❝25❞
El despertar junto a Jungkook había sido totalmente mágico, ver su rostro pegado al mío mientras me miraba al despertar era algo que quería apreciar todas las mañanas de mi vida, y hoy era una de ellas, la mejor porque era la primera de muchas, la primera de tantas que íbamos a tener ¿cierto?
Jungkook me había despertado acariciándome el cabello con cariño y calma, también con besos sutiles sobre mi rostro y así fue como terminé despierta y con una propuesta que obviamente no iba a rechazar: bañarnos juntos.
Apenas me lo dijo se me quitó todo el retraso mañanero que usualmente tenía, porque cuando me levantaba me ponía media tonta y lenta, pero apenas me preguntó si quería bañarme con él pegué un salto en la cama como si me hubieran colocado un resorte debajo y me coloqué de pie disparada para el baño de la habitación de Jungkook.
Por que sí, Jungkook mágicamente anoche me había traído a su cama sin yo enterarme mientras permanecía dormida, a me daba igual donde dormía mientras fuera con él, pero al parecer a Jungkook si le había interesado dormir cómodo a mi lado, y había amanecido en la cama de Jungkook.
Jungkook entró después de mi al baño, totalmente desnudo, me metí dentro de las paredes de cristal (como el baño que había en Busan) y él se metió detrás mi, sus manos atraparon mis caderas con determinación y yo gemí de solo sentir su tacto. Prendí la ducha en cuanto pude y el agua tibia comenzó a empapar nuestros cuerpos esplendorosamente desnudos.
—Me gusta tanto despertarme de esta manera, Nanah —su voz estaba increíblemente ronca y mi cuerpo sufrió un espasmo de solo escucharla tan sensual.
—A mi el doble de lo que te gusta a ti —respondí ida.
Su rostro se acercó al mío, su alimento me recibió y su boca no perdió el tiempo de acoger la mía. Enredé mis manos en sus hombros buscando una mejor estabilidad para ambos mientras nuestras bocas eran demandantes a la hora de besarse. Jungkook me lamía con su lengua, me succionaba con sus labios mientras me besaba, había una pizca de sutileza y cariño, pero también había determinación y deseo de comerme viva. Siempre era yo la que trataba de estar a su ritmo porque parecía volverse loco cuando nuestros labios se encontraban para besarse.
No quería comprar, porque Jungkook no tenía comparación alguna, pero realmente había experimentado mis mejores besos con él, y no sabía si era por su experiencia o simplemente porque me gustaba tanto que lo hallaba mejor que cualquiera.
Nuestras lenguas de acariciaron, danzaron juntas mientras la de Jungkook se metía en mi boca una y otra vez buscando la mía, hubo en un momento en que ambas lenguas se encontraban al mismo tiempo y todo se volvió completamente mágico.
Las manos de Jungkook me agarraron del culo, me lo apretaron con tanta fuerza mientras con la misma me empujaba hacia arriba poniéndome de puntillas y tan pegada a su cuerpo que podríamos fusionarnos que comenzaba a perder toda mi estabilidad en todos los sentidos de la palabra.
Nuestros cuerpos mojados resbalaban y eso solo hacía una fricción placentera de mi vientre contra la erección de Jungkook que se comenzaba a alzar poco a poco entre ambos. Jungkook mordió mi labio inferior haciéndome gemir demasiado alto pero placentero para su gusto y satisfacción, ya que sonrió, para dejar mi boca y descender por mi cuello.
Incliné mi cabeza hacia un lado, dándole más acceso a mi cuello, lamió con su lengua, sintiendo como absorbía incluso el agua que caía en mi cuello debido a las succiones, no era brusco de modo que podría dejarme marcas, pero si eran con la fuerza suficiente para arañar su espalda con mis uñas.
En la noche todo había sido mágico, de tal modo que solo recordarlo me hacía temblar de gusto, pero había habido un pequeño detalle: Jungkook había hecho todo el trabajo por si solo, y aunque a mi me encantase que me lamiera (era mi parte favorita y mi punto más débil) yo también quería hacerlo sentir bien y sentir su sabor en mi boca tal y cómo él hacía siempre, estaba bien que quisiera hacerme sentir extremadamente bien, y creanme que lo lograba con un sobresaliente, pero ¿yo también no podía sacar un sobresaliente haciéndolo correrse en mi boca por segunda vez? Y, oh, claro, que podía hacer eso, lo deseaba muchísimo.
—Quiero chupartela —no era conversadora en el sexo, a decir verdad, Jungkook me había demostrado que él podía hablar por los dos, pero quería que se enterara con palabras de lo que quería hacer.
Jungkook no dejó mi cuello en ningún momento y casi se me fue el hilo de lo que quería hacer, pero intenté apartarlo de mi para volver a hablar.
