Capítulo 26|¿Celos?
El protector solar hace que mi cuerpo se resbale del camastro, por lo que me levanto y coloco una toalla debajo. Los días siguen pasando sin piedad, veintidós para ser exacta, justo ahora ya nos encontramos en Italia, y mi cuerpo no podría resentir menos el verano.
Tomo la bebida que pedí en la barra para luego quedarme admirando la fabulosa vista al frente. Rainer salió por la mañana en dirección a un viñedo que está en venta, y aunque insistí en acompañarlo, la mejor decisión fue quedarme, ya más tarde tendremos oportunidad de turistear juntos.
—¡Lo odio!
Trato de no prestarle atención a la mujer que se queja en el camastro continuo. Es una morena con un bikini diminuto.
—¡Es increíble! ¡Malditos italianos!
Sin Rainer me es difícil convivir con las personas, pues es él quién entabla las conversaciones y quién habla dichos idiomas, yo apenas reconozco un par de palabras que he oído en programas televisivos.
Una sombra evita que el sol me dé en el rostro, así que encaro a la persona.
Es Jake.
Le pedí a Rainer que si ellos iban a estar conmigo tendrían que pasar desapercibidos, así que tal cual turista, mi grupo de guardaespaldas porta bañadores.
—¿Señora?... — lo encaro— solicito de su permiso para retirarme un par de horas.
Sigo su mirada hasta una chica preciosa, si Rainer estuviera aquí lo desaprovaria por completo, sin embargo, Rainer está a las afueras.
Sonrío. — Ve, Jake.
—Estaré de vuelta cuanto antes.— Asiento.
Ya tendré que arreglarmelas con Rainer más tarde para que no se enfade por dejar que Jake enamore a las extranjeras en horarios laborales.
Regreso a mi burbuja admirando la playa y a las personas divertirse en el mar, realmente desearía que Rainer estuviese aquí.
—¡Santo Dios, mira ese culo! —Sigue alardeando la chica. — ¿Disculpa...
¿Yo?
—Sí, la chica preciosa que estaba con el caliente estadounidense...
Perfecto, sí soy yo.
—¿Sabes si está disponible? — Pregunta en un inglés poco entendíble, su acento es marcado.
La mujer no tiene pinta de Inglesa, mucho menos de Americana; su piel es trigueña, sus rasgos son toscos y su cabello está enmarañado con rastas; sin embargo, tiene un cuerpo muy parecido al de las Italianas y sus ojos truquesas se iluminan con el agua cristalina.
—Oh, lo siento. — Ríe. — Fiorella Di Alessio, Ella para los amigos.
Su acento ahora si es reconocible, es Italiana.
—Olivia Blanchart, un placer. — Le sonrío de regreso.
—¿Americana?
—¿Tanto se nota? — ríe, su risa es preciosa y delicada.
—Un poco, aunque tenía mis dudas por tu cuerpo, las chicas que suelen venir son más delgadas— Farfulla haciendo alusión a mis senos. — Viví un par de años en México y tras un par de problemas me mudé a Estados Unidos antes de regresar a Italia, mi país natal.
Así que de ahí la mezcla de acentos.
—Si te soy sincera, muchos de aquí no hablan Inglés, así que siéntete con la libertad de maldecir sin que lo entiendan. — Mi giña si ojos
—Lista.
—Lo sé. — Hunde sus manos en su pecho y haciendo un ademán gracioso, que muestra lo orgullosa que está. — Entonces...
—Oh sí, Jake...
—Jake, es un nombre precioso para un adonis de los abdominales.
—Es mí... —lo pienso, no voy a decirle que se trata de mi guardaespaldas, así que se me ocurre una excusa más convincente. — Hermano.
—¡guay! Vaya, que genes.
Y eso que aún no conoce a la familia Greenwood.
—¿Te importaría presentarmelo? Hermana, tu hermano está para comerlo. — arrugo mi nariz. — Dejaría que él...
—suficiente. — Interrumpo y ríe.
—Bien... ¿Ya has conocido el pueblo? Hay una quebrada un poco más al norte, ahí el agua de la playa es cristalina y más templada o en el centro, la Catedral es casi un monumento histórico en donde puedes tomar lindas fotos... ¡Mierda! Apuesto a que no has ido al mirador, hay un restaurante muy Fancy en donde la puesta de sol es un espectáculo e incluso si tienes suerte, puede que haya pirotecnia o los globos de luz.
