03 | Verdades ocultas
• La risa por fuera y el desastre por dentro, cada uno se jode a su manera, cada palabra tiene consecuencias y cada silencio también •
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Mansión Balsano
Sábado | Omniscient's POV
Con un suspiro de inconformidad Matteo deja descansar ambas manos en sus bolsillos, al mismo tiempo en que recorre la habitación de su madre a paso lento, observando a detalle los colores tenues que hacen juego con objetos de cristal y deteniéndose después de un par de segundos en el gran ventanal cuando por fin siente vibrar los rayos tibios del sol que penetran sus prendas.
—Están juntos de nuevo y ni siquiera comparten la habitación—hace notar su presencia causándole un presionar de ojos a su madre—que irónico parece que volvemos a cuando tenia 15 años. ¿Cual es el fin de esto? ¿Acaso es un tipo de plan o algo por el estilo?
—Eso no te incumbe—termina de colocar sus pendientes mientras avanza hacia la esquina de su cama para colocarse unas cómodas pantuflas—gracias por venir
—Deja la formalidad de lado madre y ve al punto—gira su cuerpo encontrándose con la imagen de la rubia mujer y preguntándose qué es lo que quiere esta vez—¿Vas a salir?—pregunta al notar su vestuario
—Si sigues preguntando cosas que no importan no llegaremos a ninguna parte, ven aquí—con un movimiento de cabeza Matteo camina hasta acomodar su trasero sobre las sábanas, resignado
Solo hace falta abrir la cajita de terciopelo rojo mostrando una preciosa piedra en el centro para que el varón bautizara a su madre como una Mata esperanzas , si hace semanas le cuesta conciliar el sueño por la presión de su padre ahora está consciente de que no pararan hasta que acepte el trato; lo peor de está familia sin duda son los tratos que están obligados a cumplir y aunque sus padres se hayan encargado de matar todas sus ilusiones sobre la vida también les han enseñado a vivir sin ellas.
—¡Estas loca! no pienso arruinar mi vida de esta manera
—Matteo tienes que proponerle matrimonio a Jazmin, no entiendo porque lo haces tan difícil. Ella es una chica muy linda, la prensa conoce su relación desde los 16 y su familia son muy buenas personas—se sienta a su lado extendiendo el anillo a sus ojos
—Te explique que no quiero casarme con ella, Jazmin ni siquiera me gusta y lo sabes ¿porque te empeñas tanto en esta maldita idea?—con frustración se levanta de vuelta al ventanal y Ángela no tiene opción más que seguirlo—¡Además tú la detestas!
—Eso no es verdad
—¿enserio? Porque estoy seguro que eras tú quien decía que tenia risa de caniche con hipo—levanta ambas cejas y ella se limita a suspirar—solo dices lo que te conviene
—¡Matteo!, escucha puede que no sea mi persona favorita pero es lo mejor para la familia en estos momentos y esta boda será nuestro pase directo para unir ambas empresas y hacer un imperio mucho más grande. Por primera vez en tu vida deberías apoyarnos
—¿¡Me estas jodiendo madre!? He sido su marioneta desde hace años y me he metido mis opiniones por el culo para no crear disturbios, le he escondido miles de cosas a Yamila para que se mantenga al margen, te ayude cuando mi padre estuvo apunto de dejarnos en la calle ¿¡Pero eso no significa una mierda para--
—¿todo bien?—la voz femenina interrumpe los gritos de su hermano y frunce el ceño al darse cuenta de la molestia que saca por las orejas—¿Para que querías verme mamá?—pregunta cerrando la puerta detrás de ella
—Yo me largo—cuando Matteo está apunto de salir, es detenido
—De hecho quería charlar con ambos. Estamos invitados a cenar esta noche en casa de los Ponce, es muy importante para ellos nuestra presencia así que--
—Yo no puedo—interrumpe de golpe ganándose las confusas miradas de ambos ya que tanto su hermano como su madre saben perfecto que no se perdería una oportunidad para visitar al azabache—lo siento, tengo que...que s-salir
—No es pregunta, ambos estarán a las 9 en punto en la puerta—vuelve la mirada a su hija y sonríe despistadamente—¿Soy yo o estas más rubia?