—Jungkook —su rostro, tan oscuro por el placer me observó.
—Ya tendrás tiempo para eso, Nanah, ahora solo dejame...
—Quiero hacerlo —exigí, porque realmente quería hacerlo, su rostro me decía que podía ser para después, así que pensé más estratégicamente de cómo convencerlo —¿Recuerdas ese día en Busan, uhm? —acerqué mi rostro a su cuello y succioné su piel y vi como su manzana de Adán se movía al tragar duro —¿Recuerdas cómo estabas de mal en la ducha después de que me lo comiste? —Jungkook gruño al sentir como mis labios acariciaban su cuello y mandaban vibraciones mientas hablaba, sus manos se volvieron más intensas al sujetarme, estaba cediendo, solo tenía que bajar poco a poco —Estabas tan duro y me dijiste con voz rota que te dolía y no habías sido capaz de dejarte llevar, porque me necesitabas —seguí descendiendo mientras besaba sus pecho, luego sus firmes abdominales.
Jungkook relajó los brazos y me dejó inclinarme y colocarme de rodillas (justo como había hecho en Busan) con su polla frente a mi cara, y me relamí mis labios y se me hizo la boca agua de verlo tan poderosamente duro, tenía la punta roja y sus venas se marcaban como si hubieran sido talladas al rededor de su poderoso pene.
—Que niña tan sucia eres, Nanah, yo quería pasar a cosas más interesantes como oírte gritar mientras estoy golpeando dentro de ti, pero supongo que tienes otros planes ¿no? —sus ojos me atravesaron viva desde arriba.
Mi mirada de cachorrito desvalido le calentaba mucho, porque al verla se lamió los labios y se mordió el labio inferior mientras una de sus manos sujetaba mi rostro, su pulgar se paseó por mi labio inferior abriéndome la boca.
—Esto es muy interesante para mi, señor Jeon —juego de roles.
La mirada de Jungkook se intensificó diez grados más y sentí que podría quemarme viva.
—¿A eso quieres jugar? Porque si es así, vas a llorar mucho —y sabía que sus palabras no eran necias, y que podía domarme hasta convertirme en una gatita rogando por todo lo que él pudiera ofrecerme —Ya que me has dado la oportunidad, voy a follarte muy bien esa preciosa boquita que tienes, así que abrela bien grande.
Sin dejar de mirarle obedecí como una muy buena chica con la orden de su dueño, abrí mi boca, pero cuando Jungkook acarició la punta de su polla con mis labios tuve que abrirla mucho más. Mis labios acogieron la punta rozada y brillante, y sentí el sabor salado en mi boca de su líquido preseminal. Sentí que chorreaba mi intimidad de solo verle contraer el rostro al sentir como recibí su punta.
—Dije que abrieras la boca, en ningún momento di la orden de que la cerraras justo ahí —soltó demasiado excitado y con ese toque dominante y sentía que mi cuerpo temblaba.
No podía usar mis manos si él no me lo ordenaba y me comenzaba a desesperar.
Volví a abrir mi boca y Jungkook movió sus caderas suavemente hacia delante metiéndose en mi boca, se detuvo cuando sentí su punta justo rozar mi garganta y aguanté con lágrimas en los ojos las arcadas que comenzaban a despertar de mi garganta, Jungkook gimió, su mano se aferró a mi cabello estrenándolo con sus dedos, aunque estuviéramos en un juego que yo había impuesto desde un principio, sabía que no me quería hacer daño, por eso echó sus caderas hacia detrás sacando toda su longitud de mi cavidad y dejándome vacía como antes, su sabor salado se me quedó en el paladar de mi lengua y quería más a pesar de que estaba prácticamente llorando cuando apenas había metido la mitad.
—Nanah, no voy a poder aguantar mucho —me dijo, realmente pasándola mal.
—Correte en mi boca —pronuncié, el rostro de Jungkook oscureció completamente con mis palabras.
—Nanah...
—Por favor —pedí.
Jungkook se mordió el labio frustrado al ver mi insistencia y supo que no cambiaría de opinión, por eso me miró con sujeción en los ojos.
—Pues entonces chupame como solo tú sabes hacerlo —sonreí tan ampliamente que me dolieron las mejillas al él darme carta blanca para que hiciera lo que yo quisiera.
Agarré su polla con mi mano derecha, sintiendo cada una de sus venas bajo mi palma y directamente las palpitaciones que sufría. No pensaba dejar de mirar a Jungkook a los ojos desde abajo, y mientras lo hacía, presioné mi lengua en su punta haciendo presión en el pequeño orificio y vi como el cuerpo de Jungkook tembló de pies a cabeza.
