❝42❞

—Nanah, esto es una locura, alguien puede entrar y vernos —oí quejarse a Jugkook mientras yo me entretenía quitándole los botones de su camisa negra ajustada a su escultural cuerpo.

A pesar de que su boca decía que no podíamos, su cuerpo decía otra cosa porque no hacía el mínimo intento por apartarme de él y detener lo que íbamos a hacer.

La razón por la que Jungkook decía que no, que no era correcto, era que estábamos en la casa de Suhyung cenando, ya que nos habían hecho una fiesta de fin de curso celebrándolo nuestro fin al colegio y la nueva vida universitaria, y todo el mundo (absolutamente todo el mundo) estaba allá abajo y yo no me había podido resistir ni un segundo más viendo a Jungkook tan esplendorosamente sexy.

Lo arrastré hacía una de las habitaciones (no era la de Suhyung porque si escogía esa ella me mataría después) y la cerré con seguro. Necesitaba un poco de atención de Jungkook justo ahora, no habíamos tenido tiempo de vernos y tocarnos desde que vino y me comenzaba a desesperar.

Una vez descubrí el pecho de Jungkook, lo miré con una sonrisa juguetona en el rostro mientras bajaba las tirantas de mi vestido (el cuál no llevaba sujetador) y mis pechos quedaron a su vista. No pudo resistir mirarme justo ahí y negó de un lado a otro como si quisiera escuchar la voz de su cabeza que era la de la razón y no a su cuerpo que era el que lo impulsaba a pecar.

Se veía tan sexy con el cabello negro, no le había dicho nada de su cabello pero se le veía espectacular, su cabello verdoso de antes me gustaba pero ahora me gustaba el doble.

Pasó sus manos por mi cintura pegándome a él con fuerza y gemí al sentir su pecho aplastar los mios. Sentí mis bragas humedecerse cuando atrapó mi boca con salvajismo y me besó con ganas contenidas. Su lengua se coló entre mis labios a la cual le  di el permiso para que jugara con la mía y me deshice en sus brazos. Sus manos se colaron por debajo de mi vestido para masajear y estrujar entre ellas mi culo y levantándome para que nuestras bocas se besen mejor.

—Me da igual la gente allá fuera, te deseo ahora —le dije rozando sus labios provocativamente con los mios al hablar, sentí la garganta de Jungkook vibrar producto a un gruñido y me pegó mucho más a él, esta vez para sentir su erección dura y prominente escondida por sus pantalones pegada a mi vientre.

Joder.

—Nanah...

—Por favor —le supliqué con la mirada y vi sus ojos brillar con tanto deseo —Te estoy sintiendo —bajé una de mis manos y acaricié su longitud acomodada hacia un costado con mi mano —También me deseas —se relamió los labios y apretó su mandíbula por mis caricias sobre el pantalón.

—Claro que te deseo, Nanah, pero aquí...

—No aguanto más, siente —arrastré una de sus manos con la mía hasta posarla entre mis piernas sobre mi coño para que sintiera la humedad que tenía empapada mis bragas y gruñó.

—Mierda mierda mierda —maldijo pero sus dedos arrastraron mis bragas hacia un lado y sus dedos se abrieron paso por mis pliegues para acariciar todo mi coño húmedo y luego detenerse haciendo círculos en mi clítoris.

Le clavé las uñas con la mano que mantenía en sus brazos al sentirlo, y apreté su erección con la otra. Comenzó a estimularme con sus dedos hasta que no pudo soportarlo más, quitó el cinturón y bajó su cremallera para bajar sus pantalones y boxers hasta la mitad de muslo y liberando su deliciosa y poderosa polla. Trague saliva al verla.

Me dio la vuelta con brusquedad pegando mi espalda a la puerta e hizo que levantara mis piernas y las enrrollara al rededor de su cintura. Ayudé a sostener mis bragas a un lado mientras su polla se alineaba en mi entrada.

Me sostuve en sus hombros y Jungkook se encargó de sujetarme por los muslos y se clavó en mi interior llegando tan profundo que tuve la necesidad de chillar.

—No grites, Nanah, recuerda que allá afuera hay personas, no querrás que se enteren de lo que estamos haciendo aquí ¿verdad? —negué sintiendo todo mi cuerpo arder.

Jungkook me besó chupando mis labios de manera obscena mientras comenzaba con sus embestidas. Lo sentía abrir mis paredes y su punta clavarse en lo más profundo de mi interior.

La garganta de Jungkook emitía sonidos muy estimulantes que me hacia contraerme para él y apretar su polla cada vez que salía y entraba hasta lo más hondo de mi. Mi lubricación ayudó mucho a que fuera extremadamente placentero. Su lengua jugó con la mía sin querer detenerse mientras mi espalda se lastimaba debido al movimiento que Jungkook producía, pero todo era irrelevante sintiendo tanta excitación recorrer cada extremidad de mi cuerpo.

La ultima vez en Busan habíamos hecho el amor, sabía que eso había sido hacer el amor, lo sentí, él lo sintió y ambos lo sentimos como eso, y esto era... Bueno, no sabía si catalogarlo como hacer el amor, pero lo deseaba tanto que se podía decir que sí a pesar de no ser en una cama sino en la pared, de pie, pero deseaba tanto a Jungkook que cualquier lugar era ideal para estar con él.

—Ponte de espaldas —me pidió.

