❝29❞

Escogí las llaves de mi auto una vez me dispuse a salir de mi casa, caminé tranquilamente mientras salía de mi casa y luego cerraba la puerta detrás de mi, justo cuando giré casi me doy el susto del siglo cuando los ojos azules de "ella" me recibieron al instante, casi logré morir de un infarto al corazón cuando la vi, por el susto y por algo más también.

—Buenos días, Jungkook —sonrió como si fuera agradable el enfrentamiento, realmente no sabía si era bueno o era malo verla a ella aquí —¿Ya ibas a salir? —preguntó.

—Sí —respondí apretando mi mano al haza del maletín en busca de fuerza.

—Que pena, pensé que podríamos hablar algo seriamente los dos, vengo en son de paz, lo juro —levantó sus dos manos mostrando su rendición y que no tenía intención de encararme como la manipuladora y fría que era. —¿Tienes cinco minutos para mi? No necesitaré más —volvió a insistir al verme totalmente sin habla.

Asentí después de un rato y volví a abrir la puerta de mi casa para que ambos entráramos en ella.

«...❀...»

Anna Young.

Más conocida como la madre de Park Nanah y ex mujer de Park Jimin.

Realmente pensé cuando Nanah me contó que había llegado a la ciudad y que había hablado con ella que no se iba a aparecer en mi casa ni por arte de magia después de lo sucedido.

Nunca lo conté, nunca lo contamos, nadie sabía de esto y nadie podía saberlo, más por mi bien, porque no solo lastimaría a una persona más en esta historia por culpa de un desliz.

Mi intención nunca fue lastimar o traicionar a Nanah, aunque sabía desde un inicio que ya lo estaba haciendo lastimándola de esta manera, por donde miraras la historia estaba jodidamente mal y siempre me cuestionada por ello, no merecía a Nanah ni nunca lo iba a hacer.

—¿Ya se te quitó la pequeña obsesión que tenías por mi hija? Espero que los años que dejaste de escribirme es por una respuesta positiva a mi pregunta —Anna atacó al instante en el que empezó a hablar, y yo cerré los ojos conteniendo la rabia que sentía personalmente por esta mujer.

—Dijiste que venías en son de paz, esto es todo lo contrario —dije, ella rodó los ojos.

—Vale, lo se, lo dije, pero quiero que me respondas a mi pregunta primero, Jungkook —insistió.

Me mordí el labio queriéndolo arrancar de cuajo para no saltar encima de esta arpía y sacarla a patadas de mi casa, pero había secretos que debía mantener guardados y no agredirla es un paso para que el baúl se mantenga cerrado.

La miré, sin mostrar nada, o bueno, sí que mostraba, porque cuando Anna me miró al rostro levantó las cejas y abrió un poco los ojos en señal de sorpresa, porque en mi rostro estaba pintado que Nanah ya era más que una obsesión pequeña del pasado.

—Jodido hijo de puta ¡Estás loco! —se enfureció gritando y yo me tapé un oído para que no me arturdieran sus chillidos.

—Callate, tu no tienes derecho de saber nada de lo que podría estar pasando.

Error.

Acaba de cometer mi más grande error.

Había acabado de confesar indirectamente que entre Nanah y yo, estaba pasando algo, y me reprimí al instante por ello y por ser tan idiota.

—¡Estás-comple-tamente-loco! —chilló —Nanah es una niña aún, ¡enfermo de mierda! ¿Qué has hecho con ella, eh? ¿La estás obligando a estar contigo? —preguntó acercándose más a mi para acusarme más profundamente.

—Yo no obligo a nadie a hacer nada, no soy un manipulador como otros —la miré con mirada afilada.

Anna al verse humillada, me dio espacio y volvió a recomponerse quedándose calladita, como debía de quedarse siempre.

—Vale, lo que haga Nanah es problema de ella porque ya es mayor de edad —dijo, calmada como si segundos antes no estuviera gritándome como una maniática —La verdadera razón por la que he venido no tiene nada que ver con Nanah, o bueno, depende del lado que la mires —añadió, yo fruncí mi ceño sin entender aún.

—¿De qué estás hablando? —pregunté.

—Mi padre a abierto una galería de arte en Los Ángeles, hemos estado buscando artistas nuevos y con buenos talentos para atraer al público en general, sin mirar la edad, mi padre quiere que las nuevas generaciones se interesen por el arte original, sencillo y profundo, que les llegue al alma —seguía sin comprender del todo, pero me mantuve callado para escucharla y dejarla proseguir con tranquilidad —Papá a visto cada una de las obras tuyas que yo le he enseñado, y aunque no eres joven, se puede decir que tu arte es moderno y realista —supe al instante en el mencionó mi trabajo por donde iban las cosas y no me gustaban, conocía a Anna y era capaz de todo por obtener una respuesta afirmativa a todo.