—Joder... Nanah... No hagas eso —cerró los ojos completamente ido por el placer y su mano sujetó con fuerza mis cabellos.
Di una lamida desde la base hasta la punta con mi lengua y succioné su punta, Jungkook gimió desesperado y su respiración estaba brutalmente disparada, verle desde abajo era todo un lujo, era increíblemente precioso y sexy, y más si era retorciéndose por mi juego, porque solo estaba jugando para sacarle gemidos y verle al borde de la excitación, tal y como él hacía conmigo.
—Voy a correrme si sigues con tu puto juego, Nanah —sonreí al oírle tan desesperado.
No fue porque él me lo pidió ni me lo advirtió, sino porque yo si que quería que se corriera en mi boca, por eso introduje todo lo que pude en mi boca cubriendo lo restante con mi mano, a una velocidad tan abrumadora que Jungkook se le tensaron todos los músculos del cuerpo (y vaya que si tenía).
Moví mi cabeza a un ritmo constante hacia delante y hacia atrás, masturbando con mi mano derecha aquella parte que mi boca no era capás de abarcar. Sentí su polla entrar y salir de mi boca repetidas veces, me sentía muy excitada y húmeda mientras se la chupaba y lo veía retorcerse a través de mis lagrimosos ojos. La marcada mandíbula de Jungkook estaba contraída, gemía y maldecía todo lo que podía, como si con maldecir pudiera aguantar un poco más mientras mi boca se encargaba de dejarse follar por su pene.
Me lo saqué solo instante de mi boca debido a mis constantes arcadas y mi batalla de introducir un poco más para repartir besos y lamidas por todo su tronco, mi mano se encargó de masturbarlo mientras boca llegaba a sus testículos y me entretuve un buen rato dándole atención también, succionandolos y chupándolos de manera que Jungkook gimiera cada vez más alto.
Abandoné sus testículos después de un buen rato jugando con ellos y volví con el mete y saca de su polla en mi boca. Jungkook comenzaba a temblar, esta vez sus dos manos me sujetaron de mi cabello rubio completamente empapado y sentí que me ahogaba, pero me mantuve firme porque Jungkook estaba al borde. Esta vez las caderas de Jungkook volvieron a liderar introduciendo y sacando su longitud cada vez más rápido pero sin llegar a lo brusco.
—J-Jo-der... Nanah... Mier...da —el cuerpo de Jungkook tembló completo estallando en mi boca.
Gustosa, complacida y feliz, recibí cada gota de su líquido en mi boca, tragándolo como buena chica, tampoco me desagradaba nada de lo que pudiera venir de Jungkook. La polla de Jungkook permaneció en mi boca hasta que hubo descargado todo en mi cavidad para luego sacarla completamente, estaba flácidas, pero volvería a despertar en breve.
Me dolía la quijada y las rodillas, pero todas las dolencias quedaron en un segundo plano cuando Jungkook me levantó con brutalidad y me pegó a los azulejos del baño para besarme frenéticamente. Me costó en un principio seguirle el ritmo por lo dormida que sentía mi boca, pero disfruté de que me besara y me apretara contra su lengua y sentía como su polla volvía a despertar en santiamén.
Una mano de Jungkook llegó a mi coño y se separó de boca solo para sonreír. Su mano hizo círculos maltratadores sobre mi clítoris y me retorcí completa soltando un chillido de desesperación.
—Te mojaste tanto solo chupando mi polla que solo de pesarlo la tengo dura de nuevo —mi cuerpo entró en ebullición —Me gustas tanto, Nanah —me abrió de piernas con su mano e hizo que mis piernas se enrollaran en su cintura sosteniéndome sin problemas —Me encantas en todos los sentidos, Nanah —su polla se alineó en mi entrada y mi respiración se disparó al sentirlo —Mucho mucho —se introdujo de golpe en mi dejándome caer hacía abajo y empujando sus caderas hacia arriba que chillé cuando lo tuve completamente adentro. No traía protección, no usaba nada de por medio y se había sentido diez mil veces más increíble que con el látex de por medio.
—E-El condón —dije en un golpe de realidad.
—No me correré dentro, tranquila, estoy limpio, confía en mi —y confiaba en él hasta con los ojos cerrados, por eso me dejé llevar.
Me sentí deliciosamente resbaladiza y estrecha al rededor de su polla y Jungkook atrapó mi labio inferior entre los suyos para chuparlo. Sus caderas se movieron hacia abajo y luego hacia arriba penetrándome una vez más. Nuevamente, la sensación de tenerlo dentro era increíble, me iba a volver a dicta a sentirme magníficamente llena por él haciendo explotar mi interior en una ola de sentimientos sin ningún tipo de sentido.
