13-Tranquilidad (+18)
Punto de vista de Tn.
La batalla había terminado, pero no la guerra. Ahora la directora Weems había activado unos mecanismos de defensa de la academia junto a Lucas quien implantó un sistema bastante bueno en el cual estuvo trabajando con la mujer.
Los alrededores de Nevermore eran seguros y Lucas colocó unas pequeñas cámaras para vigilar todo. Teníamos una sala de vigilancia donde el personal cualificado se encargaba de dar la voz de alarma si veía algo sospechoso.
Yo desperté descansado y estirándome todo lo que pude. Hacia mucho que no dormía tan del tirón cuando noté algo raro. Al ver mi cama, Enid estaba tumbada a mi lado en pijama, ¿cuándo se había metido?. Eugene no estaba y vi un mensaje en el teléfono diciendo que dormiría con su novia, Eugene con novia...me alegré por él.
―Enid es hora de levantarse―susurré mientras la zarandeaba suavemente y luego acariciaba su pelo rubio con mechas.
Ella se despertó poco a poco, bostezó varias veces y al verme me dio un abrazo.
―Buenos días Tn―su abrazo me reconfortaba mucho.
―Buenos días―le di un beso en la frente.
Se quedó sobre mí mientras mantenía el abrazo. Hablamos un poco sobre lo que íbamos a hacer hoy ya que no teníamos clase pero tampoco podíamos ir a Jerichó. Entonces recordé lo de su herida y al preguntarle sobre ello negó con la cabeza.
―Ya estoy bien, solamente queda la marca que en un par de días se irá―dijo―los hombres lobo somos fuertes, no tienes que preocuparte.
Como teníamos que ir a desayunar, le dije que era hora de moverse. Nos costó a pesar de decirlo. Enid se fue quitando poco a poco de encima de mí cuando me fije que tenía algo abierta la camisa y pude ver el interior desde mi posición. No llevaba nada debajo y sus pechos quedaban a la vista.
La rubia se percató y me dio un beso en la mejilla.
―¿Dónde miras?―yo enseguida me volteé―ah, ah...no, puedes seguir mirando―me besó con pasión y nos tumbamos de nuevo.
―Enid no, tenemos que...que...―pero sus ojos me hipnotizaban.
―¿Tenemos que?
―Desayunar.
Ella se quitó la camisa, no me hacia caso, solamente ignoraba todo lo que decía mientras estabas encima de mi.
―Enid, eres preciosa y te quiero mucho, pero ahora no puedo y...¡ENID!―sentí su mano colarse dentro de mi pantalón y calzoncillo.
―Tú hablaste de una relación...pero nada sobre esto―se le daba muy bien darle la vuelta a las cosas y mis frases.
―Enid...Enid...―yo era incapaz de articular palabra alguna.
Traté de resistirme, pero pronto me vi desnudo de cintura para abajo. Ella jugaba con mi miembro a la par que yo miraba rojo como un tomate.
―Es cierto, nunca has tenido novia, ¿me equivoco?―asentí, nunca antes tuve―tranquilo, es normal estar nervioso pero yo, tu lobita te hará sentir bien pronto.
Se retiró el mechón de pelo que estorbaba mientras abría su boca. Pronto sentí una oleada de placer indescriptible y apreté con mis manos la cama. Lo único que salía de mi eran suspiros y jadeos mientras ella hacia lo suyo entre mis piernas.
Enid de vez en cuando paraba, pero no por falta de aire ni nada, sino según ella, para ver la cara tierna que ponía el líder de los excluidos.
―Para ser tan fuerte te tengo dominado...estimado líder―la voz era tan sensual que me puse todavía más duro―ahora voy a aumentar el ritmo―me guiñó el ojo.
A la que fui a decir algo sentí de nuevo su lengua y efectivamente, aumentó tanto el ritmo y la velocidad que pronto llegaría al climax.
Me quedé recuperando el aliento, las piernas me temblaban y el cuerpo me pedía descanso. Sin duda aquello me había dejado más cansado que cualquier pelea o combate. Enid se limpió y se lavó la boca. Al salir se colocó sobre mí.
―No quiero que pienses que hago esto con cualquiera y...―le di un beso en la frente.
―Tranquila, lo sé...ha sido...no sé como describirlo―dije―oye Enid, ¿puedes pasarme eso de la mesa?.
