Capítulo 7| Un Paso A La Vez (reescrito)

Termino de colocarme el conjunto de lencería que Rainer me indicó en la habitación donde siempre tenemos intimidad.
Observo mi silueta por el extenso espejo, el corsé me amolda una cintura diminuta lo que hace más voluptuosos mis pechos. En la cadera llevo un arnés que va atado hasta los muslos y realza mi culo. 
Mis sentimientos son un revoltijo, me siento ansiosa y caliente, una puta mala combinación, si quiero mantener al menos un poco de dignidad.
Rainer entra abriendo la puerta cautelosamente, observa todo mi cuerpo encendiéndome aún más, su mirada me hace sentir deseada, y me demuestra que aún provocó algo en los demás. Mi jefe se acerca con cuidado y cubre mis ojos con un antifaz negro, no puedo ver absolutamente nada, todo es obscuridad.
Mi cuerpo es cargado por él hacia quien sabe donde, solo estoy dejándome llevar.

— Cuando te lo indique, vas a abrir los ojos.— Comenta acariciando mi cabello y yo Asiento.

Dejo de sentir la tela del antifaz sobre mi piel, al igual en que Rainer me deja sobre el suelo.
Muero de ansias, quiero saber que es lo que tengo que ver, es una sorpresa y como toda mujer, las amo.

— Ábrelos. — Cedo a sus palabras y abro los ojos.

Me petrifico al ver donde estamos, es un especie de cuarto obscuro con luces rojas, al estilo cincuenta sombras;  hay aparatos de tortura, látigos y más estupideces para causar dolor a lo sadomasoquista.

— Este es nuestro lugar, Olivia. — Susurra.

Debería correr y huir, cualquiera en mi lugar lo haría, sin embargo, no lo hago, la curiosidad me sobrepasa.

—Usaremos solo lo que tú consientas, no te obligare a nada a menos que tú lo apruebes. — Asiento. — puedo darte un pequeño recorrido si así lo deseas.

— Sí. — Me limitó a responder.

— Estas son fustas. — Señala a una especie de espátula. — Sirve para castigar provocando placer y es uno de los más comunes.

— Sí, ya lo conocía. — Espetó y él sonríe.

— Estos son azotadores y su nombre lo indica, supongo que no tengo que dar una descripción. — Asiento.

Así, con cada uno de los aparatos y objetos, Rainer me hace una pequeña descripción compleja con los usos y causas, es impresionante como existe tanto armamento para causar placer, el mundo es muy extenso y hoy en día, ya ni siquiera es necesario un órgano sexual para satisfacerte.

— ¿Quieres cumplir mi primer fantasía?. — Susurra detrás de mi oído.

Mierda, con solo hablar ya me pone caliente.

La vida es para correr riesgos y no hay nada de malo con romper las reglas una sola vez.

— Sí. — Lo encaro. — Estoy lista.

Rainer aplaude y las luces se apagan, solo queda una lampara que ilumina con luz neón. El arnés que traigo sobre mi cuerpo también se enciende con la obscuridad, quisiera saber donde lo consiguió, necesito mas de ellos.

—Arrodíllate, Olivia.

Dejo caer mi cuerpo sobre mis piernas, quedando a la altura de su cadera. Desato la hebilla del cinturón al igual que el pantalón, deslizo la prenda dejando besos por sus piernas saboreando cada partícula que mis labios tocan. Con su mano derecha eleva mi mentón por lo que nuestra vista se conecta, lentamente lleva mi cuerpo hacia la cama donde lo deja caer sin ser cortés.
A mi alrededor todo da vueltas, el golpe me mareo.
Rainer ata mis piernas con grilletes a los barrotes de la cama y después sube sobre mi cuerpo rozando su pene en mi rostro mientras termina de atar mis manos de la misma forma en que lo hizo con las piernas.

— Recuerda mi nombre, gime y ruega. — Asiento.

Rainer va por la fusta y la pasea por mi cuerpo, pego pequeños saltos aguantando el placer que experimento. Observó su erección latente, me necesita, él tampoco va a soportar tanto castigo, ambos somos iguales en esto.

— ¡Gime mi nombre!. — Golpea con la Fusta cerca de mi clavícula.

— ¡Rain!. — Jadeo.—¡Rainer!.

