12. "Más dudas"


Después de que el alemán aceptara la invitación de Veneciano, este se encontraba en la cocina preparando la cena, pensando si había tomado la mejor decisión. Francia entro por la puerta, más el fornido hombre tardo en darse cuenta de su presencia, lo hizo cuando el francés le hablo.

—¿Así que has elegido a Italia? —pregunto, mientras se sentaba en una de las sillas, el alemán bajo el fuego con el que cocinaba y lo miro.

—Yo… Yo no e elegido a nadie. —Contesto, el galo negó con la cabeza. —Solo quiero saber si Italia es la persona correcta para mi.

—Bien Alemania. Si eso es lo que te dejo nuestra charla. No soy quien para decirte si esta bien o mal. —La voz de Francia se oía algo seria. Se levanto de su lugar y se acerco al fornido hombre. —Solo recuerda una cosa…

—¿Una cosa? —Pregunto nervioso el germano.

—Le rompes el corazón a México —Tomo una galleta que estaba ahí y la apretó en su puño hasta volverla migajas. —Y España no dudara en romperte a ti.

Hecho las migajas en el bote de basura, le sonrió y salió de la habitación. El alemán no se esperaba aquello por parte del galo, trago en seco. ¿A qué se debía aquella advertencia? México no gustaba de él ¿Cierto? Se cuestiono, el olor a quemado fue lo que lo hizo volver a la realidad, la carne se le había pegado por estar viendo a otro lado. Suspiro con pesadez, cuando pensó tenia la respuesta clara, las dudas lo volvieron a invadir.

Así se la paso durante la cena, bueno no solo con duda. Sino que los celos lo comenzaron a invadir, ya que Francia se le pegaba mucho al menor. Y lo “malo” es que México no lo alejaba, hasta logro ver como el mexicano le daba de comer al francés. Más no dijo nada, porque solo son amigos, porque no son nada… ¡Porque él no gusta de México! ¡Y México no gusta de él! Así que, se tuvo que tragar los celos que le causaba aquella escena.

Al finalizar la cena, Alemania fue a ver al moreno a la habitación en la cual este dormía. Aun tenia la duda de que significaba aquellas palabras que le dijo cuando estaba borracho. Subió las escaleras, para después tocar la puerta de la habitación. Espero unos momentos, escuchando los pasos del joven.

—¿Quién? —Preguntaron del otro lado de la puerta, el alemán contesto con un simple “—Yo, Alemania. ¿Puedo pasar por favor?” —Claro señor Alemania…

¿Se oía decaído? Se preguntó, tomo la perilla girándola e ingreso en la habitación. Encontró al moreno sentado a la orilla de la cama. Le daba la espalda, así que solo podía ver su cabello oscuro y una playera blanca con el logó del “”PRI”. Tomó asiento del lado contrario al menor, solo lo veía.

—¿En que puedo ayudarle señor Alemania? —Pregunto el latino sin verle, el alemán oyó el como aspiro con algo de fuerza.

—México… ¿Estas bien? —Pregunto, pues parecía que el moreno estuvo llorando o algo parecido. Se acerco un poco a él. —Puedes confiar en mi.

El moreno lo volteo a ver, el rubio vio como limpio su mejilla. —Estoy bien, solo que… ¡Me pegue en el dedo pequeño de mi pie! —Exclamo, con pequeñas lágrimas en sus ojos. El alemán casi muere de ternura… abrazo al mexicano, mientras este se quejaba por el dolor.

Estuvieron un rato así, cuando se separaron y alemán beso la frente del pelinegro el cual se sonrojo levemente por aquel sencillo acto.

—¿Qué sucede señor Alemania? ¿En qué puesto ayudarle? —Preguntó el menor viendo los orbes azules del europeo.

—México… ¿Tú, crees que sea buena idea salir con Italia mañana? —Pregunto algo totalmente distinto a lo que veía a aclarar en principio. El joven lo miro confuso, preguntando el “Por qué” de la cuestión. —Bueno… no lo se, tal ves sean los nervios por lo sur me valla a decir.

—Hay señor Alemania, ¡animo! —Exclamo dando palmadas en uno de los hombros del fornido hombre. —No creó que Veneciano lo cite para decirle algo malo ¿o si?

—Tienes razón, él no haría eso. —Sonrió levemente. El mexicano le devolvió la sonrisa. A pesar de que Alemania tenia las dudas encima, prefirió no decir algo. Solo le menciono un simple. —Gracias México.

—No hay nada que agradecer señor Alemania. —Contesto. Sus ojos se veían algo tristes.









[…]




La mayor parte de la mañana paso rápido, Alemania hizo con rapidez sus cosas a pesar de que Gilbert le dijo que él se haría cargo. Al finalizar eso, se baño, buscando en el armario un traje para la ocasión. Pero todo lo que veía se le hacia demasiado “extravagante”.

—No es una junta de trabajo Ludwig… —Se dijo a si mismo, suspiro con pesadez. Busco un poco mas, para al final tomar unos pantalones de vestir negros, una camisa blanca y, un suéter delgado a juego, los zapatos y se peino como siempre.

No lo iba a negar, estaba nervioso. Quería estar del lado del italiano, pues aquel castaño no solo fue su primer amigo y, a pesar de confundir los sentimientos —y acciones —del italiano la primera vez. Aquel país mediterráneo se había vuelto alguien demasiado especial y quería compartir cada momento con él. Con esa sonrisa tan hermosa, sonrió para si mismo cerrando sus ojos al instante. “—¡Señor Alemania!” la voz y la sonrisa de México llegaron a su mente en ves del italiano.

Abrió los ojos, “¿Qué?” pensó;  dejo escapar un largo suspiro. Y una ves mas, se auto preguntó. “—¿Acaso gusto de México?” Paso su mano por sus dorados cabellos, necesitaba una respuesta clara. Y si Italia Veneciano podía dársela, lo ayudaría en mucho. Pero, lo que no entendía es ¿Cómo se llego a enamorar del país latino?

Tomo sus cosas, debía encontrarse con el italiano en un restaurante. Quería saber que era eso tan importante que quería decirle. Bajo por las escaleras, llegando a la planta baja solo vio a México hablando con Roderich, tomo sus llaves con discreción y salió sin despedirse.

No quería que el menor seguirá en su mente, no quería pensar que ese joven en tan pocos días había ganado su corazón...

Porque su corazón ya tenia dueño según él. Y el dueño era Italia del norte, la persona con la que se encontraría, con la cual se casaría y formarían la unión mas grande de todas. Si, esos eran los pensamientos del germano.

Pobre tonto, engañando su propio corazón .

—Ohayo y Alemania!

¿Qué opinan de que esta historia ya esta llegando a su fin?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top