✔ 2.
KyungSoo vio cómo BaekHyun se acercaba a él con una sonrisa de autosuficiencia y ChanYeol lo seguía con una expresión algo más tímida, jugando con sus dedos y dándole una que otra miradita. Su amigo palmeó la cintura de ChanYeol, obligándolo a avanzar hasta él y luego se fue dejándolos solos. KyungSoo esperó a que el otro se retirara por completo para soltar un suspiro.
—Confiesa, ¿Qué te encargó el despechado de BaekHyun?
ChanYeol dudó un poco, aunque abriera la boca sólo balbuceos salían y la mirada atenta de KyungSoo no le ayudaba a calmarse.
—KyungSoo, no me preguntes tanto, sabes que BaekHyun no es normal y de verdad me sacó unos cuantos trapos sucios para convencerme de esto.
KyungSoo negó, al parecer, su amigo tenía tácticas para mover a cada persona como si piezas de ajedrez se tratasen. Claro que sentía culpa por haber fomentado un amor imposible de conseguir para BaekHyun, pero en su defensa podía argumentar que no conocía a YiXing más allá de unos cuantos saludos y que si no fuera porque Byun se esmeraba en contarle todo con detalles enfermizamente románticos, él no habría malinterpretado nada. Y ChanYeol, a él lo conocía más, era su compañero de desgracias, con él ser víctima de los esporádicos desequilibrios mentales de BaekHyun no parecía algo tan terrible.
—Ya, pero si nos ha dejado solos es porque quiere que me obligues a algo ¿no? Habla.
ChanYeol miró de un lado a otro, hablar en la biblioteca le ponía más nervioso de lo que podría estar normalmente. Sin dar más rodeos, habló.
—No sé por qué ni para qué, pero... iremos a depilarte.
KyungSoo guardó silencio, esperó que el más alto le dijera que era una broma o que, al menos, no lo obligaría a ello. Sin embargo, cuando el mutismo se hubo prolongado lo suficiente, KyungSoo supo que aquello iba enserio.
—Tú me tocas y yo te depilo gratis la cabeza manualmente —las palabras de KyungSoo salieron en un tono neutro, y sólo alguien que ha compartido tanto con él como ChanYeol puede creerlas hasta abrir sus ojos como platos mientras sus pupilas danzan con nerviosismo.
—Bueno —el más alto, de cabellos color fuego, carraspea antes de afirmar un poco la voz de su garganta—, entre quedar calvo y que BaekHyun publique mis fotos... —guardó silencio— Agendaré una hora con la estilista de mi hermana, estoy seguro que quedarás bien.
Y como si el diablo lo jalara de sus orejas, ChanYeol se puso de pie y se perdió entre las estanterías, alejándose segundos antes de que KyungSoo notara que su clase había comenzado hacía tres minutos.
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