Capítulo 19 |Intimidad


Nueva portadaaaa!!!!

Ya puedes continuar...

    

Abrazo el cuerpo de Rainer intentando animarlo, al principio su cuerpo se tensa y aleja; sin embargo, con forme mis dedos lo acarician por encima de la tela de su ropa comienza a relajarse y cooperar. Deslizo mis dedos por su cabello hasta la mitad de su espalda donde trazo círculos con palmaditas laa cuales le hacen saber que me encuentro aquí para él y no pienso irme.

¿Existe un hombre peor que Richard Greenwood?

La respuesta es simple: No, no creo que exista alguien así.

Dejo que mi novio deje salir todo lo que ha guardado por años, puesto a que esto no es simplemente por lo descubierto, es una situación que ha Ido arrastrando desde que era pequeño y como todos, Rainer tiene un límite el cual acaba de sobrepasar.

Alineo mi cuerpo junto a mis piernas de tal modo en que él pueda recostarse sobre mí, una vez que lo hace mi corazón da un vuelco causado por un impuso qué recorre por todo mi sistema; puesto a que no, él ni es el hombre que todos ven, Rainer tiene un lado vulnerable al igual que todos y eso para mí, lo hace más atractivo.

—Necesito tomar una ducha. —Habla con palabras entrecortadas. —Después llamaré a mis abogados y...

—Deja de pensar en tu alrededor y descansa por hoy. — Lo interrumpo. —Ve a ducharte, yo prepararé algo para la cen, ¿Se te apetece algo en especial?

Rezo porque no, ya que es bien sabido que soy de las peores personas cocinando.

—Ni siquiera puedo conciliar el apetito.— su mirada sigue perdida al vacío.

Suspiro.

—¿Te parece si ordeno algo a domicilio? —No responde. —Ordenaré tu pizza favorita.

Con cuidado me deshago de Rainer y voy a la cocina. Busco entre los números de servicio a domicilio a los que Rainer frecuenta hasta que encuentro un restaurante de comida Italiana con el menú incluido. Llamo por tres ocasiones y una vez que responden ordeno una Chicago de peperoni, mozzarella y cheddar en tamaño individual; otra de pan francés, orilla rellena de queso, peperoni y vegetales extra para mí. Así como un pie de manzana; una porción de tiramisú y una porción de Panna cotta con quesos de cabra.

Tal vez me estoy excediendo con la comida; sin embargo, deseo probar cada uno de esos postres.

Regreso a la habitación que yace vacía, camino lentamente al baño y abro la puerta medianamente, solo una pequeña abertura por donde observo a Rainer. Está ahí, en la bañera sin moverse, rojo y con los ojos cerrados.

Entro a la sala. Inmediatamente sus ojos se abren y protesta exigiendo que me marche.

—Vete, estoy desnudo.—Refuta y rio.—Déjame solo, necesito estar solo.

—Rain. —Me acerco. —Yo no soy la enemiga y creo que ya conocemos mutuamente nuestros cuerpos.

Tomo asiento en el borde de la bañera.

—Quédate tranquilo, yo lo haré por ti. —Sonrío intentando causarle confianza.

Enjuago la esponja antes de colocarle jabón.

—No estoy paralítico. — Toma la esponja de mis manos arrebatandomela con fuerza.

Vuelvo a quitársela. —Cállate y déjame intentar ser linda contigo.

Su cuerpo se relaja un poco.

Inicio empapando su cabeza con una esponja limpia, el agua resbala por los músculos de su cuello y parte se queda en la fosa que crea el hundimiento en su clavícula. Friego su cuello con cuidado de no rasparlo aunque es difícil debido a el poco uso que tiene la esponja.

—Richard no siempre fue así o no que yo lo recuerde. — coloco shampoo en su cabeza y masajeo su cuero cabelludo—él me amaba o eso quería creer yo. Sí, cometí errores en la adolescencia pero se supone que tenía que cometerlos para ser quien soy hoy; sin embargo a él no le importó mi edad, siempre quiso que yo fuera su hijo perfecto ya que no pudo domar a Regan.

Suspiro y sigo lavando de su cabeza.

—Gracias a Regan la empresa perdió cerca de cien millones de euros en una inversión con una empresa fantasma que jamás dio frutos a pesar de las grandiosas sumas de dinero que se invertian cada semana.

—¡Vaya! —Resopla.