Mi rostro debe estar iluminado, Italia fue un punto clave en Nuestro Eurotrip debido al centenar de centros turísticos.
—Es mi segundo día en la costa, mi novio y yo apenas recorrimos un par de calles y lugares cerca de la villa donde nos hospedamos. — Ella se levanta.
—¿Dónde está tu novio?
—Salió por temas de trabajo, vuelve esta noche.
—Que se joda tu novio, te daré un tour por mi ciudad y con suerte encuentras a un tipo que no te deje sola... — Anima emocionada.—Andando.
Ella tira de mi cuerpo jalandome del brazo, Sasha quien siempre está alerta intenta intervenir hasta que la detengo con una mirada. Tanto ella como Aslan se mantienen al margen caminando varios metros detrás de nosotras hasta que llegamos al estacionamiento. Su medio de transporte como el de muchos locales es una pequeña motocicleta azul metálica con una canastilla al frente y una caja transportadora de animales detrás. Antes de subir, le envío un mensaje al equipo de seguridad con mi ubicación en tiempo real, así como ordenes de seguirnos lo más alejados que les sea posible. Luego de todo el protocolo y de que ella se coloque unos shorts, subo a la moto y me sostengo de Fiorella para no caer.
Nuestro primer punto del recorrido es la catedral, una iglesia con grandiosa estructura. Ahí, decido hacerme un par de fotos tanto en la cámara instantánea como en mi móvil, aprovecho la parada para comprar el postre típico de la ciudad, el Gelato de pistacho y chocolate.
—¿Y bien? — Pregunta ansiosa en cuanto ve que llevo la primer cucharada a mi boca.
Saboreo un par de veces hasta que mi lengua se acostumbra al sabor y por fin puedo decir que estoy de gustandolo.
—¡Santo Dios! — Gimo extasiada.
—¡Sabía que ibas a amarlo!
Ella da un par de saltos de emoción, lo que hace que un par de turistas la observen confundidos.
—Es hora de cambiar de locación. — Sonríe. — Iremos al mirador antes que se ponga el sol, es muy famoso por aquí cenar en el restaurante de ahí.
—¿Es muy costoso? — Interrogo, solo me quedan alrededor de cincuenta euros en efectivo.
—Un poco, pero, Siempre me busco un patrocinador, de eso no te preocupes.
Observo a Ella, es obvio que no miente, la chica es sumamente preciosa, su piel brilla con el sol y su rostro, es pequeño, pero sus pecas hacen la ilusión de que tiene menor edad. Con respecto a su cuerpo, es la parte en donde más destaca con una cintura diminuta y atributos tonificados.
—Vamos, quedan cuatro horas para la puesta y tenemos que pasar a una tienda por un poco de ropa. — hundo mis cejas. — Ya te dije que es un lugar muy especial y todas las personas visten con vestidos elegantes.
Pienso en Rainer, se supone que llegaría para cenar, el plan era disfrutar de la puesta del sol en un buen lugar. Tal vez debería cancelarle a Ella y esperar a que Rainer vuelva.
La observo, me mira con una sonrisa que me grita que Ella ha sido muy amable como para rechazarla. Detesto no poder negarme, la mujer con criterio propio parece ser que ya desapareció.
—Bieeeen. — Suspiro. — vamos. — Vocifero rendida.
¿Qué estará haciendo Rainer?...
....
Por más imposible que sonase, Ella consiguió un patrocinador dispuesto a pagarle la cena a ella y a mí a cambio de una cita; por ello, nos encontramos en la entrada del restaurante mientras esperamos al bufon de su nueva víctima, un hombre delgado y sin autoestima que tras un par de palabras se dejó engatusar. Antes de venir hacia acá, hablé con todo el equipo de seguridad y aun si parecia imposible conseguir una mesa, movieron contactos de modo en que ellos nos estarán cuidando desde una mesa alejada de la nuestra.
—Ciao, bellissima. — Saluda el hombre por detrás de donde estamos.
Ella se acerca a él con una sonrisa extremadamente fingida, yo solo me mantengo en mi lugar, esperando a que terminen que coquetear para poder ingresar a nuestra mesa.