Su sonrisa se extiende y es malditamente preciosa.

Abruptamente baja mi ropa interior desatando el corsé y el arnés con antelación, tengo las piernas abiertas gracias a las ataduras por lo que a él se le facilita tocarme.

Analizo sus movimientos, Rainer camina paseándose por la habitación tomando cosas, después regresa y comienza a besar mis piernas desde la punta de los dedos subiendo sin pudor.

— ¡Rainer!. — gimo.

Está frío, tiene hielo en la boca.

Intento cerrar las piernas sin embargo no puedo, él sigue escalando llevándome al éxtasis como solo Rainer sabe. Su mirada se alza en cuanto llega a mi coño, en los dientes muerde un trozo de hielo, quiero sentirlo, probar esta nueva sensación, y que él también se regocije conmigo.

— Hazlo. — pido.

Como música para sus oídos entierra su cabeza, ruedo los ojos corroída por el placer, mi cuerpo se mueve a distintas direcciones por inercia. Rainer pasea el hielo por mi vagina, lame y succiona con bestialidad atacando sin cortesía.

—¡Ah! ¡Mierda!. — Gimo adolorida.

El idiota sabe como hacer un oral perfecto y no me importa donde ha estado su boca, lo único que quiero es que no deje de estar debajo de mi, justo en medio de mis piernas.

Aferro mis manos a los grilletes conteniéndome, Rainer se separa un poco y lo observó escupir sobre mi coño para luego volver a introducir su lengua, detallando ambos labios.

— Sueltate. — exige.— Quiero saborear tus malditos fluidos.

Rainer sigue mordisqueando, yo ya no puedo, el placer es superior. Entonces cedo, dejo salir todo mi líquido. Mi jefe lame limpiando la línea de fluidos, calentándome como la mierda, me vine sobre él, sobre su barbilla.

—No hemos terminado. — Sentencia.

Lo veo limpiarse el resto de fluidos que escurren por su pecho, y después los introduce en su boca.

Rainer me desata, tengo las muñecas marcadas por tanto movimiento y sobre todo, la fuerza que ejercí mientras buscaba un sostén. Acarició las zonas afectadas en lo que él va por otro de sus juguetes.
Escucho un sonido familia, "un vibrador".

— En cuatro. — exige y Asiento.

Hoy dejaré que lleve el control, que me haga suya, y me folle hasta que se me olvide mi maldito exnovio.

Me bajo de la cama y me coloco en cuatro, sin avisar Rainer introduce su pene en mi culo de una estocada, así, sin rodeos y darle vueltas.

—¡Rainer!. — Gimo.

Con el pene de plástico masturba mis senos calentándome como la mierda, solo es un par de segundos pues lo suelta lanzándolo hacia quien sabe donde. Rainer jala mi cuerpo llevándolo a la cama nuevamente, ahí, vuelve a colocarme en cuatro sin haber salido de mi.

Su pene embiste mi culo sin piedad, la mano de Rainer se detiene en mi cuello lo que evita que pueda levantarme.
Escucho el golpeteo de su pelvis con mis glúteos, es un sonido regocijante y abrupto, nuestra lujuria siendo un sonido.

—¡Olivia!. — Gime mi nombre.

— ¡Rainer!, ¡Más, por favor!. — pido. — ¡Más!.

Su palma envuelve mi cuello, quedando como mi nuevo collar.

Sale de mi culo y toma un tipo de lubricante, así que su pene se resbala con mayor facilidad cuando vuelve a introducirlo. Por mi mejilla escurren un par de lágrimas, no presto atención, sus embestidas son fuertes, bestiales y arrasadoras.

Nuevamente siento que estoy por regarme y se hace realidad una vez Rainer se viene derramando sus fluidos dentro de mi culo.

.......

— ¿Dónde estamos?. — Le preguntó a mi jefe con un poco de confusión.

Hoy es lunes, no obstante nos tomamos el día libre pues su familia quería convivir con nosotros antes de irse nuevamente a Australia.

— Es el rancho familiar.— Espeta sin observarme. —Veronica ama la naturaleza, así que mi padre adquirió esta propiedad hace un par de años.

Me remuevo un lentamente para no sentir dolor, pues aún siento una ligera molestia cerca de mi culo. Por ello, decidí ser inteligente y cubrir mi desgracia con una falda qué lo disimula bastante bueno.