—Ve al grano —sugerí, ella se lamió los labios tomando una bocanada de aire profundo.

—Queremos que vengas con nosotros a LA para que te aventures en nuestro negocio por un tiempo límite de cinco meses, si no funciona, te regresas a Corea y nada pasó, así se simple —Anna parecía preocupada con proponerme algo así, y no la culpaba, la iba a rechazar en cada cosa que me dijese.

El trabajo me sentaba bien, podía ser una idea muy buena y un elevador para mi carrera que no estaba del todo mal, en los últimos años había logrado atraer a muchas personas jóvenes con mis obras y no me sorprendía del todo que me lo pidiera a mi, pero el trabajo implicaría irme de Corea, dejar amigos, familiares... Dejar a Nanah atrás y ahora que la tenía no quería despegarme de ella nunca, por lo que al pasar unos minutos pensándolo únicamente, sabía mi respuesta, lo que sentía por Nanah era más fuerte que yo mismo y no quería separarme de ella.

—Anna, tu propuesta no es mala, para mi carrera sería muy buena porque es algo que no tiene riesgo alguno de perder nada —la vi sonreír ante mis respuestas positivas a su propuestas —, pero no puedo aceptarla, no me voy a ir de Corea tanto tiempo por un trabajo, porque si el negocio funciona tendría que quedarme más tiempo allá ¿verdad? —asintió perdiendo su sonrisa al instante en el que supo que le decía que no —No quiero irme de Corea —añadí como punto final, todo aquello era la excusa de no separarme de Nanah camuflada en no irme de Corea, porque todo rondaba en ella desde hacía ya tiempo.

La cara de Anna se transformó en una seriedad perturbante, tan sombría que llegó a darme miedo, Anna no era una muy buena persona y no le gustaba perder. La conocía desde hacía años y conocía sus trucos, y supe en ese instante, viendo mi rechazo a su respuesta que sacaría sus garras de arpía, esas que se te clavaban en el pecho como una daga.

—Yo solo quería que dijeras que si sin más, que aceptaras la propuesta de tu vida sin irse por el camino difícil, pero ya que estás así, tan cerrado en que quieres quedarte en Corea, juntándote con Jimin diciendo que es tu mejor amigo después de que te follaste a su ex mujer y él creyó que se había ido sin razón alguna —me amenazó, eso era una amenaza, iba a chantajearme con lo que más me dolía y me perturbaba desde aquel momento.

Apreté mi mandíbula, recordando aquellos sucedos de años atrás, recordando como Anna se había aprovechado de mi mientras deliraba en una borrachera asquerosa en donde piensas que una mujer es otra, ese día Anna se había acostado conmigo y cuando me levanté, no me acordaba de una puta mierda, pero vi a Anna a mi lado desnuda y dormida a mi lado y casi me da un ataque al corazón pensando en lo que habíamos echo la noche anterior. Le dije a Anna que se marchara, que no quería verla en mi vida, que era la mujer de mi mejor amigo y tenía una niña pequeña con él, Nanah apenas tenía unos meses de nacida, y su madre había venido solo para crear disturbios porque según ella estaba enamorada de mi, le dije tantas cosas ese día que ya no me acordaba, si recordaba que la había sacado de mi casa a patadas, diciéndole que no volviera más nunca.

Pero Anna como siempre no le gustaba perder, al otro día volvió, pensé que estaba salvado porque no recordaba nada y eso podía ayudar en mi defensa, además de que no había pruebas de que de verdad me hubiese acostado con ellas explícitamente, o eso pensé, cuando Anna me mostró el video de ambos follando en mi habitación casi me da un ataque cardiaco, vi mi vida pasar en un segundo delante de mi, porque si era yo, y sí era ella, la iluminación era tan buena que se podía ver perfectamente quienes eran y qué hacíamos, parecía una escena porno con un borracho delirando en agonía.

Anna me sobornó, me dijo que si no estaba con ella le contaría todo a Jimin, arruinaría la hermosa amistad que ambos teníamos con aquel vídeo, la volví a mandar fuera de mi casa ese día enfurecido pero con un creciente miedo dentro de mi porque ella tenía todas las de ganar. Y yo no podía quedar atrás con su amenaza, necesitaba conseguir algo que me respaldara lo suficiente como para yo quedarme en Corea, en donde vivía y tenía mi familia en ese entonces.