Le obedecí dejándome de pié una vez salió de mi interior. Sentí mis piernas temblar mientras me daba la vuelta y esta vez pegaba mi rostro a la madera de la puerta. Jungkook cogió mis manos hasta sostenerlas en mi espalda mientras volvía a introducirse en mi interior desde atrás. Abrí mis piernas para él para que fuera más fácil la penetraciones y me mordí el labio reteniendo el chillido que iba a soltar al sentirlo tan hondo.

Dios en bicicleta, voy correrme.

Sus caderas arremetieron contra mi centro con rapidez y profundidad, todo en uno y todo mi cuerpo comenzaba a sufrir espasmos y temblores haciéndome apretar los dedos de mis piernas dentro de las sandalias.

Ayudé movimiento también mis caderas para él para que llegara más hondo y me estremecí de pies a cabeza cuando Jungkook liberó una de sus manos para apretarme un pecho.

No pude aguantar demasiada excitación en mi cuerpo y exploté ahogando a Jungkook con un gemido agudo. Al parecer su polla no pudo aguantar el sentirme tan apretada porque con dos estocadas más en mi interior se corrió dentro de mi llenándome como nunca.

Salió de mi me ayudó a recolocarme con calma y cariño, me ayudó a sostenerme debido a mi debilidad y a mis piernas temblorosas y me levantó los tirantes del vestido, también me bajó este y pasó sus dedos por mi cabello para arreglarlo un poco mientras yo le sonreía demasiado contenta, él era como una droga que una vez que la probabas ya te volvías adicta por completo.

Lo ayudé a recolocarse su ropa también y se su bolsillo trasero sacó un pañuelo el cuál pasó limpiando la humedad que se escurría por el interior de mis muslos.

Una vez ambos nos besamos una vez más en modo de despedida a este encuentro tan furtivos y placentero salimos cerrando la puerta y disimulando todo lo que podíamos lo que había pasado.

Sin embargo cuando salimos, casi al mismo tiempo salía de su habitación Sihyung y Hoseok y ella arreglándose la falda que usaba. Cuando me miró alcé una ceja divertida y vi su sonrojo, pero también se dio cuenta de que nosotros estábamos haciendo lo mismo que ellos.

Jungkook y Hoseok no se dieron cuenta de nuestras miradas.

—Adelantate, voy a ir con Suhyung —le dije y el asintió bajando por las escaleras.

Hoseok pasó por mi lado dándome una sonrisa cariñosa y luego Suhyung llegó a mi lado.

—Con ustedes dos también son traviesos —ambas nos sonreímos cómplices.

—Te la dejo pasar porque yo estaba haciendo lo mismo, pero en mi casa esas cosas no se hacen, Nanah —hice una mueca.

Bajamos sujetadas del brazo de la otra y sonreímos con normalidad a los demás. Hablamos con Kyujoon un rato y me sorprendió que en media conversación me llamaran tocándome el hombro. Me di la vuelta y me encontré con Soobin y mi sonrisa se cortó de golpe. Bueno si, él estaba en la fiesta.

—¿Podemos hablar un momento, Nanah? —me preguntó.

Yo le regalé una mirada de auxilio a mis amigos y Suhyung asintió dándome el impulso a que hablara con él. Volví a mirar a Soobin y asentí para él. Jungkook y yo compartimos miradas y él me ladeó la cabeza diciendo que todo estaba bien hasta que salimos al jardín del costado de la casa de Suhyung para hablar con más privacidad.

—Nanah yo... Se lo tuyo con papá y... Estaría furioso si yo no hubiera hecho lo mismo, quería decírtelo porque necesitabas saberlo y... Me iré a estudiar a Rusia un tiempo porque quiero alejarme de Corea y también pensé que querrías saberlo —me dijo, estaba un poco nervioso, y me daba mucha ternura, y era increíble que alguien de mi misma edad fuera algo así como...mi hijo, era extraño —Y...pedirte perdón por lo que te hice, te quería, Nanah, te quiero, pero a quién quieres tu es a mi papá y eso yo lo entiendo, un poco, no del todo pero lo quiero entender porque quiero lo mejor para ti y para papá —asentí.

—Yo también te debo una disculpa, creo que debí ser sincera contigo desde un inicio, y también lo hice mal, ambos lo hicimos mal. Y también te aprecio mucho, Soobin y... Me alegra que vayas detrás de tu sueño y es bueno que te alejes un poco de tu vida diaria —le dije, sosteniendo sus manos.

—¿Puedo abrazarte? —preguntó un poco dudoso, yo sonreí muerta de ternura y asentí.

Sus brazos me rodearon y yo lo recibí cálidamente.

—Que te vaya bien, Soobin —le deseé suerte dándole palmaditas en la espalda.

—Igual a ti, Nanah —se separó de mi y me regaló una sonrisa.

Volvimos a la fiesta y me junté con mis amigos y le guiñé a Jungkook un ojo diciéndole con ello que todo había estado bien.

—¡Y como una fiesta no es una fiesta sin alcohol! ¡Que comience! —todos gritaron cuando mi padre salió con dos botellas de soju en la mano vuelto loco.

Ese era mi ambiente ahora.

El mejor de todos. Con mis amigos, mi novio y mi familia.

«...❀...»
Info: ¡3 capítulos para el final!

Y... ¡Feliz cumpleaños Jungkook! Si él no existiera estas historias tampoco y es mi inspiración de día a día, lo amo con todo mi corazón y es la persona más talentosa que he visto jamás.

Pd: en multimedia les dejo un edit que hice en mi cuenta de ediciones por su cumpleaños, la cuenta en instagram es @dxy_bxngtxn, he estado editando mucho últimamente.

Sin más, nos vemos pronto.

Lxs sarangheo

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