Sin Lógica
Uno de mis shipp's culposos XD XD no sé porque me gusta tanto.
Contiene lemon. Espero que les guste! ❤
Adult Version
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–Tus emociones siempre te superan–Aquello era el veredicto final según Mikasa–Asi que en parte, tienes algo de culpa.
–¿Entonces sólo tenía que quedarme quieto mientras ese imbécil se burlaba de mí?–Reclama Eren.
–Asi es.
–¡¿Pero que dices?!
–Mikasa no se refiere a eso–Armin levanta las manos, intentando tranquilizar a su feroz amigo–Es que... tú tampoco deberías seguirle la corriente, Eren.
El grupo de amigos está sentada en una de las mesas de los comedores. Ya es de noche y el entrenamiento ha terminado; pero claro está, Eren Jaeger no puede irse a dormir y dejar todo el mundo tranquilo. Tiene que hacer sus putos berrinches junto con su compañero, Jean Kirstein.
De nuevo han peleado. Una discusión les calentó la cabeza y no dudaron en irse a los golpes. Mikasa los separó, cosa desagradable para Jean pero decidió ya no protestar. El entrenador Shadis lo dijo bien claro "Si vuelven a causar escándalo, no dudaré en convertirlos en carnada para Titanes".
–Ese chico me tiene harto–Comenta Eren, mirando con desprecio su sopa–Algún día le romperé el hocico...
–Eren, si sigues así también nos vas a afectar a nosotros–Exclama Armin, todavía mirando al castaño como un animal a la cual le han robado a su presa.
–¿A qué te refieres?
–Armin tiene razón–Ahora es Mikasa quién tiene la palabra–No sólo afectará tu calificación, también a nosotros.
–¡Pero...!
–Si te expulsan de aquí no podrás convertirte en soldado, y si eso pasa ¿Cómo eliminarás a los Titanes?
Eso hizo reflexionar a Eren un poco. No siente un odio como tal hacia Jean, pero...¿Sabes? Las tonterías que dice guiado por su engreída personalidad. Pero igual hay que tolerarlo; sus amigos tiene razón, será estúpido de su parte si gracias a esto, Mikasa y Armin también quedan heridos. Y su meta de matar a las gigantes bestias quedan en nada.
Eren no siente odio hacia Jean, al contrario...
–Perdón ¿Qué decían?–Pregunta Eren, expulsandose así mismo de sus pensamientos.
–Que la campana ha sonado, debemos volver a nuestras habitaciones–Responde Armin mientras se levanta de su asiento, acompañado por Mikasa.
–Debes descansar Eren, te has estado esforzando de más–Dice la pelinegra con firme tono.
–Ya lo sé, no tienes porque preocuparte por mí.
Mikasa tiene razón, Eren debe descansar. Pero el cadete no hará nada de eso. Al contrario, piensa esforzarse todavía más, y con la persona incorrecta.
Siendo ya medianoche, Eren sale de su habitación. Normalmente no vigilan la zona de dormitorios, ya que en realidad, no hay nada interesante ahí excepto los cadetes. El moreno camina con paso ligero, intentando no hacer ruido. Si algún soldado lo mira, cuando mucho le preguntará porque está fuera de su alcoba. Pero eso no pasaría, nunca ha pasado. No es nuevo en esto, ya lleva más de un año saliendo de su habitación una vez a la semana para ir al punto de encuentro.
Una habitación polvorienta que únicamente se usa para guardar archivo muerto. Es el sitio más apartado del edificio, y es muy raro que alguien venga aquí, así que es el sitio perfecto para encontrarse con alguien a escondidas.
Al abrir la puerta, lo vió. Recargado en la pared, con el uniforme puesto.
–Jean–Pronuncia Eren al verlo–¿Llevas tiempo aquí?
–No mucho, un par de minutos.
Ambos muchachos se quedan en silencio. Jean mira de reojo a Jaeger, esta noche se ve especialmente guapo; quizás porque tiene el cabello revuelto, y vino sin el chaleco del uniforme, mostrando mejor su pecho y músculo debajo de la delgada tela de su camiseta. Eren es un chico lindo, cuando no está gritando o pataleando como un mocoso se puede apreciar su inusual belleza.
