⭐️🌌
Contemplaba como su bella mujer caminaba admirando la bella vegetación que crecía en el piso 80 de la Axiom Church "El jardín sobre las nubes" como se llamaba.
Los rayos de Souls hacían que su cabello rojo castaño brillara como magma. Esa vista era placentera, cuando la observaba, recordaba los primeros pisos en aquel castillo flotante que ahora era un recuerdo que iba envejeciendo con el paso de lo años, y más por los 200 años que estaría allí en Underworld... con el amor de su vida....
Se preguntaba por qué aquella chica dejó todo sólo para estar con él en aquel mundo que anhelaba proteger... a pesar de que ella le decía que no le molestaba estar allí y que disfrutaba las maravillas de este mundo, seguía preguntándose si ella no se arrepentía de esa decisión.
Ya habían pasado dos años desde aquella dura batalla contra el territorio oscuro, donde habían perdido a muchas personas importantes... pero antes de esa batalla perdió a alguien muy importante... su mejor amigo, siempre lo recordaba cuando veía a Asuna, ambos se parecían demasiado; tenían un gran corazón y ponían todo lo demás primero antes que su propio bien... la diferencia es que a una la amaba y al otro lo quería como a su propio hermano... pero trágicamente el destino le hizo una jugada y lo había perdido para siempre.
Pero al menos la tenía a ella... la sub-líder espadachín del Consejo de Unión del Imperio Humano... su esposa, su reina...
La joven se aproximó a él con una enorme sonrisa, mucho más resplandeciente que los rayos de Souls.
Él abrió los brazos en anticipación y la recibió gustoso.
Sintió su calidez y su familiar aroma, su favorito por cierto. Ella enterró la cara en su pecho y soltó algunos suspiros de satisfacción.
Mientras tanto el le acarició su bello cabello con sus manos, y en el acto, algunos de sus mechones quedaron enredados entre sus dedos.
Ere feliz... realmente feliz... no había nada en ese mundo ni en ningún otro que cambiara eso... pero se sentía culpable de muchas cosas, imposibles de contar...
Y sintiendo esa espina de duda, colocó su mano derecha en la mejilla de ella, elevándola para que lo mirara directamente. Dios, era tan hermosa, por nada del mundo se le consideraba una deidad allí, ni creía que la diosa Stacia fuera así de bella.
Tenía que saberlo – Asuna... todo este tiempo has estado conmigo y yo... no te he oído decir lo que piensas...
No sabía si sus palabras eran las correctas, ya que ella lo observó confundida – ¿Qué quieres decir Kirito-kun? – Preguntó en un dulce tono.
– Pues... tú me has dado mucho... decidiste quedarte aquí conmigo, aún sabiendo que no podríamos volver nunca... y por mi culpa sufriste mucho en una guerra que ni estabas involucrada, muchos sufrieron por mi culpa... así que necesito saber... ¿te arrepientes de estar aquí conmigo...?
Tenía mucho miedo de lo que la hermosa pelirroja le pudiera contestar.
Ella sonrió de manera natural y contestó – Ya que lo mencionas... sí... me arrepiento de quedarme aquí contigo... – Lo último lo dijo en un tono seco, como si sintiera asco de tan sólo hablarle.
Su corazón paró... ¿acaso la chica que acababa de mostrarle esa bella sonrisa que solamente le dedicaba a él, le había dicho eso en ese tono oscuro?
– ¿Q... qué...? – Preguntó con un hilo en la voz.
La joven ahora tenía una expresión sombría y se alejó de él casi empujándolo. Lo miró con repulsión.
– Ya me oíste... odio estar aquí... bien podría estar en el otro lado con mis amigos y familia pero me tocó quedarme aquí contigo.
Ya no había no había rastro de la dulce chica que amaba, ahora estaba rodeada con un aura oscura que se parecía a la de Gabriel cuando se enfrentó a él.
– Lo... lo lamento Asuna... yo... – Su voz sonaba quebrada.
– Ni te molestes en pedirme perdón... eso no me servirá, no lo arreglara, y no quiero oír algo que no vale nada para mí. Me das tanta lastima y repulsión... lloras por lo que sea... no mereces ser feliz... y prometes que me tendrás a salvo... cómo se lo prometiste a él...
Ya no lo pudo aguantar, desvió la mirada al suelo y finalmente soltó lágrimas... le dolía... le dolía que la persona que más amaba y le importaba le estuviera diciendo esas palabras tan crueles.
Cuando volvió a observarla aún llorando, un escalofrío pasó por todo su cuerpo con algo horrible... Asuna tenía una enorme herida en el vientre, manchando todo su vestido color perla, casi se veía el agujero.
