19
Un suave pitido me despertó.
Pii, Pii, Pii.
Mis párpados pesaban tanto que, al querer levantarlos, cedían y me sumían en la oscuridad nuevamente. Después de un par de intentos, por fin conseguí ver donde me encontraba. La enfermería de la prisión. Un lugar poco agradable, con un aroma rancio a medicamentos y alcohol. La luz blanca de la estancia titilaba y en la boquilla se acumulaba cierta mugre que la oscurecía.
Abrí la boca, pero tan reseca estaba que no pronuncié palabra, quizás solo un lastimero sonido que no llegó a oídos de nadie. Quise erguirme, levantar siquiera la mano. Imposible. Todos mis músculos estaban entumecidos, completamente entorpecidos por los estragos del letargo.
¿Qué había pasado?
Recordaba estar en peligro, apresado por esas bestias que pretendían matarme. Recordaba a Dante, con aquella sonrisa maliciosa y cruel. Recordaba la nota de Chanyeol...
¿Qué había pasado?
—Despertaste, terroncito —la voz de Chanyeol me hizo estremecer. Ni siquiera lo había visto, pero estaba sentado en un mueble del rincón poco iluminado, con esposas en sus muñecas.
—Ch-Chan.
—Es mejor si no hablas, todavía debes estar agotado.
Lo miré fijamente. Tenía sus manos enrojecidas, los nudillos abiertos y con sangre, incluso tenía manchas sobre su cuerpo, en su ropa antes naranja. Me pregunté si acaso él llegó a salvarme, si se enfrentó con esos hombres y-. Él pareció leer mi mente.
—Te desmayaste. Estabas tan asustado que tu cuerpo se desvaneció, o eso es lo que dijo la enfermera.
—¿Y tú? —mi voz salió ronca y pastosa, pero finalmente salió.
—... Fui a buscarte. Te encontré inconsciente.
Mis ojos fijos en él le suplicaron seguir porque definitivamente no estaba satisfecho con sus explicaciones.
—Debo irme ya. Me llevarán a una celda de castigo el resto de la semana, pero estarán cuidándote así que confío en que no te ocurrirá nada.
Se levantó con aire desganado, se acercó a la camilla y me acarició el rostro con sus dedos. De cerca, sus heridas eran todavía más espantosas. Debía dolerle mucho. Y debió lastimar mucho a esos hombres.
—¿Los golpeaste? —pregunté.
Sus ojos fríos se situaron sobre los míos, mas ni una palabra salió de su boca. La respuesta era clara, pero me interesaba poder hacer otra pregunta antes de que se marchara.
—¿Los mataste?
Y algo en mi voz delató mi preocupación y terror por ese hecho. Él entrecerró los ojos y un brillo de vergüenza le atravesó el rostro.
—Bedauern Sie nicht das Schicksal derer, die Sie verletzt haben, weil sie es nicht hatten, als sie Ihnen das Leben nehmen wollten*.
No había entendido palabra y Chanyeol no me traduciría nada tampoco, así que estaba en el limbo de la incertidumbre. Aunque ya me había acostumbrado a ese sentimiento. Con Park Chanyeol no podía estar seguro de la mayoría de las cosas, mucho menos de las que decía en alemán.
—Chan —insistí, y mi voz se quebró al final.
—No soy un hombre bueno, Baekhyun, y eso ya lo sabías, como sabías que siempre iba a protegerte sin importar el precio. Así que no te sorprendas de mis acciones.
Sonó resentido, tal cual estuviera aprensionado de mi reacción. Tal vez él pensaba que estaba aterrado de su naturaleza o que sentía asco. Bueno, sí estaba algo asustado de los alcances de Chanyeol, pero no sentía asco ni aprensión hacia él. Lo hizo para protegerme, por justa razón. Y yo estaba agradecido, más que nada.
Había vivido con Seunghyun, un hombre a quien no le importaba lastimar al resto por salvar su vida y su dinero. Me había golpeado y destruido. ¡Claro que no estaba asustado de Chanyeol cuando salvó mi vida! Lo hizo muchas veces y su promesa de cuidar de mí seguía firme.
Lo tomé de la mano, si apretarla demasiado por si estaba adolorido; acarició sus dedos y pasé suavemente sobre sus nudillos. Estaban caliente, casi ardiendo. Llevé su mano hasta mis labios y besé sus dedos, incluso si estaban con sangre.
—Gracias, Chan.
Él sonrió apenas, pero sus ojos recobraron el brillo. Se inclinó y dejó un beso sobre mi frente.
—
Sonreí. Ya ni siquiera me interesó intentar entender esas palabras.
Luego él solo se marchó con un guardia que esperaba afuera.
