15-Un descanso merecido (+18)
Punto de vista de Tn.
Con la guerra terminada y los cuerpos incinerados tras la investigación policial, ahora solamente quedaba volver a la normalidad que una vida escolar me proporcionaba. También llevaba algo mejor la muerte de mi amiga, pero al menos se despidió de mí.
Las clases se retomaron y por las tardes las teníamos libres. Gracias a habernos jugado la vida por salvar la academia logrando un éxito, teníamos permisos especiales para ir a Jerichó siempre que quisiéramos y no provoquemos conflictos con los normies.
―Tn―Miércoles apareció de la nada por un lateral.
―¡Joder Miércoles!―me llevé la mano al pecho―¿podrías dejar de intentar matarme con esas apariciones?.
Ella esbozó media sonrisa.
―Me gusta tu cara de sufrimiento―comentó.
―¿Sabes que cualquier día me da un infarto?―respiré aliviado―bueno, ¿qué necesitas?.
Miércoles miró a un lado y a otro, asegurándose de que estuviéramos solos.
―A ti―susurró con dificultad.
―¿Qué dices?, no puedo escucharte―fingí sordera.
―Si me haces repetirlo te juro que te mataré de la forma más...―la besé sin dejar de terminar sus frases, algo que sabía que detestaba.
―Idiota―dijo.
Caminamos un rato por los pasillos, algunas personas se apartaban de ella ya que le tenían mucho miedo. Sentí tristeza porque ella había salvado la academia dos veces, pero al verle la cara a Miércoles parecía ignorar completamente la situación.
La seguí hasta el exterior y nos sentamos en un banco de piedra cercano al edificio de la academia. Parecía querer hablar de algo, se notaba que le costaba socializar. Nos miramos unos segundos hasta que finalmente se dignó a sacar el tema.
―Quería saber...que tal estabas―empezó―ya sabes que no soy buena en estos temas y...
―No, la verdad que se te da fatal―dije riéndome.
La mirada que me echó fue escalofriante, creo que prefería enfrentarme al líder ruso antes que a Miércoles.
―No es fácil asimilar todo lo sucedido para alguien tan sentimental, débil y con tu personalidad
―Si, no eres buena tomando los sentimientos de la gente pero...al menos eres sincera y directa
―¿Quieres dejar por un segundo de hacerte el gracioso?, estás colmando con mi paciencia.
Ella frunció el ceño y la besé.
―Te agradezco la molestia, sé que no ha sido fácil. Poco a poco y con el tiempo lo superaré, ¿qué tal si tenemos una cita en Jerichó?―sonreí.
―De acuerdo, pasa por mí está tarde a las cinco en punto―se levantó dispuesta a irse.
―Espera―ella me miró preguntado que quería―mi beso.
Ella suspiró y apretó los puños, comprobó que no había nadie y lo hizo.
―Sé puntual―ordenó seria antes de meterse dentro de la academia.
―Como le gusta hacerse la dura―pensé sonriente―¡te quiero Miércoles Addams!.
A los dos segundos un cuchillo pasó cerca de mi cara incrustándose en la pared. Si, realmente tenía mucho mal genio. Pero eso era algo que me encantaba de ella.
Narrador.
Tezozo se encontraba en su habitación quitándose la ropa mientras se besaba con una compañera con la que había estado hablando durante aquella semana. Se volvieron muy cercanos ya que tenían los mismos gustos y era una joven encantadora, rubia y alta. Según ella, quería saber que era sentir besarse y estar con un dios a lo que él no podía negarse. Bueno, si podía pero no quería.
Ambos se tumbaron ya desnudos y Tezozo empezó a besar todo el cuerpo de la joven con mucha pasión. Ella acariciaba su pelo y espalda mientras sentía las caricias de este. Siguieron de esa manera durante mucho tiempo hasta que finalmente la chica le pidió hacerlo. Tezozo levantó las piernas de la chica hasta colocarlas sobre sus hombros y la metió haciendo que ella gimiera un poco antes de morderse los labios para evitar que sus gritos se escuchasen.
―Definitivamente esto es mejor que la lucha―pensó antes de besarla y continuar con las embestidas.
Continuaron con ese ritmo mientras el tiempo pasaba lentamente. Tezozo sentía el amor de aquella mujer que le miraba con ojos de lujuria. Poco después ella se colocó encima y empezó a cabalgar al chico. Así hasta que finalmente ambos acabaron exhaustos. Ella se puso sobre su pecho respirando y recobrando el aliento.