—Lui è Santino, mio fratello. — Ella ve lo confundida que estoy, así que decide ser la traductora de la tarde.
—Te presenta a su hermano Santino. — Asiento.
Espera... ¿Dijo hermano?
—Ella, recuerda que tengo novio.— Respondo molesta.
—¿Novio? — Pregunta el Italiano de Ella.
—E' un gioco tra noi, Franco trascura, il mio amico è disponibile per Santino.
¿Disponible?
Creo que comienzo a entender su juego y es hora que se me marche; sin embargo, Ella me toma del brazo obligándome a seguirla al interior del restaurante.
Debí saber que era muy bueno par ser cierto, ningún hombre hace nada sin recibir un pago.
— Prenotazione intestata a Franco D'amico
A todo esto ¿dónde está el maldito hermano del italiano?
Un mesero nos muestra dos mesas para dos personas... ¡Oh no, eso sí, no!
Antes de que pueda decir algo, la mentirosa de Ella y Franco ocupan una mesa.
Quisiera marcharme, mas tienen razón, la vista es una locura y además, muero de hambre por culpa de solo haber ingerido un Gelato en todo el día. Rainer me mataría si lo supiera, últimamente está muy pesado con mi alimentación, no descansa hasta que haya terminado mis cinco raciones.
Sí tan solo él estuviera aquí...
Hace dos horas me envió un mensaje informando que llegaría más tarde de la hora acordada pues hubo problemas con la firma del contrato, así que demoraría un poco más en volver. No objete nada, son negocios y para él, eso es más importante.
—Lamento llegar tarde.
¿Ah?
—Mi hermano me comentó que no hablas Italiano, por suerte aprendí el Inglés perfectamente.
Dios mío.
Detallo al famoso hermano de Franco, si no estuviera con Rainer y lo amara, en definitiva estaría disfrutando de esta cita.
—Me presento, soy Santino D'amico. — me extiende su mano.
De reojo observo a mis guardaespaldas confundidos, sé que esto va a llegar a vista de Rainer, de hecho, ya deben estar llamandole para informarle.
—Olivia Blanchart. —Asiente y soltamos nuestras manos.
Tal vez debería dejar en claro las cosas antes de que vaya más lejos. Mi lealtad está con mi pareja, Santibo no tiene ni una mínima oportunidad. Él hombre es atractivo visualmente, es el típico hombre con cabello dorado rizado, ojos cristalinos y labios carnosos, la mayoría de los de por aquí tienen esos rasgos.
—Antes de... — Señalo nuestro alrededor. — Quiero aclarar que tengo pareja.
—¿Dónde está él?
—Asuntos de trabajo. — Asiente.
— lo entiendo perfectamente y para que te quedes más tranquila. — toma su teléfono en donde busca algo que posteriormente me lo muestra. — Él es Alessandro, mi novio.
¿Perdón?
—¿Novio? — Ríe.
—Algo así, estamos intentándolo aún. — Toma un poco de agua que sirve en su copa. — Mi hermano cree que organizando citas va a conseguir que lo olvide, yo solo acepto por la comida gratis.
Le sonrio, ahora detesto a Franco.
—Así que no te preocupes, no intentaría nada contigo a menos que revelaras que tienes pene. —ríe y Me uno a su risa.
Santino tal vez sea una buena compañía.
El hombre coloca su móvil en la mesa mientras el mesero nos entrega las cartas y junto a una canasta de pan. La pantalla del teléfono se ilumina mostrando a un tipo en ropa interior.
—¿Acaso es..? — alargo mi pregunta.
—Ruel Greenwood. — Responde entusiasmado. — Es un modelo estadounidense que conocí en la semana de la moda, desde entonces no puedo sacarlo de mi mente.
Sí supiera.
La situación actual en la que me estoy viendo envuelta me parece un tanto curiosa y divertida.
—¿Sabes que ordenar? — Muevo mi cabeza levemente para volver en sí. — Yo te recomendaría una pasta a la carbonara o la linguini agridulce.
—¿Podrías hacerlo por mí? — Sus ojos se iluminan.
—Con gusto.