—trae el mismo tinte de pelo desde hace meses no me sorprende que no lo hayas notado—contraataca Matteo ganándose la mirada fulminante de Ángela
—A las 9—como último recurso chasquea los dedos recordando la hora y como siempre los jóvenes suspiran sin opción alguna
Una vez fuera de la habitación Matteo no puede evitar observarla con cuidado, muerde sus uñas, se rasca los brazos y camina en círculos una y otra vez sin parar; algo importante sucede pero conociéndola lo único que obtendrá es un buen insulto por su parte al meterse con su vida personal. Pues, si hay algo que Yamila detesta es que Balsano la vea como su pequeña e indefensa hermanita pero lamentablemente él nunca entenderá si todo lo que quiere es protegerla de cada persona en este maldito mundo especialmente de sus pretendientes. Y aquella es una de las razones principales por las que su hermano no se ha decidido a largarse de la ciudad pues dejarla en el medio de esa familia sería como mandarla al matadero.
Cabello rubio, piel blanca, ojos avellana, labios gruesos y piernas bien contorneadas son demasiado para cualquier varón, aunque, algunos no sepan aprovechar lo que tienen frente a sus ojos; pero por más cumplidos que reciba nada se compara con aquellas miradas fugaces que Ramiro Ponce le ha dado el placer de disfrutar, le parece intrigante la manera en que yamila esté creciendo demasiado rápido pues a pesar de sólo tener 17 años tiene mejores proporciones que las chicas de su edad...y vaya que es tentador acercarse y acomodar esas piernas a lado de sus caderas.
Pero no.
Sería como cavar su propia tumba, ademas que se empeña en creerse su propia mentira y recalcándose a sí mismo que solo es la hermana de su mejor amigo.
—Ni se te ocurra hacer algo de lo que te puedas arrepentir—advierte Matteo con voz fuerte
—¿Quien te crees, mi dueño?—frena sus pasos mirándolo con su típica expresión de ceño fruncido y ceja elevada. Frustrando a su hermano por ser tan pero tan terca
—Solo trato de protegerte yami. No quiero que llegues tarde y nuestro padre se desquite contigo, ya tenemos bastante con que haya vuelto—la chica suspira dándole la tranquilidad que necesita
—Esta bien trataré de quedarme lo más que pueda en esa cena, pero apenas quiera me voy—los brazos de Matteo la abrazan acomodando su pequeño rostro en el pecho y sonríe dándole un besito en la frente
—Cuento con ello
Frontera 95
5:50 pm
Música a todo volumen saliendo de los parlantes hace emocionar a todo el público que ingiere distintos tipos de bebida gratis en el gran terreno vacío a las afueras de la ciudad, sin autoridades ni personas que puedan delatarlos. Claro está que las carreras ilegales son el mejor proyecto que a Simon Álvarez se le pudo ocurrir ¿y qué hay de las apuestas? una pequeña cantidad nunca está más para su bolsillo; todo continúa de la mejor manera para el varón hasta que cierto amigo sonríe observando sobre su hombro a una rubia de ojos azules.
—Mira nada más—las divertidas palabras de su amigo obligan a Simón girar su cuello y sin expresión solo suspira quitándose las gafas oscuras—¿la barbie se escapó de su caja?
—Ahora vuelvo
Las risas se hacen presentes pues tanta joyería y prendas de alta calidad no son la mejor manera de presentarse, aún más cuando caminas con una mueca de asco después de cada paso que das sobre el suelo no pavimentado, tal y como Ambar suele ser.
