Capítulo 24|El Obsequio .
—¿Qué es esto? — Menciona Rainer tras ver lo que le tiré sobre la mesa.
Trae su ropa de deporte mientras que bebe una tasa de café.
—Sólo ábrelo. — Deja la tasa sobre el plato y abre el sobre
—Realmente me alegra que ya no trabajes para mi padre. — Comenta tras ver el contenido.
Oficialmente estoy desempleada, pero solo es por unos días, pues ya hablé con Rowan y trabajaré para ella desde casa.
—¿Qué quieres hacer hoy? — Tomo asiento.— Me invitaron a una fiesta en Beverly Hill's, aunque hoy es la apertura de un restaurante en el que he estado trabajando hace un par de meses.
—¿No es que te quedaste en la ruina? — Se encoge de hombros.
—Mis negocios fuera de mi apellido están intactos, sin embargo, no es una gran fuente de ingresos como para subsistir sólo con ellos. —Tomo una galleta y la como. — únicamente un par de restaurantes y hoteles no van a abastecer el nivel de vida del que estoy acostumbrado.
—¿Ya has pensado a qué te quieres dedicar?
—Arnie y yo estamos trabajando en la editorial, aunque no pienso hacerla mi punto central. — Sonríe. —Voy a apostar por la electrónica.
—¿Telefonía? — Niega.
—Estoy por cerrar trato para adquirir un software prometedor y de ahí formar mi propia compañía del estilo de Bill Gates y Elon Musk. — Dejo de comer galletas, ¿es en serio? — Sé que necesito conocimientos en electrónica y por ello estuve tomando una carrera corta de electrónica en Harvard, aún me faltan dos años, pero por lo mientras estoy invirtiendo en la persona que inventó el software. Él necesita dinero y yo lo tengo, así que va a trabajar para mí.
—Realmente nunca duermes.
—Hice investigaciones de mercado pues quería que fuera bajo el sello de Greenwood Industrias. Estoy agradecido de todo lo que sucedió y es mejor, ahora todo será mío.
—Sí necesitas una jefa de Marketing estoy disponible. — Bromeo.
—No lo voy a pensar dos veces, necesitaré a alguien de confianza para movernos debajo del agua. Quiero que todo sea sorpresa.
Sonrío.
Puedo imaginarme trabajando para la nueva empresa de Rainer, ya hasta hay ideas formulandose en mi mente, pues tiene razón al apostar por la electrónica.
—Deberías hacer una red social, estaría genial una aplicación de seguridad.
—¿para llamar a la policía?
—Sí, hay muchas aplicaciones para llamar a emergencias en caso de encontrarte en peligro pero ninguna ha funcionado y la inseguridad cada vez está más grave. — Siento sus ojos sobre mí, me está poniendo atención. — Sería para mujeres. Qué tal que en caso de girar el móvil se llame a contactos de emergencia y se active la ubicación compartida, además se podrían emplear a mujeres taxistas que se presten a viajes seguros o también podría ser como una alarma en donde puedas encontrar a chicas que tengan la aplicación y estén dispuestas a ayudarte.
—Eso en qué ayudaría, nunca se terminaría la inseguridad, los abusadores pueden jugar a favor del sistema.
Es verdad, pero al menos habría más posibilidades de estar segura.
—Rainer, fui una chica que fue abusada más veces de las que le gustaría y en mi opinión personal, eso sería algo que me haría sentir segura.
—Pero ya no más, ahora me tienes a mí y a tu grupo de guardaespaldas. — Bufo.
—No siempre vas a estar conmigo y las cosas pueden fallar. Antes de conocerte era una del montón que sobrevivía a la inseguridad. — Su rostro me indica que no le agrada mi idea. — Al menos dime que vas a pensalo.
—No tengo nada que pensarlo, es demasiado dinero invertido que va a terminar en la basura.
—¿Qué tal qué una de las chicas fuera Rina?
—Tiene como diez guardaespaldas atrás y un séquito de policías que con una orden suya, llegan en segundos.
—Ojalá todas las personas tuvieran las mismas posibilidades.
Dejó morir el tema, tal vez es mejor pues en caso de fracasar la culpa será totalmente mía.
—Voy a cambiarme, saldré con Rebecca de compras.
