E1-El chico nuevo.
Por los pasillos
Corriendo por los pasillos del colegio, batallando con sus útiles, su chamarra y los mechones rebeldes de su cabello, que le tapaban los ojos y se pegaban a su rostro por el sudor, un chico intentaba llegar a su clase de literatura.
Chocaba sin querer con algunos y tropezaba entre las piernas de otros que pisaban sin querer sus cuadernos en una tonta carrera contra el reloj.
_Hey mira por donde caminas... "cuatro ojos!"_
_Lo ... siento... es que..._
El chico seguía corriendo hasta que vio una puerta con el letrero de "Literatura Universal" Salón 8C.
Dando un suspiro de alivio y entró intentando aparentar calma. Con un tímido saludo al profesor y una inentendible disculpa entre dientes, (sin dejar de mirar al suelo) intentó buscar un lugar vacío en un lugar no muy alejado de la pizarra. Pero antes de poder pasar desapercibido, el profesor le detuvo frente a la clase :
_Ah el "sr" Haruki Nakayama... el alumno nuevo llegando tarde... será porque viene desde la prefectura de Kyoto... bla bla bla ..._
Despeinado, faldas por fuera , cuadernos rotos y sucios, además de 15 minutos tarde. No era así como a él le habría gustado ser presentado en su primer día en su nueva escuela en Tokio.
____
Flash back
Un par de horas antes había batallado con su hermana mayor por que se apurara en el baño, en el desayuno y sin éxito por toda la ropa que se probó antes de salir. Odiaba depender de ella para llegar a su escuela, pero se mudaron apenas este fin de semana y no conocía nada de la ciudad. A su padre le había parecido buena idea inscribirlo a último momento en una escuela más prestigiosa, ya que el negocio familiar iba muy bien. Así que su único hijo hombre podría aspirar a la carrera que parecía gustarle con más oportunidades en la gran ciudad.
Así que sin escuchar las protestas del joven, sus padres lo llevaron a la estación de tren y le desearon buena suerte en casa de su hermana mayor en Tokio.
_Hermano, te gusta la música y el cine y la fotografía... esta es una gran oportunidad. Además nunca has tenido problema en hacer amigos,
_Voy a extrañar a Take Chan...Aunque él va un año más adelante que yo ... siempre íbamos juntos a todos lados..._
_Ah si... pero, pronto serás muy popular aquí! Verás!_
_Popular yo? en Tokio? Estas soñando hermana. Me conformo con no morir aplastado..._
...
____
𝕌𝕟𝕒𝕤 𝕙𝕠𝕣𝕒𝕤 𝕕𝕖𝕤𝕡𝕦𝕖́𝕤 ...
_ Diablos... estoy tan cansado. Esta escuela es enorme y me es imposible recordar donde queda cada clase. He llegado tarde a todas...! Ni siquiera me molestaré en buscar el comedor. Prefiero comer aquí afuera en el pasto..._
Tirado sobre la hierba intentaba recobrar la calma y no parecer el perdido y asustado chico de provincia. Bajo el árbol más frondoso que encontró en el patio trasero, intentó comer la merienda que se preparó él mismo el día anterior.
Pero las hojas del árbol comenzaron a caer en su ramen. Sin mucha energía miro hacia el cielo :
_No puede ser... Casi no hay brisa y este árbol se las arregla para arruinar aún más mi horrible día_
Cuando de pronto divisó una figura tendida en las ramas más altas. Era la silueta de un estudiante dormido, quizá arrullado por el vaivén del viento en el tronco.
_ Eh? Ese tipo.... que hace ahí? Se va a caer..._
Sintió un poco de envidia. Én mismo solía hacer eso en su pueblo. Dormir arrullado por las hojas al viento perdiendo la noción del tiempo y el espacio. Bueno... Pero no en un árbol tan alto y tampoco en horario de escuela...
En eso el timbre de entrada sonó anunciando a todos volver a sus salones.
Haruki recogió sus cosas y volvió a mirar hacia el follaje. La silueta parecía no volver de su sueño ni con las campanadas, ni con el bullicios de los chicos corriendo a clases.
Haruki se quedó un momento mirando pensativo.
