Está Anabel parada en medio del escenario, todas las luces iluminaban su presencia, los ojos de más de trecientas personas caían sobre ella, estaba nerviosa y al mismo tiempo impotente esperando que la música la impulsara como un cohete al cielo, se presenta con una encantadora reverencia, bajando su mano arqueada al igual que su pecho finalizando con la cabeza, el silencio se apoderó en aquellos segundos, solo los taconeos de sus zapatillas era la que más sonaba, esperaba a que Armin tocara la melodía en su piano.

Pero algo inoportuno sucedió, Anabel se perturba al ver a su enemiga sentada en primera fila en todo el medio de los espectadores, era la primera que logro distinguir en toda la gran multitud, aquella chica sonreía petulantemente, levanta una ceja y le saluda agitando la mano derecha, ella se tensa de los puños al igual que su mandíbula y su corazón latió con fuerza, la presencia y la actitud de esa chica solo significaba una cosa, que algo no iba a estar bien, de repente suena una melodía y efectivamente no era la música en la cual ensayó por todo el mes, la pobre Anabel comienza asustarse...

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—Unas horas antes—

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Era el día que todas las chicas estaban esperando "El día de la presentación" para ellas aquel momento era una mezcla de entusiasmo, emoción y nervio intenso, la presión de hacerlo perfecto para ese día era tan inmensa como la punta de un rascacielos.

Anabel entusiasmada ensayaba una y otra vez la música en la cual se preparó "Developpes" se titulaba la melodía, estaba en su cuarto aprovechando hasta el último espacio que tenía, eso significaba que tuvo que arrimar su cama entre todas sus cosas para tener más lugar donde pudiera soltarse, seguía y seguía quería que cada movimiento, cada pose, cada deslizamiento fuera la indicada, afinando todos los sentidos de su cuerpo al compás de la música, refinando sus movimientos hasta la más áspera cuerda de sus habilidades.

Se estaba agotando físicamente pero su mente se mantenía fresca y concentrada, bebe un poco de agua y suena que alguien toca la puerta

—Anabel querida alguien vino a visitarte— era su madre anunciando detrás de la puerta

Ella apaga su reproductor y con un aliento de fastidio contesta — ¿Quién vino?

—Angélica.

Enseguida de un golpe de emoción exclama—ANGIIIIIII...

Abre la puerta y baja las escaleras a toda prisa sin notar la presencia de su madre, llegando a la sala abraza a su mejor amiga—Me alegro de verte— alega con un beso en la mejilla.

—Y yo a ti Ani— le recibe el abrazo y enseguida le olfatea el cabello —Amiga déjame decirte que hueles mejor que la basura de mi casa Hehehehehehe...

—Haaa... haaa... que esperabas si no me eh duchado.

— ¿Hoy es el día verdad?— inquiera Angélica con los ojos exaltados

—Siiiii...— profiere ella con un suspiro de aliento acompañado de una exagerada sonrisa.

—Te deseo lo mejor Ami, espero que puedas ganar... te lo mereces.

—Yo también espero lo mismo.

—Ahora vine a traerte una buena noticia— anuncia ella sonriendo de oreja a oreja

— ¿Cuál es? ¡Cuéntame!

—Ven—Angélica le agarra la mano y se sientan las dos juntas en el sofá de la sala, explicando—Te acuerdas del chico que conocimos el otro día en la lonchería.

—Si— afirma ella con los ojos abiertos

—Bueno ahora él y yo somos...— interrumpe Anabel cogiendo de su mano izquierda

—Ayyy... Angi que felicidad, te felicito— Abraza Anabel —Graciaaass...— exclama Angélica sonriendo cada vez más.

—Yo sabía que él y tu iban a ser un gran partido.

—Gracias Ami pero déjame decirte que todo fue gracias a ti— señala ella

— ¿A mí? ¿Por?— inquiere Anabel fingiendo una sorpresa

—Hehehehe... no te hagas la que no sabes, si no me animaras en preguntar su nombre nunca nos hubiéramos conocido.

—Ayyyy... Angi eso no fue mucho, tan solo rompí el hielo y ya.

—Bueno Ami para mí fue bastante, uno de mis grandes secretos es que me costaba hablar con los chicos que me gustan, es por eso que nunca tuve novio pues de mis nervios les causaba miedo ¿No te acuerdas?