―Ha sido genial―dijo este―digno de un dios―al decir eso, ambos soltaron una pequeña carcajada.
Punto de vista de Tn.
Llegada la hora y ya arreglado, fui hasta la habitación de Miércoles y Enid. Toqué a la puerta y escuche una voz diciendo ya va. Al abrir, Enid me dio un gran abrazo.
―Hola, ¿cómo te encuentras?―pregunté sonriente antes de besarla dulcemente.
―Muy bien―se cubrió un poco el rostro de vergüenza―¿a qué has venido?.
―Ha quedado conmigo―respondió Miércoles apareciendo desde el fondo―vamos a Jerichó.
Enid pareció indignarse.
―¿Y por qué yo no he sido invitada?―se cruzó de brazos.
―Porque...es...es...una cita―contestó tartamudeando.
Ella abrió los ojos y me miró.
―¡Nosotros aún no hemos tenido una cita!―estaba enfadada.
―Enid―dije abrazándola―tendremos una cita, te lo prometo―le di un beso.
―¿Me invitarás a helado?―asentí―¿en serio?―volví a asentir.
―¿Algo más que desees?―ella se acercó a mi oído.
―Quiero una serie de mimos está noche―dijo tímida.
―¿Está noche?―ella asintió y me miraba con esos ojos que eran imposible de rechazar.
―Sí, necesito mimos―me rodeó con sus brazos―por favor...
―Dios...creo que te voy a tener muy consentida―nos besamos un poco hasta que escuché a alguien toser.
Miércoles me tomó de la mano y me separó de Enid.
―Deja a está loba, tenemos que irnos―dijo sacándome del cuarto.
―¡Hasta luego Enid!―me despedí mientras ella cerraba la puerta entre risas.
Subimos al autobús y nos sentamos a esperar para llegara a Jerichó. Ella miraba por la ventana en silencio cuando le di un pequeño beso en la mejilla.
―No seas tan celosa, te voy a querer igual que a ella―susurré.
Ella volteó y me miró en silencio.
―Eso espero, aunque debería ser más egoísta y quererte solamente para mí.
Yo sonreí y aguanté la risa.
Al llegar a Jerichó, comenzamos a caminar para estirar un poco las piernas. Se hizo raro volver a Jerichó después de tanto tiempo. Se había hecho una eternidad debido a que no podíamos ir por los cazadores. No sabía donde podíamos ir así que le dije a Miércoles que decidiera ella el lugar por lo que eligió la biblioteca primero.
Entramos porque deseaba mirar unos cuantos libros que no encontraba en Nevermore y Enid le había encargado por Amazon.
―No quiero ser una esclava de la tecnología―imité su voz y me miró mal.
―Tienes suerte, por cosas menores he matado―dijo enfadada mientras salía del lugar.
Viendo que no había nadie cerca, llevé mi mano a su trasero y lo acaricié antes de llevarme un señor librazo.
―¡Auch!―me sobé la mano.
―Las manos quietas o te cortaré las manos y te abofetearé con ellas en la cara―amenazó.
―Que mujer más ruda―dije.
―Así te gusto―yo asentí, tenía mucha razón.
Acudimos a la cafetería a tomar un café y disfrutar de otras vistas que no fuera el bosque de Nevermore. Ella se veía realmente guapa, así se lo hice saber.
―Deja tu caballerosidad y halagos hacía mi persona, me repugnan―dijo removiendo el café―no soy Enid.
―Venga Miércoles, no tienes que hacerte la fría―comenté―y mucho menos intentar matarme.
―Lo siento―dijo―no soy buena en el tema del amor.
―No te preocupes, se te da bien otras cosas―respondí.
Decidí preguntarle por sus padres y su familia. Ella suspiró y tomó un pequeño sorbo antes de contarme sobre ellos. Realmente eran unas personas completamente diferentes a todo lo que había visto hasta ahora.
―Mis padres no paran de besarse y demostrar su amor el uno por el otro aunque estén en público―yo la miré con ternura―yo no voy a ser igual que ellos, no te hagas ideas raras.
Me había leído la mente.
―Al menos tienes personas a las que llamar padres―dije con tristeza―yo viví en un orfanato hasta que me trasladaron a Nevermore―suspiré tratando de no venirme abajo―daría lo que fuera por verlos un día, aunque solo fuese uno. No tengo familia, no tengo hogar...simplemente no tengo nada...