–Oye ¿Piensas quedarte ahí como idiota o vas a actuar?–Pregunta Eren, cuya paciencia es más nula que el cabello del entrenador Shadis.
–Eren, no me jodas, fuiste tú quien llegó tarde.
–¿Tarde? ¡Sólo esperaste unos minutos hij–?
Jean toma a Eren de la cintura, lo suficientemente firme para no darle un momento de tregua, aprovecha la cercanía para darle un beso tosco. Jaeger abre los ojos de la sorpresa, un poco avergonzado pues la lengua de Jean explora su boca.
Tras ese beso, Jean se separa unos segundos y muestra su característica sonrisa. Le gusta ver la cara de tonto de Eren envuelto en confusión y sonrojo.
–Si levantas mucho la voz nos pillaran–Comenta Kirstein en voz baja.
–Lo siento...–Eren agacha la cabeza como un perrito regañado.
Entonces la pasión inicia. Jean comienza a atacar su cuello, dándole besos y mordidas que dejarán marca. Eren cierra sus ojos de golpe, también tapa su boca con su mano para no soltar ningún ruido.
Llevan haciendo esto por más de un año. Una vez a la semana, Eren Jaeger y Jean Kirstein, quedan a escondidas para arreglar sus conflictos de la manera más divertida.
–Mmmh...–Gime el moreno al sentir la mano de Jean en su trasero mientras que la otra está debajo de su camiseta tocando su abdomen.
–Si hay algo que no te gusta dímelo–Comenta Jean, seguido le muerde el lóbulo de la oreja.
Eren asiente con la cabeza, sus piernas tiemblan un poco y teme caer; por suerte Jean lo nota y lo sube al escritorio. Vuelven a besarse, ahora es Eren quién explora la humeda y deliciosa boca del castaño claro.
La erección de Jaeger se ve clara en sus pantalones. Jean todavía no se ha tomado el gusto de excitarse un poco más.
Eren es recostado en el escritorio, su camisa a sido levantada, Kirstein se pone encima suya y le muerde una de los pezones. El moreno chilla un poco; es inevitable no hacer ruido cuando la excitación le está matando cada centímetro de su piel.
Jean por su lado se quita el chaleco. Su corazón late tan fuerte que teme que se salga de su pecho. Necesita controlarse un poco para no hacerle daño a Jaeger; no es hasta ahora que comienza a tener especial debilidad hacia él. Una mano suya se posa en el abdomen del moreno, bajando hasta rozar su entrepierna.
Es verdad, su debilidad hacia Eren no es nada nuevo. Desde que se conocen no ha podido evitar no derrumbarse ante él. Estúpido mocoso.
–Jean...
Jaeger hace su mayor esfuerzo por mantener sus ojos cerrados. Está tan vulnerable ahora mismo, cada roce, cada caricia, todos llevándolo al borde de la locura. Kirstein sabe bien donde tocarlo, el hijo de puta conoce cada rincón de su cuerpo.
–Eren...–Al castaño claro le gusta pronunciar el nombre del otro. Compuesto únicamente por dos "e", una "erre suave" y el bonito sonido de la "ene". Eren es un bonito nombre, por ello Jean gusta de decirlo mientras su erección crece.
Kirstein se desabrocha su propio pantalón, bajandolo para dar libertad a si miembro. Las piernas de Eren tiemblan cuando sus pantalón también es bajado, hace algo de frío pero sus mentes claramente no están prestando atención a su alrededor. El moreno termina por bajarse su propia ropa interior, únicamente vestido con la camisa pero subido hasta las tetillas, dando una imagen viva y resplandeciente del cadete Jaeger.
Jean por su lado es hermoso aún teniendo una triste vela para iluminar. Escondiendo más músculo del que deja mostrar. Atractivo, su rostro alargado le da ese toque varonil, imponente y según Eren, dominante.
Pero surge un problema, uno que ha estado desde ambos iniciaron está... amistad. Jean deja de acariciar a Eren, incluso se aleja un poco.
