❝36❞
(Recomendación - Escuchar la canción de multimedia)
Oí los tonos retumbar en mi oído derecho, me mordí el labio con incertidumbre, porque a pesar de que Jungkook pudiera esperar mi llamada como una parte de mi quería, también podía haber la posibilidad de que no quisiera verme, era entendible y yo iba a respetar su decisión si era así.
Jungkook podía ser ahora el que se tomara su tiempo, y yo lo respetaría sin ponerme mal con él, porque él tenía todo su derecho.
Aguanté la respiración cuando la llamada fue descolgada y si no fuera porque tenía muchísimas ganas de oírlo y pedirle perdón, hubiera llorado solo de la emoción. Contestó como siempre lo hacía y a mi se me formó una sonrisa en el rostro de total y absoluta felicidad.
—¿Nanah? —miré la palma de mis manos feliz y antes de que pudiera hablar y contestarle él se me adelantó hablando —Dios, pensé que no me llamarías, no he dormido bien durante estas dos noches pensando y esperando que me llamaras al menos pero ya hoy no pensé que lo harías —una mueca de lado se me formó al oírlo tan triste y a la vez emocionado y aliviado por mi llamada.
—Lo siento, tenía que pensar bien lo que te iba a decir y me daba mucha vergüenza hablar contigo después de haber sido tan estúpida ese día —declaré, sincera como sabía que él quería que fuera. Oí a Jungkook soltar algo parecido a una sonrisa para luego volver a contestarme.
—No fuiste estúpida, Nanah, te dolía, te duele que esté lejos de ti, a mi también me duele y creeme que quisiera romper con mis propias manos ese boleto de avión pero también se que es una gran oportunidad para mi trabajo ¿entiendes eso, Nanah? —sabía que necesitaba una afirmación de mi parte para que él no se sintiera tan mal, para que su decisión de alejarse de mi por unos meses no le pesara tanto a pesar de que era una gran oportunidad y no me negué a ellos.
—Entiendo, Jungkook, yo solo... Quiero decirte que te quiero, que no quiero perderte, que quiero oír tu Nanah cada vez que me coges el teléfono y que cuando vengas volvamos a irnos para Busan todos los fines de semana y recorrer la playa juntos, eso es lo que quiero. Y que no te olvides de mi —me mordí el labio que me comenzaba a temblar, no porque estaba triste, me sentía aliviada de poder decirle estas cosas, de estar bien con él, sino porque me daban ganas de llorar de solo decirlas de dientes para afuera.
Oí la respiración calmada de Jungkook por unos segundos.
—Yo también te quiero, Park Nanah, y tampoco quiero perderte porque eres lo mejor que me ha pasado en todos mis años de vida, y no me olvidaría de ti ni aunque me embrujaran —sonreí sintiendo mis lágrimas acumularse en mis ojos nublando mi vista poco a poco —Prometo llamarte todos los días, o al menos enviarte mensajes bonitos para que me tengas presente, hablaremos por Skype y resistiremos estos tres meses, tómalo como una prueba, si la superamos, podremos estar juntos siempre, porque si la distancia no logró separarnos, pues nada más lo hará ¿te parece? —asentí enérgica y feliz de escucharlo a pesar de que sabía que no me veía, pero eran actos involuntarios.
—No voy a olvidarme de ti, sabes que no lo haré, sabes que cuando se me mete algo entre ceja y ceja no soy capás de quitármelo —lo oí reír y eso me dio mucha más felicidad.
—Lo se.
—¿A que hora es tu vuelo? —pregunté.
—En dos horas, ya debería de ir manejando al aeropuerto —me dijo, yo volví a asentir.
—Te diría que iría a verte pero no quiero que me veas llorar como una Magdalena —Jungkook soltó una carcajada, y a pesar de que no lo veía podía asegurar que tenía la nariz roja de aguantar su llanto, pero era de felicidad, igual que el mío —Ya me has visto llorar demasiadas veces.
—¿Estás en el colegio? —preguntó y algo dentro de mi se ensanchó.
—Sí, ¿porqué? —mi curiosidad no podía quedarse detrás aunque lo intentara.
—No puedo irme sin un beso tuyo, Nanah, no lo soportaría, estaré ahí en diez minutos, esperame en la entrada ¿si? —un nuevo asentimiento de mi parte se hizo presente.
—Te esperaré.
«...❀...»
Vi el auto de Jungkook aparcar delante de mi y no dudé ni dos segundos en abrir la puerta del copiloto y cerrarla rápidamente para lanzarme encima de Jungkook, abracé con mis brazos todo lo que pude de su cuerpo mientras los suyos hacían lo mismo enrollándose en mi cintura y aspiré fuerte, lo suficientemente fuerte como para que su perfume varonil se me pegara en la nariz y de ahí no saliera por los tres meses que iba a estar lejos de mi.
