Capítulo 31: "Pensamientos"


— 2 años atrás—

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Estaba amaneciendo, la luz del sol acariciaba el sombrío horizonte que poco a poco se inundaba envuelta por su claridad, la brisa de mar por la mañana era fría y corría con mucha suavidad pero a la vez con fuerza como si fuera una madre meciendo el hombro de su hijo en levantarlo, las gaviotas arrojaban gran vuelo preparándose para pescar y los peses se iban a mar adentro sabiendo instintivamente que la orilla se calentaría poco a poco, en el pueblo, algunos gallos cantaban con gran imponencia como si le estuviera dando los buenos días al cielo y en la casa de Lisa todos estaban dormidos excepto Armin ya que se había despertado mucho antes de que el sol saliera, él estaba sentado en el patio viendo como el cielo se aclaraba cada vez más, sintiendo la suave brisa que nace del horizonte y moría en las montañas.

No se sabe con exactitud que estaría pasando por su mente, si estaría pensando en lo que le dijo Lisa aquella noche o recordar el rostro de Anabel y su dulce voz, solo estaba allí sentado en un escalón pisando el jardín de aquella casa, observándolo todo desde la mariposa posada sobre aquel capullo de rosa preparándose para abrir hasta las aves que volaban tan alto que parecieran que estuvieran acariciando las nubes, su inexpresivo pero tierno rostro marcaba un aire de concentración pero a la vez de estupefacción como si algo en él estuviera floreciendo, era algo muy difícil de explicar, lo único que sabemos es que algo en él está cambiando.

Armin se levanta y observa el balcón de Lisa con las ventanas cerradas, se queda unos minutos observando como si estuviera imaginando aquella dulce chica saliendo de su balcón "¿A caso se estará enamorando de ella?" , él pálido chico baja la mirada, pensando y solo pensando "¿Qué estará pensando?" vuelve a subir la mirada pero sus ojos marcaban un leve aire de satisfacción, daba entender que ya había tomado una decisión pero "¿Cuál decisión?".

Entra a la casa con un gesto en su cuerpo de tranquilidad como si se hubiese librado de algo que pareciera que lo estuviese angustiando, pasa una hora y el primero que se levanta es el hermano mayor de Lisa, entra a la cocina y ve a Armin cocinando unos huevos con tocino con un delantal de flores en su cintura, José lo mira con un gesto extrañado y gime con ironía de burla en su rostro, diciendo

—Con ese delantal pareces mujer— vocifera en un tono alegre, no para insultarlo sino más bien para darle los buenos días pero a su antipático estilo

Armin sube su rostro pero ni se inmuta ya que no se ofende con palabras tan vacías como las suyas pero como todo buen caballero, le responde —Buenos días José—

Pasan otros quince minutos y se levanta el hermanito menor, Tommy, bajando las escaleras con su cara toda adormilada, estirando sus dos manos y bostezando a la vez, vestido con su piyama de aviones, observa a Armin acomodando la mesa del comedor, aún seguía con aquel floreal delantal en su cintura, el pequeño lo observa y se tapa la boca riéndose a través de sus dedos de camino al baño.

Pasan otros diez minutos y se levanta el padre de Lisa, bajando pesadamente las escaleras, sosteniéndose a través del barandal, camina hacia la cocina y ve a Armin exprimiendo limones, aún seguía con el floreal delantal, el padre de Lisa lo mira y comenta —Buenos días chico, ¡Ese delantal resaltan tus ojos! Hehehehe...— se marcha el corpulento y alegre hombre directo al baño.

Pasan otros diez minutos y se levantan los abuelos de Lisa, bajan con mucha delicadeza los escalones de aquella escalera, el abuelo va directo a la sala a sentarse en su sillón favorito esperando su cálido café matutino y leer el periódico de todos los lunes, aguardando a que tommy se lo haya traído y la abuela va directo al baño, pasa por la cocina y ve a Armin sirviendo la limonada en una enorme jarra de vidrio y como era de esperarse aún seguía con el tan nombrado delantal de margaritas y claveles estampadas, la abuela lo mira dificultosamente, colocándose su grueso lente para ver y dice

—Tenía tiempo que no lo encontraba ¿En dónde lo conseguiste?—

Armin sube la mirada y responde —Allí guindando en un clavo detrás de la puerta— señala el marco de la puerta

—Ahhh... ya veo, con que allí estaba ¿Eh?, gracias joven— exclama la frágil viejita de camino al baño

El resto de los demás no estaban en el baño por si se lo iban a imaginar, cada quien andaba por una parte de la casa, comiendo de lo que Armin había preparado, el pálido chico se quita el tan dichoso delantal y lo guarda en donde lo había encontrado de camino al comedor, se sienta y hurta el pan francés encima de la yema del huevo, en ese momento baja de las escaleras la tan deslumbrante Lisa bueno... deslumbrante en comparación a como nos vemos nosotros después de levantarnos, ella baja las escaleras restregándose los ojos y bostezando levemente sin perder de vista los escalones, tenía su cabello todo enmarañado típico de las chicas con el pelo rizado, Armin la observa pero no la pierde de vista, ni por un instante, su mirada connotaba una pisca de intranquilidad típico de los chicos cuando ve a alguien que le gusta pero esta vez era algo muy diferente como si deseara decirle algo o una especie de confesión.