No estoy muy segura de en donde me estoy metiendo, mas ya no creo que pueda haber vuelta atrás. Me gusta como me siento al tener sexo con él. Es cuestión de recordar como su cuerpo se marca con una perfecta V en la zona de su pelvis y lo definidos que tiene sus abdominales. Mierda, cualquier mujer con juicio se sentiría extasiada con solo admirar su formidable figura.

La mano de Rainer me toma por sorpresa y me trae de vuelta a la realidad. Estamos por llegar con sus padres y esa es una manera perfecta para disimular que somos una pareja veracil.

— ¡Mi amor! — Chilla Veronica dirigiéndose a su hijo— ¡Me alegra que ya hayan llegado!

Veronica se acerca a nosotros e intenta besar la mejilla de Rainer, mi jefe la evita alejándose, lo que provoca que su madre de un paso hacia atrás y sonría nerviosa.

—Un gusto verla. — Intervengo para romper un poco el tenso ambiente.

—Estás más hermosa que nunca. — Intenta sonreírme.

—¿Dónde está mi padre? — vocifera Rainer sin siquiera observar a Veronica.

—Dentro de la villa. — Mi jefe asiente.

—Deberías ir a cambiar tu topa. — la madre de Rainer se dirige a mí. — No creo que desees correr en falda.

—¿Habría algún problema?— Responde Rainer antes de que yo pueda siquiera abrir la boca.

—Cariño... — Ella lo observa como si le suplicara que él la tomase en serio.

—Es mejor que...

— ¡Mi heredero y mi nuera favorita!. — interrumpe el padre de Rainer antes de que el aludido termine de hablar.

— Creí que Regan era tu heredero favorito. — Rainer responde amargo, sin embargo, no luce igual al hablar con su padre que como lucia hablando con Verónica. Es como si él temiese.

— Lo era. — Me observa sin disimulo. — Pero conseguimos una buena candidata, tan buena que podría pensar en dejar mi testamento a tu favor.

—¿Estás bromeando? — Su rostro se ilumina.

—¿Alguna vez he bromeado? — Ambos hacen contacto visual, mas segundos después, Rainer lo rompe. — Piensen en el poder que yo les estaría concediendo. A cambio quiero un nieto, hombre.

Doy un ligero vistazo hacia él, por un segundo me observa pero vuelve a su padre. Sabe que eso no sucederá, porque tanto él como yo, no estamos buscando nada serio y al menos para mí, en mis planes no esta buscar la maternidad.

—Es muy pronto para hablar de familia, padre. — titubea. — Ambos queremos hacernos de nuestro propio nombre, yo aún no consigo el título con el que estarías orgulloso.

—Tienes el poder, no me decepciones como lo han hecho tus hermanos. — Me tenso. — En cambio, a ti, es una estupidez que quieras trabajar teniendo en cuenta que si te casa con mi hijo tendrás una fortuna incalculable un ex que herede de su abuelo y mis propiedades.

Busco las palabras correctas para no faltarle al respeto, pues aunque Rainer y yo finjamos una relación, técnicamente no es real y ellos son personas que podrían acabar con mi carrera con solo tronar los dedos. No pienso como lo hace, yo no soy un juguete para ningún hombre, yo valgo y no pienso caer en la sumisión por un poco de poder. Tengo valor y me lo doy.

—No me siento en condiciones de ser madre. Creo que eso debe desearse y disfrutarse; así que por ahora solo quiero buscar mi camino y seguir mis metas. — Mi respuesta no lo deja conforme, no obstante para mi suerte, Rainer interviene.

—Suficiente tenemos con Rina y Ruel.

—Son muy jóvenes Richard, deja que se coman el mundo antes de que el mundo se los coma a ellos. — La madre de Rainer me guiña un ojo.

—Vayan todos a preparase, ya estamos tarde para los juegos familiares. — Suspira el mayor y dice antes de marcharse.

¿Juegos familiares?

Rainer me indica con la mirada que vayamos a uno de los Chalets que hay alrededor de la finca principal. Al entrar me percato por la decoración, que es suyo, me sorprendo pues es incluso más amplio que mi departamento. Consta de dos plantas, abajo hay una pequeña cocina, sala y baño, mientras que arriba alcanzo a ver un balcón, cama y closet.

