- El que ama de verdad, vuelve – Dijo esbozando una sonrisa picara

- El que vuelve es porque se arrepiente – Respondí

He escuchado cada palabra que me ha gritado el silencio, me trata con desprecio cuando usa su altavoz, se ha vuelto más feroz y yo me he vuelto indefenso ante aquel murmullo intenso, ya no quiero oír su voz...

¿Pero como no escucharle entre tanta soledad y esta burda oscuridad que azotado mi morada?, mi alma esta sitiada por la cruel fatalidad, ya no existe claridad, ni estrellas aglomeradas...

De saber que te llamabas penumbra, me hubiese llamado cripta, así si tu vida se contrita te entregaría mi fervor, pero te llamaste mediodía, que idea tan inaudita, busqué la luz infinita y no encontré tu esplendor...

Trozos de mi dignidad aun reposan en el suelo, no volví a alzar el vuelo, el vituperio me alcanzó, al final me dominó, secando mi riachuelo, tu ausencia, sin consuelo, mi alegría marchito...

Y mi corazón se negó a seguir latiendo, un amor sin sustento envuelto en dolor bramaba, me consumió la lava que surgía desde dentro mientras seguía famélico postrado sobre la cama...

¿Podrían explicarme por qué coño es tan difícil superar esta crisis de haber sido abandonado?, me siento utilizado, me envolvió con sicalipsis, hoy vivo un apocalipsis, tras haber sido olvidado...

Ya no puedo más con esto, sal ya de mi corazón, quiero apagar esta sensación que me hace sentir desecho, pero el dolor sigue al acecho causando conmoción cuando intento con furor arrancarte de mi pecho...

Pero de momento vuelves, nuevamente eres palpable, aquel ser ya miserable floreció en sentimientos, me pintas otro cuento de esos inacabables, y aun sin necesidad de que hables obstruyes mis pensamientos...

Hipnotizado, como una polilla atraída por la luz, me entregue a plenitud, al dolor hice caso omiso, olvide tus maleficios y el peso de mi cruz, y otra vez me arrojaste al monstruoso precipicio...

Creí estar loco por ti, pero enloquecí por tu causa, naufragando en una balsa he vaciado mi anaquel, me siento ruin, como un burdel, pues mi mente no descansa a causa de tantos "Hubiera" que se me clavan a la piel...

Debería estar acostumbrado a esta escena desgarradora, la muerte es acreedora y exige mi aliento, aquí en mi confinamiento observo sin demora las promesas que ahora se queman a fuego lento...

 Mi cerebro suelta recuerdos, sin una dosis calculada, mi alma atrinchera defiende su vida, pero ante un bala perdida tanto esfuerzo no vale nada, pues tu amor era un cuchillo y yo soy un suicida...

Reapareces en mi aposento tras una aventura inédita exponiéndome su prédica, esperando otro desliz, creyéndote la emperatriz, pero mi conciencia se ha vuelto bélica, ¿Cómo llorare tu perdida si aún sigues aquí?

Fui un adicto a las disculpas y palabras endulzadas, a aquellos cuentos de hadas que pintabas sin control, pero al igual que el sol cada noche te esfumabas, porque lo que te llenaba no era exactamente amor...

Si no explícame como es que siempre vuelves con aquellos "Para Siempre" de tan breve duración, así que por favor, no me tomes por imberbe, volaré como Hermes, he aprendido la lección...

Hoy soy yo el que se marcha, ya no encajan nuestras piezas, cercene en mi cabeza tu imagen y su silueta, ya no servirán las tretas, ni actuar con sutileza, tantas falsas promesas no caben en la maleta...

Ya no quiero en mi vida ese afecto tan funesto, de organismo descompuesto e imagen harapienta, de frases fraudulentas, con un apego opuesto; no soy igual que el resto, espero te hayas dado cuenta...

Así como un bohemio decidiste partir, me obligaste a adquirir un colosal desasosiego, mis fantasmas me dijeron a causa de mi sufrir: "Si amas algo, déjalo ir, ¡Si vuelve, préndele fuego!"

No te odio, pero tu existencia no necesariamente me emociona, ¿Cuántas veces he de caer a la lona, víctima de la aflicción?, un periodo de evolución ha cambiado mi persona, merezco más que vivir colgado a una burda ilusión...

Yo, intentando pasar página, y tú, navegando entre bibliotecas como un errante cometa, divagando sin destino, anhelaba tus racimos al caminar por la estepa, solo queda la cascara seca de aquel fruto que comimos...

Siempre que volvías gritaba: ¡ALELUYA!; para ti solo era bulla la ovación que le mostraba, te di una ostentosa entrada solo para que me destruyas y hoy cada palabra suya son como mil bofetadas...

Quiero concluir este mutismo embarazoso, este trance amoroso, este episodio cansino, porque ya me empecino de su cariño fluctuoso, y sus labios solo sueltan trozos de argumentos sin sentido...

Interpretas muy bien tu papel de Boomerang, de manzana Adán, de serpiente del Edén, apuntaste a mi sien con intenciones de matar, eras un tobogán y me hiciste descender...

Concluimos rotos y desgastados tras los sorbos de aguarrás, ya no quiero dar cabida, ser ramificaría el mal, porque solamente vienes desordenas mi vida y luego te vas, lo tuyo no es amor, es turismo emocional...