Cap. 4
La pareja de ancianos se bajo del tren, cada uno con su propia maleta, se fueron a una para de taxi a esperar uno.
-Quiang, ¿en que hotel nos quedaremos?- pregunto la mujer curiosa.
-En uno que está cerca del restaurante de un viejo amigo, venden comida japonesa. Podemos ir a comer primero y después iremos al hotel. Seguro que tienes hambre- sugiere.
-.... bueno- respondió dubitativa. Era verdad que tenía hambre, pero eso era lo que menos Le importaba. Desde que bajaron del avión. Había sentido un gran nudo en su estómago. Sentía que sus hijos estaban en peligro. Lo único que quería era dejar sus maletas, desempacar sus armas de kunoichi y salir a buscarlos.
-¿pasa algo cheiko?-
-¿Eh?-respondió saliendo de su ensueño.
-te pregunte si pasaba algo ¿prefieres descansar en el hotel?-
-¡No, estoy bien! Mejor vallamos a comer! -respondió de una manera más tranquila.
-...... Si tu lo dices- el hombre cogió la maleta de su esposa y fue a dejarlo dentro de un taxi que había parado.
Mientrad cheiko ponía su cabeza en orden, haciendo un plan para rescatar a sus hijos. No se iba a detener ahora que los sentía tan serca.
Poco sabía la mujer que casi debajo de sus pies uno de sus hijos iba a ser torturado de nuevo.
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En el mismo cuarto gris, Splinter abrió sus ojos. No recordaba a verse quedado dormido, aún se sentía agotado y asfixiado. Eso Le hizo suponer que tenía fiebre y con semejantes "cuidados" que Le daban. Su cola había sido tirada tantas veces que Le era difícil regular su temperatura corporal sin contar la desnutrición y la infecciones que posiblemente tendría...las drogas.
Una lágrimas salieron de sus ojos ya inyectados en sangre ¿Quien era el? Ya ni queriendo podía recordar su nombre, siempre era llamado "rata" o "zorra" y un montón de cosas que seguro eran insultos. No podía recordar porque seguía luchando. Pudo haberse rendido. Ordenarle a su cuerpo que dejara de producir agua y morir de deshidratación. De esa manera podría descansar en paz.
Pero en el interior de su cabeza, una voz Le decía que valdría la pena. Que hací mantendría a salvo por más tiempo a sus............
¿Sus que?
Ya no podía recordar su meta,aunque no tenía relevancia saberlo, necesitaría de un milagro para salir y si lo consiguiera ¿Que haría? ¿A donde iría? De ambas formas su fin llegaría igual.
El sonido de la puerta lo trajo de Vuelta a la realidad, varias personas de negro(ninja Del pie) lo desencadenaron de la mesa, se Le pasó por la cabeza intentar escapar pero se sentía demasiado débil para luchar. Casi arrastras lo llevaron a una puerta que por lo oscuro del lugar no había notado que estaba hay.
Detrás de la puerta había una mesa y dos sillas, sobre la mesa había un maletín plateado de metal. Los ninjas del pie lo sentaron en la silla y de inmediato se alejaron se pusieron en las esquinas del cuarto y se protegieron con escudos policiales antibalas.
-Abre el maletín- dijo la voz de destructor en un eco, erizando el pelo a la rata. Intento detectar el sonido de la voz para luego descubrir que venía de una bocina a sus espaldas.
-Que hay dentro de la caja-pregunto hiper ventilando mientras miraba a los ninjas escondidos detrás de los escudos.
-Nada peligroso-
-Entonces porque no la habré usted- dijo y de inmediato se mordió la lengua ¿desde cuando Le hablaba con respeto a él?
-Porque no me fio del que la trajo-guardo un momento de silencio- esta codificada, a tu lado izquierdo hay un papel con el CÓDIGO, habré lo AHORA- Grito sobresaltado a la rata.
Miro a los ninjas otra vez y después a la maleta ¿Que opción tenía en realidad?
Cogió el papel que estaba en la mesa y lo leyó. Con dedos temblorosos ingreso el código en la maleta. 8 8 1 5
La maleta se desbloqueo soltando un satisfactorio ¡click!
"Dios por favor.... Ayudame"
Abrió suavemente la maleta y lo que vio dentro Le devolvió el alma.
-¿Que hay dentro?-pregunto sacándolo de su alivio.
-A.. Hay unas tres bolsas de plástico con un polvo rojo dentro-tartamudeo apenas recuperándose del susto.
