Capitulo III
-Mira Alison yo no tengo nada con Nathan, y si lo tuviera no sería asunto tuyo.- Eso la verdad me sacó una sonrisa en mi interior nunca nadie me había dicho que le gustaba como era, normalmente a mi la gente me dice raro y la verdad yo también me veo raro pero me da igual, yo soy así porque quiero y porque así me convertí para poder sentirme en paz.
Mi familia no es la familia perfecta, intente irme de este mundo varías veces, pero nunca me atrevía a dar el siguiente paso.
También me introduje en el tema de las drogas, las cuales ahora no puedo dejarlas.
Cuando Ashlyn me cogió de la mano me sentí bien, ella será la solución para poder sobrevivir, ella será mi salvadora pero si se va....yo....caeré.
Pasaban las horas de clase y ella se sentaba siempre a mi lado ayudándome con lo que no entendía una mierda.
Cuando acabaron las clases ella y yo intercambiamos números para mantenernos en contacto y poder hablar más a menudo, nos hemos caído bien el uno al otro, se que ella estará en mi vida bastante tiempo pero si ella se va mi vida ya no tendrá sentido alguno.
Y ahora me toca entrar al mismo infierno, mi propia casa.
Desde afuera se escuchan los gritos de mi padre y los gritos de mi madre, a mi lo que me preocupa es mi madre y mi hermana nadie más, mi padre solo es un alcoholico de muerda que no vale nada, yo no lo veo como un padre solo como un puto abusador de mierda el cual se aprovecha de mi madre Gad aves que bebe y se emborracha.
Al entrar está todo roto como de costumbre, mi hermana llorando corro hacia ella.
-Star ¿te hizo algo?- la pregunto abrazándola.
-Papa....intento golpearme porque casi se cae por culpa de mis muñecas, pero Mamita se dejó golpear por mi.....y....y ella es....llena de sangre.- le doy un beso en la mejilla y corro para buscar a mi madre la cual está en el suelo gritándole, suplicándole que ya no la golpee más.
-Rodrigo, a dicho que no la golpees más.- le digo, el ora y se da la vuelta para mirarme.
-A mi niño nadie me dice lo que ¡¡TENGO QUE HACER!!- me pega un puñetazo en la cara con el cual yo caigo al suelo para que después, lleguen unos cuantos golpes con el pie en mi estómago.
El cuando acababa de dejarme cano el a querido se va de casa.
-Mama...¿estas bien?- fue lo único que pude decir antes de caer desmayado.
[...]
Al levantarme estoy en una habitación blanca. Me duele todo ¿que ha pasado?
¿Porque estoy en un hospital?
Voy mirando por todos lados y allí está ella con la cara seria como la conocí.
-¿Por qué estoy en un hospital?- digo yo ella se va acercando a mi.
- Te llame y tú madre me contesto llorando. Y...me dijo que estabas desmayado así que fui a tu casa corriendo y al verte tuve que llamar a una ambulancia.- dice ella con una cara de preocupación.
- asiento que hayas visto eso.- digo intentando moverme para verla pero mi abdomen duele.
-No te muevas estupido te dolerá más.- dice ella y yo sonrío al oír que me dice estupido.- ¿de que te ríes?
- De que me llamaste estupido.- y empiezo a reírme y ella se va riendo poco a poco.
Acabamos riendonos unos cuantos minutos.
-Nathan ¿como te paso eso?- Dice ella am con una expresión triste en su cara.
- Ok, te lo diré pero no se lo puede decir a nadie.- ella me mira fijamente.
Nota de la autora:
¿Creéis que se lo podrá decir? ¿O los interrumpirá alguien?
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