–¿Qué pasa? ¿Hoy tampoco es el día?–Pregunta Eren Jaeger, ya un poco bajado de su nube de placer.
–Intento concentrarme...
Pese a este ambiente cálido en deseo, todavía no han llegado a la penetración. Es decir, que aún con toda la estimulación, las caricias, y el mundo derrumbado en su interior, tanto Eren como Jean se pueden seguir considerando vírgenes. La mera idea de unirse en un sólo cuerpo les asusta. Quizás porque para ellos, esto es un capricho mortal. O quizás una excusa para que la reconciliación sea un poco más llevadera.
Por alguna razón, este punto no necesita ser tocado.
Miedo, mucho miedo. Asusta demasiado, giros de cabeza. Necesidad de convencerse, de que esto no ha sido un error.
–Oye, no estas obligado a nada–Dice Eren, con algo poco menos de una sonrisa–Podemos hacer lo mismo de siempre y terminarlo aquí.
"Hacer lo mismo de siempre", ya, ese es el problema. Tener la misma rutina les impide avanzar. Jean no quiere ser mismo de siempre con Eren, lo terminará hartando, pero incluso para este punto... siente algo hacia Jaeger, fuera de sus opiniones ante su molesta actitud, debe haber algo más. Algo que no quiera hacerlo el mismo de siempre.
Eren suelta un suspiro largo y si sienta en el escritorio, quitándose a Kirstein de encima. El más alto cree que Eren iba a irse, pero en lugar de eso lo toma de los hombros y lo sienta en el escritorio mientras que él se arrodilla entre sus piernas.
–Necesitas un pequeño empujón–Comenta Eren, tomando entre sus manos el miembro de Jean para lamer su punta–No será la gran cosa.
–Eren ¿Estás seguro?–Demasiado tarde, el cadete Jaeger ya está con el falo metido en su boca, provocando que Jean tenga que cubrirse la boca con una mano para hacer el menor de los ruidos.
Igualmente no haría falta, a diferencia de Eren, Jean sabe estar callado y no se mueve tanto.
El moreno no está siendo delicado en lo más mínimo. Saborea el tronco, pellizca sus testículos y mueve su cabeza de atrás hacia adelante. No es posible que la boca de Eren sea tan delicioso, que su lengua se mueve con esa rapidez. Jean por su lado se limita a observar, dejar que Eren vaya a su ritmo.
–Eren...–Este chico que está ahora entre sus piernas, dándole el mejor oral que tendrá en su vida es Eren Jaeger, quién todos los días se gritan, se dan de puñetazos para más tarde encontrarse en la misma oficina abandonada y darse ese calor tan irreparable.
El sonido del miembro de Jean chocando contra su boca es lo único que se escucha en la polvorienta habitación. Eren logra abarcar todo el pedazo de carne; no faltará mucho para que Kirstein se corra, no dudes en voz alta que desea esto con fuerza.
–Eren....aagh–Jean es traicionado por su propio cuerpo, y no puede evitar correrse.
–¡Mmmh!–Eren hace lo posible para no dejar escapar ni una gota, más o menos lo consigue.
El moreno vuelve a levantarse, aunque Jean ya esté complacido, Eren sigue con la erección bien puesta.
–¿Quieres que lo terminemos aquí?–Pregunta Eren.
–Estas deseando que te recompense por esto ¿No?
–Es lo justo–Eren sonríe de manera burlona.
Jean toma a Eren por el brazo, y prácticamente lo estrella de nuevo contra el escritorio. Aquello fue riesgoso por el ruido, pero a ninguno de los dos le importa. Se besan mientras que Eren acomoda sus piernas a los lados de Jean.
Tras varios intentos, está será la primera que se unirán en uno solo.
–Si me lastimas te golpeare la cara–Comenta Eren.
–Hablas como si fueras alguien delicado.
El moreno relaja su cuerpo, Jean toma su propio miembro para poco a poco entrar en la única zona de Jaeger donde no ha tocado. Todo ocurre en un minuto, Eren entrecierra los ojos y aprieta los dientes. Abraza a Jean ya que siente que se va a caer. Kirstein intenta ser lo más cuidadoso posible; es un sitio cálido, lo imaginaba más...¿Seco?
