❝20❞
En cuanto terminaron de pasarse saliva el uno con el otro y Soobin le acarició la mejilla a la pelinegra, Soobin me vio, porque al mirar detrás de Jenny me vería a mi de todas maneras.
Alcé una ceja y me crucé de brazos, Soobin le mencionó algo a mi "amiga" y esta se giró para verme igual. Sentí algo, algo malo, algo como que ella no estaba contenta a pesar de que la que debería de estar enfadada, furiosa con todo esto era yo.
Mientras se acercaban a mi Soobin me observaba mucho, sabía el motivo claro por el que me miraba tanto, era obvio que no entendía el simple hecho de que no me afectase en lo más mínimo, y eso era lo que quería mostrar, que no me afectaba, que esto era lo que había estado necesitando para que Jungkook y yo pudiéramos avanzar un poco más, porque ya no estaba Jenny, ya no estaba Soobin, pero... ¿Porqué yo siempre pensé en mi amiga a pesar de cagarla cuando ella no me había tomado en cuenta ni una pizca? Sabía que la había cagado, en si, estábamos todos a mano ahora, pero pensé que Jenny confiaba en mi y que Soobin no era el tipo de chico que haría estas cosas.
Tragué saliva fuerte cuando quedaron delante de mi, miré un momento a Soobin, y luego a mi "amiga".
Pero en parte, todo esto me lo merecía, y solo llevaba un nombre, y ese era: el karma.
—Vaya, sospeché algo el día de la cena, pero no pensé que fuera cierto ¿saben? Quería pensar que mi curiosidad no fuera más allá que eso, curiosidad —comenté, sin embargo, con solo mis palabras, fue suficiente para que mi exnovio bajara a la cabeza, sin embargo, la chica no, se mantuvo firme.
—Ahora lo sabes, Nanah, no eras la persona que Binnie necesitaba en su vida, eras muy mala con él —mordí mi labio, me jodía que tuviera razón.
Pensé en cuando quise terminar con Soobin, pensé en las veces que me había tocado y besado con su padre, y me sentí mal por él, porque yo lo había hecho mal, lo había hecho jodidamente mal, y Jungkook -su padre- me gustaba, era alguien importante para mi, y aún si, el pecho se me contraía de solo verlo cogido de la mano de Jenny.
—Es cierto —Jenny mostró una cara confundida ante mi afirmación y miré a Soobin cuando me miró —Lo siento, ¿sabes? Siento mucho no haber sido la chica perfecta para ti, Soo, siento haber sido una mierda de novia, no me merecía la forma tan bonita en la que me tratabas, mereces ser feliz, y... Obviamente esa felicidad no la ibas a encontrar conmigo, siento si suena duro, pero yo tampoco la encontraba contigo, supongo que en eso fallamos, debí de haberte dicho como me sentía —me encogí de hombros —Espero... Que sean muy felices y que...encuentres la felicidad con Jenny —señalé.
Tragué duro, con todas mis fuerzas debido al nudo que sostenía en mi garganta y giré en mis talones para irme.
A lo mejor yo no estaba enamorada de Soobin, lo supe desde que las cosas comenzaron a ponerse extrañas entre ambos, me di cuenta que no era la persona que necesitaba porque incluso estando con él me había fijado en otra persona, y eso daba mucho de que hablar de que algo no estaba funcionando, que Soobin no era para mi, a lo mejor Jungkook tampoco pero eso todavía no lo sabía, pero sentía ese pequeño pinchazo, ese pequeño dolor punzante en el estómago y en el pecho, porque me había encariñado con el chico, aún cuando hacía cosas malas con su padre, siempre lo tuve muy presente, y siempre tuve ese miedo a lastimarlo, porque una parte de mi le quería, y se preocupaba por él, una parte de mi había logrado apegarse de manera cariñosa a Soobin.
Subí a la segunda planta para ir al baño, ya que entrar a aquél sería dar marcha atrás y según el dicho: "Para atrás ni para coger impulso" y se perdería un poco el sentimiento que le había puesto, por eso fui a otro baño.