Nuestras respiraciones se mezclaban e iban al mismo ritmo peligrosamente rápido mientras sus caderas me penetraban sin cesar, rápido, hondo y de manera certera en mi interior, sintiendo con lujos de detalles toda su longitud y lo gruesa que era su polla follandome sin piedad alguna. El agua hacía resbalar nuestros cuerpos, el rostro de Jungkook estaba rojo, sus mejillas, su nariz, sus orejas, mis manos acariciaron su nunca aferrándome a los cabellos color menta en mis dedos, aparté cuando pude los mechones que le caían en el rostro y sus ojos brillantes se toparon con los míos, era increíblemente precioso. Esto era increíblemente precioso.
—Me aprietas tan bien que me siento muy cerca, ¿tú estás muy cerca, Nanah? —asentí frenéticamente.
Nuestros labios se encontraron una vez mas, me aferré a su espalda con mucha mas fuerza, se la arañé con mis uñas sintiendo como cada vez la penetración era más complicada debido a mis contracciones, pero aun así Jungkook no disminuyó la velocidad en la que salía y entraba en mi.
Sabía que podía sentir como mi coño se tensaba con cada entrada y salida poe su parte, como mi interior sufría espasmos señalando lo deliciosamente cerca que me encontraba del orgasmo. Los azulejos en mi espalda resbalaban una y otra vez a la velocidad en la que Jungkook me penetraba, subía y bajaba sintiendo como comenzaba a hacer una fricción de mi espalda con la pared como cuando frotabas dos palos secos para hacer fuego, eso era justo lo que me estaba ocurriendo en la espalda, pero todo era tan banal con respecto a sentir a Jungkook sin ningún tipo de protección penetrarme como si la vida le dependiera de ello, hasta hacernos llenar a la cima que necesitábamos para corrernos. Mi coño seguía asfixiando la polla de Jungkook con cada embestida que me golpeaba en la más hondo de mi interior, justo donde me hacia gritar y delirar en busca de liberarme.
Ambos temblamos y sufrimos espasmos junto al otro mientras aumentaba la velocidad en la que me penetraba en busca de llegar a la cima lo antes posible. Gemí y grité al sentirme tan cerca y me desplomé en un temblor recorriendome todo el cuerpo y cerrándome completamente al rededor de Jungkook. Ahogándolo y asfixiandolo con mi liberación absoluta.
Jeon hizo un esfuerzo sobrehumano en esperar a que yo pudiera ponerme de pie y salir de mi, se masturbó frente a mis ojos descargando su placer fuera debido a que no habíamos usado condón, y aunque el simple hecho de haberlo sentido sin ninguna protección entrar en mi había sido completamente increíble, no tomaba la píldora y habíamos fallado en no poner protección ante todo, pero Jungkook parecía tener todo controlado como buen adulto que era.
Jungkook luego de liberarse completamente volvió a mi para besarme con mucha más calma, era la etapa de: caricias después del coito, y me hacía un poco de gracia y ternura pensarlo porque Jungkook después de follarme (cómo ayer) me besaba con mucha más calma, como si todo eso que habíamos activado minutos antes, se hubiera apagado y las aguas se hubieras calmado.
Nos mantuvimos en la ducha un largo tiempo, Jungkook me lavó todo el cuerpo y yo hice lo mismo con el de él mientras compartíamos besos y caricias bobas.
Luego salimos de la ducha, en donde volvimos con el pequeño juego de tu me secas y yo te seco, sacándome sonoras carcajadas mientras me secaba el cabello, y justo así, riendo y compartiendo con él, nuestro tiempo juntos comenzaba a agotarse y nos mantuvimos lo más cerca posible el uno del otro mientras podríamos. Habían sido las mejores horas de mi vida colocándolas en el número uno de mi lista antes de las de Busan, porque estos momentos habían sido los más increíbles de mi vida junto a Jungkook, el señor mayor del cual comenzaba a enamorarme perdidamente y sin remedio.
«...❀...»
😳 Señor Jeon, quién fuera pared de semento para para que me estuvieras dando como albañil duro como el pavimento.
No se que he escrito ahí, se me acaba de ocurrir😅.
No lo he editado, tengo mucha pereza😪
Espero que les haya gustado mucho el capítulo y pues que no se pueden quejar porque tuvieron actualización antes de tiempo, y pues avisarles que ahora tendrán capítulo cada vez que tenga preparado, o sea que puede ser mañana mismo o puede ser dentro de dos o tres días, pero intentaré que no sea después de una semana.
¿Qué les ha parecido este bonito encuentro de Nanah y Jungkook nuevamente? Se que que están complacidas, no me mientan.
Me retiro.
Lxs sarangheo❤
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