❝22❞
—¿Y Yeonhee? —pregunté, a pesar de estar comiendo una tina de helado que me había comprado Jungkook mientras estábamos sentados en uno de los bancos del parque, yo sentada entre sus piernas abiertas a lo largo del banco con sus musculosos brazos rodeándome, la curiosidad cuando se refería a él nunca se iba ni con comida, y eso ya era mucho qué decir.
Jungkook suspiró, sentí su pecho pegado a mi espalda subir y bajar en esa acción, luego se calmó, me calmaba el simple hecho de tenerlo de esta manera, era una escena digna de un K-Drama, aunque lo que habíamos hecho minutos antes no era para nada de K-Drama.
—Ella...ella se quedará en Seul por un tiempo, todavía cree realmente que estoy intentando evitarte —me quedé de piedra de momento.
—¿Ella sabe...esto? —pregunté, alarmada y parando todas mis acciones, girando mi cuello para poder mirar a los ojos a Jungkook y entenderlo.
—No se lo dije yo, ella solita lo descubrió, intenté hacerme el tonto y evadir el tema, además de fracasar en mi intento de actuación en indiferencia —sonrió un poco, yo aún estaba preocupada.
—Pero... ¿Cómo? Yo no...
—Fuimos demasiado obvios esa vez que saliste llorando, y creo que yo metí la pata cuando me enojé con Soobin por decir que no quería estar detrás de ti como un perro —tragué saliva, aún Jungkook no se había enterado de lo de Soobin, de lo que él y Jenny eran, y sentía que yo no era esa persona para contarle, ¿pero realmente Soobin tendría el valor de contarle a su padre que traicionó a su novia con su mejor amiga? Él sabía que habíamos hecho cosas igual de malas, pero Jungkook tenía un alto nivel de furia todo el tiempo, y cuando explotaba, explotaba bien.
—¿Dijo eso? —pregunté pequeña, miré hacia otro punto quitando su mirada de la mía, Jungkook subió sus manos para agarrarme el rostro y volver a conectar nuestras miradas.
—Sí y...joder, no pude aguantar la furia de escuchar eso, muchos desearían estar detrás de ti como un puto perro si el regalo es tu atención, Nanah —sentí que se formaba algo dentro de mi, Jungkook me gustaba tanto que era hasta doloroso, me miraba de una manera que me hacia sentir todo en cada hueso de mi sistema, y quería sentir esto siempre, quería que él me lo hiciera sentir siempre.
—¿Tu quieres ser un perro detrás de mi?
—Ya puedes ponerme la correa y el collar para sacarme a pasear, Nanah, ya solo quiero estar contigo, estoy cansado de...evitarte, me duele que sufras por mi culpa —sonreí, ¿era momento de llorar? Porque lo iba a conseguir, incluso sentí que cuando mis ojos se empequeñecieron debido a mi sonrisa sutil se nublaron por las lágrimas, pero solo lograron mojarme las pestañas.
—¿Quieres helado? —cambié el tema radicalmente, solo porque ya se estaba formando un ambiente demasiado cursi y mi mente me estaba avisando de que era hora de parar.
Jungkook se rió y asintió, volví a dejar mi espalda en su pecho y sus brazos volvieron a rodear mi abdomen, sus dedos hacían círculos en mi piel debido a la corta blusa de mangas cortas, haciéndome cosquillas. Llené una cucharada de helado y levanté el brazo, alcé la barbilla para localizar su poca y agarró el bocado de helado completo sin dejar nada, luego abrió la boca debido al frío y yo me reí de él, por exagerado.
—Joder, Nanah, eso estaba realmente frío —se quejó.
—Pues obvio, es helado —me encogí de hombros en señal de obviedad. Hubo un silencio que solo lo dejé prologar por unos cortos minutos que me llevé varias cucharadas de helado a la boca y me deleitaba con el ambiente de estar abrazada a Jungkook, en un parque en plena noche, hasta que hablé —Tu pintura la colgué en mi habitación ¿sabes? —le dije, su respiración era calmada, y el martilleo de su corazón contra mí me calmaba mucho.
—¿Te gustó? —preguntó.
—Me encantó, siento que me hiciste más hermosa de lo realmente normal —comenté, tomó una gran bocanada de aire llenando sus pulmones.
—Te equivocas, eres así de hermosa ante mis ojos, y ante los de cualquier hombre —añadió, sonreí, era imposible cuando alguien tan...maduro como Jungkook me dijera eso, no lo superaría nunca.
