Limite 28 - Todo comienza a desmoronarse



-¡Luhan! –chillo una vez lo veo fuera de la casa. Sin pensármelo mucho, salgo disparado hacia él. Escucho gritar a mi tía que vaya con precaución pero ni caso hago.

-Sehun ten cuidado –me riña una vez que ya lo estoy apretujando entre mis brazos.

-¡Te extrañe taaaaaanto! –mi emoción es mucha que sé que le sorprende. Quizás sean las hormonas.

-Ve por un suéter. Esta fresco y saldremos, anda –me empuja con suavidad. Yo hago un mohín pero vuelvo a la casa corriendo y él detrás de mí.

-¡Sehun, con cuidado! –vuelve a reñirme mi tía.

-Lo siento –me disculpo mientras subo corriendo las escaleras.

Entro a mi habitación, tomo mi suéter, el primero que veo y salgo lo antes posible. Mientras bajo las escaleras veo a Luhan platicar con mi tía, y entonces es ahí cuando un miedo atroz me invade. ¿Le estará diciendo que seremos padres? ¿Es eso? ¿Qué dirá mi tía? ¿Me rechazara, la decepcionare, llorara?.

-Sehun –me llaman.

-¿Eh? –digo confundido.

-¿Estas bien? –me pregunta Luhan con tono preocupado.

-Eh, si, lo siento –bajo los últimos escalones y me reúno con ellos.

-Debes regresármelo temprano Luhan, recuerda que aún es un niño –le dice mi tía. Yo me sonrojo hasta las orejas pero a la vez, siento lastima, lastima de mí mismo. Ya no soy un niño, ya no más.

-Por supuesto que lo hare señora Huang –asegura. Me toma de la mano, entrelazándolas-. Vamos bebé –me dice y mi tía de inmediato deja salir un chillido para luego cubrirse la boca con ambas manos. Yo estoy muy sorprendió al igual que ella-. ¿Está bien señora Huang? –pregunta preocupado.

Mi tía asiente. Luhan frunce el ceño en confusión.

-L-Lu, t-tu j-jamás... me habías llamado así en público –explico aun de forma sorprendida.

-¡Owwww pero que lindo ha sonado eso! –chilla mi tía y yo quiero esconderme donde sea. Esto es vergonzoso.

-Y tampoco te he besado, ¿cierto? –asiento pero abro los ojos de par en par cuando detecto esa mirada y esa sonrisa. Está planeando algo-. Ven acá chiquillo –me toma de sorpresa jalándome de la muñeca para después abrazarme con un brazo por la cintura, acaricia con su mano libre mi mejilla y aquí viene, me besa con suavidad en los labios. Yo no cierro los ojos, estoy muy pasmado.

-¡Oh Dios mío! ¡¿Esto está sucediendo en serio?! –mi tía esta vuelta loca-. ¡Tao, una cámara, ya! –pide.

Tao se levanta de golpe del sofá (estaba tomando una siesta) y sin saber que, solo le pasa su celular a su madre y esta toma la foto justo en el momento exacto.

-¡Hermosa! –halaga.

-Señora, regresamos dentro de un par de horas, con su permiso –dice Luhan una vez que me deja de besar y a continuación solo me jala y lleva consigo.

*

Vamos en silencio en el auto. Él, como siempre, sostiene una de mis manos entre las suyas mientras conduce.

-¿Cómo ha ido tu día? –le pregunto cortando el silencio.

-Duro, pero ahora que estoy con mi niño, estoy mejor que nunca –sonrió avergonzado. Me inclino hasta él y le planto un beso sonoro en su mejilla-. Y eso ha sido porque...

-¡Te amo mucho! –declaro.

Él ríe sonoramente y me guardo su melodiosa risa en mi corazón.

-¿El estado de próxima maternidad te pone de este modo? –dice y de inmediato reacciono de forma tímida y avergonzada bajando mi cabeza.

-Como digas –refunfuño. Giro mi rostro hacia la ventanilla y me pongo a admirar un día lluvioso y fresco, adoro estos días, pero también me ponen a pensar un poco cuando mi estado de ánimo esta sensible –como ahora-. Comienzo a pensar en todo, y de tanto dar vueltas en mi mente, me encuentro en un punto escondido, ese punto en el cual no me había detenido a ver y pensar; mi madre.

Ella no me perdonara nada que lo que está pasando, de lo que he hecho. No lo hará.

Un miedo atroz envuelve mis sentidos, me envuelve a mí. Estoy entrando en pánico. Comienzo a sudar, mi corazón se acelera y mis ojos se mueven con urgencia hacia Luhan. Lo veo y está conduciendo apaciblemente. Como desearía que su tranquilidad fuera mía también.

