Caminamos todos en un fila, estábamos caminando hacía la planta baja, llegamos y empezamos a observar cada esquina de la casa, Nate me sostenía sobre sus hombros para que no perdiera el equilibrio.

— Vamos. — Dije.

Traté de llegar hacía la puerta, pero escuché un ruido rechinador.

— ¿Qué es eso? — Dijo Grace.

Voltee a ver arriba y vi como los tornillos del candelabro salían volando, Maya estaba parada justo abajo del candelabro. 

 — ¡MAYA, CUIDADO!

Ella volteo rápidamente hacía arriba y se quedó petrificada mientras el candelabro caía a gran velocidad sobre ella, pero en el último momento, Jordan corrió hacía ella empujándola lejos y cayendo el candelabro sobre él.

Maya estaba en el piso y corrió rápido hacía el candelabro.

— AYÚDENME.

Todos corrieron a quitar el candelabro, cuando lo lograron estaba Jordan con muchos vidrios sobre todo su cuerpo y estaba escupiendo sangre.

— Jordan, me has salvado, no tenías que hacerlo. — Dijo Maya llorando.

— Tenía que... Maya yo siempre te he... —Él sólo la estaba viendo a ella, él trató de completar la frase, pero en eso cerró los ojos

—¡NOOO!, JORDAN YO TE QUIERO. —Ella no paraba de llorar y estaba acostada sobre el cuerpo sin vida de Jordan.

Yo lloraba, él había sido mi amigo desde que tenía memoria, pero cuando entramos a la preparatoria todo cambió, él se volvió más distante... Pero aún así, es mi mejor amigo y me dolía su perdida.

— Tranquila. —Dijo Nate, mientras me sujetaba de sus hombros con mucha fuerza y no paraba de llorar.

— ¡No! — Dije sentándome como pude y abrazando el cuerpo de mi amigo. —Fuiste el mejor amigo que pude tener. Ave atque vale querido amigo. —Dije llorando.

En eso escuchamos como todas las puertas se abría y cerraban rápidamente provocando un horrible ruido.

— Tenemos que irnos. — Dije parándome.

Nate me ayudó y caminamos.

Grace y Kyle fueron los primeros en subir las escaleras mientras Maya seguía junto a él.

—Nate ve por Maya. — Dije tratando de que no me afectará tanto el ruido.

Él corrió hacía ella y trato de levantarla pero ella se aferraba demasiado a su cuerpo.

Después de mucho insistir la logró separar no sin antes ella darle un beso a Jordan.

Ella subió las escaleras a tropezones y llorando mucho.

Nate me cargó y subió todas las escaleras hasta que llegamos a la pequeña iglesia.

Él cerró la puerta pero el ruido no cesaba, me acosté sobre el piso y me tapé los oídos cada vez se hacía más intenso el ruido y todos hacía lo mismo.

Después de 20 minutos todo ruido cesó, miré a todos que estaban igual de aturdidos.

— ¿Estan bien?

— No, no estamos bien, Jordan acaba de morir, quisiera irme de aquí ahora, esto es un maldito infierno. —Dijo ella llorando.

—Tranquila... — Comenzó Kyle.

— No me digas que me tranquilicé, eso empeora la situación. — Dijo cabreada.

Yo sólo me quedé callada, creo que lo mejor era quedarme callada.

Me paré, sinceramente estaba harta de toda esta maldita situación, no quería callar. No hoy.

Me paré como pude, quedando en frente de todos.

— Escuchen a mí también me duele y mucho la muerte de Jordan, él no debía morir, pero no podemos enfadarnos entre nosotros, tenemos que estar más unidos que nunca, tenemos que salir de esta maldita casa por Jordan.

—No entiendes, jamás saldremos de aquí. —Gritó Maya.

— Sabes Maya, sé que te duele la muerte de Jordan, pero él querría que saliéramos de aquí y lo haremos, la muerte de Jordan no será en vano. —Dije llorando.

Maya se quedó callada.

— Por ahora sólo quiero quedarme aquí, no quiero hacer nada.... — Dijo ella llorando y sentándose.

—Estamos contigo. —Dijo Grace abrazándola.

Me senté en el piso cerrando los ojos, estaba muy cansada y mis parpados pesaban hasta el punto que me quedé dormida.

Tenemos que irnos, antes de que no nos dejé. —Escuché a mi tatarabuela.

No podemos huir de nuestro pasado.

La familia siempre tiene que estar unida.

Nunca saldremos de esta casa.

Muchas veces tenemos que hacer sacrificios para lograr nuestro fin.

Ustedes jamás saldrán.