– ¡Asuna! – Trató de correr hacia ella pero no pudo, sus pies era detenidos por algo. Dirigió su mirada hacia el suelo y vio varias raíces oscuras con espinas, pero ahora que lo observó mejor... era hielo... hielo negro.
Trató de moverse para alcanzar a Asuna, que se tocaba el vientre con dolor, pero mientras más se movía las raíces con espinas pasaban por todo su cuerpo para mantenerlo quieto.
Gritaba su nombre pero ella ni lo veía, y conforme pasó el tiempo Asuna se torno oscura y desapareció entre la oscuridad que empezó a rodear el jardín.
Kirito lloraba y gritaba con desesperación... pero se percató que ambiente tenía un olor – ¿Rosas...?
¿Hielo y Rosas? Cuando observó mejor el hielo, notó que había algunos fragmentos en forma de rosas, aunque eran oscuras sí se podían distinguir. Y ahora el piso ya no tenía una bella vegetación verde ni un aura pura, ahora todo era oscuro y sombrío.
– Hola Kirito....
Esa voz... no... era imposible...
Volteó a ver aquella silueta que lo había atormentado en sus sueños... su mejor amigo y su héroe...
– ¿Eugeo...? – Su voz sonaba rota.
El rubio no contestó, solamente se quedó mirándolo sin mostrar expresión alguna.
Movió sus labios sin pronunciar nada, aunque Kirito fue capaz de leer sus labios.
"Díselo a Asuna..."
No entendió a que se refería con eso... ¿decirle a Asuna qué exactamente?
Había cientos de gracias y disculpas que quería expresarle, pero siempre que lo intentaba algo se lo impedía, no sabía como describirlo, pero era como si no pudiera hacerlo.
Cuando estuvo por preguntarle a Eugeo a que se refería, este le dio la espalda y se perdió entre el aura oscura del piso.
Quiso ir tras de él, pero las espinas se empezaron a extender más y el hielo le recorrió todo el cuerpo.
Llegó hasta su cuello y cerró los ojos en anticipación, deseando que el dolor en su corazón y sus lágrimas desaparecieran de una vez.
– Kirito-kun...
Apretó fuertemente los párpados, negándose a ver, no queriendo volver a experimentar algo así de nuevo.
– Kirito-kun.
Ese llamado se oyó más cerca.
– ¡Kirito-kun!
Sintió una sacudida brusca en su brazo derecho y eso lo hizo levantarse con el corazón a mi por hora.
<<Fue solamente una pesadilla>>
Eso no lo tranquilizó más, su respiración era errática y estaba empapado de sudor. Se sentía perdido, tenía muchas ganas de vomitar en es momento.
Se tocó la cara y la sintió toda mojada... pero no era solamente por el sudor... eran lágrimas...
Aún confundido y temblando, sintió una pequeña mano sobre la suya. Eso lo hizo reaccionar y voltear a ver a quién tenía a su lado.
– Kirito-kun...
Él la observó con terror. Al notar eso le tocó con suavidad la mejilla izquierda – Fue una pesadilla ¿verdad?
Él se sintió en el cielo cuando sintió como los dedos de su diosa lo acariciaban de manera maternal y con mucho amor.
Procesó un poco en dónde se encontraba. Estaba en una cama y la habitación era enorme, los rayos de Lunaria se infiltraban por las ventanas y lo comprendió.... estaba en su habitación en Axion Church... al lado de su reina.
Cuando desapareció todo rastro de temor, jaló el brazo de la chica a su lado y la abrazó con todas las fuerzas que su cuerpo le permitió.
Enterró su rostro en el cuello femenino y no le importó mojarlo con sus lágrimas, ahora lo que más necesitaba era sentir su calor... verdadero calor, no como el frío del hielo que sintió en su sueño.
El agarré aumentó en cuanto sintió las manos cálidas de la pelirroja en su espalda, acariciándolo para que de alguna manera se tranquilizara.
Decidió que ya era suficiente y alejó sólo un poco su cuerpo del de ella para mirar abajo, no le gustaba que lo viera así, se sentía tan débil y no tenía derecho a llorar después de todo lo que hizo.
Aún escapando de su bellos ojos avellana, sintió su mano para limpiarle las lágrimas restantes.
– Dímelo... puedes decírmelo....
Él levantó la mirada para finalmente encontrase con la suya.
Suspiró aun temblando – Yo... no quiero... no quiero recordarlo...
Ella le dedicó una sonrisa cálida y comprensiva.
– ¿Al menos me podrías decir tus preocupaciones?
– No creo que...