—¡Simon! Te llame toda la mañana ¿Acaso se te olvidó que día es hoy?—la rubia reclama molesta a lo que Simon observa su alrededor—se suponía que hoy te presentaría como mi novio pero desapareciste y ahora mi padre cree que--
—Basta Ambar sabes lo mucho que detesto que te aparezcas así en mis eventos—molesto habla a su oído por causa de la música provocándole a su chica una carcajada
—"Eventos"—hace comillas indiscretas—son carreras ilegales Simon...por no decir que un campo de prostitución—susurra lo ultimo al observar chicas con ropa lo bastante corta para iniciar el deseo de cualquier hombre—nos vamos ya
—No—la mano tibia de la rubia se relaja ante la dureza de su novio—es mi evento y me quedo hasta el final, ve a sentarte o trata de disfrutar como tú hermano. El si sabe como divertirse
Con el ceño fruncido Simon sujeta su barbilla para llevarla al punto exacto en que Gaston se deleita con una morena de cabello castaño moviendo su bonito trasero pegado a su intimidad y aunque no esté acostumbrado a este tipo de "eventos" un respiro nunca está demás para cualquiera y si les soy sincera créanme cuando les digo que realmente lo necesita.
—¿Que carajos?
—no es la primera vez que viene por si te lo preguntas...—su chica gira la mirada furiosa y antes de que grite Simon interviene—tengo una carrera que organizar si me permites
6 minutos de diferencia entre un parto y el otro de los mellizos bastaron para crearle una idea errónea de superioridad por los últimos 22 años de su vida pero no podemos culparla, la pobre es el relleno de su familia al tomar cualquier decisión importante, por ejemplo, la de aceptar que su tía Sharon viva en la mansión como sustitución de una madre...Ambar muy en el fondo sabe que su tía tiene algo que ver con esto pero no puede evitar tener terror a investigar sobre él misterioso incidente de la desaparición de su madre. Gastón por lo tanto no ayuda mucho olvidándola a toda costa, rompiendo los portarretratos donde se encuentra la mujer que le dio la vida y cualquier objeto que le recuerde a ella; ambos mellizos muy diferentes pero idénticos al final del túnel.
—Te llamaré Malena ¿te gusta cierto?—Gastón sonríe dejando un par de besos en la tez morena para después quejarse al sentir unas uñas clavarse en su bicep—¡AAAHH, Loca!
—¡Deberías tener vergüenza de venir a un lugar como este y manosear a una..una cualquiera!—soltando un bufido deja ir a la chica y se concentra en saber el porqué su hermana está ahí
—Me parece que quien debería tener vergüenza es otra persona ¿O no es tu novio el dueño de todo esto?—la rubia se queda corta ante su pregunta pero elimina todos esos pensamientos para continuar con su capricho—lárgate de aquí Ambar
—¿Estas drogado?—sin permiso alguno estira el párpado del castaño ocasionado que éste le regale un manotazo—¡Gaston!
—¡Solo tome un poco Ambar deja de querer controlar todo no eres mi dueña, ni la de nadie!—su hermana se mantiene callada mientras el inhala fuertemente antes de limpiarse el sudor con su propia camisa—largate antes de que yo mismo te saque
—Gastón esper--
—¡Hola! ¿Puedo llamarte Malena?—la desconocida mueve los hombros insinuando un ¿porque no?—excelente
A lo que Gaston sonríe complacido y controla la situación disfrutando al ritmo de la música las últimas horas antes que inicie la rutina de carreras. Y algo que seguro querrán saber es que desde que observo a la real Malena cabalgar fuera del lugar se ha empreñado en tratar de revivirla con cualquier chica que se permita ser llamada como a él se le plazca, es un tipo de auto-reconfortamiento que lo mantiene firme en vez de enloquecer tocando puerta por puerta buscándola por todo Londres . Pero la ansiedad de encontrarla se intensifica al pensar que hoy podría ser el día en que sus deseos se cumplan, muchas expectativas pero lamentablemente poca realidad.
Barrio bajo "La cañada"
7:45 pm
Al encontrarse ante la jodida imagen de ventanas, muebles y objetos rotos en el suelo suelta su patineta y mochila al suelo y avanzando sigilosamente los vidrios se incrustan en la suela de sus botas sonando como si masticara un hielo con los dientes. Su mente bloqueada solo la obliga a congelarse ante la mirada acusadora de su madre quien sostiene un cigarro en la mano mientras la otra se encarga de sobarse el cuello con unas cuantas lagrimas secas en sus mejillas que adornan sus ojos hinchados sin superar el seguramente terror vivido.