—Me dejó en la calle y me destruyó como si yo hubiese tenido la culpa del error de mi hermano; por ello fue que me fui a vivir con Leopold mientras entraba a la adolescencia. Crecí siendo un crío malditamente afortunado, mi abuelo era el padre que nunca tuve y fue cuando me di cuenta que Richard solo me estaba usando para su conveniencia. Viví ahí hasta los diecinueve años, fueron los mejores de mi vida, pero decidí entrar a Yale tras buscar mi camino.

Lavo sus brazos.

—Richard volvió a buscarme y me engatusó, volví a creer en él y cambié mi sueño de ser Arquitecto para estudiar finanzas con una maestría doble en Relaciones públicas e idiomas. Terminé antes del tiempo mínimo con ayuda de mi padre y volví a la ciudad para hacerme cargo de la empresa familiar que estaba casi en la ruina. Me alejé de todos, de las fiestas, rutina, vida y me centré en crecer, aumentar y no acercarme a las mujeres pues sentía que era una pérdida de tiempo tener una relación.

«Me molesté con mi abuelo, lo que hizo que Richard alimentara mi ego y me envenenara. Me nombraron director, creo que ahí comenzó mi decline emocional...

—No tienes que seguir contándome tu vida privada, sabes que respeto tu pasado. — Detiene mi mano de su pecho, la toma y besa.

—Estoy bien. — Asiento no muy convencida. —Me dejé manipular por mi padre, hice cada una de las cosas que él me ordenaba así fueran buenas o malas, yo estaba cegado. Siempre tenía una palabra que me hacía seguir sus reglas, hasta que me cansé y no jugué a su azar. Sabía que iba a buscar una forma de sacarme de la juagada; Richard jamás pierde pues siempre tiene un plan de respaldo y esta vez no le importó hacer un escándalo. No soy su hijo, lo publicó en las redes sociales e hizo una entrevista donde deja a mi madre como una zorra. La ley no existe con mi padre, tiene el poder suficiente para ser él, la ley. Es irónico porque hasta cierto punto lo admiraba, quería ser como él y creí que siguiendo sus pasos lo sería.

—Tú no eres como él. —Ríe.

—Hay cosas que no sabes que he hecho y que si las supieras ya me habrías puesto una orden de alejamiento... —Me detengo. —Nada es casualidad aunque yo lo crea así.

—¿A que te refieres? —Pregunto confundida. Niega.

—Soy egoísta y lo único que tengo que me importa, eres tú. Así que no voy a alejarte, no puedo perderte.

—Vas a perderme si no me dices que es lo que haces a mis espaldas.

—Estoy aprendiendo a escuchar lo que siento y no a los demás. Ya te dije que no quiero perderte ahora, ya desperté. —Se levanta de la bañera. — Busqué la felicidad en donde no estaba y por eso te pido una disculpa.

—Vale, estás asustándome.

—Lo único que te puedo decir es que te mereces una disculpa.

Rainer envuelve su cuerpo en una toalla y se marcha a la habitación.

Se vienen días difíciles, pero algo por dentro me dice que hay algo más que Rainer está ocultando, Él es la réplica exacta de su padre y no me creo el cuento de que no sea su hijo.

Limpio un poco el baño mientras pienso sobre las cosas que puede estar ocultando sobre nuestra relación, ya fue suficientemente caótico el inicio de nuestra historia como para que empeore.

«Nada es casualidad, no conmigo».

«Nada es casualidad aunque yo lo crea así».

Lo quiero, estoy aprendiendo a amar sus imperfecciones pero por más enamorada que esté, no creo poder perdonar algo tan grande. Suspiro deslindándome de todos los sucesos de esta noche y regreso a la habitación de Rainer, espero a que duerma y me translado a mi ala.



.....




Las noticias corrieron como mariposas emigrantes y todo fue publicado en Internet; desde las fotos mías con Nathanael que es la menor de todas las noticias centrales, hasta el escándalo de Rainer.

"Hijo de una aventura lujuriosa de su madre: Rainer GreenWood, el magnate que ha estado usurpando una vida"

"Celebración termina en tragedia, golpes y gritos".

«El multimillonario Richard Greenwood, revela los detalles de la infidelidad de su esposa y como ha luchado por aceptar el recuerdo de ello».

«Detalles sobre el futuro en las empresas Greenwood»

«De multimillonario a bastardo: Rainer GreenWood y su oscuro pasado».

«Captan a la novia del ex hijo del millonario Greenwood con el mejor cirujano en Estados Unidos, ¿nueva presa? Parece que ya olvidó a el magnate ¿o será por el dinero?Dellates abajo».