—Si... ya me acabo de acordar de lo que le hiciste al pobre Brandon.

—Sí. Es por eso que tú fuiste la mejor ayuda que eh tenido y gracias amiga te debo un montón— Abraza Angélica

—Hehehehe... no hay de qué amiga— se sonroja Anabel

—Esta tarde iremos los dos juntos a verte en tu presentación, contaras con todo nuestro apoyo.

—Gracias amiga los estaré esperando desde la tarima.

—Bueno y cambiando el tema ¿Cómo te va con Jeth?

—Bueno él...—Un segundo de silencio— Tú sabes que Jeth es Jeth.

— ¿Por qué? ¿Qué pasó?

—En estos días me escribió molesto porque no iba a salir con él sino contigo y al final discutimos y dejamos de hablarnos desde hace dos días.

—Ayyyy Ani lamento que por mi culpa te hayas peleado con él.

—No te preocupes, de todas forma no hemos desistidos de nuestros planes, además mi madre está emocionada más por el día de mañana que incluso ya me compró desde hace una semana el vestido de mi boda.

— ¿Y en donde está para verlo?

— Ya te lo traigo

Anabel sube las escaleras y coge de su armario una caja con el vestido adentro, baja y se lo muestra a Angélica, diciendo—Aquí está— abre la tapa, sacando el espléndido vestido blanco.

—Ayyyy... Ani es hermoso— admira Angélica revisando cada detalle de la reluciente y blanca prenda, sus ojos se empiezan aguar imaginando a su mejor amiga luciéndolo en su día especial, se empieza a estrujar un ojo y luego añade —Amiga quiero regalarte esto— se quita su collar de Luna echo de plata, coge su mano y se lo pone en la palma.

—Amiga no es...— interrumpe Angélica

—Quiero que lo tengas y lo uses en el día de tu boda.

Anabel se conmueve observando sus ojos vidriosos y afirma con la cabeza sin decir nada, Angélica sonríe con una lagrima deslizándose sobre su mejilla diciendo— Hehehe... parezco una boba sentimental— se soba la mejilla.

—Awwww... Te quiero mucho Angi— abraza con fuerza Anabel con sus ojos igual de aguados como los de su amiga.

—Y yo a ti Ami.

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Mientras tanto, estaba Jeth impaciente esperando la llamada de Jennifer en saber si ya termino con su trabajo, caminaba de un lado a otro, inquieto y ansioso con ideas desagradables sobre su cabeza, quería saber cómo mato a su rival y esperaba que no hubiera sospecha alguna, confiaba en su profesionalidad, tal como se lo había demostrado.

Ya no aguantaba más, cada minuto que pasaba sentía que perdía el tiempo pues faltaba unas horas para ir a ver a su novia, el teclea los números de su celular y llama.

—Haló

—Hola ¿Quién es?

—Soy Jeth ¿Ya terminaste con el trabajo?

—Haaa... hehehe... hola guapo tiempo si verte de nuevo— alega con su voz seductora engatusando a su cliente.

—Ya déjate de rodeos y respóndeme— contesta él con una voz muy tensa

—Querido de mi corazón déjame darte la mala noticia que no pude llegar a lo acordado, lo siento Mjs...

— ¡Que! ¿A qué te refieres con eso?

—Papito que no pude M-a-t-a-r-l-o

— ¡QUEEEEE...! Me aseguraste que lo ibas a lograr, me dijiste que ningún hombre se ha salvado de ti ¿Cómo que este sí pudo?

—Papito el chico que tú me mandaste es la persona más extraña que he conocido, me ignoraba completamente, usé todos mis trucos y estuve a punto de matarlo si no fuera por esa chica— cambia la voz en un tono desagradable

— ¡¿De qué chica estás hablando?!

—Una blanca de pelo negro y ojos marrones claros, es una de esas bailarinas.

—Anabel— exclama Jeth en sus pensamientos y añade —Pero eres una profesional y deberías seguir en tu trabajo porque ya te pague por adelantado.

—Querido déjame decirte que ya culminé con mi mitad y si no pude ya es otra cosa.

— ¿Y eso que significa?

—Pues que renuncio, lo siento— menciona ella con una voz triste fingida

— ¡Entonces devuélveme mi dinero, ESTAFADORA!