Logré engatusar a Anna haciéndome el bueno y el arrepentido con una cena en donde se suponía que íbamos a hablar las cosas con calma, y la muy perra había venido a mi casa vestida de manera espectacular a espaldas de Jimin y feliz porque podríamos estar juntos tal vez. Solo había sido una artimaña de mi parte para grabarla mientras me contaba lo sucedido esa noche, le dije que no me pondría bravo, que solo quería escucharla decirlo, y me confesó cada detalle mientras la cámara que yacía en la esquina de la mesa apuntando hacia ella la grababa perfectamente, hubiera podido grabarla con audio, pero un audio se podía editar e incluso hacer, por lo que más realista era un vídeo en donde se viera su cara comenzándolo todo, como se había aprovechado de mi estado de ebriedad para acostarse de mi y chantajearme, porque según ella estaba enamorada de mi, yo solo sentía repulsión por todo lo que había hecho.

Amenacé a Anna de mostrarle el video a Jimin de igual modo que ella lo haría si me perjudicaba, y perdería yo, pero ella perdería también contra mi. Ambos teníamos qué perder, pero Anna a la semana había desaparecido, se había ido de Corea sin decie absolutamente nada ni a Jimin ni a nadie, cuando vi a Jimin tan triste con Nanah en los brazos sin siquiera saber como darle de comer, me entró tanto dolor, me había sentido culpable tal vez de Anna se hubiera ido, pero Jimin se merecía a una mujer mejor que Anna en la vida, que le hiciera feliz sin tantas mentiras de por medio.

Unos años después, Anna me volvió a contactar, habíamos estado hablando un poco, ella me preguntaba sobre Nanah y yo le respondía lo bien y precisamente que estaba creciendo. Y acabé confesándole lo perdidamente enamorado que estaba por Nanah cuando comenzó a desarrollar de manera esplendorosa, Nanah había que cuidarla, quería abrazarla y besarla todo el tiempo, Anna me había acusado tanto por ser un pedófilo de mierda, y realmente me sentí así, mirando a Nanah con apenas catorce años caminando por la casa mientras Jimin y yo hablábamos se negocios en vestidos y falda pequeña, y cuando todo había explotado, justo cuando Nanah empezó a buscarme, intentando de todas las maneras habidas y por haber acercarme a ella, simplemente ya no podía, porque estaba loco por ella completamente, estaba enamorado de Nanah como un energúmeno.

Y ahora no quería perderla o alejarla de mi nuevamente.

—No vas a amenazarme otra vez, Anna, ya no voy a caer en tus juegos, todavía tengo la grabación y...

—Ya no tengo nada que perder, Jungkook, ya no estoy con Jimin y el está feliz con otra persona y Nanah no me quiere como a una madre, así que si me deja de hablar no sería nada nuevo —y lo sabía, acababa de confesar que el único que perdía aquí era yo.

—Dejame una semana, por favor ¿si? —la sonrisa de Anna me mostró lo satisfecha que estaba, porque si o si, iba a aceptar.

—Una semana, y ya, Jungkook, de lo contrario, ya sabes.

Si alguna vez Nanah se enteraba de esto, ojalá pudiera entenderme, perdonarme de alguna manera, porque solo lo hacia por no verla sufrir, ya bastante sufrimiento tenía con tener una madre lejos como para que viniera a enterarse de algo así.

Porque amaba tanto a Nanah que lo último que quería era verla sufrir, aunque fuera ocultándole cosas como estas.





«...❀...»
Holaaaa!

Y esta bomba de tiempo explotará en 3...2...1... ¡PUM!

Pues si mi gente, algunas personas si que acertaron con algo de lo que la mamá de Nanah se traía entre manos, pues para que vean, que todo estaba bastante bien escondido. Pero si se ponen a razonar ¿Porqué Anna se iría y dejaría a una hija si no estuviera entre la espada y la pared? Pues para que vean, nadie sospechó nada, pero eso es bueno, porque entonces todo esto le cae de sorpresa.

¿Que creen que pasará? Recuerden que Jungkook y Nanah se van para Busan 😏. ¿Siguen queriendo a Jungkook o están enfadadas con él por todo lo que hizo? Yo solo veo una culpable y una arpía en toda esta historia y es Anna.

Bueno, quería comentarles que quiero preparar un maratón, así bien largo, de cinco capítulos más o menos, y pues que quiero prepararlo bien y solo quería avisar para que no se asusten cuando diga maratón.

Lxs sarangheo

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