—Aquí es a donde vengo cuando quiero despejarme de la ciudad. — Su cuerpo pasa a mi lado. — Es una reliquia familiar, que ha pasado por ocho generaciones de GreenWood, cada uno de los herederos del heredero universal  tenemos un Chalet privado, los demás comparten la finca.

—¿No es que tu padre lo compró para tu madre? — Asiente.

—El terreno próximo, donde se llevan acabo los juegos, es el que mi padre adquirió para Veronica, pues tiene un lago surrealista

—Es todo muy grande. — Espeto aún sin creerlo todo.

—Cuando era niño me escondía y jamás me encontraban. Hay suficientes cuartos como para dar asilo a un tumulto de estudiantes universitarios.

—¿Qué son los juegos familiares?. —Se gira hacia mí.

—Mi abuelo creó una tradición para reunir a su familia al menos cuatro veces al año; así que cada último viernes del tercer mes se llevan a cabo unos juegos familiares. — comenta mientras se acerca a mí. — Son competencias de absolutamente todo: destreza, inteligencia, habilidad, competitividad, belleza, deportes y más estupideces. El premió es una propiedad en algún punto del globo terráqueo.

Juegos de ricos.

—¿Cuál es el primer juego?. — Balbuceo, me pone nerviosa que me observe mientras esta frente a mí.

—Siempre suele ser inteligencia. Solo son acertijos estúpidos.

Rainer desciende quedando en cuclillas. Me tenso al sentir como acaricia el comienzo de mis muslos y remueve mi falda.
Muerdo mi labio inferior y bajo la mirada, ahí está él observandome con deseo y lujuria. Mi jefe acerca sus labios, es entonces que comienza a besar y lamer zonas con precisión. 

—Los juegos. — Chillo en cuanto me tumba sobre el sofá.

Rainer mete su cabeza dentro de mi falda, yo cierro los ojos intentando controlarme. Es entonces cuando sale que pronuncia:

—Esa mierda puede esperar.



......

Llegamos a la finca esperando no ser los últimos, por suerte después de nosotros llegan Regan y una chica que parece ser su pareja.
En la mesa hay decenas de platillos variados que lucen apetitosos, con el esfuerzo que he hecho esta mañana, me comería absolutamente todo.

— Ya que estamos todos, podemos comenzar a comer. —Autoriza Richard.

Tomo un poco de cada cosa, no me importa que las esposas de los GreenWood me discriminen con la mirada, la comida me mantiene viva y sin ella, siempre estoy de mal humor.
Rainer toma un par de salchichas de mi plato para comérselas, así que lo pateo por debajo de la mesa, lo cual hace que suelte una leve risa poco común de él.

—¿Cómo va la empresa, sobrino?. — Él vuelve a tomar su postura habitual.

—Los mercados están cediendo a nuestro favor y si todo sigue de tal forma, tendrás tu viaje todo pagado a las maldivas. — Responde ácido.

—Siempre tan directo. — Se burla a pesar de mostrarse nervioso.

—A veces ser directo implica decir la verdad y yo jamás miento. —Toma un trozo de bacon de mi plato y lo traga.

El desayuno continúa en silencio, el ambiente se siente mas pesado por la ligera discusión entre Rainer y su tío, no obstante, lo más molesto es escuchar como cuchichean entre ellos, sobre mí.

¿A caso es algo nuevo que mi jefe salga con alguien?

No estoy mal vestida, de hecho, creo que luzo incluso mejor que ellas, entonces...

Los cuchillos del plato de Rainer son azotados, lo volteo a ver buscando una respuesta que enseguida demuestra.

—Levántate, nos vamos. — Su reacción me deja confundida.

—Los juegos aún no comienzan. — Recrimina su padre alzando la voz sobre la de su hijo.

—Los juegos y una mierda. La razón por la que estoy con todos estos mantenidos, es porque tu me lo ordenas, pero no puedo estar aquí si especulan estupideces sobre mi vida y la de Olivia. — Todos lo observan avergonzados.

—Rainer, toma asiento y cállate. — Ordena Richard.

—No. —Reta.

—O te sientas y  esperas que sea hora de la tradición familiar, o te olvidas de lo que hablamos hace un par de horas.

La empresa.