Lisa pasa por el comedor y ve a Armin, ella no sonríe mucho como siempre y con una mirada levemente caída, típico rostro al salir de la cama, dice —Buenos días— sin mucho entusiasmó en pronunciarlo

Vuelve a pasar los minutos, todo estaba callado, nadie decía nada, tan solo se escuchaba la brisa agitando las ramas de los árboles y el tic tac del reloj de la sala, todo estaba en paz, a Armin en su interior le complacía esa paz, no sabía porque razón pero tan solo lo disfrutaba pero a su estilo, suena que alguien abre la puerta y era Lisa saliendo directo al comedor, sentándose en la mesa para coger y comer del pan con huevo, Armin se levanta sin murmurar nada, recogiendo de su plato para lavarlo en la cocina pero seguía sin perder de vista a Lisa "¿Por qué?"

Para Lisa nada le parecía extraño, tan solo comía muy pensativa observando la ventana como si la extraña indiferencia de Armin se lo hubiese contagiado a toda la familia, cada quien en su mundo, todos juntos pero al mismo tiempo muy distante.

Ya era la hora de ir a trabajar y Lisa se prepara para salir al exterior, con sus enorme gafas oscura, vestida con un jeans azul pegado y una chemise blanca, pareciera que fuera su uniforme, va directo a la puerta, cuando estuvo a punto de salir, Armin la detiene diciendo

—Lisa—

Ella voltea, inquiriendo — ¿Qué?—

—Quisiera hablar después contigo—

Ella frunce el ceño muy extrañada, preguntando— ¿Por qué? ¿Qué pasó?—

—Quisiera hablar contigo más tarde—

—Pero ¡Dimeeee!... ahss.. por deoooz Armin... a veces eres demasiado misterioso — regaña la chica cruzándose de brazos

—Pero... no es el momento— responde el inexpresivo chico, parecía un robot

—Ahhh... claro ¡No es el momento! Para decírmelo pero si para avísame que tienes algo que decirme—

— ¿Estas molesta?—

—Noooooo... no nooo, o ¿A caso me ves contenta?—

—¿Estas contenta?—

—Ahsss... no Armin ¿acaso no entiendes el sar...?, olvídalo... entonces ¿Me lo vas a decir sí o no?—

—No es el momento para hablar—

—Ahssss... ¡Entonces no me digas nada!, Adiós...— replica la enfadada chica caminando afincadamente, cerrando sus dos puños, refunfuñando para sí sola

Armin seguía viéndola como si la estuviese contemplado, sin perderla de vista ni un minuto hasta perderse a la distancia o eso era lo que aparentaba a simple vista, ya que no sabemos que estará pasando por su mente.

Todos ya su fueron a trabajar y el más joven al colegio, como era de esperar Armin ya había sanado de aquella leve fractura que sufrió hace un mes, él siempre tuvo algo particular, sanaba muy rápido, a pesar no manifestar emociones el dolor físico si lo siente pero cada vez que pasan los años aquellos dolores físicos los percibe menos, como si estuviera desapareciendo esa sensación que todo humano tiene por naturaleza.

Ahora debía regresar al trabajar con su viejo y barrigón jefe como había acordado de un principio, el colorado chico de cabello blanco seguía pensando y pensando pero "¿Qué pasara por esa mente?" de camino a su viejo trabajo, mientras llegaba, pasó muy cerca de la panadería donde conoció a Lisa tiempo atrás, se detiene y observa aquel local como si estuviera esperando a alguien pero solo veía las gente entrar y salir.

Armin a pesar de ser muy diferente al resto de los demás hoy andaba muy extraño, no era la típica actitud de todos los días de manera mecánica pero al mismo tiempo sutilmente afectivo sino más bien de manera más afectiva, si seguía con su singular gesto inexpresivo y cálida mirada pero esta vez la mirada se tornaba más triste o muy de cabizbajo "¿Qué estará pensando Armin?", "¿Por qué veía mucho aquella panadería como si fuera un simple recuerdo de años?" por ahora no se sabe, lo que se sabe es lo que da entender el chico por su singular actitud.