Esos son unos de los miles de títulos que han salido desde la madrugada. Los abogados están trabajando bajo presión para que la noticia no se expada aún más, además de que el teléfono no para de sonar pidiendo entrevistas de televisión.

Rainer baja de su habitación con mejor aspecto del que tenía por la noche, trae un pantalón pijama de polar y una camiseta ocre como de costumbre.

—¿Puede alguien traerme agua? —Pide abatido.

La chica de servicio atiende a Rainer con una jarra de agua y otra de jugo.

—Esto es lo que haremos. — Bosteza. — Después de preguntarmelo toda la noche, llegué a la conclusión que no apelaré a favor de mi padre y si por ello pierdo todo lo que a él le pertenece, me deslindo de todo. Solo no cambiaré mi decisión con respecto al testamento de mi abuelo y ahí es donde quiero que se centren.

—Señor...

—Estuve investigando parte de la noche y encontré en diversas fuentes que aunque Richard está en su derecho de apelar, los mencionados en el testamento pueden hacer que la demanda proceda en un juicio o pase a manos de una autoridad que decida si se lleva a cabo dicho dictamen. El camino es largo pero no pienso desistir y si me gasto todo mi dinero en sus sueldos, no me importa quedarme en la calle con tal de que Richard no obtenga nada de el patrimonio trabajado por un hombre como lo fue Leopold.

—¿No piensa hacer una nueva prueba de paternidad?, creemos que si hacemos una prueba nueva en una clínica de nuestra confianza, saldremos de dudas y podríamos evitarnos tanto desorden.

—No quiero me metan sus manos ahí, los quiero trabajando en lo importante.— Se levanta. — Olivia, acompañame a desayunar al jardín. — éste se levanta dejando a los abogados con la palabra en la boca. Todo está dicho.

Traslado mi cuerpo al par de Rainer, une su mano con la mía y me guía al patio trasero donde yace una piscina gigante, una fuente con acabados griegos y un kiosco con una mesa al centro.

—Tengo noticias acerca del juicio con el imbécil de Patrick. — Levanto la mirada. — En tres días tendrás que ir a testificar al igual que las demás personas que se animaron a denunciar, lo tenemos acorralado a pesar que huyó del país.

—Creí que todo había quedado en el olvido. — Resollo más para mi que para él.

—Nadie que te toque puede quedar impune, en realidad ningún abusador debería estarlo. — Contraigo mis músculos.

—Bien. — Se limita a asentir.

Tengo que hacerlo, no hay opción si quiero que todo cambie y él pague. No lo estoy haciendo por mí, ahora lo hago por las demás chicas que salieron a testificar en contra de ese imbécil.

Me deshago de ese tema en mi mente, ya habrá tiempo de sobra para revivir ese capítulo más tarde.

Poso la mirada sobre Rainer, está perdido en la nada y no parece estar conmigo. Me gustaría saber que piensa y poder ayudarlo.

—¿No piensas luchar por lo que haz trabajado casi toda tu vida? —Tomo asiento una vez que abre la silla para mi.

Niega. —Para mí, la familia siempre será lo más importante y por eso no pienso secundar los planes de Richard. —Acaricia su mandíbula. — Además, he trabajado en esa empresa desde que era un crío y creo que necesito un descanso antes de volver. Los negocios que hice por mi cuenta están dando frutos y si todo sale bien, para septiembre veré las ganancias triplicadas.

—Ya no serás mi jefe. — Asiente.

—Estarás sola a menos que quieras dejar tu empleo y vivir en una granja a mi lado.

El servicio viene a dejar el desayuno o más bien la cena, ya que ayer no de gustamos todos los manjares que pedí a domicilio.

—Yaa... Te estoy imaginando con un sombrero de paja y correteando gallinas. — Hunde sus cejas.

—Me tomaré unos meses de descanso para vacacionar, quiero conocer varias partes del mundo y después volver a la rutina.

—¿A qué se debe todo este cambio? — Me sirvo un poco de pasta.

—Nada en especial, sigo siendo el mismo pero sin dinero. — Ruedo los ojos.— Me gustaría que me acompañes.

Busco su mirada, no conectamos pues está evitándome.

—Me gustaría pero tengo trabajo y no puedo darme el lujo de abandonar todo a la nada.

—No quiero que sigas trabajando para mi padre, creo que es mejor que consigas un nuevo empleo. —Bebo un poco de jugo.

—No creo que pueda encontrar un empleo con mejor salario, por ende no dejaré de trabajar ahí. Espero que no intervengas. — Se encoge de hombros.