Cuando acabé de lavar mis manos una vez que hice pis, saqué mi teléfono del bolsillo de la chaqueta del uniforme y marqué su número, quería escucharlo, repentinamente necesitaba escucharlo.
Al segundo tono descolgó, y muy típicamente preguntó:
—¿Nanah? —me reí, ya era gracioso.
—¿Porqué siempre preguntas si soy yo si claramente te sale mi nombre en la pantalla? —oí su risa del otro lado, y mi pie derecho se balanceó de adelante hacia atrás como un tic nervioso.
—No lo se, ¿para estar seguro de que eres tu y no una alucinación, tal vez?
—Bueno, pero me gusta, quiero que me recibas siempre así —miré mi pies moverse.
—¿Cómo? ¿Preguntando por tí?
—Si —afirmé.
Hubo un silencio que no duró mucho hasta que él habló.
—¿Me llamabas para algo en especial? —preguntó, yo me mordí la uña de mi dedo sonriendo. ¿Así será a partir de ahora, nos convertiremos en unos cursis empedernidos?
—Solo quería escucharte, pasó algo, pero... No me incumbe decírtelo yo —añadí.
—Ahora me vas a dejar con la intriga, eres una niña mala, Nanah —sonreí, eso había sonado sexy.
—Puedo ser muy mala, señor Jeon —le seguí el juego esta vez entrelazando un mechón de cabello en mi dedo con coquetería a pesar de que sabía que no me estaba viendo.
Por unos breves segundos escuché su respiración como si estuviera en mi oído, y sentí un calor extenderse por todas las zonas de mi cuerpo.
—No juegues conmigo, Nanah —se oía esta vez más serio.
—Usted jugó primero conmigo, señor —las formalidades solamente las aplicaba para provocarle, sabía que a los mayores le gustaban que los llamasen así porque se sentían dominantes, y Jungkook no iba a ser la excepción cuando era un hombre súper dominante.
Las imágenes del viaje a Busan se arremolinaron en mi cabeza, sentí en mi propio cuerpo esa llama de placer qué el me provocó con su boca, aquí abajo, en mi punto más sensible, y tuve la necesidad de apretar mis piernas porque me empezaban a dar punzadas en mi entrepierna de solo pensarlo, de solo pensar en el rostro de Jungkook entre mis piernas.
Joder.
—Es culpa tuya que ahora la tenga dura, Nanah —me encantaba que siempre dijera mi nombre al final de cada frase, con voz sensual y armoniosa que me hacía perder el sentido.
—Yo también estoy excitada, señor Jeon —dije con total sinceridad, si quería provocarlo, esta era la mejor manera.
—Joder, Nanah —se oía esta vez mucho más desesperado y también oí el desnivel que sufrió su respiración a través del teléfono —Estoy en el trabajo, no puedo estar haciendo estas cosas —dijo desesperadamente.
—Veamonos, Jungkook, necesito verte —dije igual de desesperada y con la respiración irregular, estaba al empezar a tocarme aquí mismo en el baño de la escuela escuchando su voz.
—En la noche, te recogeré en la esquina de la cuadra de tu casa, podemos aguantar, Nanah, se que sí —asentí a pesar de que no podía verme, pero realmente no pensaba del todo que podría aguantar, y mucho menos verle y no intentar algo más, algo más que besos y caricias.
Porque Jungkook me tenía al borde, Jungkook colapsaba todas mis hormonas.
«...❀...»
Me he retrasado un día en actualizar.
Lo siento👉👈 He estado bajita de ánimos, pero aquí estamos, siempre para delante.
Pero bien, ¿qué les ha parecido el capítulo? ¿Que piensan de lo pocobque pasó aquí? Es corto, lo se, pero se vienen cosas mejores, ya les digo yo que es así.
Bueno, no tengo hoy mucho que decir, por lo que me despido aquí.
Lxs sarangheo❤
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