— Nhaa... HAA... no hay devoluciones, si lo deseas me das la otra mitad y tal vez tengamos un trato más íntimo, es más... siendo tú, te puedo dar un trato muy especial ¡Paapitoo! cuando lo quieras—Se cuelga la llamada— Halooo... holaaa...

La ira de Jeth revotaba del piso hasta el techo como si fuera una pelota de goma, el aire de la sala se puso muy tenso por la energía que emanaba, la criada de la casa se fue rápido porque sabía lo que venía, estaba rojo, más intenso, sus ojos fulguraba un brillo fulminante, cierra sus puños, sus dientes empiezan a tensarse y comienza a temblar de la cólera gritando —AAAAAARRRMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNN...

El grito fue tan fuerte que hasta el gato de la calle salió corriendo del susto y algunos vecinos se asomaron por la ventana a ver qué ocurría afuera.

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Faltaban unas horas pues iba hacer en la noche como a las siete, Anabel se estaba arreglando, guardando su ropa de bailarina en su bolso de entrenamiento, se observa en el espejo, revisando su delicado maquillaje, parecía toda una muñeca de porcelana y sus ojos brillaban cada vez más, estaba muy hermosa.

Observa los alrededores de su cuarto sin olvidarse cada importante detalle, se vuelve a ver en el espejo y se acuerda de su primer día en las audiciones de su colegio cuando era una niña, solo que esta vez se le cruza un inesperado recuerdo sobre un chico de cabello blanco, aquella imagen le eriza los vellos de su piel.

De repente suena una llamada de su celular, coge de su teléfono y ve que era Jeth

—Haló Jeth

—Hola amor, estoy aquí abajo

— ¿Cómo? ¿Qué haces aquí abajo?

Se cuelga la llamada, con aquella incertidumbre sale de su cuarto con el bolso en el brazo, baja las escaleras y observa a su madre colocándose sus aretes favoritos para la ocasión, ella sigue andando y al final de su jardín ve a Jeth con una mirada encantadora hablando con su padre, llegando a su encuentro le pregunta muy sorprendida.

— ¿Qué haces aquí?

—Pues vine a buscar a la futura ganadora y quiero adelantarme en regalarle este premio— saca detrás de su espalda un ramo de flores, rosas rojas y claveles blancos las favoritas de Anabel, ella se ruboriza de la impresión y sus ojos se empiezan aguar del hermoso detalle con que le vino a visitar, se queda callada por unos segundos oliendo las flores y sintiendo en sus labios sus suaves pétalos, el padre de Anabel interviene

—Es todo un caballero ¿Cierto mi niña?

Anabel sube el rostro y le observa asintiendo con la cabeza, luego mira a Jeth diciendo —Son muy hermosas querido, que bonito detalle no parecen cosas tuyas.

—Hehehehe... bueno es mejor comenzar desde ahora, ya que mañana estaremos juntos.

Anabel se pone una mano en el pecho conmovida por su garantía, luego añade —Pero solo hay un pequeño detalle.

— ¿Cuál?

—Y si pierdo

—Hehehe... bueno no creo que sean las flores favoritas de esa ganadora.

La madre de Anabel aparece diciendo —Awwww... son hermosas pero antes de irnos vamos a tomarnos una foto.

El plan de Jeth acaba de resultar, volver a enamorar a su novia lo suficiente hasta el día de mañana, tan solo tenía que fingir en actuar como todo un galante caballero solo por esta noche y mañana, ya después volver con su estilo de vida, solo que esta vez estará muy contento pues su querida Anabel solo le va a pertenecer a él y no a ese chico de cabello blanco, tan solo faltaba un día más y después liquidar a ese fenómeno, ideas que tenía en la cabeza.

Llegando al teatro, estaba repleto de gentes, personas de diferentes clases pero la que predominaba era la alta o la gente que le atraía este arte como si fuera una ópera, Anabel y su familia junto con Jeth, caminando entre todos ellos, entrando, se estaba poniendo muy nerviosa pues se veía que era un evento muy importante.

Ella le dice a su madre— Mamá tengo que ir al vestíbulo para arreglarme y anunciarme

—Si mi amor estaremos todos juntos dándote nuestro apoyo, estamos muy orgullosos de ti.

—Gracias mamá— sonríe ella y se despide con un abrazo

Alejándose de ellos camina a prisa hacia el vestíbulo pero inesperadamente recibe un fuerte abrazo de alguien y era de una chica pero no cualquiera si no la de su mejor amiga —Aniiiiiiiii.