Sentía ganas de llorar, me iba a quebrar por dentro.
―Lamento todo esto, no quiero arruinar la cita así que cambiemos de tema―pero al levantar la mirada me cogió de la mano.
―No la arruinas...lo que te voy a decir no quiero que se lo cuentes a nadie―me sequé un poco las pequeñas lágrimas que salieron de mí―ahora tienes una familia formada por una panda de idiotas y dos novias; una loba colorida que se la pasa hablando de chismes y una chica que habla sobre la muerte.
Yo sonreí y le di un beso, ella se separó al cabo de poco.
―Aquí no...idiota―volteó la cara algo avergonzada. Realmente había cambiado un poco.
Cuando nos quisimos dar cuenta ya se había hecho tarde. Regresamos a Nevermore, la acompañé hasta su habitación y allí Enid me dio un gran abrazo.
―¡Tn!―le acaricie la espalda y le pregunté que tal la tarde.
―Muy bien, ¿y vuestra cita?―preguntó ella mirándonos a los dos.
―Bastante bien―respondí.
Miércoles se fue a sentarse un rato y escribir, la notaba algo cansada, quizás no estaba recuperada del todo.
―Un segundo―susurré a Enid.
―Está bien―me dio un beso en la mejilla.
Me senté cerca suya, le tomé de la mano y le pregunté que le pasaba. Ella me miró con ojos de tristeza.
―Siento que desde que estoy contigo cambio mi forma de ser...me siento inútil, torpe y estúpida―la abracé y luego la besé.
―Nada de eso, es solamente que tras mucho tiempo encerrada en tu caparazón de acero, ahora te estás abriendo y sintiendo cosas que no has experimentado nunca―expliqué.
―Te odio―dijo.
―Y yo a ti―sonreí feliz.
Entonces pareció recordar algo.
―Debo ir un rato con Eugene, os dejo a Enid y tú tener tiempo―dijo levantándose.
―No tienes que hacerlo Miércoles―comentó la loba―yo...
―Enid, ya hemos hablado sobre el tema. Mientras que Tn no se vuelva tan chismoso y colorido como tú todo estará bien, trata de no dejarle marca con tus garras―agarró a Cosa.
―Oye, toca antes de entrar...puede que lo encuentres con su pareja―advertí.
―Gracias, no quería ver algo tan...en fin―cerró la puerta tras de sí.
Al cerrar la puerta, la joven me llevó hasta la cama donde nos tumbamos los dos. Ella se puso enseguida a besarme mientras me acariciaba el cuerpo. Se notaba que tenía ganas.
―Enid calma...yo...es...
―Lo sé, es tu primera vez, tranquilo...yo me ocuparé de todo
―¿No nos estaremos precipitando?
―Tn, contigo siento una conexión especial. Desde que te he conocido mi vida ha cambiado por completo y quiero estar contigo. Eres dulce, cariñoso, simpático, guapo y siempre me proteges―dijo con ternura y mirándome.
Yo la miré durante unos segundos.
―Gracias por los halagos pero creo que exageras―nos frotamos la nariz antes de besarnos.
La cosa al principio iba lenta, poco a poco, pero cuánto más tiempo pasaba, notaba el calor aumentando en mi interior. Me quité la ropa y Enid hizo lo mismo, daba igual, sentía las ganas de comerla con la boca. Recorrí todo su cuerpo con mi lengua, de arriba a abajo mientras escuchaba sus gemidos y como de vez en cuando mordía la almohada para ahogar sus gemidos.
En cierto punto me pidió parar y al querer mirarla me dio la vuelta y se colocó encima de mí, frotándose con mi entrepierna. Ella se apartó un pequeño mechón mientras me miraba, respiraba para recuperar un poco el aliento. Tenerla en aquella postura era una maravilla ya que ni siquiera se cubría, dejando verla enteramente desnuda.
―Enid...espera...hay que coger un...―pero me silenció con su dedo.
―Es un día seguro, no te preocupes por eso―comentó mientras levantaba un poco sus caderas, llevaba su mano a mi entrepierna para agarrar mi miembro e introducirlo poco a poco.
Cuando entró sentí una sensación que no se podía describir. Estaba algo estrecho y cálido, Enid dijo que se movería lentamente. Así lo hizo y mi cuerpo era una oleada de placer. La joven aumentaba el ritmo despacio, haciendo que el sentimiento fuera a más y yo tuviera que apretar los dientes para no gemir.
