7|Miedo.
Un nuevo día había llegado, el sol entraba de llenó por la ventana de la habitación. Un chico miraba el rostro de la persona con la que había pasado la noche y admiraba cada detalle de este. Comenzó a acariciar su cara con su dedo índice para luego comenzar a contar cada pequeña peca que se encontraba situada en el rostro del individuo, parecía un hermoso cielo estrellado y estaba consciente de que no podría contarlas todas en ese momento, pero para ello él sabía que tenían la vida entera.
—No sabía que eras tan romántico con tus parejas sexuales. —susurro el pelirrojo sin abrir los ojos, con la voz aún ronca.
—Es por qué no lo soy. —respondió, pasando su brazo por la cintura del mayor quedando así abrazados
Pero Jared no estaba cómodo en esa posición, así que quitó el brazo del menor y se levantó de la cama. Luego tomo su ropa y comenzó a vestirse. Está acción desconcertó al moreno que se sentó en la cama tapando su entrepierna con la sábana.
—¿A dónde vas? —cuestiono.
—Ayer quedé de verme con los chicos, ellos partirán primero hacia la cuidad. —abrocho su cinturón y procedió a ponerse las zapatillas mientras hablaba. — Y por la hora que es, estoy seguro de que están a punto de irse.
En ese sentido el pelirrojo tenía razón, se habían pasado la noche bastante ocupados así que cuando se quedaron dormidos el tiempo les resultó corto y se terminaron por levantar más tarde de lo usual.
—Deja que me cambié y voy contigo.
—No, no es necesario, puedes quedarte. Yo les daré el saludo de tu parte. —termino de atar sus zapatillas y caminó en dirección a la puerta. — Además aún no son tan cercanos así que no van a molestarse por no verte ahí.
Dicho eso escapó, por qué si, eso era lo que él estaba haciendo, escapaba de sus responsabilidades. Y es que de alguna manera esa mañana luego de despertar se sintió un poco arrepentido de lo que había pasado la noche anterior.
Sentía culpa de no haber detenido lo que estaban haciendo, sabía que había empezado a querer a Scott de una forma más intensa, pero en el fondo tenía miedo, miedo de que por un sentimiento que podría ser solo confusión terminaran arruinando la bonita relación que habían creado en veinte años.
Por otra lado el moreno había quedado consternado, esa situación no era nada parecida a la que él se había imaginado en su mente mientras su compañero dormía.
—Hasta que apareces. —menciono Daniel, mientras bajaba la puerta del baúl de la camioneta. — Estábamos a punto de irnos.
—Lo siento, ayer no dormí bien, así que me levanté tarde. —su compañero asintió y palmeo la espalda del pelirrojo.
—No hagan cosas sucias el tiempo que estén solos. —dijo, levantando una ceja.
—¿Qué? —pregunto con sorpresa. —, ¿De qué hablas?
—Por favor, hasta mi madre se daría cuenta de la relación que tienes con ese chico. —con su cabeza señaló la cabaña donde se estaba quedando el dúo.
—¿Relación?, Te equivocas, solo somos amigos. —menciono, tratando de excusarse.
—Jared, todos nos dimos cuenta de la forma que se miran, de la forma que tú lo miras. —Daniel mantenía una sonrisa curva y su cara detonaba picardía.
—¿Es muy obvio? —pregunto rendido. — ¿Todos lo saben? —el contrario asintió
Se habían dado cuenta, sus compañeros de trabajo habían descubierto sus sentimientos antes que el mismo, y lo peor de todo es que el aún no estaba del todo seguro. Su amigo soltó un suspiro y procedió a acercarse a Jared.
—¿Fuiste rechazado?
—No, no, claro que no —negó moviendo sus manos de forma exagerada. — Es solo que, somos amigos hace más de veinte años y realmente no me gustaría arruinar nuestra amistad por una confusión.
—¿Confusión?, Entonces él no te gusta, solo estás confundido.
—Es que, enserio no lo sé. —contesto, pasando la mano por su cabello.