—Angiiii... eres tú me alegra de verte— abraza Anabel

—Te prometí que vendría— enseguida aparece un alto, galante y moreno joven

— ¿Te acuerdas de Ricardo?— presenta Angélica

—Hola Anabel— saluda con una sonrisa encantadora aquel reluciente chico

—Sí, claro que me acuerdo de ti y felicidades— saluda de mano entregando un beso en su mejilla, añade —Ami los dejo porque tengo que alistarme.

—Tranquila Amiga te deseo éxito.

—Gracias— se despide Anabel caminando rápido

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Mientras tanto estaba Armin escondido en la oscuridad detrás de las cortinas rojas, observando como entraban las personas buscando sus asientos, se estaba colocando unos guantes blancos y enseguida aparece un chico de lentes entregándole unas hojas, diciendo —Aquí están los temas de las participantes.

Él las recoge, respondiendo —Gracias— con sus ojos puestos en las hojas.

Armin conocía los títulos de los temas de esas chicas, pues estuvo todo el mes tocándola una y otra vez, revisa esas hojas y nota que algo andaba mal, el tema de Anabel no correspondía a la que estuvo practicando, tenía un presentimiento de que hay algún error pero ya no había el tiempo suficiente de corregirlo, además a pesar de ser un virtuoso pianista, tampoco era una computadora y por ende no podía recordar a la perfección todas las partituras de esas músicas que no eran de él, pensó en completo frio, sumidos en lo más profundo de su mente en tener que buscar alguna solución, sabía que había algo que no estaba bien y además no tenía sentido que Anabel cambiara el tema a últimas horas, ahora Armin le vino una idea y tuvo que asumir una inesperada decisión.

Hora más tarde Anabel y las otras chicas estaban listas para audicionar, les entregan un número y ella resultó ser la última, pasa la primera, la presentadora pronuncia su nombre <<Valentina Mejía y su tema Battements Tendus >> se escuchaban los fuertes aplausos, culmina con unos segundos de silencios y comienza a sonar la melodía, la chica se movía con toda la gracias de sus habilidades y del esmerado entrenamiento por todo el mes, concluye con su participación y se despide con una encantadora reverencia.

Ahora venía la segunda, pronuncian su nombre y su tema, la reciben con aplausos e inicia el suyo siguiendo la misma rutina solo que con una música diferente, concluye y se despide de la misma forma, ahora venía la que más se esperaba, Anabel estaba detrás de las cortinas esperando su nombre, observa a la distancia a Armin y él le recibe inclinando su cabeza y cerrando sus ojos para luego levantarlo en una cálida y encantadora mirada.

Ella se sonroja un poco y le responde con una nerviosa sonrisa, solo la mirada y presencia de él le daba el valor que necesitaba, anuncia la presentadora

—Ahora la última en participar es Anabel Rodríguez con su tema "Perdiendo la esperanza"

Se escuchaba todos los aclamados aplausos pero Anabel por sus nervios y concentrada en sus habilidades ignoró el tema infiltrado de su presentación, estaba parada en medio de la tarima, todas las miradas caían sobre ella, hace un saludo en reverencia y el intenso silencio invade toda la sala.

De repente ella observa a su enemiga Jennifer saludando petulantemente, era la única que logro reconocer entre toda la multitud, algo en su interior le indicaba que algo muy malo iba a pasar, suena la música pero no era la que ella estaba esperando si no otra, se estaba asustando, sus piernas y cuerpo comenzaron a temblar, se queda como estatua y todas las personas susurraban entre ellas, esperando a que se moviera, pero inesperadamente algo ocurrió, la música le era cada vez más familiar, como si la estuviera recordando desde lo más profundo de su corazón...

Continuara...

Hola queridos lectores, otro viernes de "Sin Emociones" cada vez más cerca del final, siguiente intriga: La odiosa Jennifer está apunto de saborear su venganza, Anabel está casi perdida pero sorpresivamente la música le es familiar ¿Cuál será? Una pista: el tema está en el libro muajajaja, ya no más pista. ¿Cómo hará ella ahora? ¿Acaso Armin tomo una buena decisión? ¿Anabel por fin la recordara? ¿Cómo danzara? ¿Jennifer ganara? Jejeje muchas preguntas, todo eso lo sabrán en el siguiente capítulo, un saludo ^^