Ella volteó y no vio nada.
―Si, está ahí―dije.
La joven se colocó en posición de cuatro para buscar en la mesa. Eso es, había mordido el cebo.
De improvisto vendría ahora mi venganza por llamarlo de alguna forma. Le baje los pantalocintos y bragas del pijama antes de hundir mi boca entre sus piernas. Ella dio un pequeño grito antes de llevarse la mano a la boca.
―¡Tn, no, no tienes que hacerlo!―me dijo mientras le daba la vuelta y seguía a lo mío.
―Considera esto una forma de marcar mi territorio―dije antes de volver.
―Puedes...llegar a ser muy tierno y a la vez muy bruto...pero me encanta―sentí sus manos apretar mi cabeza.
Por supuesto que le devolví todo el placer que ella me había dado momentos antes. Finalmente sentí como cerraba sus piernas y llegaba. La dejé allí tumbada mientras me aseaba.
―Bueno, vamos a desayunar―dije mientras me terminaba de vestir.
Ella hizo lo mismo pero no decía nada.
―¿Qué ocurre?―pregunté.
―Gracias―me dio un beso―eres el primero que...ya sabes...usa su lengua ahí abajo―estaba casi tan roja como su mechón.
―Enid―le tome de la cara―un segundo...Ajax nunca...
―No, siempre encontraba alguna excusa y bueno...
―Ya veo...―susurré―pues no será la única vez―dije―si alguna vez me da el hambre ya se donde acudir―le mordí la oreja.
Bajamos y nos reunimos con todos ya que habían podido salir de la enfermería pero aún tenían las heridas y el cansancio de la batalla. Charlamos alegremente mientras comía las tostadas.
―Eh líder―dijo Sam―¿crees que aún quedan de esos cazadores?.
―Sí, pero no hablemos de ello ahora, hay que tomarse las cosas con calma―rodeé con mi brazo a Enid―disfrutemos un poco de la tranquilidad.
Asmo se retiró el primero pues la transformación le había dejado agotado, Tezozo había visto a una chica a la cual dijo que le enseñaría las maravillas de un dios, prefería no saber más sobre el tema y Xavier y compañía se fueron a hacer unas tareas.
Justin y Alex estaban hablando de como emplear una gran cantidad de magia sin agotarse, gracias a ellos dos pudimos derrotar a ese enemigo, de lo contrario habríamos muerto. Anderson había quedado con Yoko para estudiar un temario que a los dos se le daba mal mientras que Eugene se fue con la pareja. Ángel estaba en su dormitorio comiendo pizza y jugando a unos videojuegos, era su forma de desconectar un poco de tanto matar.
Sam y yo estuvimos hablando un rato con Lucas sobre lo que podríamos hacer a la tarde ya que no había demasiado en lo que matar el tiempo.
―Yo debo ir con Weems y Sam también, quiere ver las máquinas que he fabricado―comentó este antes de irse los dos.
Ahora solamente quedamos Enid y yo junto a Miércoles. Ella no había dicho nada en todo el desayuno y pronto nuestros ojos se encontraron.
―Estás muy callada―dije―¿ocurre algo?.
La joven pelinegra me miró durante unos segundos y finalmente se decidió a hablar.
―¿Podemos hablar un momento a solas?―asentí―vamos fuera.
―Nos vemos luego Enid―dije.
―Claro―me guiñó un ojo y levantó el pulgar―a por ella―susurró cuando pase cerca suya.
Caminamos por fuera, disfrutando del buen clima y sol que hacia ese día. Ella estuvo en silencio durante un pequeño rato.
―Me...me alegra ver que has vuelto sano y salvo―dijo parándose enfrente de mí.
―Tenía que hacerlo o cierta chica me habría matado―dije sonriente.
―He podido comprobar que tu y Enid han avanzado...
―¿Cómo has podido saberlo?
―Tengo un olfato muy bueno, seguramente Anderson también se ha percatado de tu olor a frutas del bosque.
Yo asentí.
―¿No me digas que andas algo celosa?―ella me empujó y caí al suelo, pronto la tuve encima de mi y me besó.
―No deberías provocarme―replicó algo enojada y mirándome con unos ojos asesinos.
―Me encanta provocarte―le mordí el labio y nos besamos con algo de brusquedad―en el fondo te encanta que te dominen.