Mientras tanto Lisa atendía y despachaba como siempre pero esta vez se hallaba pérdida ósea si lograba atender a las personas pero lo hacía de forma mecánica, como un robot, sin su singularidad forma de ser en sonreír y saludar a sus conocidos clientes, más bien se veía toda pensativa como si su mente regresara en el tiempo recordando lo que le dijo Armin, no se sentía muy bien consigo misma ya que no debió haberlo tratado de forma grosera pero en lo más profundo de su corazón se hallaba sangrando ya que percibió lo de aquella noche, es por eso la razón de su actitud, no por ofender o regañar a Armin sino más bien de querer protegerse a sí misma de no seguir enamorándose por alguien que no siente nada por ella.

Lisa en ese sentido era parecida a Anabel pues las dos tenia esas misma sensibilidad y dicha sensibilidad las llevo a que se interesaran en Armin y vieran algo en él muy especial, diferente a lo que ven el resto de los demás pero como todo en el amor a veces se gana y a veces se pierde la que le toca perder es a Lisa o eso era lo que se aparentaba y lo horrible del amor es que cuando quieres mucho a esa persona no importa lo mucho en que lo apoyes, no importa lo mucho en que este a su lado y le des todo ese calor de amistad, muy en el fondo estarás sufriendo porque solo es eso, solo amistad, a veces esa palabra suena tan hermosa como horrorosa todo depende de la persona a la cual represente aquel sentimiento.

Pero Lisa no quería seguir angustiándose, quería ser clara por fin con Armin, en su mente fulguraba la idea de decirle <<Tú me gustas>> o <<Te amo>> quería ya acabar con toda aquellas intrigas de su cabeza, quería saber por fin si él siente algo por ella o no, ya no quería ser sutil como antes, buscando la manera de hacerlo en caer en humanas tentaciones, buscando la manera de conseguir ese beso, hoy era el día o más bien el momento de definir este asunto de una vez por toda pero al mismo tiempo le llegaban negativos pensamiento de rechazo en cómo iba reaccionar ella al momento de escuchar un no, pues no quería caerse a llorar o salir corriendo como una niña desesperada, quería mantener su compostura de mujer y demostrarle a Armin la verdad de sus sentimientos y si dice que no <<Tendré que aceptarlo>>

Pasan las horas y Lisa ensayaba en su mente las palabras que le iba a decir, mientras hacía eso comenzó a desconcentrase y su hermano le palmeaba la espalda indicándole a que se concentrara en atender a los clientes ya que había una cola de personas malhumoradas esperando a que les entreguen sus panes.

Eran las cinco de la tarde, faltaba dos horas para cerrar pero Lisa se haya impaciente, quería saber qué es lo que le quiere decir como al mismo tiempo decirle lo que siente por él, aprovecho un tiempo en que bajo la gente en la panadería y le dijo a su hermano que hoy saldría temprano, excusándose o más bien mintiendo de que quería hablar con su tío de algo importante, José como todo desconfiado hermano mayor sabía que no era cierto, pero por irónico que suene acepta debido a todo lo que ha sufrido ella y muy en el fondo quiere complacerla porque la quiere.

Ella camina directo al bar palabreando en voz baja aquellas ensayadas palabras de declaración, cuando llega nota que algo muy extraño está pasando, se escuchan fuertes movimientos, golpes y algunos voces que no se entendían que decían, sonaba como una pelea, ella asustada por Armin entra sin avisar, lo que vio la impacto mucho, tanto así que se quedó paralizada, estaban golpeando a su tío unos hombres altos, gruesos, de piel morena y cabello oscuro bien corto pero sus rostros eran grotesco como si el odio o la maldad se estampara en sus caras, Dan se hallaba convaleciente, tirado en aquella esquina, su boca estaba cubierta de sangre pero no chillaba ya que la barba cubría lo que quedaba, sus dos ojos estaban amoreteados y bueno su grueso cuerpo se hallaba magullado como si fuera un saco de arena golpeado con un bate en pocas palabras al hombre lo estaban torturando.

Dan era terco y seguía levantándose en demostrar que sus golpes no le hacía nada y los embravecidos hombres seguían pateándolo a mas no poder como si pisaran una enorme y gorda mosca, para Dan no le era sorpresa llegar en esta situación, más bien le parecía raro que no haya llegado antes, sabía que en algún momento alguien le iba a responder por sus deudas, lo más extraño que tenía dinero pero lo gastaba en sus banales deseos con más de tres amantes que cargaba, incluso de algunas prostitutas que pagaba los fines de semanas, todas aquellas mujeres aprovechando de su inestable fortuna, lo consumieron hasta dejarlo sin nada a parte el hombre era tan irresponsable que sabiendo que tenía deudas seguía gastando lo que le quedaba de dinero incluso el sueldo de Armin que nunca le pagó, aspirando a poder ganar más y pagar todo sin dificultada, pero que idea tan incongruente, ya era hora de pagar un castigo solo que esta vez el castigo iba hacer más doloroso de lo esperado.