-bien-
La bocina se apago calmando a La rata por ahora. Pudo notar como los hombres de negro dejaban los escudos de lado y se ponían alrebedor suyo poniéndolo otra vez nervioso. Estuvieron hací unos minutos asta que la puerta se abrió mostrando a un hombre que nunca había visto antes. Era calvo, vestido de manera formal con las manos...
Llenas de sangre
El corazón del mutante dio un salto al ver ese detalle, preguntándose que Le harían esta vez. Uno de los hombres de negro Le tendió un plato con agua y una toalla a el recién llegado y este comenzó a limpiarse.
-Siempre me e preguntado si criaturas como tu existen- empezo el hombre secándose las manos. El asentó Alemán se podía oír en su voz-Un gusto conocerte- Le tendió la mano al mutante.
La reacción de la rata era de esperarse, intento pararse y alejarse del hombre.
-No te Asustes. No voy a hacerte nada.. Aun-dijo esto último mirándole las piernas. El roedor con recelo se estiro la falda asta donde pudo.
-Voy a confesar algo... Soy gay ¿y sabes algo más? Me gustan los hombres... Especiales... Hombres únicos. Oroku saki estaba en ese lugar....pero al parecer es necrofílico porque no deja de pensar en el cadáver de esa Tang shen-silvo el nombre con desprecio. Sin saber porqué, la rata se sintió ofendida.
¡Pero eso fue asta que te vi!-levanto la voz de repente.
-¿d-de que habla?-no entendía por les hablaba con respeto.
-¡Tu eres.. Muy diferente a los hombres que e visto! -dijo ha cercandose más mientras el ex-ninja se encogió en su silla-¡Eres fuerte! Lo puedo ver en tus ojos. Fríos, perspectivos y... Necios a la vez.... Sabes tanto que no sabes... - el hombre se acerco a su rostro.
"Nada" Le susurro a la oreja. Pudo sentir su aliento caliente, dándole una descarga eléctrica.
El Alemán se alejo del mutante y se puso al lado de la silla sobrante.
-Traiganlo-dijo
Algunos hombres de negro dejaron la pequeña habitación. No quería saber con quien iban a regresar.
-Sabes..-empezó el hombre- Puede tardar un poco antes de que llegue nuestro.. Invitado. No es fácil transportar a un drogadicto en un barco de manera ilegal-explicó como si fuera de todos los días.
-No se que clase de relación tengas con saki. Lo único que se, es que eres su enemigo y te odia- la rata traga saliva- Por eso no tubo ningún inconveniente en Hacer un trato commigo- lo mira de arriba a bajo otra vez.
-¿que clase de trato?-
-Que vengas con migo-
El miedo se apoderó del roedor. ¿Irse con el? No es como si fuera a extrañar este lugar ¿Pero quien dice que este hombre no es peor? El hombre pareció oler las inquietudes de su nueva mascota, era hora de su otra parte del plan.
-No te preocupes. Te voy a cuidar bien... ¿Como te llamas?-Le pregunto mirándolo con lujuria y... ¿Una sonrisa amigable.
-No... Lo se... No me acuerdo- Dijo confundido y más asustado ¿como había llegado hay en primer lugar?
Siempre que pensaba en su hogar. Lo recordaba como un agujero igual a este pero... Mucho más reconfortante.
Por primera vez el hombre parecía sorprendido.
-buscare una solución más tarde. Ahora sigue me-Le ordeno parándose de la silla. Dubitativo y a dolorido. El roedor se paro y lo siguió
Con una ligera cojera.
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El Cheiko y su esposo llegaron al restaurante Japonés. Topándose con una sorpresa. El restaurante estaba cerrado.
-¿Y ahora que hacemos?- pregunto preocupada.
-No te preocupes. Estamos a primeras horas de la mañana. Le avise que vendríamos a esta hora-respondió cogiendo ambas maletas.
Entraron a él pequeño restaurante. Lo acogedor del lugar compensaba el espacio reducido, el olor a desayuno tradicional de Japón les dio la bienvenida.......
Junto con cuatro invitados verdes.
----------------------------------------------------------- Lamento tardar tanto y enzima dejar el capítulo asta acá. Pero como dije. Tenía problemas con la escuela que solucionar. No me dejen tirada. Las historias tardan en actualizar. Esta abandonada con telarañas no muerta.
Otra vez me disculpo por tardar tanto.
Cuiden se 👋👋👋👋
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