Ella me abofeteó antes de seguir besándome, cada provocación era precedida de un guantazo pero yo seguía haciendo esto igualmente.
Al cabo de un rato regresamos al interior de la academia porque empezaba a hacer algo de frío y yo quería terminar unas cosas para tener luego más tiempo libre. A pesar de no haber clases, quería llevar todo al día.
Entramos en la habitación de Miércoles y así la acompañaba. Enid había terminado hace nada de subir los últimos rumores y chismes, por poco que fueran, según ella era necesario informar a la gente sobre ello.
―¡Dios mío!―gritó ella acercándose a mí―¿pero que te ha pasado en la cara?.
Al mirarme, pude ver que tenía ambas mejillas rojas.
―Hace frío―mentí.
―No, eso son de...¡Miércoles!―volteó a verla―¿por qué le has pegado?.
―Me encanta torturar a la gente y Tn no se ha quejado, ¿verdad?―yo sentí algo de miedo al ver la cara que me ponía―no te diré como llevar tu relación con Tn así que no te metas en como la llevo yo.
Enid me dio un poco de hielo para bajarme el hinchazón mientras me daba algunos besos y lamidas. También miraba enfadada a Miércoles por lo que había hecho.
―Ya está mi amorcito―dijo acariciando mi cara―esa gótica malhumorada no sabe tratar bien a la gente―puso una voz de madre protectora.
―Enid que seas asquerosamente pegajosa y cariñosa no significa que el resto tengamos que serlo―comentó mientras escribía en su máquina.
Ella refunfuño un rato hasta que me vio mejor.
―Voy a lavarme el pelo, quédate aquí un rato eh―me dijo antes de besarme e ir al baño.
Al cabo de poco, mientras Cosa dormía, Miércoles se levantó de su asiento, se acercó a mí y me besó con cierta ternura.
―Me alegra saber que no has dicho ni mu―susurró antes de besarme otra vez.
―Tú tampoco has dicho nada que yo te he pegado unas cachetadas...―dije en el mismo tono mientras acariciaba su trasero―seguro que deben estar muy rojitas, ¿no quieres hielo?.
―Soporto mejor el dolor que tú―ambos nos reímos y seguimos besándonos hasta que salió Enid.
―Si desean intimidad solamente pídanlo―dijo entre risas―pero no quiero que lo dejes peor de lo que ya está el pobre Tn.
El resto del día fue muy tranquilo ya que lo pase con ellas viendo unas películas, comiendo palomitas y algunas cosas más. Terminé los deberes gracias a Miércoles así que pude estar con ellas ya que de lo contrario no.
Al cabo de dos días, el cielo estaba oscuro, se avecinaba tormenta y el frío penetraba la ropa del colegio que llevábamos. Enid se apegaba mucho a mí porque sentía que se helaba por momentos. Cerramos puertas y ventanas dejando solamente las del interior. Weems activó gracias a Lucas la calefacción. Toda la energía que había acumulado por las placas solares que colocó nada más llegar como medida para reducir el gasto a la academia.
Dentro se estaba de maravilla ya que el calor se apoderó del lugar. Estaba con Enid mirando unos reels en el teléfono cuando Miércoles se puso al otro lado.
―Hola tormenta―besé su frente―¿todo bien?―ella asintió y siguió mirando el móvil.
Toda la tranquilidad se fue cuando sonaron las sirenas del colegio. Afuera ya estaba lloviendo y Lucas nos comunicó que los enemigos estaban por llegar a las puertas de la academia. Weems llevó a todo el mundo a los refugios por si se producían derrumbes.
―Xavier, Bianca y Eugene, id a ayudar al resto―ordené.
Todos nos pusimos los trajes protectores que había preparado Lucas. Eran flexibles, resistentes y tenían incorporado algunos aparatos que según su inventor, nos ayudaría en la batalla ya que había colocado algunas mejoras.
―Incluso si Asmo o Sam se transforman mantendrán el traje―explicó―tiene muchas sorpresas que darán guerra a nuestros invitados.
―¿Quieres decir que formaba parte de mi?―preguntó Sam.
―Exacto, se acoplará a tu cuerpo transformado y no supondrá ninguna incomodidad, es mi mayor invento―respondió―suerte compañero―estrecharon sus manos.
―¡Tn!―Weems llegó―todos están yendo a sus refugios, por favor, tengan mucho cuidado.
