de ciertos temas y se marchó quedando yo con Miércoles.
―Cuando te levanten el castigo vendrás conmigo a Jerichó―dijo en tono de exigencia Miércoles―puede que me tope con unos indeseables.
―¿Y realmente necesitas mi ayuda?
―No, pero necesito testigos de que fue en defensa propia
―Ya veo.
Apenas conocía a Miércoles pero en el poco tiempo que llevaba allí sabía sobre sus gustos y temas favoritos. No eran como el resto de chicas que iban de oscuras para luego acabar llorando por una situación incómoda. Ella...era distinta y esos ojos parecían hechizarte.
―Debo hacer unas cosas en la biblioteca―comentó―este año con vosotros la cosa promete ser interesante y no me aburriré con las clases.
―Yo tampoco me aburriré estando tú aquí...Miércoles Addams―nos miramos durante un buen rato hasta que desvió la mirada y se marchó al interior de la academia.
Estuve un rato allí sólo hasta que decidí ir adentro. Saludé a Sam y compañía que iba viendo por los pasillos hasta que escasos metros antes de llegar a la puerta de mi habitación vi salir a una chica algo despeinada.
―Hasta luego Tn―dijo ella con una sonrisa seductora y mirándome de arriba a abajo.
Me quedé viéndola durante unos segundos hasta que recordé que era amiga de Anderson. Al entrar, me topé con Eugene cubierto con una fina sábana y a pecho descubierto, sin gafas y sudando como un pollo.
―Hola―saludó antes de coger su respirador.
―¿Todo el mundo se dedica más a follar que a estudiar?―pensé.
―Creo que por momentos vi a mis abuelos fallecidos―dijo.
―Bueno, mejor esto que encontrarlo viendo porno de abejas―pensaba antes de tumbarme.
El joven se duchó y luego me dijo de ir a cenar con el resto de gente.
A lo tonto nos plantamos un montón en la mesa larga y por primera vez en mucho tiempo sentía que tal vez ahora si podía tener una vida tranquila.
―Tezozo, ¿no es demasiada salsa para la carne?―pregunté mirando a este.
―Mi manera es la manera de los dioses―contestó con voz sonora de fondo, como si de una sala de cine se tratase.
Alexander y Justin jugaban con la magia levantando objetos para pasárselos el uno al otro. Asmo comía su carne, mejor dicho, devoraba, ¿cuánto necesitaba comer?. Por su lado, Lucas que había terminado enseguida porque no tenía demasiada hambre examinaba unos planos juntos a Ángel, el nuevo alumnos que estaba interesado en esa patente, o algo así escuché.
Al mirar a Miércoles, ella comía relajada mientras Enid me sonreía y desviaba la mirada cuando notaba mis ojos fijos en ella. Xavier se tomaba de la mano con Bianca, haciendo bromas y demás. Yoko y Violeta debatían sobre ciertos temas de clase entre bocado y bocado...pero el que más feliz estaba y parecía en otro mundo era Eugene, con una sonrisa idiota de oreja a oreja.
Y Anderson...bueno, digamos que lo vimos al día siguiente durante la clase, no había dormido en su habitación.
Continuará...
Espero que les haya gustado. Se que puedo ir lento pero...las mejores historias se cuecen a fuego lento ;)
Un saludo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top