—Pues creo que deberías entonces hacerte cirugías de ojos, esos ya no te están funcionando —soltó una risa ante mi comentario, solo para quitarle un poco de nivel a su halago hacia mi aspecto físico, que haber, sabía que era guapa, pero tampoco a ese...extremo.
—Creo que tienes razón —me giré abriendo mi boca en señal de ofendida.
—¿Estás hablando enserio? —su sonrisa de dientes de conejo era demasiado preciosa, y quería besar sus labios que se veían muy húmedos, rosados y apetecibles.
—No, no estoy hablando en serio —le pegué en el brazo, y él se quejó como si le hubiera dado un golpe el mismísimo Hulk, una tontería porque apenas le había tocado, exagerado.
—Mierda, Nanah, ¿qué tienes en esa mano, hierro? —solté una sonrisa y le volví a pegar.
—Ojalá, así dejaría de parecerte hermosa u entonces me vieras verde y grande.
—Mira que hablas tonterías —me miró entrecerrando sus ojos.
—Y mira que eres exagerado y gilipollas —me tapé la boca ante la última palabra, ¡acababa de llamarle gilipollas! Qué tonta eres, Park Nanah.
—¿Qué me acabas de decir? —comenzó a acercarse a mi y yo comencé a retroceder, ¡auxilio!
—¿Yo? Nada, que deberíamos irnos porque ya es bastante tarde ¿no crees? —sonreí nerviosamente mientras intentaba huir ante de que me matase ahí mismo.
—No, todavía es demasiado pronto, debo de castigarte primero —su mirada cambió a una de malicia total y supe que era mi momento de huir.
Solté la tina de helado logrando que se cayese al suelo cuando me puse de pie, pero como era de esperar, en cuanto iba a prender a correr, Jeon fue ágil y agarró mi cintura y logró ponerme en sus muslos de manera vertical con mi pecho apretado contra ellos al igual que mi abdomen, mi cabeza quedó suspendida mirando el suelo. ¡Mierda!
—¡Jungkook! ¡Debo de irme! —me quejé, revolviéndome para lograr pararme pero era imposible batallar con su fuerza, en menos de nada me subió la falda hasta que sentí mi culo descubierto al aire fresco, jadeé —¿Qué vas a hacer?
—Castigarte por ofender y decirle groserías a tus mayores —con una de sus manos (la que imaginé que era la derecha porque la izquierda me sujetaba de la cintura) amasó mis nalgas con morbo —Qué bonito culo tienes, Nanah, aunque eso ya lo debes de tener claro, ahora lo dejaré marcadito por mi mano, se verá más bonito así —y justo cuando terminó de hablar, su mano impactó contra mi nalga derecha.
Chillé, sentí ardor, pero no empleó una fuerza bruta como para lastimarme, al contrario, se sintió bien. Dio otra en mi nalga izquierda y me removí en sus muslos.
—Seguro te gusta que te esté zurrando de esta manera ¿no es así, pequeña Nanah? —esta vez sus dedos presionaron mi hoyito anal y gemí, ¡mierda, estábamos en parque público, joder! —¿Nanah?
—Sí...
Oí su risa, pero sus dedos se desplazaron hasta mi entrada que se encontraba húmeda, y volvió a reír.
—Sí que te gusta, lástima que ya te quieras ir —y así apartó su mano de mi cuerpo y me ayudó a colocarme derecha dejándome chafada completamente.
—Pero...
—Es tarde, tu misma lo dijiste —su sonrisa de triunfo me dejó atónita mientras caminábamos a su auto y nos montábamos en el mismo, y también me quedé así de perpleja cuando me dejó en mi casa (en el frente de mi casa esta vez) y se marchó dejándome en la entrada.
Puta mierda, ¿quiere decir que mi vibrador tendrá trabajo hoy? Porque me acabo de quedar más caliente que asiente sobre una sartén. Jodido Jungkook.
«...❀...»
Holaaa!
No se que pasa pero es la segunda vez que me tardo en la actualización.
El capítulo ya estaba hecho pero me tardé porque no medí bien mi tiempo. En fin, lo importante es que llegó sin falta.
¿Qué les ha parecido el capítulo? Aunque no lo crean, esta pareja a evolucionado de una manera que me gusta mucho, la verdad ¿ustedes piensan lo mismo?
Les mando besos y...
Lxs sarangheo❤
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