―Por supuesto.
Todos empezamos a caminar a la salida. El agua enseguida nos cubrió con su manto y el frío nos abrazaba como a una vieja amiga. Salimos a la parte de afuera que había sufrido cambios y ahora en dicho lugar era una gran zona amplia, sin árboles ni nada que estorbase. Nos quedamos en grupo esperando a que aparecieran.
Pronto hicieron acto de presencia. El líder seguido de sus hombres, Asmo dijo que tuviéramos especial cuidado con ese. El tipo que atacó a la academia que era un vampiro estaba justo a su lado. No eran demasiados, pero presentaban unas fuertes habilidades pues se iban convirtiendo en grandes hombres lobos, bestias con múltiples brazos u otras criaturas.
―Bueno―el líder de ellos dio un paso al frente―¿os entregaréis?, tal vez os perdone la vida y podáis servir como esclavos―esbozó esa sonrisa tan escalofriante.
―Mis cojones―dijo Asmo enfadado.
Tezozo dijo que cuidase esa lengua, Anderson ya en hombre lobo al igual que Enid tenía las garras ya listas para atacar, Justin y Alex tenían preparados sus hechizos pues unas llamas negras rodeaban el cuerpo de ambos y Sam esperaba la orden para transformarse. Miércoles por su parte llevaba una espada afilada empapada de un potente ácido.
―Incluso os dejaremos llevar este tipo de cadenas―las sacó de la mochila para enseñarlas.
Un sonido se escuchó en el lugar y vimos al líder con un agujero en la frente. Luego cayó de espaldas. Al mirar a mi derecha vi a Ángel quien había sido el responsable esbozar una sonrisa mientras les apuntaba con su pistola.
―Jackpot―dijo sosteniendo el arma de la cual aún salía un pequeño humo.
―¡Joder, menudo disparo!―comentó Anderson con voz grave.
―Aquí tienes tu respuesta―dijo Ángel.
Para sorpresa de todos, este se puso en pie como si nada y se regeneró.
―No iba a ser tan fácil―dijo Enid.
―Mejor, más podemos torturarle―comentó Miércoles.
Algo llegó volando y se puso entre ambos bandos. Al fijarme, pudimos ver a una máquina mucho más grande que la otra vez, estaba más definida y detallada. El líder nos dijo que habían estudiado el robot que hizo Lucas y que gracias a su equipo de investigación junto a unos grandes fondos pudieron hacer una réplica similar. Lucas desde el otro lado maldijo.
―Al parecer no eres el único genio del mundo Lucas―comenté haciendo que este se enfadase conmigo.
―Esto complica mucho la situación―dijo por el pinganillo―va a estar muy difícil que ganemos salvo que...―escuchamos un click y de la academia salió un robot modificado―yo también tengo mis trucos, este se ocupará del robot de ellos, así podréis centraros en el objetivo.
Ambos empezaron a luchar e ir de un lado a otro, quedando pronto lejos de la zona y la academia pero se seguían escuchando las explosiones.
―Yo controlo a este, vosotros seguid―explicó Lucas.
El líder dio unos pasos adelante.
―Parece que hemos subestimado un poco a está gente―suspiró―en fin, será mejor acabar con ellos de una buena vez por todas.
Di un paso al frente, quedando con mi grupo atrás de mí.
―¿Sabes?, normalmente le digo esto solamente a las chicas pero...¿bailamos?―pregunté alargando la mano.
―Bailarás en el infierno por toda la eternidad―respondió este.
Tras un grito por parte de todos al unísono, ambos empezamos a correr con nuestras armas pues yo tenía mi fuerza. Poco a poco acortamos la distancia, Enid y Anderson eran los más rápidos mientras que detrás los alcanzaba Sam ya transformado, era la primera vez que lo veía en ese estado y detrás a grandes pisadas Asmo con sus rugidos.
Era todo o nada, la victoria o morir...una auténtica batalla campal.
Continuará...
Bueno espero que les haya gustado gente :D
Puede que parezca corto pero son 2500 palabras gente xD
Como nota diré que el siguiente capítulo es el final de está saga. Y hasta el inicio de la siguiente así quedará la cosa;
-14: Batalla Campal
-15: Entierro y despedida
-16: Copa Poe
-17: El fin de semana de padres
Y ya el inicio de la nueva saga, ¿cuál será? :D
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