Prologo.
Respira, vamos tu puedes.
Avanzo lo más rápido que puedo, notando como sudan las palmas de mis manos, como mi corazón va desbocado y como mis pies se enredan en cada paso dado.
Nunca debí salir, tenia la esperanza de que no pasara pero en mi vida todo pasa sin que yo pueda objetar algo, principalmente lo malo que es lo que siempre ha llevado la batuta.
Paso deprisa por su lado rogando que no me note.
Mis pasos se aceleran a la espera de seguir pero siento un jaleo y me detengo, tiene mi brazo atrapado con su mano, mi pecho sube y baja sin contemplación.
—¿Por qué?—su pregunta me descoloco pero escuchar su voz me dejó sin aliento—esta vez no te me escaparas...
Suspira.
Se que le duele, tanto como a mi pero mis razones son tan fuertes que explicárselas me dejara sin fuerzas.
—Solo dime algo flor—mi corazón dolió al escucharlo pero no podía hablar, no puedo seguir ahí.
—Suéltame, por favor...—suplique—no te hagas esto, ni a mi—digo en un hilo de voz.
—¿Hacer qué?—pregunta acercándome a su pecho—¿acercarme? ¿tocarte?—y acaricia mi mejilla con sus dedos—te extraño...—me alejo bruscamente.
—No otra vez, ya no— y decidida me doy media vuelta y comienzo a caminar.
Él me hace daño, su presencia, sus caricias.
No puedo permitir esto.
—Sabes que siempre te he amado, ya no huyas—un pedazo de mi corazón cae al piso pero no me detengo.
Lagrimas empiezan a caer pero me las limpio con fuerza.
Ya no más—me digo—vuelve a tu escondite y no salgas hasta que no quede rastros de él.
Llego a mi auto y ya dentro arranco sin mirar atrás.
Dejando al amor y olvidándome de mi dolor.
****
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top