—Mierda...¿que sucedió aquí?
—¿En que estás metida Emilia?—la voz temblorosa aparece haciéndole entender qué clase de personas serían capaces de dar un pequeño susto arrasando con un departamento entero—¿¡quienes son esos hombres!? ¡Responde! ¿¡No te das cuenta que pudieron haberme matado sin piedad, o qué tal si se llevaban a tu hermano!? ¿¡Que hubiese hecho!?
El rostro de la mujer se encuentra rojizo por un par de golpes recibidos tras claramente intentar alejar a ciertos misteriosos hombres, labio partido y el ojo derecho punzando por el dolor mientras su hermanito de 10 años permanece sentado frente a ella con los hombros caídos. La rubia apenas es capaz de procesar el ambiente en que se encuentra pues al haber escuchado las palabras te daremos un aviso nunca se imaginó lo que exactamente pasaba por sus mentes, al igual que las represarías de meterse en otra estupida deuda.
Pero sus palabras se esconden al percatarse de la presencia de un varón más sentado en el sofá, cosa que le provoca una extraña sensación de culpa y por un momento esconde el rostro entre sus manos preguntándose qué diablos hará para conseguir esa cantidad y aunque sea el mayor de sus problemas no duda en arrastrar a Benicio por el pasillo escuchando las demandas de la mujer que le dio la vida, sin embargo, no se detiene hasta cerrar la puerta de la habitación estruendosamente. Inhala y exhala consecutivamente recuperando poco a poco la calma pero la fina capa de tranquilidad que ha obtenido se destruye.
—¿Quieres que te cuente una anécdota?—el varón cruza los brazos sosteniéndo una fuerte mirada de acusación y ella simplemente no lo soporta
—¡Jodete benicio! ¿¡No te das cuenta de lo que está pasando aquí!? ¡Hicieron mierda a mi madre! ¿Que seguirá después, eh? ¿¡Un disparo en cada pierna como advertencia!?
—¿¡Te quieres calmar!?—Benicio sujeta fuertemente sus delicadas muñecas mientras lucha contra separarse al mismo tiempo que las lagrimas se acomodan sobre los marrones ojos, pero no quiere verse vulnerable así que las mantiene
—¡No no quiero calmarme! ¡Suéltame y si no vas a ayudar te pido que te largues!—queda libre y tan solo vuelan los mechones rubios hasta acomodarse sobre su rostro
—yo te lo dije Emilia—su ex habla con voz serena después de largar un pesado suspiro—no estoy aquí para ayudarte a ti, tu madre me llamó y yo simplemente le serví un maldito whisky. Me voy a ir, pero...si sucede algo más no me digas que no te lo advertí
El varón desaparece por la puerta dejando a una incontrolable rubia que ahoga sus gritos en el interior de su almohada sin tener la más mínima idea que sus problemas serán resueltos por la mera coincidencia de un pobre chico millonario que caerá en sus redes de seducción con nada más y nada menos que un anillo de oro blanco con tremenda piedra de compromiso incrustada en el, podría ser considerado su Romeo y ella Julieta para al final tiene ambos un final de mierda ¡O tal vez! el destino uniendo a dos almas perdidas con un encuentro ya escrito.
Mansión Ponce
11:50 pm | Ramiro's POV
Copas rellenas del vino más caro de la ciudad acomodadas sobre la mesa y manos de los invitados adornando los manteles de la gran mesa que combina a la perfección con las costosas y por supuesto luces tenues creando un lindo ambiente a las 11:50 de la noche. Y lo que según yo estaba pre limitado a ser un desastre a terminado extrañamente en una velada armónica provocada por las risas sobre buenas charlas entre ambas familias y un importante delegado del gobierno que nos acompaña; todo esto gracias a la hija de los Balsano King que se le ocurrió contar graciosas anécdotas personales y claramente junto a su hermano, el idiota que clasificó como mejor amigo de toda la vida.