Mientras esperamos por el mesero, Santino decide platicarme un poco a cerca de su vida, pues al parecer se la pasa viajando alrededor del mundo con su futuro novio quien es fotógrafo y sobre Ruel... Ambos están flechados por los genes de mi cuñado.
—Posso accettare il vostro ordine? — Santino asiente.
—Per la signora una porzione di spaguetti in crema di linguine agrodolci, una pizza di mozzarella e iberica. — El mesero escribe todo en su pequeña libreta, por mi parte, yo no comprendo nada. —Per me una porzione di pasta alla carbonara, patate in crema al tartufo, E lasagne con formaggio extra.
—Bere?
—Una bottiglia di vino Raboso Annata 1783.
—Ottima decisione.
—Grazie bello— Santino le guiña al mesero, este se sonroja.
—Acabas de hacer que se sonroje— Me burlo.
—Él se lo pierde. — Espeta restándole importancia y encogiendose de hombros.
Seguimos conversando hasta que la comida llega. Santino aprovecha el atardecer para sacarme un par de fotos que a decir verdad, salen irreales.
Observo nuevamente su fondo de pantalla, me gustaría poder decirle lo cercana que soy de su amor platónico.
¿Qué me lo impide?
Relativamente nada, Qué más da, tampoco es como si fuera algo prohibido.
Tomo mi móvil, llamo al número de Ruel y tras tres tonos se digna a responder. En la pantalla lo observo a él bastante sonriente con un par de libreros de fondo, parece ser que esta en una especie de librería.
—Si no es importante voy a asesinarte apenas nos veamos. —amenaza mientras acaricia sus sienes. — Es en serio Olivia, llevo seis horas estudiando para una prueba de anatomía sin entender cómo mierdas es posible que existamos, así que si no aportas, tengo que seguir estudiando.
—Vaya agresividad Cirujano. — Rueda los ojos
—Ya cállate. — toma algo de su escritorio y lo pasa a alguien detrás de la pantalla. — ¿Dónde está el señor gruñón?
—No lo sé, salí a cenar con un par de amigos.
Santino me observa curioso.
—¿Ah sí? Eso explica la llamada. — Hundo mis cejas.
—¿llamada?
—Lo descubrirás apenas llegues al hotel.— Suspira. — No quiero ser mala persona, sin embargo, ¿podrías decirme qué sucede? En serio necesito seguir estudiando.
—Ah sí. — Hago una seña para que Santino venga a mí, sin embargo se niega. — Acabo de conocer a un admirador tuyo, me comenta que se conocieron en la semana de la moda.
—¿cuál es su nombre? — Acerca su rostro a la pantalla del móvil.
—Santino D'amico...— Ruel trata de recordarlo hasta que creo lo consigue.
—Tal vez lo recuerdo, me hizo compañía mientras esperaba que Rina desfilar a en milan.
—Está aquí, deberías saludarlo.
Le muestro la pantalla a Santino, este palidece.
—¡Que tal D'amico!
Santino apenas puede mover la boca.
Al final consigue hablar y tras saludarse me devuelve el móvil.
—Me despido para seguir con mi vida universitaria. — hace un puchero —Nos vemos en dos semanas para la gala de los padres de Beck.
—¿Estarás ahí?
Una chica se asoma en la pantalla, hundo mis cejas y sonrío.
—No hables, prometo contarte después.
—Me lo debes.
De inmediato la llamada se corta.
Apenas hace días tuvimos una corta llamada donde me platicó sobre una chica que conoció en una de las fiestas de facultad, no recuerda como es que sucedió pero a la mañana siguiente descubrió que habían tenido sexo sin protección, así que ambos fueron a la farmacia por la pildora y jamás volvieron a verse. Reconocería a la mujer en cualquier lado, Ruel me mostró un par de fotos y si mi memoria no falla, es ella.
—¡¿por qué no me dijiste que lo conocías?! — Su rostro está completamente sonrosado. —¡Mierda, te dije que estoy enamorado de él y que tengo novio! ¡Ahora debes pensar que soy un infiel.
No lo soporto y me carcajeo.
—¡Basta, Santino! — Logro pronunciar entre risas.
—¡¿Cómo me pides que me calme?! — Suspira. Su tono no es molesto, es más como si estuviera avergonzado— Lo siento, Olivia,..