No quiere gastar su dinero en algo productivo, yo lo gastaré en ropa.
—Rati...
Lo ignoro y entro a mi habitación, me coloco un vestido, tacones y arreglo mi maquillaje. No necesito ropa, de hecho aun hay prendas que apenas si he utilizado, debido a que Rainer remodeló mi guardarropa, pero, como ya lo dije anteriormente, es mi forma de vengarme.
Le envío un mensaje a Becca diciéndole que pasaré por ella en un par de minutos, espero a que lo lea y salgo a la sala.
Paso a un lado de Rainer, no obstante, me detengo solo unos pasos después.
—Regreso a más tarde...
—Olivia...— Me interrumpe. — ¿En serio vas a molestarte por una tontería?
Niego, molesta.
¿Tontería?
Claro, es una tontería no saber si vas a regresar a casa.
— Déjalo así.
—Deja de ponerte a la defensiva... — Molesta, camino hacia él.
—No sabes ni lo sabrás, así que deja de decirme que me pongo a la defensiva sobre un tema que me causa conflicto.
—Es inútil, Sin embargo, si el problema es tu idea, ¡perfecto! Me voy a poner en contacto con mi equipo. — Espeta molesto.
—¡Escucha lo que dices! —Suspiro. — No todo es dinero. — Bufa divertido.
—Dices que no todo es dinero, pero justo hoy abandonaste tu trabajo y vives de mí, de mis buenas inversiones. Sé que es un problema global y si funciona, yo contribuiría en la sociedad. —Contrae su rostro. — sin embargo, también sé que sí no funciona yo me quedaría en la ruina, solo por ayudar a alguien que no me ha dado nada.
—¿No puedes hacer un acto de caridad?
Estamos llegando muy lejos con esta discusión.
—¿Acto de caridad? — Está indignado. — Suficiente hago con donar miles a asociaciones, ser voluntario, hacerme cargo de una maldita casa hogar y una red de asilos. No me juzgues sin saber.
Me quedo sin palabras.
—Me tengo que ir. — Es lo único que pronuncio.— Regreso más tarde.
Sigo mi camino a la puerta principal, se supone que mis guardaespaldas deben estar esperando cualquier orden. Antes de salir por completo, Rainer sigue con la discusión.
—No soy un monstruo para no darme cuenta que al ser hombre y millonario, vivo en un privilegio...
Cierro la puerta.
Le pido a Levi que le avise a mi equipo para que tengan la camioneta lista. Me estoy acostumbrando a tener que depender de alguien que conduzca, aunque en sí, nunca me ha gustado hacerlo, soy pésima.
Aslan se acerca a mí, es un tipo corpulento con ojor casi maravillosos, cabe destacar que se debe a la heterocromia que presenta.
—La camioneta está afuera. —Asiento. — ¿A dónde necesita que la llevemos?
—Iremos por alguien y después al centro comercial. — Asiente.
Aslan, Sasha y Jake son las personas que integran mi equipo de seguridad. Camino ala salida de la propiedad con Aslan siguiendome por detrás, aún no me acostumbro del todo, supongo que me costará un poco de tiempo.
Subo a la camioneta y luego de dar indicaciones, Jake conduce a casa de Becca que ya yace afuera en la acera esperando.
Sonrío de inmediato, jamás puede su estilo ni por ser una salida imprevista.
—¿Hola? — dice una vez que está arriba. —¿A que se debe que quieras salir? Tú no sales.
— No lo preguntes. — Bufo.
En el fondo él siempre tiene la razón, sin embargo, la forma en que toma las cosas es lo que me impacienta.
—Disculpe la molestia señorita...— Interrumpe Aslan, pues Jake conduce y bueno, Sasha no está presente. — ¿Hacia dónde nos dirigimos?
Oh sí.
¿Qué lugar será el correcto?
No conozco centros comerciales, nunca he estado en uno debido a que entrar es gastar y perder tiempo, dos cosas que nunca había tenido de sobra.
—La plaza Royal Norte. — Interviene la experta.
— A esa dirección, Aslan. — secundo.
—Iremos a un café, tienes que contarme absolutamente todo.
Suspiro.
—No hay mucho tiempo, tengo que ver a la asesora de viajes por la tarde.