Es extraño la manera en que logra hacer sonreír al hombre más frío del planeta mi lamentablemente padre pues Yamila sabe bien como usar su calidez y carisma para relajar una charla de tratos ilegales para beneficio propio, lo cual, agradezco desde el fondo de mi pecho. Sus padres lucen bastante enamorados para ser real y Matteo no duda en rodear a su hermana por los hombros sin borrar su sonrisa al mismo tiempo en que toma un sorbo de vino.
Apenas puedo terminar mi postre pues las miradas de mi abuela me hacen creer que es lo qué pasa por su cabeza, sin embargo me limito a sonreír de vez en cuando y juego con la cuchara de plata insinuando estar a gusto; pero mi paz siempre es interrumpida aunque esta vez Becca se encarga de molestarme a través de la pantalla de mi celular, el cual vibra sin parar en mi bolsillo siendo notado por la última persona con quien quería cruzar miradas esta noche.
A puesto que saben a quien me refiero.
Así que simplemente lo apago se que mañana tendré un buen sermón de su parte que me orillara a terminarla en cualquier momento pero no me apresuro a los hechos.
—No yami como puedes contar eso que vergüenza—mi amigo sonríe suplicando a lo que la rubia a su lado ensancha sus labios—además yo creo que el invitado especial querrá tener un respiro
—No no, está todo bien pues de haber sabido que me la iba a pasar tan bien hubiese llegado horas antes—el hombre habla causando sonrisas en los rostros que acaparan la masa
—Pienso lo mismo...lástima que mi hijo sea más frío que el hielo, no te vendría mal tener un poco de sentido del humor—mi padre sonríe sin mostrar los dientes tomando el último pedazo de su postre y mi semblante permanece duro pues ya no es raro que encuentre una manera de exponerme ante gente importante—hubiese pagado mucho porque fueras diferente...
El silencio se mantiene en la estancia ahora las risas han desaparecido y los cubiertos rechinan en el interior de los platos de cerámica adornada; nuestras miradas se fusionan como un juego de niños para saber quien tarda más tiempo sin parpadear ni mover un músculo.
Esto es una jodida mierda.
(...)
—Te gusta ser el centro de atención ¿no es así?—el líquido cae desde la botella Vodka escocés hacia la copa de cristal al mismo tiempo que sus pasos se detienen a mi lado
—A veces, cuando quiero matar el tiempo o un mal momento—siento su intensa mirada en mi trago y por supuesto me lo arrebata en cuestión de segundos pero mis reflejos son rápidos así que lo tomo de vuelta
—Tu tomarás vino, no quiero que tu hermano me mate creyendo que te embriagué para--
—¿tener sexo?—una segunda copa resuena sobre la barra de la cocina alejada de los invitados y la observo con una ceja levantada, provocando que ella ría
—debes dejar de ser tan promiscua angelito, solo tienes 17—y cuando espero recibir un reproche de su parte solo obtengo un par de mejillas sonrojadas. Se lo que viene ahora
—me dijiste angelito—carajo debería tener más cuidado con mis palabras. Es una rubia tan fácil y difícil de influenciar a la vez
—escuchaste mal, dije Yam—la señalo para después tomar un segundo trago de vodka puro cosa que me relaja de las estupidas indirectas de mi padre
—No no, yo se lo que escuché y quiero que lo digas otra vez— ¿es normal que termine con mi paciencia en menos de 10 segundos? Porque está comenzando a irritarme
—nadie te dice que no ¿cierto angelito?
Espero una respuesta cómica pero me sorprende una vez más intercambiando las copas para ingerir el licor y tal como lo predigo le provoca sensaciones de picases en su garganta haciéndola toser un par de veces, dándome la razón por milésima vez desde que aposté al verla caminar su primera vez en tacones de 7 centímetros por obligación de su madre y claramente por parte de su hermano para que lo acompañase al privado establecimiento de señoritas. Y vaya que esa caída recompensó mi tarde perdida.