_No escuchó el timbre? Estará bien? Y si lo dejo ahí? puede que hasta le caiga la noche... y se resfríe... y muera de pulmonía... y se lo coman los lobos .... -ayy... Haruki no seas idiota!-Se regañó a sí mismo- Aquí no hay lobos (solo habitan en nuestras islas y están casi extintos) y además él está allá arriba de un árbol...!_
El chico vaciló un minuto antes de dirigirse a la puerta de entrada. Pero no pudo evitar mirar hacia atrás. Entre las copiosas ramas no se alcanzaba a ver qué ahí había alguien.
_ Mierda... mierda! No lo puedo dejar ahí. _
Y antes de que pudiera pensarlo dos veces ya estaba escalando el árbol. Hasta llegar a toparse de frente con el chico en sus ramas.
_ ¿QUÉ QUIERES?_
Para su sorpresa se topó con el rostro desencajado, enfurecido y para nada dormido del estudiante.
Sin poder evitarlo trastabilló hasta casi caer del árbol. Pero el otro chico lo agarró a tiempo de su camisa, evitándole una fea caída.
Haruki se llevó tremenda sorpresa quedando completamente inmóvil y con los ojos exorbitados, sin poder pegar dos palabras para una frase medianamente coherentes.
Ahh? Yo... yo... pensé que... es que creí... que estabas... que estabas dormido..._
El chico ya de cerca era algo así como una visión celestial, un rostro cercano a lo que los griegos llamaban belleza divina. Sus ojos no eran muy grandes pero podía verse destellos verdes en su iris.
_¿Y por eso querías aprovechar para robarme? ¿No es así? ¿Idiota? _
_¿Ah?? ¡NO! No ... lo juro. Yo pe- pensé que te habías quedado... y que te ibas a perder la clase y que te iban a comer los lobos en la noche y que ... podías resfriarte ... Yo... yo... SOLO QUISE VENIR A DESPERTARTE!!_
No podía creer lo que escuchaba. Se quedó mirando al que pendía de su mano agarrando su camisa.
Su dialecto extraño, su sinceridad casi infantil. Sus mechones claros adornados con hojitas y pequeñas flores del árbol. Las mejillas sonrojadas y esos hermosos ojos color miel que cerraba y abría como esperando un golpe, le hacían sentir una extraña ternura.
Pero tampoco pudo evitar carcajearse al escuchar esa verborrea de tonterías.
...
_Lobos? En Tokio? De dónde saliste? _
...
__¿Dije...Dije lobos...?_
El encanto se rompió al sentirse realmente avergonzado.
_Ya suéltame!... eso me saco por... ¡Qué me sueltes!_
_ No...Si lo hago te vas a caer._ La media sonrisa burlona podría haber hecho que a Haruki le estallaran las mejillas en rubor. Pero más bien fue el darse cuenta que con solo una mano, el otro lo había sentado de frente a él, en su misma rama.
-¡Oye! Pesamos mucho... se ... se puede romper la rama ...!_
_Nahhh si tú pesas poquísimo. Ni se movió cuando te sentaste._
_¡Ya deja de burlarte!... Además me tengo que ir. Llegaré tarde ... oootra vez _
_¡Ah! eres el chico nuevo. -Jaja- sí... has llegado tarde todo el día. Necesitas un GPS o algo! -jaja_
Haruki frunció el ceño, cerró los ojos un instante y suspiró, para luego simplemente bajar a saltos del árbol sin ningún problema.
Luego tomó sus cosas y entró en el recinto.
_¡Hey!...tú...espérame!... Siquiera sabes a donde te diriges?_
Haruki miró los extensos pasillos, las interminables gradas y los 89 puertas. Y bajando los hombros musitó:
_No tengo la menor idea._
De pronto sintió como el otro tomaba del brazo casi haciéndolo volar por el pasillo:
_Pues corre ... ya es muy tarde ... ¡Vamos!_
Y de nuevo esa sonrisa... ahora tan hermosa y honesta. Le habría encantado no tener que conformarse con mirarla de reojo.
_Por cierto mi nombre es Akihiko... Kaji Akihiko...!_
_Kaji Akihi... Akihiko... puedo llamarte Aki?_
_Bueno... si te gusta más..._
De pronto eran sólo dos chicos corriendo por el pasillo, con las mejillas encendidas por los rayos de sol que entran por las ventanas. -Era por eso- se dijeron a sí mismos y no por el hermoso bochorno que siente el corazón al encontrarse con alguien que nos enciende las mejillas y nos hace sentir mariposas en el estómago ...desde el primer vistazo.
Continiará?
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