Limite 2 - Me lo robo-


|Corregido|

-Sales en 5 minutos-aviso Yang, el manager de Luhan, a quien están maquillando y peinando-.Vamos-grito en presión a la maquillista.

-Tranquilo, Yang. Ella no tiene la culpa de nada-Luhan uso un tono de voz tan apacible que el manager tuvo ganas de abofetearlo.

-¿Ya sabes que canciones vas a cantar ahí arriba?-inquirió su manager, sabiendo ya, la respuesta.

-Claro.

-¿Qué?

-Ya, ya. No soy tan irresponsable, Yang- al manager casi se le salen los ojos.

-B-Bien-Luhan le sonrío con su típica sonrisa de cinismo por medio del espejo.

***

-Ya va a empezar-Sehun le susurro a Tao en el oído, pues las aficionadas y aficionados no lo dejaban escuchar.

-Si.

Las luces se apagaron, dejando todo en completa oscuridad. ¡Está por comenzar! Sehun casi grito y salto de emoción. Una voz empiezo a dar la introducción del concierto. Así se fueron como 20 minutos, después de ello empezaron a esparcirse muchas luces de colores por todas partes. El menor estaba demasiado emocionado.

-En serio, me pregunto si eres tímido o introvertido-comento burlón suprimo.

-Lo esperado, lo prohibido y el roba suspiros "Xiao Luhan"- en el escenario se presentó solo una luz, que alumbro el gran salto que dejo a la luz a Luhan desde abajo del escenario. Sehun fijo de inmediato su vista en sus ojos; tenía una mirada seria y fría, típico en él. Su ropa era completamente negra; chaqueta de cuero, pantalón negro, camisa negra, lentes negros y converse de igual color, mas su brillante y radiante cabello negro. Y obvio no podía faltar su "Arete" un diamante en su oreja Izquierda. El concierto estaba hecho un caos de gritos.

-Esta guapísimo-alago inconsciente el chico de ojos color miel, Sehun.

-Cierra la boca o una maldita mosca se meterá- su primo no podía creer lo ensimismado que su menor estaba con ese ídolo.

El concierto comienzo. La música electrónica fue la primera en escucharse. El baile rebelde, que solo muestra desafío, fue el primero en verse lucir en el escenario.

A Sehun no le importo lo que Tao dijera o dirá, él solo se puso a gritar y a observar cuidadosamente a su "Chico". Pasaron alrededor de 55 minutos, cuando por fin, se escuchó la canción tan anhelada para el de piel de porcelana: Sonata de Amor. Esta vez, Luhan traía puesta una ropa más casual; Una sudadera blanca con ciervos cafés y un pantalón de mezclilla negro, los converse blancos. Una de las cosas que más amaba Sehun de Luhan era las distintas facetas que podrías descubrir de él. Sus cambios drásticos tanto de vestimenta como de música, canciones e instrumentos, algo loco, pero cierto.

"La primer sonata, tu, el ángel que me eleva por los aires. Tú, mi sonata de amor."-Luhan cantaba con sus ojos cerrados, como la primera vez que Sehun lo vio por la Televisión. Sehun no podía evitar dejar salir lágrimas traicioneras. Escuchar esa canción siempre le traía los recuerdos del pasado; Su mamá, el acoso, el cambio drástico y el, aunque ahora, también era su presente. Luhan.-"Ángel, no te eleves tan alto. Si te elevas, ya no seré capaz alcanzarte. Mi sonata de amor es solo para ti. Afronta tus problemas, no solo huyas. Te ayudare, mi ángel. Solo debes quedarte a mi lado"-Luhan abrió sus ojos y su mirada triste, una que Sehun pocas veces veía en él. De repente Sehun dejo de respirar y todo a su alrededor de paralizo. Solo estaba él y Luhan, quien lo... ¿Miraba? Si, lo miraba y a él. La distancia no importaba.

Luhan cantaba la primera canción que compuso. La primera canción donde dejo todos sus sentimientos. Donde dejo su pasado, para comenzar un presente. Cerró sus ojos, eso le ayudaba para que ninguna de sus lágrimas traicioneras abandonaras sus ojos. Pero quiso abrirlos, y así lo hizo. Sus fans estaban con la lamparita de ciervo por los aires, ladeándola logrando un mar de luces, haciendo un ambiente tranquilo, lleno de paz y eso le gustaba, pero también lo detestaba. Pero su vista se topó con una triste que había sido más débil que él y ya había dejado escapar esas lagrimas traicioneras. Era un chico y era muy hermoso. El chico lo observaba muy atento como si él fuera desaparecer. El chico percibió que lo observaba y vio cómo sus orejas y su blanca piel tomaban un color rojito; estaba avergonzado. Luhan no pudo evitar formar una leve sonrisa, algo que quito de inmediato. Siguió cantando, pero su vista solo estaba posada en ese hermoso chico.