Él detecta mi pesada y contrayente mirada y sus acciones cambian de inmediato; de sonreír con dulzura a mostrarme un rostro preocupado.

-Sehun ¿Qué pasa? ¿Qué tienes? ¿Sientes algún dolor? –cuestiona con suma preocupación.

Busca con ojos alterados, cualquier lugar para poder aparcar y en cuanto lo hace, se gira y me mira.

Entonces es aquí cuando debo decirle mi mayor temor, ese que no vi antes de nada.

-Lu –vacilo-, Luhan, estoy temiendo demasiado en estos momentos –confieso-. Mi madre es mucho peor que la tuya (por lo poco que pude apreciar de ella). Ella siempre ha sido una mujer tan dominante, siempre se hace lo que ella mande y dicte. Mamá nunca aceptara que yo este con un hombre, creo que el día que se entere, hará lo posible por borrarme de tu mapa. Aun soy menor de edad y ella puede hacer conmigo lo que quiera, si ya una vez se deshizo de mí, puede hacerlo otra vez para escodarme de ti, a ella le temo más que a nada –digo esas palabras que nunca quise creer, pero ahora que he pasado por cosas que nunca pude si quiera imaginar, he visto su realidad.

Luhan aprieta mas su mano entre la mía.

-Sehun, de mí, nadie te arrebata –promete.

-Quiero creerlo, en serio lo deseo, pero conociéndola, no puedo. Las noticias ya circulan en todo Asia, solo estamos a días o quizás horas de que lleguen hasta donde esta ella o tal vez ya lo hicieron y está esperando el momento para atacar. Mi madre es una reportera con renombre en chicago y tú eres un ídolo, casi, internacional. El tiempo se agota...

-¿De qué se agota? –inquiere.

- De lo nuestro, de estar juntos –respondo sin querer hacerlo.

Su reacción no me la veo venir; suelta mi mano con brusquedad, para luego golpear con su puño el volante. Está furioso. Me encojo dueño del miedo.

-L-Lu- intento formular, pero él me calla con solo su mirada.

-No lo vuelvas a repetir, Sehun –advierte.

-P-Pero-

-¡Calla! –espeta y vuelvo a encogerme.

Me siento tan pequeño e indefenso frente a este Luhan. A mi Luhan furioso.

Guardo silencio. Sé que voy a llorar y giro mi cabeza hacia la ventanilla, no quiero que me vea.

-L-Llévame a casa –pido en un musito.

-Sehun, bebé y-yo, l-lo siento... -se disculpa.

-Por favor, solo llévame a casa. Quiero descansar –miento. La verdad es que solo quiero llegar a mi habitación, tirarme a la cama y llorar mientras pienso en todo el revoltijo que es mi cabeza ahora mismo.

-Bebé... -dice.

-Por favor –suplico. Ya le estoy enfrentando y su rostro se rompe, no le ha gustado el estado en que estoy-. ¡Puta mierda, lo siento nene! –me abraza fuertemente y yo me deshago en su brazos.

Se lo advertí. Lo hice.

*

-No le dejes ver la televisión, no le pases el periódico, no le menciones nada, por favor Tao, cuida de él –escucho la súplica de mi tía.

Hablan en susurros, y eso, me extraña. Con mis puños, tallo mis ojos para poder despertar bien. La noche de ayer, realmente fue muy pesada.

-Sabes que lo hare, mamá -concluye.

Bajo con sigilo cada escalón, los alcanzo a ver en la concina.

-Luhan me lo ha pedido estrictamente, de igual forma si no lo hubiese hecho a primera hora del día, yo lo hubiera hecho.

¿Qué está pasando? ¿Qué es lo que Luhan le ha pedido estrictamente?

-Sehun estará bien madre, vete con cuidado.

-Hye Sun ha llamado esta mañana, ella está en trayecto hacia aquí. Viene por Sehun –con dicha confesión, el alma abandona mi cuerpo junto con mis sentidos. Mi corazón se detiene y mi mundo comienza a dar vueltas.

¡Por favor, que esto no esté pasando, por favor!

*****

N/A: 

¡Holaaaaa mis bellas Donitas!

Me he tarado un montón en actualizar este fanfic, ¡Lo lamento!, pero ya, aquí esta el capitulo. El siguiente capitulo, ya lo tengo. 

¡Sin Limites esta llegando a su final! Buuuuuuuuu -llora- , pero ¿Si querrán la segunda temporada? ¡Es urgente que respondan! 

*

Y, ¿Que les pareció el capitulo? 

¿Les gusto? 

¿Lo odiaron? 

Buuu mi Sehun bebé  :'(

*

Bueno, esto es todo por hoy. 

¡Muchas gracias por leer y su gran espera!

**Disculpen mis faltas ortográficas**

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top