–Aah...–Eren gime de manera ahogada–Jean...
–¿Duele?
–No...p-puedes moverte...
El castaño claro mira a Eren. Carajo, el malcriado suicida es demasiado erótico para sus ojos, una débil capa de sudor cubre su frente, mientras que Jean Intenta no moverse mucho.
Es una vaivén suave, con ligeros golpes dentro de Eren. Ambos chicos están agotados, la delicadeza del momento es interrumpible. Jean se inclina a besar a Jaeger, al mismo tiempo en que decide moverse un poco más rápido. Eren gime de manera pesada, silenciado por la lengua de Kirstein. Cruza sus piernas en la cadera de su compañero y también intenta moverse al compás.
–Más...–Susurra Eren en aquel mar de besos.
Jean duda por un par de segundos, pero accede de todas maneras. Así es Eren, un insoportable, un ruidoso que depende de los demás; pero el muy maldito sabe conseguir lo que quiere. Porque Jean jamás le diría "no" a Eren.
Encontrar el punto débil de uno mismo a veces asusta.
El castaño claro embiste con más rapidez, chocando las pieles de una manera más intensa. Eren chilla un poco más fuerte, pero él mismo intenta controlarse por lo que Jean lo besa varias veces para sé que calle.
–Eren...aah...–Kirstein pronuncia su nombre al aire, como dije antes, le gusta decirlo únicamente porque si.
–Jean... joder–La mesa debajo de ellos hace un leve ruido de cruje pero lo ignoran.
Unidos bajo el mismo pensamiento. Ambos jóvenes caen en su propia perdición. Deben terminar esto ya, están sobrevalorando su límite.
–Mmmh...–Eren cubre su boca con su mano cuando llega al orgasmo, salpica a ambos cuerpos.
Jean sigue embistiendo unos minutos más, pero su cuerpo le exige que se detenga. No sólo él, Eren también está en su límite y ya no puede recibir.
–Eren, y-yo también...
Pero no puede terminar la frase, la mente de Jean es más veloz que su cuerpo por lo que al último segundo logra salir de Eren y venirse en su abdomen. Se quedan un par de segundos intentando recuperar el oxígeno.
–¿Porqué no te veniste dentro?–Pregunta Eren mientras se sienta en el escritorio.
–No somos nada Eren, no me pareció lo mejor.
–Ya...–Por supuesto Eren intenta camuflar su molestia–Hay que irnos de aquí.
Cada uno se viste sin dirigirse la palabra. Intentan limpiarse lo mejor que pueden. Al salir es igual. El pasillo está oscuro.
–Pues...nos vemos mañana Jean–Comenta Jaeger.
–Si, descansa.
–¡¿Ustedes dos que hacen aquí?!
Ambos se asustan ante esa gruesa voz. El inspector Shadis aparece entre las sombras, haciendo que ambos cadetes se queden quietos.
–¿Qué hacen aquí Jaeger y Kirstein?
–Yo vine al baño, no sé qué hará el bastardo suicida aquí–Responde Jean de manera automática.
–¿Eh? ¿A quién llamas bastardo suicida?–Eren le sigue la corriente, incluso el molestarse es natural.
–¿Acaso existe otro bastardo suicida aquí?–Se burla Jean.
–Maldito cara de caballo...
–¡Escuchen!–Grita Shadis–Me da igual que hacían por aquí pero más les vale ir a sus habitaciones de inmediato!
Ambos cadetes obedecen sin decir nada más. Tanto Jean como Eren intentan no reírse, esto son de los pocos momentos donde pueden competir ese extraño lazo que han creado.
Porque Jean ama a Eren. Y Eren ama a Jean. Y por mucho que quieran evitarlo, sus corazones le traicionan. Por algo se siguen buscando por las noches, incluso hoy entregaron su virginidad, para sentir ese calor que, saben bien, nadie más puede darles.
Fin.
No pensé que sería un Oneshot tan largo XD XD me emocioné mucho.
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