El concierto prosiguió. La canción termino y el ritual de siempre, los gritos no se hicieron esperar. Luhan dio continuación con otra canción y baile.

-Él-me-miro...-Susurro incrédulo.

El concierto había terminado. Ya había pasado como 1 hora y aún seguían allí afuera. Las fans ya se habían ido, seguro estaban demasiado cansadas y afónicas, claro como él. Ya iban a dar las 10 de la noche. Había como tres hombres limpiando todo el basurero que habían dejado los aficionados fuera del concierto. Sehun y Tao estaban sentados en la banqueta de la calle. Sehun se negó a irse, no quería olvidar ese momento.

-Vámonos. Estoy cansado-Tao siempre dormía muy tarde, pero los gritos de las locas y locos y SU PRIMO lo cansaron. Su rostro estaba cansado y adormilado.

-¡Él me miro!-Sehun salto de la banqueta y comenzó a dar saltos por toda la calle. Escasa gente que pasaba por allí, lo miraban raro, pero no le importo-. Luhan, me miro, a mí.

-Por Dios, esto es vergonzoso. ¡Mocoso! Ven y toma asiento -le grito el más alto-, o mejor vámonos-Sugirió esperanzado.

-¡Tao! Él me miro cuando canto "Sonata de Amor". Me miro a mi...-Sehun parecía una colegiala, chillando como tal.

-Cállate. Y mueve tu hermoso trasero, quiero dormir –el pelirrojo se levantó y sujeto al castaño de la muñeca arrastrándolo por toda la calle (literalmente).

***

-Trabajaron duro. A sido un éxito-felicito el mangar. Todo había salido perfecto. El Staff solo sonreía satisfecho-. ¡Luhan!-le llamo- , ¿Y Luhan?-pregunto confundido.

-Ya se ha ido-Informo un camarógrafo.

-¿Qué?-El manager se quedó en silencio y después estallo.-Niñato ingrato-Grito.

Luhan subió a su auto después de quitarse la ropa incomoda y ponerse una más casual y de su total agrado. Platico con su maquillista por un largo rato, hasta que decidió que era demasiado tarde. Su auto era un BMW color rojo intenso. Ya había comenzado a conducir. Se puso sus lentes negros y música electrónica. Estaba a punto de doblar la esquina pero se detuvo, muy entretenido e interesado.

-¡Él me miro!-el mismo chico con el que había intercambiado miradas, se levantó de la banqueta donde estaba sentado y comenzó a dar saltitos por toda la calle-. Luhan, me miro, a mí.-Siguió saltando. La poca gente que pasaba por allí lo miraban raro y eso le pareció gracioso a Luhan quien soltó una risilla y negó con la cabeza.

-Por Dios, esto es vergonzoso. ¡Mocoso! Ven y toma asiento-Observo curioso como ese chico de un llamativo cabello color rojo gritaba avergonzado-, o mejor vámonos-Sugirió esperanzado.

-¡Tao! Él me miro cuando canto "Sonata de Amor". Me miro a mi...-Luhan sonrió con dulzura o intento. Ese chico parecía un niño enamorado. Esperen ¿enamorado? Ja, que tonto. Luhan no se dio cuenta que había ilustrado sonrisas sinceras, no inventadas o cínicas. Había sonreído sinceramente, algo que, solo se logra ver pocas veces al año.

-Cállate. Y mueve tu hermoso trasero, quiero dormir-El chico quejoso y más alto que le que sonreía tontamente, sujeto al castaño de la muñeca y se lo llevo arrastrando por la calle (literalmente).

-Interesante...-Luhan mostraba interés por aquel bello y hermoso castaño de preciosas nueces color miel. El castaño parecía mucho más joven que él, tal vez 16 o 17 años. Él tenía 24 años, si, era mayor.

No pudo evitarlo y los siguió de lejos. Al parecer se irían caminando a su casa. Pero una imagen que le pareció tierna y linda, fue cuando el chiquillo castaño jalaba de la manga al más alto e hicieron una pequeña conversación hasta que el más alto se agacho y espero a que el castaño subiera en su espalda. Ja, niñato, Sonrió Luhan. Los volvió a seguir por 15 minutos. El rubio parecía muy feliz en el mundo de los sueños. Luhan subió la velocidad y se aparcó a un lado del chico que llevaba en su espalda al castaño. Tao lo miro confundido y cuando por fin lo reconoció abrió los ojos como platos estaba a punto de despertar a Sehun para que lo viera con sus propios ojos, pero Luhan lo detuvo.

-No lo hagas-le dijo serio. Bajo del auto y se paró frente a él-. Me lo llevare, espero que no te moleste-Y sin esperar respuesta se lo quito de los brazos y lo subió cuidadosamente al asiento del copiloto-. Ten, esto es para un taxi. Y gracias-Dicho esto, se subió a su auto y arranco.

-¿Qué?-Tao no podía salir de su trance-. Sehun... ¡SEHUN!-grito espantado-. O no ¿Qué rayos hice?.

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