****
Me dieron el alta por la tarde, mas yo me había encariñado con esa camilla que, aunque destartalada, era mucho más cómoda que la cama que tenía en mi celda. Durante el trayecto me acompañó un guardia, no supe si por orden de Chanyeol. Al llegar a mi celda, me encontré con mi muy extraño rommie.
—Creí que me había quedado con todo el espacio —canturreó.
Me encogí de hombros y simplemente pasé de él. Aunque no quería estar echado en cama otra vez, era lo único que podía hacer ahora. Realmente me daba miedo encontrarme con tantas personas en el patio o los pasillos, incluso si Chanyeol me había jurado protección.
Había aprendido una cosa. Las personas eran seres misteriosos en quienes no se podía confiar. Los motivos ocultos y las falsas sonrisas, los juramentos de lealtad y la obediencia. Había visto de eso mucho en la prisión. Reos que sentían respeto y miedo hacia Chanyeol, que lo obedecían ciegamente y... Luego lo traicionaban incumpliendo sus órdenes. La razón era muy sencilla, el dinero podía más que cualquier lealtad del mundo.
Ni el miedo podía contra eso.
—Te han dejado esto ayer —mencionó y me lanzó un sobre color crema.
Debía ser una carta, o algo parecido, y era de Taemin.
Me senté en la cama y empecé a leer la nota.
<<Querido Baekhyun,
Ha sido un caos estar sin ti en Seúl. No he podido ir a visitarte aún porque, aparentemente, tu adorado esposo pagó por tenerte tan aislado como fuera posible. Temo que estés en peligro o que seas lastimado. Sé que no es un buen lugar, y solo desearía poder sacarte de ahí. He hablado con JongIn y me ha dicho que Chanyeol te cuidará ahí dentro. Espero que así sea, aunque la idea no me convence del todo.
He estado hablando también con Minho para conseguir pruebas y sacarte de la cárcel. Aparte del teléfono con todos los respaldos, está buscando en la computadora de Seunghyun.
Minho y yo hemos estado saliendo... quiere retomar nuestra relación y yo, creo que también lo deseo. Lo he extrañado mucho y ahora... ya estoy cansado de fingir que no lo amo, que no lo necesito. Yo mismo he hecho cosas estúpidas, quizá no tan graves como su falta, pero supongo que solo quiero pensar que somos humanos y merecemos una segunda oportunidad.
Probablemente esta noticia no te alegre mucho considerando cuánto odiaste a Minho por lo que me hizo, pero quiero que estés feliz por mí. Recuerda que tampoco quise que te casaras con Seung, y que siempre he sabido que tu corazón está a merced de Chanyeol.
Mientras tú seas feliz yo seré feliz.
Pronto iré a visitarte y espero llevarte noticias.
Te quiero mucho.
Att. Taemim>>
La carta tenía adjunta una fotografía, una photocard de Taemin siendo abrazado por Minho. Ambos parecían muy felices, aunque en esa cara de rana desabrida, alias Minho, no resplandecía la belleza.
Pensé que de todas formas Taemin tenía razón. No debía sentirme molesto con Minho por el pasado, quizás solo ser prevenido y cuidar sutilmente de Taemin. Porque si él le había dado una oportunidad sería por una buena razón.
Le eché un nuevo vistazo a la carta y al final encontré una nota:
P.D. Jongin dijo algo extraño, que eras el blanco de la serpiente. No sé a qué se refiere, y cuando le pregunté, me dijo que tú lo sabrías. Dijo que tuvieras cuidado.
Sí, sabía a lo que se refería. Era el objetivo de Park Seunghyun.
La advertencia me llevó a pensar que gente de mi marido estaba inmersa en la cárcel y por un buen precio, acabarían conmigo, tal como antes. Él me quería fuera de su vida, y no me sorprendería que ocupara todas sus armas para callarme la boca. Aun así, yo tenía las pruebas suficientes para sacar a Chanyeol de la cárcel y...
Para sacarlo a él, pero no tenía ninguna para salvarme a mí mismo.
Y si, por alguna razón, Chanyeol se marchaba, me quedaría solo...
*Bedauern Sie nicht das Schicksal derer, die Sie verletzt haben, weil sie es nicht hatten, als sie Ihnen das Leben nehmen wollten: No sientas pena del destino de aquellos que te han lastimado porque ellos no la tuvieron cuando intentaron quitarte la vida.
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Hola!
Les traigo la actualización de la semana.
Espero que tengan una bella navidad y un excelente año nuevo (para las y los que lo celebran).
Les deseo muchas bendiciones en este nuevo año y que el universo les regrese todo el amor que me han dado a mí.
Los adoro!!
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