—Ven aquí—río por última vez al ser golpeado por la chica de manera reprochada—también deberías ensayar el no ser terca
—y tú deberías aprender a no provocarme—y aquí comenzamos con los caprichos
Sonrio haciéndole una mueca de silencio mientras con una servilleta de tela limpio el licor que manchó su barbilla cubierta por maquillaje y labios de un tono neutro típico de ella. Con su dentadura la observo levantar la comisura del labio inferior..es tan carnoso que me tienta pero no lo suficiente para partirle la boca arriesgándome a que su hermano me separe de una fuerte patada en mi frágil intimidad así que me limito a acariciarlos discretamente sabiendo que enciendo más de un deseo en ella. Todo parece volverse incómodo hasta que el timbre de un mensaje resuena en el interior de su bolso captando toda su atención mientras me limito a aclarar mi garganta y terminar el trago.
—Ay no ¿justo ahora?—susurra hacia la pantalla y no soy un entrometido pero por su cara no puedo evitar intrigarme—Ramiro necesito irme de aquí pero le prometí a Matteo que no me iría ¿me cubres para salir por la puerta trasera?
me giro para tapar ambas botellas mientras trato de convencerla—Uff ni siquiera me mires, no voy a ayudarte a escaparte otra vez y si mal no recuerdo tus peticiones siempre terminan jodiend...¿Yam?—busco a mi alrededor pero nada—Ricitos uno, Ramiro cero
Omniscient's POV
A veces parece que la vida se empeña en dar demasiada suerte a una sola persona en el momento menos oportuno pues mientras dos cómplices se dirigen hacia la dirección escrita en el mapa la pelinegra acomoda su gabardina de terciopelo negro, botón por botón hasta inhalar el suficiente aire para rosear un poco de fragancia femenina y colocar seguro en cada puerta de su departamento por más viejo que sea la seguridad de su pasado es más importante que su vida actual. Un barrio de clase media es lo mejor que pudo encontrar para no ser observada por ninguna persona ya que causaría intriga al tener una rutina tan marcada cada maldito día.
Las brillantes luces de un automóvil a la esquina de la calle captan toda su atención encendiendo cada músculo de su cuerpo para correr hacia una cabina telefónica unos metros lejos del edificio; temerosa al observar por el rabillo del ojo dos jóvenes bajar del auto cubre su mejilla con el teléfono de pared dejando escapar una que otra maldicion.
—Mierda ¿porque a mi?
Su respiración es agitada provocándole ganas de correr y pedirles que se detengan, que no tienen que investigar más porque está ella frente a sus ojos. Pero no se mueve sería llevarlos directamente a una red de problemas en la que se atorarían cada día más y aunque lo único que desea es poder salir sin miedo alguno debe resistir y cumplir el trato que a la edad de 14 años le pareció justo y necesario. Esconderse de la única amiga que tiene y el amor de su vida no es sencillo, es una tortura mantener una fachada libre de sentimientos por tanto tiempo, así como es una pesadilla tener que cumplir órdenes de discreción hasta que su madre política se lo permita.
Tantas cosas erróneas que ha metido a su cabeza para supuestamente protegerla se volverán como un boomerang repleto de rencor que no será capaz de controlar, suplicará por su perdón al momento en que descubra todas las mentiras que la pudieron llevar a su libertad y está vez no habrá excusas para retenerla.
—¿Estas seguro que esta es la dirección Gastón?
—estoy más que seguro confía en mi sólo debemos encontrar los papeles de registro y estoy seguro que el nombre de la mujer del orfanato estará ahí—observa de arriba abajo el edificio desde el interior de su auto
—¿Y si no? ¿y si esa fotografía es de meses atrás y Malena ni siquiera está en Londres?
—si eso sucede tú y yo viajaremos a argentina—la rubia presiona los labios dándose cuenta por primera vez que esto va enserio—la voy a encontrar...te lo juro
Están a punto de suceder encuentros y problemas...pero tendrán que esperar para descubrirlo. Es solo el tercer capítulo y ya metí mucha intriga ¿no es así?
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