6. "A la Italiana"
—¿Salir con Alemania? —Pregunto el castaño, mientras veía a su primo. —No lo se Messico.
—¡Oh vamos hombre! —Exclamo el moreno. Mientras trataba de olvidar lo que paso con el alemán. —¿Por qué no le das una oportunidad? El señor Alemania es un hombre muy amable y muy divertido.
Esto ultimo, sorprendió al italiano. ¿Ludwing divertido? Él solo conocía esa parte seria y autoritaria del germano.
Mas no comento nada, pues no quería sonar como si menospreciara al rubio. Ya que él admiraba mucho al germano por su valentía y el coraje de nunca rendirse.
—No es que no quiera darle un oportunidad. —Menciono Veneciano algo decaído, mientras abrazaba la almohada. —Solo que... Aun no soy capaz de olvidar a una persona en particular.
—¿Un primer amor? —Pregunto él moreno, viento al castaño. El cual asintió ante la pregunta de su primo latino. —Pero Italia, ¿no es mejor darle otra oportunidad al amor? No digo que lo reemplaces o algo así.
Pero nunca es bueno aferrarse al pasado... Lo digo por experiencia.
Susurro, mientras los recuerdos del pasado invadían su mente. Ninguno de los dos muchachos digo algo. El ambiente se había vuelto algo triste, pero no incomodo.
—No quisiera hacerlo, pero a veces es inevitable. —Comento finalmente el país mediterráneo. —¿Sabes México? Si llego a darle una oportunidad al amor nuevamente. Solo espero que esa persona no se aleje de mi lado, me rompería y no podría volver a amar.
—Se que encontraras a la persona correcta Venciano, a veces... Es necesario dejar el pasado, mas no olvidarlo. Y darle la bienvenida al futuro. —Comento el mexicano, ambos países se sonrieron. Para finalmente acostarse a dormir.
[....]
La mañana era algo fresca, el sol estaba por salir, dormía plácidamente sobre su cama. Nada podía despertarlo, bueno a menos que Alemania le dijera que había que entrenar. Esperaba que eso no pasara.
Se acomodo mejor en la cama, y empezó a oír... ¿Instrumentos?
—Hermoso cariño
Hermoso cariño
Que Dios me ha mandado
A ser destinado, nomás para mí —Esa voz... La había oído antes. Era fuerte, autoritaria.
—Precioso regalo
Precioso regalo
Del cielo ha llegado
Y que me ha colmado de dicha y amor. —¿Esa canción no es mexicana? ¿El que la canta es... Alemania?
—Hermoso cariño
Hermoso cariño
Ya estoy como un niño
Con nuevo juguete contento y feliz. —Abrió sus ojos con pesadez. Reviso la habitación. Su primo no estaba.
—No puedo evitarlo
Y quiero gritarlo
Hermoso cariño
Que Dios me ha mandado nomas para mí. —A pesar de que la fuerte voz de Ludwig cantara, la letra no dejaba de ser hermosa. Vio en la mesa de noche una nota que decía. "Asomate al balcón".
Hizo lo que se le pidió y con paso algo apresurado lo hizo.
—Hermoso cariño
Hermoso cariño
Ya estoy como un niño
Con nuevo juguete contento y feliz. —No podía creer lo que sus ojos le mostraban... Los tenia tan abiertos, que se apreciaba su hermoso color castaño. ¡Alemania cantaba frente al balcón! Y unos Mariachis, como su primo los llamaban, lo acompañaban.
—No puedo evitarlo
Y quiero gritarlo
Hermoso cariño
Que Dios me ha mandado nomas para mí. —Su voz termino la letra... Feliciano tenia las mejillas rojas, nunca nadie le había dado el detalle de cantarle por debajo del balcón y es algo que había soñado hace tiempo.
Alemania también estaba sonrojado, no solo por el hecho de que Italia si hubiera salido. Cantar canciones donde a veces se alargaba mucho la letra y necesitabas de mucho aire lo dejo algo agotado.
Miro al balcón, luego bajo la mirada mirando al mexicano. El cual sonreía con un gesto de aprobación.
Después volvió a ver al italiano. El cual le regalaba una sonrisa sincera y de la cual Alemania era fanático.
Volvió a ver al lugar del moreno y no lo vio. Tal ves, había ido a desayunar algo, estaban ahí desde muy temprano necesitaban energía.
[....]
—Grazie! È un dettaglio molto carino Germania. —Agradeció Italia del norte, mientras abrazaba al fornido hombre. El cual solo se sonrojo. Correspondiendo al abrazo del mas bajo.
—Me alegra que te gustara Italia. — Le sonrió Ludwig, a lo que el italiano beso su mejilla cálidamente. —Oh... I-Italia, me gustaría... ¡Bueno! ¿T-te gustaría salir conmigo?
Pregunto, a lo que el castaño le miro. A lo lejos, en el comedor el mexicano les miraba. Pero no decía nada mas, solo miraba en silencio mientras bebía algo de café.
Separo la taza de sus labio y sus labios formaron una pequeña sonrisa al ver como Veneciano asentía débilmente.
—Sera un largo día Juan... —Dijo para si mismo, terminando su taza con el liquido del color del mismo nombre.
[...]
La cita entre Alemania e Italia del norte. Fue, normal por así decirlo. Claro, hablaron de varias cosas, pasaron el rato y se divirtieron.
No es que Veneciano haya cambiado de opinión tal pronto. No, solo que. Nunca había salido con el germano de esa forma, pues la primera y ultima ves, fue cuando Ludwig se confeso por primera ves y todo había salido mal.
Pero aquella salida, había sido buena y la paso de maravilla. Aquel fornido hombre parecía otro, e inclusive le había visto sonreír mas de lo normal. Lo que lo motivo a no sentirse intimidado por la aura disciplinaria que no había a parecido ese día.
De algún modo le recordó a su primo México. Ahora que lo pensaba ¿su primo solo había venido por temas de trabajo? ¿O por algo mas?
Bueno, tal ves luego se lo preguntaría.
Por ahora solo disfrutaría de la compañía del alemán... Aunque le recordara mucho al Sacro Imperio Romano, que nunca volvió a ver y del cual aun seguía enamorado.
—Ohayo y Alemania—
*;; Quiero pedir una disculpa por mi larga ausencia. El ultimo año de prepa es el mas difícil. Y este año estoy enfocada a no reprobar nada.
Eso quita tiempo para escribir y hasta para conversar con amigos de aquí. ¿Pero saben? Valdrá la pena la ausencia, porque lo hago por un objetivo. Y -HYLH-Canada sabe cual es X3
Espero poder actualizar pronto, no solo esta historia. Sino que también las demás.
Ohayo y Alemania (eue)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top