– Kirito-kun... cuando nos casamos prometimos que nos diríamos todo... soy la única que puede entenderte en todo el Territorio Humano o en el Territorio Oscuro o incluso en cualquier mundo... si tú estás preocupado entonces yo también...
Eso provocó una punzada dolorosa en su corazón... recordó que ella había abandonado todo sólo para estar con él.
Asintió levemente y colocó su cara en su pecho, como un niñito siendo consolado por su mamá, aunque le iba a decir sus sentimientos, no quería que lo viera tan... vulnerable...
– Es que... todo este tiempo me he preguntado, Asuna... ¿eres feliz... conmigo...?
Ella se sobresaltó con esa pregunta, lo sintió por su respiración.
– Yo... egoístamente me quise quedar en este mundo para poder protegerlo, quería proteger lo que Eugeo... lo que Eugeo quiso proteger también... después de todo él se sacrificó para protegernos – Sollozó, en cualquier momento se rendiría y rompería en lágrimas otra vez.
Asuna no decía nada, lo escuchaba atentamente.
– Y aunque sabía que dejaría atrás a las personas que amaba, quise quedarme y te arrastré conmigo... yo... soy tan feliz de que estés aquí y te juro que nada en este mundo me hace sentir de la misma manera en que tú lo hacer... al saber que puedo estar contigo todos los días de mi vida, hasta que termine nuestro tiempo aquí en Underworld... pero creo que jamás te he preguntado si tú... sientes lo mismo... que quieres estar aquí conmigo de la misma manera que yo. Te involucraste en algo que no tenía que ver contigo, sufriste mucho en la batalla y aún lastimada, te levantaste para pelear contra PoH... sólo para proteger a los de este mundo... yo no merecía ni merezco que hayas hecho tanto... yo...
Kirito iba a seguir, pero ella tomó su rostro, obligándolo a levantar la mirada para volver a mirarla. Pudo notar que su mirada mostraba cierta molestia y determinación, era la misma expresión que ponía cuando dirigía al gremio KoB, o como cuando mantiene en orden el Consejo de Unión del Imperio Humano y aún cuando es de él la responsabilidad encargarse de todo eso.
Sin entender que estaba pensando, la dulce caricia que esperaba pero nunca llegó en las dos mejillas que eran sujetadas por la pelirroja, terminaron siendo apretadas y jaladas, lo que causó una pequeña punzada de dolor en ambos cachetes.
– Kirito-kun, sabes que me enfada que digas ese tipo de cosas – Lo miró con reprocho parando su pellizco, cerró un momento los ojos para procesar lo siguiente que diría – En todo este tiempo ya deberías haberte dado cuenta que todo lo que sufrí en el pasado fue porque no puede protegerte cuando más lo necesitabas.
La mirada gris que con el reflejo de Lunaria hacia que parecieran dos bellos zafiros, brilló con cierta duda, pero cuando estuvo por decir algo ella puso una mano enfrente – Déjame terminar primero.
El asintió en respuesta algo apenado.
– Ya lo dije y lo volveré a hacer... yo vine a este mundo sólo porque quise salvarte de la misma manera que lo has hecho conmigo todo este tiempo... no tienes idea de lo mucho que me duele pensar en todo lo que sufriste... aunque no sea la misma persona, yo... yo perdí a Yuuki...
Kirito se sintió mal por ese detalle, recordó que le mencionó que había sentido la presencia de Zekken en su pelea contra PoH.
– Al venir aquí y ver a las personas que quisiste proteger con tu vida y que quebró tu alma, me hizo sentir lo mismo que tú, una de las razones por las que me quedé fue para proteger este mundo contigo porque acababa de nacer.... pero yo quiero compartirlo sólo contigo.... y aunque sea egoísta, sabía que te quedarías incluso si no me lo dijiste, pero yo quería acompañarte para no dejarte solo otra vez y también por ciertas cosas personales...
Él no entendió a que se refirió con esa pequeña énfasis pero decidió no preguntar... por el momento.
– Tus problemas son los míos, así que en el momento en que despertaste en este mundo ya era un asunto en el que yo debía estar involucrada y sí... tal vez sufrí... sufrimos mucho en la batalla y me sentí tan impotente cuando no podía hacer nada... pero sufrí más por ti... sufrí al verte en ese estado y saber que no te pude ayudar en despertar me hace sentir peor... pero volvería a sufrir las veces que sean necesarias para poder ayudarte, porque yo te amo... y aunque tal vez no haya hecho mucho, yo...
Ya no lo soportó más, la rodeó nuevamente con sus fuertes brazos y se llenó de su calidez nuevamente. No soportaba que dijera que sus acciones fueron mínimas, simplemente odiaba que dijera eso.
