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Buscar algo que incriminara a Seunghyun resultó más complicado de lo que creí. ¡Dios! Ese hombre era meticuloso. Dejaba a la vista solo las cosas más inocentes, y ocultaba en quién-sabe-donde los papeles que eran prueba de sus pecados. Pero yo lo conocía y vivía con él. Algo debía hallar para poder ayudar a Chanyeol.

Desde que me había casado con Seunghyun todo había ido en picada. Aunque nunca fue particularmente dulce y agradable, sí era mucho más mimoso conmigo en aquel entonces, por algo me enamoré de él. Pero apenas llevé su apellido, descubrí el monstruo que era.

Le gustaba el licor, demasiado para que yo lo tolerara. Amaba fumar incluso dentro de la casa donde ese espantoso aroma se quedaba impregnado incluso en las flores. Y..., gustaba de sacar toda su frustración conmigo. Al principio el sexo era una forma de desfogue, pero se volvió más violento conforme los meses pasaban.

Estaba muy preocupado, seguramente sus negocios no iban tan bien, o algo lo atormentaba. Y pronto tenerme en la cama ya no fue atractivo.

El pómulo morado era el rasgo más frecuente de su abuso. Y había decidido alejarme para no tentar a mi suerte.

El trabajo era un buen lugar donde recluirme lejos de él; y llegar a la casa, aunque atemorizante, fue más agradable conforme él no volvía por varios días. Si me engañaba o no, daba igual, no me lastimaba en lo más mínimo, mientras se mantuviera alejado.

Y su hermano, Chanyeol, siempre me trató diferente. Él fue agradable y jamás juzgó mi condición social. Claro, era un mujeriego sin remedio y un coqueto empedernido, pero, tal vez, eso lo hacía tan interesante.

Claro que él no sabía de las agresiones de su hermano hacia mí.

Aun cuando esa no fuera razón suficiente, quería salvar a Chanyeol y torturar a Seunghyun. Me lo debía.

Así que llamé a Kyungsoo, mi mejor amigo. Nos reunimos en un pequeño y solitario café en los extremos de la ciudad.

—No puedo creer que él haya hecho eso. Quiero decir, sí, es un imbécil, pero, ¿con su propia sangre?

—No me sorprende, la verdad. Vio la oportunidad de escaparse de la justicia y puso frente al cañón al primer cordero que encontró a su paso.

—Ese caso está sonando, son rumores, ya sabes que la familia Park no permitió un circo mediático, pero dicen que su juicio será pronto y que le darán más de diez años de cárcel.

Mas yo no estaba dispuesto a permitir esa injusticia. Chanyeol merecía la libertad como Seunghyun una patada en las bolas.

—Quiero sacarlo de ahí.

—¿Y cómo? No tienes dinero para un buen abogado.

—No hace falta, Chanyeol contrató uno.

Él sí tenía el dinero suficiente como para permitirse uno de los mejores abogados del país, Choi Siwon. Si dependiera de mí y de mis escasos fondos bancarios, se contrataría un abogado de oficio, por muy malos que fueran.

—¡Por fortuna! —se burló Kyung.

Yo me sonrojé. Sí, estaba casado con un hombre rico y poderoso, pero ese era el tema, él lo era y no compartía esa fortuna con nadie. No que yo se lo haya pedido, pero hubiese sido lindo que me hubiese entregado su tarjeta para comprarme ropa elegante para mi trabajo. No lo hizo, pero Chanyeol sí.

Fue tan dulce.

Ocurrió un día hace tantos meses...

Estaba yo en casa, pensando en cómo persuadir a Seunghyun que me prestara algo de dinero para ir de compras. Mis pantalones de mezclilla y camisas blancas no eran las prendas más elegantes y ya estaban algo desgastadas. Sin embargo, temía que fuera a burlarse o simplemente a ignorarme. También pensé en pedirle dinero a Kyung, cuya situación económica era mucho mejor que la mía, pero no me atreví.

Al final, solo me quedó esculcar en la caja fuerte de Seunghyun. Fue algo inocente, por decirlo así. Lo iba a reponer de todas formas.

Yo estaba tan nervioso y asustado de que mi esposo llegara, mis manos temblaron cuando abrí la caja fuerte cuya combinación le vi digitar un día en secreto. Conté *cuatrocientos mil wones, una cantidad pequeña que él no notaría en medio de esa montaña de dinero que tenía oculta, no hasta que lo devolviera.

—¿Qué estás haciendo?

Una voz profunda y dura que me hizo temblar todo el cuerpo se escuchó justo detrás de mí. Chillé y me di la vuelta con el dinero en las manos. Perdí el color en el rostro cuando vi a Chanyeol parado frente a mí, con su peculiar entrecejo fruncido.