Nos apretamos tanto el uno con el otro que nos sacamos el aire por la fuerza, pero eso fue lo que menos importó en ese instante en el que tenía nuevamente a Jungkook en mis brazos.
Nos separamos solo un poco luego de unos minutos sintiendo el corazón de ambos martillear contra nuestros pechos juntos, y solo separamos nuestros rostros del cuello del otro para vernos a los ojos. Iba a echar tanto de menos esos iris negros, profundos y como si una galaxia entera habitara allí, que necesitaba una foto 3D para no olvidarlos. Sus manos subieron de mi cintura a mis mejillas y me acogió el rostro entre sus grandes manos para acercar su boca sutilmente a la mía.
Al principio solo fue un contacto húmedo de sus suaves y dulces labios sobre los mios, luego giró la cabeza hacia un lado y accedí a abrir la boca igual que él para fundirnos en un delicado y tierno beso de despedida.
Agarré con fuerza las solapas de la chaqueta de Jungkook acercándolo más a mi mientras profundizábamos el beso y esta vez nuestras lenguas se unían en el acto. Rocé con mi lengua su piercing y me derretí en sus brazos como caramelo puesto al sol.
Juré para mi misma recordar como Jungkook me besaba, grabar en mi memoria la manera y la textura de sus labios, suaves, delgados pero el inferior más rellenito, tan delicados como tocar algodón envueltos en un pedazo de seda, dulces como si en vez de besarme con un hombre lo estuviera haciendo con un algodón de azúcar que podía derretirse en mi boca. La manera de su lengua húmeda y amaestrada de barrer mi interior bucal, igual de dulce que sus labios y mucho más adictiva si buscaba la mía para entrar en batalla con ella cada dos por tres. No olvidar como la sensación de su metal en el lateral derecho de su labio me hacía perder todos los estribos y me trasportaba a un submundo en donde solo existía Jungkook y yo, yo y Jungkook.
Deseaba no olvidarme de esto jamás.
Nos separamos unos minutos después faltos de aire con nuestras frentes pegadas sin ser capás de separarnos, ambos sentíamos esto, sentíamos que nos extrañaríamos más de lo que pensábamos. Eran tres meses pero para mi parecía que se iba a ir la vida entera, era una sensación extraña y que no me permitía alejarme de él.
—Tengo algo para ti —me dijo casi en un susurro que por la cercanía pude oírlo perfectamente.
Sin apartarse de mi, abrí mis ojos viendo como su manos se perdía en su bolsillo delantero del pantalón y de ahí sacó algo que no vi hasta que su mano se abrió frente a mi. Nos separamos y lo miré con ojos brillosos.
—Es algo típico que se les regala a las parejas, pero era algo que quería darte —quise decirle lo tonto que era por pensar que era típico, pero me quedé callada.
Era una cadena doble, ambas eran del mismo grosor, ni muy finas ni muy gruesas y eran dos corazones que engranaban dentro de un corazón más grande en el colgante. Jungkook desprendió la de los dos corazones del medio y me elevé el cabello rubio para que él se acercara a mi pasando sus brazos por mi cuello y juntando el enganche de esta detrás, antes de alejarse me dejó un beso en el lateral de mi cuello haciéndome estremecer. Cogí entre mis dedos la parte que quedaba e hice lo mismo para colocársela y al igual que él, le dejé un beso en el cuello.
—Te quiero, Park Nanah —sonreí con nostalgia.
—Te quiero, Jeon Jungkook —sus arrugas me recibieron en una sonrisa de felicidad en el lateral se sus ojos e intenté hacerle una imagen metal de todo aquello.
Luego de que nos besamos nuevamente, tuve que salir del auto con un nudo en mi garganta para dejarlo marchar. Mordí mi labio tragué con dificultad cuando vi su auto marcharse y alejarse de mi.
Cuando estuve en la salida, luego de varias horas de que Jungkook se fuera y ambos nos hubiéramos despedido, me llegó un mensaje y no pude sonreír más grande porque no podía.
Jungkook💕
Ya te extraño.
5:34 p.m.
«...❀...»
Holaaaa por aquí de nuevo.
Para las que no pudieron imaginarse el collar, es algo como esto:
Está bien chulo, ¿a que sí?
Para lxs que sufrieron con Nanah y Jungkook ya ven que está todo bien -por ahora-.
No quiero que se asusten por lo que se viene en los próximos capítulos, tal vez no en el otro, pero aquí van a pasar cosas todavía y que dificultarán que estos dos estén juntos.
Diganme qué les pareció en los comentarios que gustosa los leo todos y nos vemos en un próximo pronto.
Lxs sarangheo❤
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