—Bien, entonces seguiré trabajando. Los viajes vendrán después.

—¡No! Debes ir. — Niega.

—¿Viajar sin mi novia pero con novia? ¿Qué se supone que hago sin compañía? —Bufo.

—Veré que puedo hacer, tal vez pueda llevar el trabajo en línea. — Rainer sonríe a medias.

—¿Qué ciudades te gustaría visitar? — Lo pienso.

—Italia, Francia y España en general, ¿tú?

—Conozco la mitad del planeta pero siempre he querido vacacionar en el norte de Inglaterra. — Asiento. — Tienes la misión de buscar ciudades poco visitadas, yo haré lo mío..

—Perfecto.

Rainer y yo seguimos desayunando entre bromas y juegos tontos. Sonaré ridícula pero la noticia de que Richard no es su padre, le asentó de maravilla, tiene una vibra diferente, como si algo le aliviara pero a su vez, tuviera perturbaciones.

Una vez que terminamos de ingerir el desayuno, subo a arreglarme para salir con Rainer a conocer la ciudad. Busco ropa en la maleta que aun no deshago y creo que no lo haré, tengo que enfrentar mi miedo e ir a ese juicio que estuve postergando, Patrick no volverá a hacer más daño.
Opto por shorts de mezclilla y una camisa azul que a pesar de ser delgada está fresca. No me maquillo, solo aplico un poco de rubor y labial, sin embargo termino mi atuendo calzando unos tacones de bota blancos.

Termino antes de la hora límite que Rainer me puso para encontrarnos, por lo que bajo a la sala y bebo un poco de agua, pues a pesar del aire acondicionado, el calor sigue siendo insoportable.

—Fui a tu habitación y no te encontré, creí que habías salido. — Giro bebiendo de mi vaso.

Es la primera vez que Rainer usa ropa más informal, lo que me deja consternada. Trae jeans de mezclilla azul, converse negros y una camiseta negra sin mangas lo cual hace que sus brazos resalten más.

—Vine por un poco de agua. — Asiente.

—Vamos, nos espera un largo día. — Bebo el último trago.

......

Como primer parada llegamos a un mercado local que pareciera sacado de una película al estilo de Hollywood, todos andan bien vestidos con ropas caras mientras toman fotos, según Rainer los turistas lo ocupan más como unan locación fotográfica y son pocas las personas que vienen meramente a comprar.

—¿Es Shawn Evans? —  confirma asintiendo.  — Mierda, estuve toda mi adolescencia enamorada de él.

Trae una sudadera amplia la cual cubre casi todo su cuerpo, solo se aprecian sus tonificado piernas y parte de su rostro no cubierto por gafas.

—Iba a presentarlos pero mejor no, ya habrá otro momento. — Comienza a caminar dejándome a media calle.

—¡Oye! — Grito molesta. —¡¿piensas dejarme sola?! — Se encoge de hombros.

—Si no quieres que te deje, camina. — Ruedo los ojos.

Seguimos recorriendo el mercado, hay fruta muy exótica que realmente se me antoja probar hasta que veo los precios, aquí no tienen piedad a la hora de vender. Llegamos a un puesto de flores, le pido a Rainer que me tome una foto, mas se niega ya que el hombre lo fuerza a que le compre. Cosas que no entenderé.

—Salí sin mis gafas, acompañame a comprar unas. —Toma mi mano.

Andamos sobre la calle y es la primera vez que Rainer anda despreocupado, después entiendo que para él y las personas públicas, este lugar es seguro, pueden andar sin preocupación de ser atacados.

—¿Enserio vas a comprar aquí? — Hundo mis cejas.

—¿Dónde más? — Responde obvio.

La tienda es ni más ni menos que Prada, no es muy grande pero luce acogedora. Al entrar una mujer nos atiende de inmediato ofreciéndonos su servicio, Rainer le pide que le muestre las gafas de sol y en lo que él hace sus compras, doy un repaso por la tienda.

Hay un sombrero que me llama la atención, lo he visto por todo Internet por su fama en todos lados; observo el precio que hace odiarlo de inmediato, es una locura todo lo que cuesta solo por que es una tendencia.

—Quiero sombrero en color negro que esta viendo la señorita. —Señala Rainer.

La empleada viene corriendo como si le estuvieran haciendo la compra de su vida. Acompaño a Rainer que esta en el mostrador, antes de que hable él se adelanta.

—Pedí que te muestren una bolsa de mano.

—No necesito nada esto, no gastes en cosas innecesarias. —Reprimo levemente molesta.