He visto a Rainer tener muchos cambios de temperamento estos días, y sé, que está levantando sus barreras.

—Voy a tomar aire. — Farfulla colérico.

Los presentes me observan esperando a que yo corra detrás de él, pero no lo haré.
No somos una pareja formal y si llevo estos días a su lado, es porque ambos nos damos un espacio.

No soy buena consolando, soy un desastre y él, tampoco es bueno escuchando. Así que tomo mis tenedores y prosigo comiendo a pesar de las habladurías de todos.
En todas las familias hay problemas, de diferentes maneras pero los hay, era un hecho que entre ellos también los habría.

Pasados unos minutos, termino mi comida y es entonces que me animo a ir en búsqueda de mi jefe.

—Voy a...

—Ve, hija. — Apoya Verónica.

Acomodo la pretina de la falda que estaba desatada y  Camino sintiendo las miradas detrás de mí. Son unos jodidos asquerosos, no obstante, estoy acostumbrada a recibir este tipo de trato, porque al parecer, para la sociedad, el que una mujer sea libre y no busque aceptación, es ser una puta que busca un hombre o atención.

A lo lejos veo la silueta de un hombre sentado sobre una roca cerca del lago, así que voy hacia allá teniendo cuidado, pues los tacones se clavan en la tierra.

Suelto un gemido de dolor.

Los jodidos tacones acaban de romperse y eso que los compré en una tienda de calidad.

Rainer se gira y me observa.

—¿Qué haces aquí?. — Espeta levantándose y viniendo por mí.

— No lo sé. — Niega ocultando una sonrisa.

—¿Duele?. — Señala mi tobillo.

Niego. — Fue solo la torcedura, pero el dolor va cediendo.

—Vamos, voy a llevarte al Chalet.

Acabo de arruinar su maldito momento de paz.

—No, quizá podemos quedarnos aquí. — Vocifero tratando de compensar.

Mi jefe me toma de la cintura y me carga en sus brazos, no es mucho trayecto pero él lo hace de todas formas. Una vez que me deja en el suelo, me acomodo sobre la roca en la que él estaba.

—¿Estás bien?. —Pregunto aún avergonzada por mi incidente anterior.

Rainer bufa.

—Supongo, no es la primera vez que suceden estos percances. — Se encoge de hombros.

—¿Crees que tú padre sea capaz de dejarte sin nada?. — se tensa y vuelve a la misma postura que utiliza frente a los demás.

—Richard es la persona que podría acabar con tu vida y jamás se arrepentiría de ello.— Toma una roca y la tira al lago. — No obstante, yo tengo una pequeña empresa que he estado creando desde cero.

—-¿Entonces porque le das a saber que lo necesitas? — Su ceño se frunce lentamente, no creo que sea consciente de lo bien que luce.

—¿A que te refieres?

—Tú padre te controla porque sabe que tu talón de Aquiles esta ahí. —Suspiro, me meteré en la boca del lobo. — Deberías ser más libre en ese aspecto. Si te revocan como jefe se darán cuenta que te necesitan; de lo contrario, he visto como levantaste por las nubes la compañía, supongo que puedes hacerlo una vez más pero por tu cuenta.

Nuevamente yo, con mis estupideces.

Rainer calla, sin duda la cagué.

Mujer desempleada.

—No tienes ni idea de lo que es llevar mi apellido.

¿Qué?.

— He estado estudiando una carrera y preparándome para lo que estoy creando, pero no es tan fácil como creés. Llevarle la contraria a Richard sería meterme en un lugar oscuro en el que nadie quiere estar.

—Pero...

—Olvidalo todo. Vamos a esos malditos juegos familiares y ganemosle a toda mi estúpida familia. — Me interrumpe y se levanta de un salto. —Pero antes iremos a la cabaña para vendar tu tobillo y aplicaremos un poco de crema. Además, tienes que cambiar esa falda. No pienso perder por problemas femeninos.

Mi jefe me carga hasta nuestro Chalet, pasamos por la casa principal pero ya no hay nadie, deben estar por iniciar los juegos y pensándolo bien, Rainer tiene razón. Tenemos que ganarle a su asquerosa familiar, tengo que demostrarme que no soy todo lo que ellos dicen de mí; porque yo no nací cargando un bolso Gucci, trabajé por él como para que unas víboras vengan aquí y me subestimen.