– Asuna... hay cosas que tú tampoco has comprendido y tal vez no te he dicho... pero la razón por la que desperté ese día fue porque estuviste en mi mente... me diste el valor y la determinación para levantarme de nuevo y caminar... bueno... Eugeo también me ayudó...
Asuna lo escuchó sin interrumpirlo.
– Pero mi vida es para ti y sin ti ya no tendría ningún sentido... no tienes idea de lo que me provocas con tu belleza pura y tu aura amable, yo no puedo pedir nada más. Y aunque no puedo recordar mucho cuando estaba en ese estado... cuando llegaste al carruaje en el que estaba, alteraste mis sentidos e hiciste que mi cerebro funcionara bien algunos segundos. Eres la luz de mis días y noches, no hay nadie más en esta vida que quiera tener a mi lado, siempre tengo miedo, pero sólo tú eres capaz de tranquilizarme... te quiero a ti a mi lado siempre y a... – Tocó su vientre, ya algo grande por el pasar de los meses.
Pronto alguien más formaría parte de sus vidas. No podían esperar a que naciera, a pesar de ser mayores, querían que creciera junto a Leazetta y Berchie, esos niños serían estupendos compañeros de juegos para su querido hijo.
– Te aseguro que este bebé tendrá tu belleza y amabilidad – Acarició gentilmente su barriga.
– No... este bebé será tan fuerte y noble como tú... aunque no quieras admitirlo, eres lo mejor que puede tener este mundo y los demás y este bebé crecerá oyendo tus historias, yo me aseguraré de eso – Declaró sonriendo de la manera más bella del mundo.
– Te amo Asuna... eres mi vida, mi amor y nada ni nadie podrá cambiar eso aunque pasen mil años y amo que me hayas concedido una alegría más, nuestro hijo o hija será nuestro todo – Le besó la panza para luego besar el escote de sus pechos, sin escalar a segundas intenciones, también beso su cuello y al último beso su cara y se detuvo específicamente en sus labios color rosa.
Mientas disfrutaba la dulzura de este par, recordó que en su sueño, Eugeo le dijo que le dijera algo a Asuna... ahora entendía a que se refería... sus miedos más profundos y sus verdades. Ahora que lo pensaba se sentía más aliviado, pues dos años habían pasado desde que la tenía su lado y jamás se habían confesado sus preocupaciones.
Se separó y observó los bellos ojos color ámbar. Brillaban hermosamente.
– Eres preciosa a cualquier hora.
– Moooo, no digas cosas que me avergüencen... y hablando de horas... es algo tarde, ¿quieres volver a dormir?
Lo pensó unos momentos pero negó con la cabeza, a pesar de haberse confesado con su esposa aún temía caer en la misma pesadilla.
– No tengo mucha prisa para volver a dormir.
– Eso es muy raro de ti, eres tú quien ama dormir, es más... eres mi último recurso cuando me da insomnio, observarte dormir me trae mucha paz – Dijo con inocencia, pero no sabía que le acababa de dar material al joven espadachín, que sonrió con burla.
– ¿Ehhh...? ¿La gran Asuna-sama me observa dormir...? Me recuerda a nuestros días de luna de miel en SAO... cuando me acechabas con la mirada y tratabas de desnudarme con ella – Se acercó peligrosamente, provocando un gran sonrojo en su cara.
– N...no... ¡No me refería a eso, pervertido! Yo sólo decía que... que... agh... – Le propició un fuerte golpe en el hombro al joven, el cual hizo que soltara una fuerte carcajada.
Antes de seguir molestándola, ella decidió cambiar el tema – ¿Por qué no vas a volar un rato? Me dices que eso te tranquiliza mucho cuando no puedes dormir por las noches.
Kirito arqueó una ceja – Claro que me tranquiliza, pero porque tú vienes conmigo mientras te abrazas de mi cuello y yo puedo sentir toda tu existencia pegada a mí.
Asuna enrojeció pero ignoró su comentario – ¿Pero no te tranquilizarías...?
– No quisiera pasar la noche solo y no es una opción que vengas conmigo, después de todo...
– Lo sé – Se tocó el vientre – Aunque creo que Roney-san está haciendo guardia a estas horas... podrías...
– Asuna... la única compañía que quiero todas las noches de insomnio es la tuya, sea en esta cama o allá afuera.
– Eres... ¡Eres un pervertido!
– ¿Además estás sugiriendo que pase la noche con otra chica...?
– ¡Ya dirás tú! Los dos años que no estuve a tu lado te hicieron más social, en especial con TODAS las señoritas de Centoria.