Jared se encontraba realmente desesperado sabía que quería a Scott, sabía que lo quería más que un hermano, pero su estúpido ego y maldito pensamiento no lo dejaban aceptarlo, el miedo crecía dentro de el cada vez que pensaba siquiera en la posibilidad de tener algo más con Scott.
Se sentía estúpido e inmaduro, pero no tenía idea de que hacer. El realmente nunca había sido bueno en las relaciones, las pocas que tuvo no terminaron bien y a pesar de que algunas de ellas lo dejaron destrozado él sabía que quería volver a intentarlo con alguien, pero no estaba seguro de que Scott fuera la persona correcta.
—Mira Jared —Daniel puso una mano en el hombre de este y le dio un pequeño apretón. — Si realmente no sabes que es lo que sientes, no juegues con Scott o trates de descubrir tus sentimientos usándolo, por qué lo único que harás si no es lo que el espera, es lastimarlo. —dicho eso, Daniel se subió a la camioneta, arrancó el auto y se marchó de la playa.
El pelirrojo vio como sus amigos se marchaban y noto a la peli Azul sacar medio cuerpo por la ventana mientras sacudía su mano, despidiéndose. Suspiró, soltó la tensión de sus hombros y con valor decidió volver a la cabaña.
Por otro lado el moreno se encontraba desayunando en la barra de la cocina, un rico té caliente y pensaba en lo que había pasado hace unos momentos, trataba de recordar si la noche anterior había dicho o hecho algo que llegase a molestar al pelirrojo para que se comportará de la forma en que lo hizo.
Escucho la puerta de entrada chillar pero no giró hacia ella, sabía quién era la persona que la cruzaba, pero el miedo se instaló en su pecho, no quería ver en los ojos del mayor la misma frialdad que encontró en la mañana.
—Jared. —lo llamó, aún con la cabeza agachada.
—Voy a darme un baño. —cada vez más lejana se escuchaba su voz mientras subía las escaleras, sin siquiera prestarle atención al susodicho.
Respiró profundo y aún que no quería sus ojos se llenaron de lágrimas. No quería llorar, claro que no, pero el hecho de pensar que su amigo podría alejarse de él, le rompía el alma. Era la primera vez que le sucedía algo como esto, jamás había pensado en querer formalizar algo con el pelirrojo, hasta hace solo unos meses lo veía como su mejor amigo, pero ahora, después de un tiempo, eso había cambiado. Después de la noche que habían pasado juntos, sus pensamientos y sentimientos se encontraban claros, sabía que le gustaba, sabía que quería a Jared como más que solo un mejor amigo.
—¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan llorón? —se dijo, para luego pasarse la mano por los ojos y quitar las pequeñas lágrimas que se habían juntado.
El camino de regreso a la ciudad fue de lo más incómodo, ninguno de los dos hablaba, Jared se mantenía ocupado mirando la carretera y Scott hacia todo lo posible por seguir mirando por la ventana.
Jared no aguanto por mucho tiempo el silencio, así que estiró el brazo y prendió el estéreo del auto. La canción Love is not over de Bts lleno el estrechó espacio en el que se encontraban y es que el disco favorito de Scott había quedado puesto desde que viajaron de ida a la playa.
En ese momento Scott sintió que el corazón se le achicaba. La canción encajaba perfectamente con el sentimiento que él tenía en ese momento. El sentimiento de dolor al pensar que la persona que quería se estaba alejando.
El amor es doloroso y doloroso, sí
사랑이란 아프고 아픈 것 yeah
Romper duele y creo que duele aún más
이별이란 아프고 더 아픈 것 같애
No creo que pueda estar sin ti
니가 없으면 난 안될 것 같아
—Debería apagar esto.
El moreno no pronuncio palabra alguna, solo se limitó a tragar el nudo que se le había formado en la garganta y siguió mirando por la ventana, deseando llegar lo más rápido que pudiera a casa.
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Instagram: daynizleguizamon
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