No sé con qué clase de chicas se hayan encontrado en el pasado, pero yo soy una mujer que por el hecho de trabajar por lo que quiero, valgo más.

......

¿Quién dijo que esto no sería divertido?.
Irina y Vanessa luchan contra mí y Rowan, mientras reímos por su intento de cortar una sandía.

—¡Auch!. — Se queja Irina al haber llegado a su uña.

Río. No soporto aguantarme más.

—Deja de reírte. — Chilla colérica, yo río aún más.

Al menos sí puedo cortar una sandía...

Lo siguiente que sucede es que Irina está con una mano sobre mi mejilla.

Oh no, no lo hizo.

— ¡Saquen a esta maldita prostituta!...

Rainer se levanta, esto será un caos pero yo no necesito que me defiendan de una mujer de tan poca clase.

—Mi apariencia no tiene nada que ver con mi intelecto...— Me plantó gente a ella que ya ha empezado a retroceder. — otro ejemplo de ello, es usted, usando prendas de diseñador y sintiéndose una santa cuando apenas hace una hora acabo de verla gimiendo el nombre del hermano de su esposo. Sí creyó que me quedaría en silencio después de que me haya levantado la mano, en serio me subestimó. Jamás juzgue la pasta de un libro, no sin antes conocer su contenido, porque puede que le sorprenda lo que está escrito en él. — Mascullo declarando con el mayor respeto que puedo utilizar, no es fácil mantener el control si me están atacando por usar una minifalda cuando eso es un tema demasiado viejo. Nadie debe medir el valor de una persona por una apariencia y menos juzgar si tenemos secretos mucho peores.

—¿Irina?. — Pregunta su esposo.

Ups.

—¡No le creas a esa mujer! ¡Yo te amo, Walter!.

—Tú eres la prueba que el dinero compra lo que sea menos la clase y la inteligencia, mucho menos la inteligencia.— Susurro solo para que ella pueda escuchar.

—¡Ah!. —Ataca sin que me llegue el golpe.

—No voy a permitir como le faltan el respeto a mi novia. Ella y yo nos vamos, papá.

Vio la oportunidad y la aprovechó.

—Deberías controlar a tu novia, porque la próxima vez que golpee o toque a Olivia. Me olvidaré que somos familia.

Nuevamente nos vamos de ahí y mi mejilla arde, la tipa tiene la mano extremadamente pesada. Voy sumida en mis pensamientos sobre lo que acaba de suceder, no sé cómo me controlé; pero salgo de ese transe porque Rainer me toma de sorpresa tirandome dentro de la camioneta.

—A casa, Levi. — Ordena antes de cerrar la ventana.

Sus dedos acarician mi mejilla, cierro los ojos porque la presión hace que arda.

—Juro que voy a acabar con ella. — Su mano camina por debajo de mi falda. — Aunque creo que ya no será necesario, tú la acabaste. — Trago.

Cierro los ojos, su mano sube cada vez más.

—Y eso me ha dejado con una puñetera erección a tus pies. — Pego un salto, sus dedos llegaron... —¿Te gusta?.

Asiento.

—¿Te gusta?. — Acaricia mi feminidad provocándome. —¿Te gusta así?..

Mis músculos se contraen al hacer contacto sus dedos más adentro. Muerdo mi labio, no obstante con su mano libre lo libera de mis dientes.

—No es el momento, espera que lleguemos a casa.— Farfulla antes de retomar compostura y sentarse en recto.

Observo hacia abajo.

No es el momento, no estamos en casa.
















......

Heeeeey what's up!!

Antes que nada quiero que me perdonen por la falta de actualizaciónes, ya que como les comente en instagram me operaron y estoy muy enfocada en mi recuperación y el examen de ingreso a la universidad, por ello, tengo muy poco tiempo libre para releer y entrar en contexto para escribir.
Les agradezco la espera y el apoyo, con tan pocos capítulos se siente bonito ver como votan y comentan.

Quisiera decirles que los veo pronto pero lo dudo, aún así trataré de estar más activa, dedicarle un día completo para escribir.

Por mi parte creo que es todo.

Siganme en instagram, estoy como @thifany. Books. Ahí es donde subo avisos.

Sin mas que decir, me despido.

Besos.

-thifany.

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