– ¡Yo ya te dije que no pasó N-A-D-A entre ninguna de ella! Además...
Fue cuando se dio cuenta de cierto comentario que Asuna hizo hace rato. Sonrió perversamente.
– ¿Entonces esas son tus "ciertas" razones personales...? – Se acercó sin cambiar la expresión traviesa.
Asuna por inercia se alejó un poco – ¿Qu... qué...?
– Querías asegurarte que ninguna mujer ocupara tu espacio... – Era una afirmación no una pregunta.
Su sonrojo se nota incluso en la oscuridad de la habitación – Yo... yo... no... ¡no te creas tan importante!
– Ohhh que cruel... ¿Qué no fuiste tú la que dijo que la razón por la que te quedaste aquí fue para poder estar conmigo...? – Se seguía acercando de manera peligrosa.
– Yo... – Asuna observó los labios de su amado, los cuales brillaban de manera provocadora e invitable, la cual seguramente no podría negar mucho más tiempo.
Se mordió el labio inferior en anticipación antes de recibir un beso feroz que la hizo olvidarse de todo.
Kirito no lo soportó más y la aprisionó bajo él en aquel lecho con sábanas blancas que compartían todas las noches.
Se separó algunos segundos para observarla con seriedad – Asuna... tú eres mucho más que sólo mi esposa o mi reina... tú eres mi todo y te aseguro que ninguna mujer podrá cambiar lo que siento por ti... – Enredó algunos cabellos entre sus dedos.
Asuna tuvo que retener las lágrimas, así que asintió y sonrió mientras lo atraía a sus labios nuevamente – Dices tantas cursilerías cuando estás cansado...
– Es tú culpa que sea así... provocas en mí cosas que nunca creí que haría o diría... – Susurró por último antes de besarla con pasión y necesidad. Sus manos recorrieron todo su cuerpo, perdiéndose en su laberinto de curvas infinitas, sentía que siempre descubría una nueva y más con el embarazo. Trazaba en mapa con sus dedos y rió sobre sus labios – Ya sé con qué me entretendré esta noche sub-líder espadachín... – Dijo en un tono provocador sin soltarle los labios.
– Eres un... ¡hmph! – Sus dedos se detuvieron en un lugar que la hizo sentir un espasmo que casi la desmaya. Se tuvo que morder los labios para no gritar
– Shhhh... relájate. Nuestro hijo no será consciente de nada de esto.
– Kirito-kun... ¡baka! – Se dejó amar sin quejas y se unió en cuerpo y alma por milésima vez con su amado.
Esa noche compartieron sus temores y sus deseos.
Ambos siempre se necesitarían y esa noche era testigo de eso.
•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•
DEDICADA AL KIRITOWEEK DE JAPÓN... AUNQUE ATRASADO.
TENÍA MUCHAS GANAS DE SUBIRLO LA SEMANA PASADA, PERO APENAS ENTRO A LA UNIVERSIDAD Y LOS PROFESORES NO ME TUVIERON COMPASIÓN AÚN SIENDO LA PRIMERA SEMANA.
QUISE PLASMAR UN POCO DE LAS NOVELAS DE MOON CRADEL E IMAGINARME MÁS O MENOS COMO SE SENTIRÍA KIRI RESPECTO A LA DECISIÓN DE ASUNA DE QUEDARSE CON ÉL EN UNDERWORLD, ES DE MIS MOMENTOS FAVORITOS EN LA NOVELA.
Y NO ME GUSTA COMO CRITICAN A MI ASU BABY ÚLTIMAMENTE EN LAS REDES SOCIALES>:v. ELLA ES LA WAIFU SUPREMA Y LO DEMOSTRÓ EN EL ÚLTIMO EPISODIO QUE SACARON.
CORTE LA ESCENA LEMMON, JAJAJA PERDONEN LOS QUE DESEABAN VER ESO, PERO ME SIGUE DANDO PENA Y ESTOY SEGURA DE QUE ME SALDRÍA RARO (AUNQUE ESTOY PENSANDO HACER MI PRIMER FIC LEMMON XD) ¿QUÉ OPINARÍAN?
Y POR ÚLTIMO, YO SOY DE LAS QUE CREEN EN LOS RUMORES Y LAS TEORÍAS DE QUE ASU Y KIRI TUVIERON HIJOS EN UNDERWORLD, AMARÍA QUE REKI CONFIRMARA ESO, ME TORTURA!!!
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y SI HAY FALTAS ORTOGRÁFICAS PERDONDEN. VOTEN Y COMENTEN.
ROXY 51 FUERA!!!!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top