Se puso tumbada mientras seguía con el movimiento de caderas y me besó con pasión en un profundo beso con lengua.
―¿Se siente bien?―preguntó con voz sensual.
―Si...―apenas podía hablar―¡joder es maravilloso!.
Ella me mordió la oreja y lamió mi cuello mientras lo hacia.
―Pues esto es lo que te espera si sigues siendo tan buen novio―me volvió a besar―los hombres lobo somos una raza muy fogosa. Y tú tienes que satisfacerme a mí y a Miércoles, considérate muy afortunado―otro beso más pasional―te vamos a cuidar muy bien.
Continuamos un poco más hasta que me sentí en mi límite, era inevitable.
―Enid...yo...yo...
―¡Adelante, hazlo!―pidió ella.
Tras una embestida alcanzamos el climax y nos quedamos tumbados, recuperando el aliento.
―Lo siento...igual ha sido algo rápido―dije avergonzado.
―No, claro que no―me acarició el pelo mientras jadeaba aún cansada―te quiero Tn.
―Y yo a ti Enid―nos besamos y luego cuando ya estábamos recuperados nos dimos una ducha juntos dónde no faltaron los mimos y caricias.
Miércoles regresó y yo volví a mi habitación no sin antes despedirme de ellas con un beso.
Los siguientes días transcurrieron con normalidad aunque apenas teníamos tiempo para quedar ya que las clases se intensificaron por el tema de la guerra. Fueron días agotadores pero recuperamos el ritmo del curso y pronto sería la Copa Poe. Enid no iba a participar ese año ni tampoco Miércoles. Yo tenía ganas de participar así que se lo comenté a Sam, Eugene y Ángel aunque este último le supo mal no poder utilizar sus armas.
Por un lado estaban Bianca, Xavier, Yoko y Divina mientras que al otro estaban Ajax y su nuevo grupo de amigos. Tezozo, Asmo y Anderson dijeron que no participarían porque no querían actividades de hacer mucho esfuerzo después de tanta pelea. Solamente querían descansar, comer y domir además de estar con algunas chicas. Bueno, Asmo por su parte se dedicaba a controlar su poder ya que Miércoles le hizo otro colgante ya que el suyo se rompió durante la pelea. Decía que durante un buen tiempo, el Wendigo no daría problemas ya que había consumido muchísima carne humana y si sentía algo de necesidad que le afectase a la personalidad, Lucas le daría esa carne con aditivo.
Lucas era otro que quería participar pero la directora Weems no le dejó después de ver que fabricaba una canoa a motor con armas que podrían literalmente volar en mil pedazos a sus compañeros.
Llegado el día, me tocó vestirme de cuervo. Estaba horrible pero Enid y Miércoles me dijeron que me quedaba muy bien.
―Yo me tuve que disfrazar de gata―dijo―bueno, nos tocó.
―Ojalá poder ver eso―comenté.
Ella sacó su móvil y enseñó las fotos.
―¿Qué te parece?―preguntó sonriente.
―¿Cabe la posibilidad de que os lo pongáis está noche?―pregunté algo rojo.
―Claro―respondió la loba guiñando un ojo y sonriendo.
―Claro que no―dijo Miércoles.
―Anda...
Ella suspiró antes de tomarme del brazo y tirarme hacia ella.
―Lo haré pero si dices algo a alguien te ahogaré en el lago―se separó y salió de la carpa.
―Buena suerte―me dio un beso y salió.
Todos subimos a nuestras canoas. El equipo de Bianca iba de gato y el de Ajax de payaso.
La directora dio el típico discurso antes de apretar el gatillo y dar la señal de salida. Todos comenzamos a remar para conseguir la ventaja.
Continuará...
Bueno espero que les haya gustado.
Varias cosas; al final cambié el título y trama de este capítulo a esto y añadir esas escenas que tanto me piden ustedes xD
Otra cosa es que me ha parecido leer si he entendido bien que la 2 temporada de Miércoles se empezará a rodar el 8 de Diciembre después de que la huelga de guionistas haya terminado y durará hasta Abril.
Igual la Copa Poe traerá alguna sorpresa y tras el día de los padres, empezará la siguiente saga.
¿Hay alguna idea que les gustaría ver en la historia?, si es así díganla sin problemas :D
Un saludo.
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