—Mi novio es Rainer GreenWood, hermano de Ruel y Rina GreenWood. — Si creí que no era posible, su rostro se acolora aún más. — De hecho, las personas que están en la esquina son mi guardaespaldas, pero guarda el secreto por favor. — Señaló hacia dónde está mi equipo.
—¡No puedo creerlo! ¡Qué vergüenza!
—Al menos tuviste la posibilidad de volver a hablar con Ruel. — Espeto tratando de aminorar la situación.
—Tienes razón y valió la pena, ese hombre es... — Coloco ambas manos al frente como ademán para que pare. — Sí, lo siento, me emocioné.
Observo la hora en mi reloj.
Siete veinte.
A pesar de las adversidades, el día estuvo maravilloso y aunque me gustaría quedarme más tiempo para conversar con Santino, es hora de volver al hotel con Rainer, claro está que después de no verlo en todo el día, ya lo extraño.
¿Qué estará haciendo?
Es imposible no pensar en él, se ha metido en mi mente.
......
Abro la puerta de la suite en donde nos estamos hospedando, busco a Rainer en la sala; no obstante no lo observo por ninguna parte, así que dejo la comida en la encimera y me dirijo a la habitación. Intento abrir la puerta sin éxito, pareciera que estuviera cerrada desde adentro.
—¿Rainer? — Toco la puerta. — ¿Estás adentro?
No hay respuesta.
—¿Rainer?...
Segundos después la puerta se abre y...
—¿Qué pasó aquí? — Chillo sorprendida.
Hay trizas de papel en toda la alcoba y él, está sobre la punta de la cama con los codos recargados en las rodillas. Su rostro se eleva quedando su vista sobre mí.
—¿Estás bien? ¿Salió bien el contrato? — Avanzo levemente.
Dejo mis tacones a un costado de la maleta y me encamino a su lado.
—¿Rain, va todo bien? — Tomó asiento.
La incertidumbre me carcome por dentro.
—Estoy bien, Olivia, por favor déjame solo. — hay algo en su tono que me dice que miente y que en realidad todo va mal.
—Rainer soy tu novia, puedes contarme lo que pasa. —Niega.
—Es algo que tengo que resolver sólo.—Bufo.
—Entonces si hay algo... — Me cruzo de brazos. — Al menos mírame.
Suspira.
— Te pido que me dejes solo, por favor.
Pienso en todo aquello que pueda estar pasando por su mente, lo único que se me ocurre es que se haya enterado de mi cena con Santino.
—¿Sabes que estaba con un hombre, cierto? — Su silencio me responde. —No es lo que creés, sí estaba con un hombre; sin embargo, no es lo que crees, en ningún momento te fallé y aunque hubiera tenido la oportunidad no lo habría hecho, Rain yo...
—Lo entiendo, Olivia, no estoy dudando de ti. — Se levanta. — No eres tú, soy yo.
—¿Perdón?
—He tenido muchas parejas que me han traicionado y en ninguna ocasión sentí lo que hoy experimenté al verte con ese hombre... — suspira. — Estuve ahí, vi como te veía y yo... Solo déjalo.
—¿A dónde vas? — Pregunto apenas salgo de mi transe.
—Dormiré en la habitación de al lado, necesito tiempo para mí, Olivia.
—Esta bien. — Sonrío.
—Te veo por la mañana.
Rainer sale de la habitación dejándome un mal sabor de boca, ¿fueron celos?
Sea lo que sea, tengo que darle su espacio, si yo lo hubiera encontrado en la misma situación en la que yo estaba con Santino también habría pensado lo peor y aunque después cambiaría de opinión eso no quita que me sentiría extraña.
Debo dejarlo analizar la situación.
Luego de hacer mi rutina de baño, vuelvo a la habitación y me recuesto sobre la cama, hasta cierto punto es extraño dormir sin su calor.
Suspiro.
Tengo que darle tiempo.
......
Heeeey!!!!
Regrese.
Un poco incompleto pero aquí les trago este capítulo, la verdad es que quiero terminar esta historia cuanto antes, ahora que tengo un poco más de tiempo.
¿Qué tal están?
Lol.
EN fin.
Siganme en instagram como @thifany.books, trato de subir algo.
Anyways.
Besos
Abrazos
-Thifany.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top