—Soy cliente distinguido, embajador, inversionista y hermano de los modelos principales. Si quiero puedo llevarme toda la tienda y no pagar por nada. — Abro mi boca en una "O". —Tu bolsa ya está horrible y me da vergüenza que la utilices así que elige una.

¿Cómo puede vivir sabiendo que puede llevarse productos sin pagar? A mi ya me habrían puesto un límite.

La chica me muestra una docena de bolsos preciosos pero decido irme a lo clásico por una negra pequeña de piel y otra del mismo modelo pero con diamantes de imitación. Este lugar es la perdición de las mujeres.

Una vez que terminamos las compras, seguimos recorriendo la plaza con nuevos accesorios.
Gracias a Rainer y la cámara que compró puedo ir capturando cada espacio que se me hace lindo, aquí parece otro mundo.

—Hay muchas personas y celebridades, he visto alrededor de unas cinco. — Espeto deteniéndome frente a un kiosko de revistas.

—Son vacaciones y es cinco de julio, siempre está así. — Arruga su nariz. — Detesto la temperatura de este lugar, hace que transpire por respirar.

—California es prácticamente lo mismo.

— Ni si quiera conozco el clima de allá, vivo en mi oficina y casa con aire acondicionado que si abastece. — resopla.

Veo un puesto de paletas de hielo, lo que se me ocurre como solución para calmar las aguas. Es verdad, el sol está destruyendo todo a su paso.
Pido dos de limón que es el sabor tradicional para apaciguar la sed, pago por ellas y regreso con Rainer.

—Gracias. — Toma lo que yo le extiendo.

Tomamos asiento en una pequeña banca que colinda con el mar, la brisa logra erizarme un poco la piel, acción que Rainer no pasa desapercibida.

— Deberíamos regresar a casa y continuar más tarde. — me encojo de hombros. — No fue buena idea que compraras esa paleta, trae muchos recuerdos y estamos en público como para revivirlos.

—¿Mm? — Pronuncio.

Recapitulo la forma en que estoy degustando la paleta y de inmediato mi mente se le ocurre una respuesta.

Río.

—Buenos tiempos. — Rainer ríe.

—Sí que lo fueron. Ahora mi vida se basa en seguir deteniendo los planes del maquiavélico de mi... — Traga. — De Richard, pero siento que por fin puedo respirar.

—Me alegro. — Le sonrío.

—Regresemos, de verdad no soporto apestar a sudoración.

Río negando.

Don perfecto, amante de la limpieza y controlador, no soporta no poder controlar el calor.



.......

Regresamos por la tarde a una pradera preciosa que queda justo detrás del mar, lo extraño es que no hay personas como en los lugares que visitamos por la mañana, solo hay calma.
El aire ya está bastante frío y gracias a que únicamente traigo un vestido veraniego, mi piel se eriza.

No he visto un atardecer más hermoso que el que estoy presenciando.

Siento la mirada de Rainer sobre mí a pesar de tener semejante obra de arte enfrente, así que despego la mía de allá y la poso sobre él. Nuestros ojos se encuentran.

Tal vez sólo soy yo enamorada interpretando cosas que no son de esa forma, pero nunca nadie me ha visto como él lo hace justo ahora.

Detallo sus lunares imperceptibles, tiene uno cerca de la punta del labio superior y otro lateral al ojo derecho.

Richard los tiene ahí, solo que los suyos son más visibles. No me trago el cuento de que no son familia.

La calma que nos acompaña me relaja, ahora entiendo que Rainer es mi nuevo lugar seguro y no importa el pasado, hoy es el presente; tanto él, como yo, cometimos errores, pero ya no lo hacemos. Ya no me trata como una de las mujeres con las que acostumbraba a tener sexo y ha sabido mantener distancia con respecto a las relaciones sexuales.

A veces nuestros demonios nos ciegan y no lo justifico, pero yo fui parte de todo al aceptar firmar.

—Quiero caminar un poco. — Despeina su cabello. — ¿Vienes?

—Sí.  —Me cuelgo de su brazo.

Andamos por el pasto dejándonos llevar hacia donde nuestros cuerpos nos guíen en un silencio nada incomodo.

—Tu ropa combina con las flores, fácilmente podrías camuflajearte. — Ve que estoy confundida y me señala un campo de girasoles.

—Mierda.

La poca luz naranja que emite el sol, alumbra las flores y las mariposas que morbosean alrededor le dan un toque bastante mágico. Le insisto a Rainer que me tome una fotografía o bueno, ni si quiera tengo que pedirlo pues él es el primero que me dice que me pare frente al campo.