—Yo..., yo estaba... —Y de pronto volví a mirar mis manos y sentí pena, mucha. Como si fuera un vil ladrón. ¡Oh, Dios, había sido atrapado robando! Bueno, pidiendo prestado..., sin pedir.

—Ey, no, no, pastelito, no llores.

Y yo ni siquiera supe que estaba llorando. Solo lo noté cuando sus pulgares enjugaron mis mejillas. Su tacto caliente me hizo suspirar.

—¿Te encuentras bien?

Yo me tragué el grueso nudo en mi garganta, y asentí, quise decir , pero de mis labios solo salió un débil gimoteo.

—¿Qué haces con el dinero de Seunghyun?

Su tono fue suave para no asustarme más de lo que yo ya estaba.

—Solo..., yo no estaba robándole, lo tomaba prestado —gemí. Nuevamente un par de toscas lágrimas bajaron por mis mejillas.

—Shhh, está bien. Pero, ¿por qué no se lo has pedido? No se lo has dicho, ¿cierto?, o no estarías así de asustado.

—... Solo quería comprarme ropa nueva —murmuré lo que avanzó a pasar por mi doloroso bulto en la garganta—. Yo no-

—Ah, los donceles son tan caprichosos —suspiró. Fue jocoso y suave, pero me hizo sentir fuera de lugar.

—No, no, yo quería algo para ponerme en la oficina. Mi ropa..., bueno, está algo vieja.

Me avergonzó decirlo. Es decir, estaba frente a un hombre que, aunque rebelde y descomplicado, vestía con las prendas más caras. Aunque Chanyeol era mucho mejor persona que Seunghyun, había sido criado en el seno de una familia acaudalada y esos valores y costumbres eran difíciles de borrar.

Chanyeol no hizo el amago de mirar cómo vestía, solo me sostuvo la mirada con una leve sonrisa en los labios.

—Deja ese dinero en su lugar. Ponlo tal como lo encontraste. Aunque no lo creas, mi hermano es obsesivo con el dinero y el orden.

Temblé. Con mucha vergüenza dejé el dinero en su lugar y cerré la caja fuerte. Suspiré. Debía, entonces, tomar mis ahorros e ir a una tienda pequeña donde pudiera conseguir algo más económico. No había de otra, pero la idea me deprimió.

—Lo lamento —murmuré y fui incapaz de mirarlo.

—Sígueme.

Solo demandó y yo le seguí. Bajamos hasta el salón y nos quedamos frente a su camioneta negra.

—Sube.

—¿A dónde-?

—Dijiste que necesitabas ropa nueva, bueno, yo voy a comprártela.

—¿Qué?

—Voy a mimar a mi querido cuñado —dijo y me guiñó un ojo.

Él me llevó a esas preciosas tiendas en el centro de Gangnam. Consiguió una estilista que me acompañó a comprar todas las prendas con las que yo solo había soñado.

Fue tan especial. Maravilloso.

Chanyeol me ayudó a escoger algunas prendas que en su opinión 'les hacían justicia a mis curvas'. Me compró tantas cosas, incluso las que yo no necesitaba. Perfumes, maquillaje, un estuche con joyas brillantes, y tantos abrigos para el invierno como cupieron en su auto.

Aunque estaba rebosante de dicha, me preocupaba el monto al cual había ascendido mi deuda.

—Te lo pagaré —murmuré, aunque el cómo todavía no me quedaba claro—. Puedo pasarte una parte de mi sueldo cada mes.

—Pastelito, ¿acaso dije que te cobraría? No, dije que te mimaría y no quiero nada a cambio, solo una sonrisa. Estabas tan triste en tu casa.

—... Gracias, Chanyeol.

—No le diré nada a Seunghyun, ¿sí? Él seguramente no notaría si tu fueras vestido de Chanel o si fueras desnudo..., aunque yo sí me daría cuenta —comentó y después de un largo día sacó a flote esos comentarios picantes que me habían hecho falta—. Creí que mi hermano te pasaba una mensualidad.

—No, no lo hace. No que la necesite..., mucho.

Porque sí, tenía mis pequeñas deudas que alcanzaba a pagar con mi sueldo. A Seunghyun no le interesaba ayudarme ni hacer parte de mi mundo.

—Oh, pastelito, ¿por qué has tenido que casarte con el imbécil de mi hermano?

—No lo sé —confesé yo—. Ahora..., me arrepiento.

—Bueno, ya sabes que mi oferta siempre estará en pie. Cuando estés aburrido y necesites un entretenimiento, puedes llamarme.

Y ahora era momento de que Baekhyun le regresara esos favores a Chanyeol.

*305 USD, aprox.


*Seunghyun

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