Lisa tratando de mantenerse calmada retrocede unos pasos para no llamar la atención pero lamentablemente se tropieza con un alto y fornido hombre de piel oscura y colorada, ella sube lentamente la mirada con sus ojos temblando y ve la sádica y malvada sonrisa de aquel hombre, como se notaba en su inquietante mirada indicaba las miles y viles actos de perversión con ella.

Lisa ya no lo aguantaba más, estaba tan asustada que grita del miedo, el hombre la agarra de las muñecas y lo lanza a donde estaban los demás, diciendo

—Miren lo que me encontré— declara con su profunda voz

— ¿Quién es ella?— inquiere el líder de los cuatros

—No lo sé, me la encontré en la entrada—

El líder se queda callado pensando ya que su rostro le era muy familiar y escucha aquel alto hombre preguntando — ¿Qué hacemos con ella?—

Aquel líder seguía pesando ya que no la podía dejar ir pues obviamente declararía los responsable del acto que iban hacer hoy, enseguida Dan sube la mirada y con sus ojos apunto de estar apagados logra ver a la chica y enseguida sus ojos se estira dando un gesto de susto, tristemente el líder se da cuenta y con una sonrisa sádica, menciona —Ahhhh... la conoces ¿Verdad?—

Dan tratando de fingir una mentira como todo buen mentiroso, niega —No, no la conozco así que déjenla ir—

—Hahahaha... me temo que así no son las cosas—

—Pero... pero ella no tiene nada que ver con esto, es a mí a quien buscan, ¡Déjenla ir!—

—Ohhh... pero ahora sí, ya que puede ser testigo y eso a nosotros no nos conviene—

—Per..pe..ro no dirá nada, ella es muy obediente , ¡Por favor!—

— ¿Y cómo sabes que es muy obediente si no la conoces?—

Enseguida Dan se queda callado sin saber que decir y tan solo baja la cabeza humillado por las condiciones en que la vio su sobrina querida.

El líder sube la cabeza y la observa de cabo a rabo, más la veía y su rostro cambiaba a una muy inquietante, se notaba en su mirada que quería hacer algo con ella, vocifera con una voz muy petulante

—Mmmm... es muy bonita, ¿Verdad?—

El resto de los hombres asintieron con la cabeza y expresando la misma mirada como si ya supieran a que se refería, Dan sube la cabeza y observa al hombre forcejeando con lo que lo tienen retenido, diciendo

— ¿De que estas hablando?, te juro que si la tocas te voy aaaa...—

— ¡Cállateeeee!—

Enseguida Dan recibe un golpe en toda la boca del estómago obligándolo a perder el aire y se queda tosiendo, inhalando y exhalando el aire que perdió

—Buenos chicos que les parece si primero nos encariñamos con ella y después quemamos este lugar—

Lisa estaba aterrada, esta vez ya no era un simple borracho o un grupo de jóvenes drogadictos con las hormonas alborotadas, ahora eran unos hombres y lo peor eran los malandros del pueblo a sí que nadie podía interrumpir en su contra, además eran muy grandes y sabía que entre todos la iban a romper por dentro, sus ojos tiemblan al igual que su cuerpo, salen lágrimas de desesperación pero no puede gritar ya que le tenía tapada su boca, por suerte el dedo anular del hombre atraviesa entre la parte donde abre sus dientes y ella aprovecha ese descuido y muerde con todas sus fuerza, haciéndolo sangrar, aquel hombre por reflejo y dolor saca la mano y Lisa grita pero no solo grita si no que por impulso menciona un nombre en su grito

—¡ARRRMIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNN....!—

Lamentándolo mucho no suena tan fuerte y se pierde en el exterior pero extrañamente Armin la escucha desde la playa observando el mar y voltea su cabeza mirando en dirección al bar, algo por dentro le decía que algo muy malo está pasando y sale caminando a prisa en su dirección...

Continuara...

Hola queridos lectores otro viernes más y como era de esperar hoy hubo sorpresa pues todavía no quiero dar la respuesta de Anabel, quisiera mantener esa intriga. Ahora viene lo siguiente a Lisa la van a violar otra vez hehehehe... pero a Armin le toca enfrentarse con unos tipos mucho más grandes y fuertes que él, ¿Cómo lo lograra?, ¿Lisa se podrá salvar? Y ¿Anabel más adelante dirá que sí o no?. Lo sabrán en los siguientes capítulos, un saludo ^^


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