— Es tiempo perfecto. — Sonríe como si estuviera tramando algo.
Tal vez ya no sea tan buena idea.
......
Entro a casa de Rainer con ayuda de Jake, ya que cargo con ambas manos una tarta de queso. Hablar con Rebeca me abrió los ojos y llegué a la conclusión de que tiene razón, no puedo obligar a que él haga mi voluntad si no le nace; sin embargo, puedo trabajar para hacer mis sueños realidad yo misma. No puedo cambiar a Rainer, debo respetarlo pues jamás ha querido cambiar algo de mí. Así que compré una tarta para disculparme antes de que llegue la organizadora.
—¿Dónde dejo las bolsas, señorita? — pregunta Jake quién trae mis compras.
—Sobre el sofá. — Señalo.
Espero a que deje las cosas y me despido por hoy.
—¡Rain! —Chillo emocionada.
No recibo respuesta.
—¿Remy?
Sigo sin resultados.
¿Habrá salido?
Dejo la tarta en la barra para poder deshacerme de mis tacones y bolsa.
¿En que momento me convertí en esta persona?
Muevo la cabeza un poco.
Concéntrate.
June viene corriendo hacia mí, la tomo en el aire y beso su coronilla, cada vez está más grande.
Giro sobre mi eje al escuchar que la puerta se abre y me sorprendo al ver entrar a Rainer con una gigantesca bolsa anaranjada.
—¿Fuiste de compras? — Interrogo confundida.
—¿Tarta de queso? —Contra ataca.
Durante un par de segundos solo lo observo y él a mí, ninguno dice una palabra.
Suspiro y cedo.
—Es para disculparme, sé que...
—Déjalo, lo entiendo. —Interrumpe. — Rowan ha pasado por eso y me dio rabia. Mi punto era que no importa que yo o mi familia vivamos en nuestro privilegio, aún así pueden dañarnos y no por una aplicación que tiene potencial, van a mejorar las cosas. No funciona así y lastimosamente nunca lo hará.
—Olvidé lo de Rowan. — Espeto apenada.
—Pará mi es imposible hacerlo. — Suspira. —En fin... Te traje un obsequio para hacer las pases.
Hundo mis cejas.
—Abre la bolsa mientras yo sirvo un poco de vino para acompañar la tarta. — Me extiende la bolsa.
Me siento sobre la barra y saco la caja que viene dentro de la bolsa, sorpresivamente trae otra bolsa con el objeto dentro. Mis manos cosquillean con ansias; termino por sacar lo que hay dentro quitando la funda.
Dios.
—Espero que te guste, es una pieza exclusiva. — Sonrió, él está sirviendo el vino.
—Es preciosa, pero no debiste gastar en un obsequio así.
Detallo el bolso, es rosado y brillante, desconozco el modelo; no obstante, debe ser muy costoso.
—Quería obsequiartelo desde hace tiempo, eres mi novia y mereces usarlo.
—¿Es muy costoso? — Ríe.
—Es increíble que no reconozcas esta belleza. — Señala mi obsequio. — Es un bolso Birkin de Hermes, no cualquiera puede adquirirlo y mucho menos ese modelo, es de colección limitada con correas de oro puro, de hecho solo hay diez originales en existencia.
Mierda.
Suelto la bolsa.
—Úsalo hasta para dormir, Rowan tiene una pieza en otro color y me comentó que le dan prioridad en todos lados. —Observo el bolso.
Hasta miedo me da observarlo.
—Anda, vamos a comer un poco de tarta antes de que llegue la mujer de los viajes, más tarde iremos a comprar maletas porque he decidido que nos vamos en cuestión de días, pues necesito volver para comenzar con mi negocio.
—¿Crees que pueda tener todo listo?
—Le pagaré extra. —Responde sin importancia.
¿No es que está en quiebra?
Vaya, quién lo entiende.
Tomo un trozo de tarta que me hace recordar a la tarta con la que me regocije desde su cuerpo. Giro a ver a Rainer, que también sonríe.
—Lo siento, es inevitable.
Levi entra indicándonos que la señora ha llegado, así que dejamos nuestra merienda para después y vamos a la sala para darle la bienvenida.