Rainer se ríe al ver que no sé posar y que mi rostro debe ser un asco, solo que aun así sigue fotografiando.
Le pido que me las muestre y sin que se de cuenta tomo fotos de él distraído, no obstante, las últimas salen perfectamente pues él está mirándome.

—¿Por qué en la mañana dijiste que por fin puedes respirar? —Dejo salir la pregunta que ha estado perturbándome.

Sus hombros se contraen de una manera impresionante.

—Estupideces. — Desvía el tema.

—Puedes confiar en mí. — Detengo mi cuerpo a centímetros del suyo.—Sé qué clase de persona es Richard.

Niega. —No sabes nada de él y es mejor, pero si te hace feliz... — Toma mi mano. — Significa que soy libre, voy a vivir fuera de sus ataduras y me voy a dar una oportunidad. Liv, no te prometo ser la persona ideal porque eso no va conmigo, tengo millones de defectos que aún no conoces y que si lo hicieras, ya habrías huído; guardo cosas que no debería e incluso yo mismo soy parte...

—¿Qué tiene que ver todo esto?

—Que no soy la persona que mereces o necesitas, pero quiero intentar serlo ahora que mi padre no me obliga a hacer su voluntad. — Guardo silencio, tenía mis sospechas de como Richard manipulaba a Rain, sin embargo, no creí que era para tanto después de todo es su hijo. — Creo que merezco ser feliz.

— Lo mereces. — Aseguro.

—No estoy seguro de eso. — Evita mirarme. — Volviendo a lo anterior, no te prometo ser alguien que no soy y cambiar mi actitud solo porque tú lo quieres, no haré nada que no me nazca hacer. Espero que aceptes esa parte de mí que no es como la de los demás, porque yo no voy a mimarte con miles de palabras bonitas o juegos de niños, ese no es mi lenguaje del amor.
Soy diferente en todos los aspectos y es por eso que prefiero alejarme de este tipo de cosas, no obstante, lo repito: soy libre y merezco darme una oportunidad de respirar.

El sol le ilumina medio rostro, lo que hace que su ojo derecho se aclare a una tonalidad miel.

—Sí sabiendo esto, aún quieres estar conmigo y dejarnos llevar hasta donde lleguemos. Me honrará ser tu pareja.

Mi corazón no puede dejar de latir tan rápido, las mariposas que revuelan alrededor no se comparan al movimiento de las mariposas interiores y mis manos juguetean con nerviosismo entre ellas.

Rainer y yo somo tan parecidos y a la vez tan diferentes.

Su lenguaje del amor no es tan alejado del mío, solo que a veces mi cuerpo necesita sacar esa adolescencia interior que jamás viví y es algo que él no podrá entender o seguir.

Lo observo mirarme con la misma intensidad con la que lo hacía hace apenas un rato.

Ahí está la diferencia.

Por fin es libre.

Por fin puede amar.

Aferro mis manos a su cuello y me lanzo sobre sus labios. Beso su comisura esperando que haga lo mismo, por suerte lo hace y me impulsa para que mis piernas queden alrededor de sus caderas.

Por primera vez un beso me hace sentir tantas cosas inexplicables.
Separo mis labios un poco y sonrío.

Seguimos besándonos un rato más hasta que el sol ya amenaza con desaparecer por completo. Regresamos tomados de la mano cuando escuchamos un estruendo.
Derrepente, agua sale del suelo y nos percatamos que se trata del sistema de riego.

Ambos comenzamos a correr mientras reímos.

Por el momento estamos a salvo.


......







Heeeeeey!!!

Holiwisss, nuevo capítulo un poco más extenso pero con todo mi amor.

Comenzando con las noticias, tengo dos:

-voy a ausentarme de wattpad un par de meses ya que mi examen para entrar a la universidad es el 17 de noviembre y tengo que prepararme mejor estos días. Así que no podré publicar taaan seguido, pero si habrá una que otra solo que no está confirmado.

-Después de mi retiro haré un especial donde subiré unos cinco capítulos de golpe. Eso sí es seguro y lo pueden esperar. Lol.

Y creo que ya, en realidad no es mucho.

Espero que no me extrañen, Nos veremos luego.

Sin mas que decir, siganme en instagram como @thifany.book, estaré más activa.

Lxs quiero.

Besos.

-Thifany.

Pd. Aquí dejo unas fotos con las que me inspiré para este capítulo. Lol.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top