Observo a la dichosa mujer, es alta, esbelta y con un rostro simétricamente perfecto. Trae un bolso precioso, casi tanto como el que Rainer acaba de obsequiarme.
—Buenas tardes, Grace Bailey. — Extiende su mano. — Solicitaron de mis servicios así que aquí estoy.
—Buenas tardes, tome asiento. — Expresa Rainer con el rostro inexpresivo que lo caracteriza.
—Hice una lista de ciudades que les pueden agradar...
—No queremos nada ostentoso, viajaremos a los pueblos de cada país sin visitar la capital. Nuestro punto es conocer la historia, gastronomía y pasar desapercibidos, como ya lo había comentado. —Interrumpe Rainer.
—Perfecto, tengo la lista con la ciudades que acordó y los tiempos, sobre todo la escala en las Maldivas. —Abre su maletin. — España es la primer parada, tendrán un automóvil para transportarse y suites de lujo.
—Creí que nos quedaríamos en casas.
—Podría conseguir algo, sin embargo, debido a las exigencias de él señor Rainer tendría que ser una mansión con todas las comodidades y eso ya se saldría del presupuesto.
—El dinero no es un problema.
—Entonces trataré de conseguir los hospedajes.
—No, déjelo así. — Intervengo. — Mejor quiero ver el cronograma.
El móvil de Rainer suena.
—Las dejaré un momento. — Asiento.
La mujer me entrega la guía con cada uno de los puntos en los que estaremos, van desde España hasta Suiza, en cada país una semana durante casi tres meses. No puedo evitar emocionarme, conoceré todos los lujares que siempre soñé conocer.
—¿Cuál es su veredicto? — Suspiro, no puedo estar más ilusionada.
—Es perfecto, por mí podría hacer las reservaciones ya mismo.
—Hágalas, y cuanto antes porque queremos irnos en un par de días.
—Habíamos acordado que sería en una semana.
—He cambiado de opinión, así que arregle todo para que mi novia y yo podamos irnos el lunes.
Admiro todo el espectáculo en silencio, realmente a mí no me importa él día.
—Esta bien, vendré un día antes de que partan para darles el cronograma completo con locaciones para ir a recoger los coches. Por mi parte es todo y les dejo un pequeño folleto con los detalles.
—Puede retirarse.
Me sorprende la hostilidades de Rainer, es sabido que no es la mejor persona para socializar, sin embargo, trata a la mujer como si quisiera que se fuera de su casa.
Mi novio espera a que Grace se marche y me carga con sus brazos, por el aire.
—¡Rainer! —Chillo.
—Rati. — Espeta ¿feliz?
—¡Remy!
—Dos noticias. — Me baja de donde estaba, tambaleó un poco pero me logro recuperar. — Nuestra nueva casa estará para cuando regresemos y la más importante...
Coloca sus manos alrededor de su cadera.
—Fui nombrado el empresario del año pasado.
De un momento a otro, sin percatarme de mi impulso, estoy arriba de Rainer.
¡El empresario del año!
Lo abrazo, la vida no podría ir en mejor sentido.
—¡Felicidades, Remy!— Me abraza.
—Gracias, Rati.
Acomodo mi cabeza sobre la suya, Rainer me da comodidad y un sentimiento extraño de hogar, uno que nunca había sentido.
En sus brazos me siento protegida, y es hoy que me doy cuenta que ya tengo lo que siempre he soñado.
Mi propio hogar.
No importa no cumplir mis metas porque mi mayor sueño está siendo cumplido. Ya no estoy sola.
......
Hiii!!
Ay no, hasta vergüenza me da saludarlos. Lamento no haber publicado en bastante tiempo, no he estado bien anímicamente, pues no pasé el examen del que tanto les comentaba, fue muy duro pero creo que ya estoy mejor.
Sobre la novela, trataré de publicarles pronto, y aunque me gustaría escribir un capítulo navideño, creo que no será posible debido a la cronología que lleva la historia. O bueno, ¿qué les parece?
Puede ser un capítulo de navidades Greenwood anteriores o un capítulo fuera de la línea, con sucesos que no pasarán dentro de la verdadera historia.
Dejenmelo saber si les agrada.
En fin.
Siganme en instagram como @thifany.books, trato de estar activa.
Besos.
-Thifany.
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