EARTH

Esta semana ha pasado relativamente rápida, no me puedo creer que Saint se esté planteando dejar el trabajo, creo que se ha enamorado de Zee, está jodido pero bien jodido. Todavía no ha hablado con Mew, pero tengo la sensación que pronto lo hará. Me preocupa la reacción de Zee cuando se entere del trabajo que hace Saint, él está pensando renunciar a todo lo que había planeado en su vida y yo no sé si vale la pena, el amor lo complica todo.

Este fin de semana he invitado a Saint a una fiesta en el club, me ha dicho que Zee lo acompañará, así que he dejado sus nombres al portero.

Ya son casi las once de la noche, el ambiente del club es bueno y la música me encanta. Me deslizo por la pista y mis caderas se mueven frenéticamente al ritmo de la canción. En un momento dado siento que unas manos se posan en mis caderas, esas manos no son la de Kao, las reconocería entre mil. Abro mis ojos y un hombre atractivo de ojos azules me mira con deseo. Yo lo aparto con un pequeño empujón y le hago entender que no estoy interesado. Él se encoje de hombros y se aleja a probar suerte en otro sitio. Lo olvido de inmediato y sigo bailando sin importarme nada más.

He tenido que espantar a tres moscardones más hasta que Kao se desliza a la pista, pone sus preciosas manos sobre mí y me estampa un beso que me deja sin aliento. Está muy claro que está marcando su propiedad, si eso le hace sentir mejor y aparta de mí a los pesados que no me dejan bailar, por mí está bien.

En un momento dado veo a Saint acercarse hasta mi mesa con su cara sonrojada, ya se lo que viene a pedirme, le he visto bailando con Zee como si no hubiese nadie más en el mundo. Le dejo la llave del reservado que tengo arriba con la condición que después me cuente todo lo que pase esta noche, él me manda a la mierda mientras se aleja a toda prisa con la llave en la mano.

-Hoy me parece que vamos a mi casa- me dice Kao viendo como Saint sale disparado hacia el piso de arriba.

-Prefiero que vayamos a mi apartamento, hace días que no paso por allí, paso más tiempo en tu casa que en otro sitio- le digo molesto.

-Que puedo decir, me encanta como te ves moviéndote desnudo por mi casa- me espeta muy tranquilo.

Desde que decidí que solo me iba a quedar una noche en su casa no he pisado la mía. Kao destruye todos mis planes de tomarme esto que tenemos con calma. Me besa y todo mi mundo se da la vuelta en un abrir y cerrar de ojos.

Ya es más de medianoche y Kao nos lleva a mi apartamento, solo quiero tumbarme y dormir toda la noche abrazado a su precioso cuerpo.

En cuanto entramos Kao examina todo el apartamento minuciosamente, parece que está escaneando mi vida.

-¿Y bien?- le pregunto.

-Este apartamento es como tú- me dice.

-¿Pequeño y sin gracia?- le resumo.

Él se ríe con ganas y me niega con la cabeza.

-Acogedor y luminoso- me dice mientras me abraza y me besa con dulzura.

Lo llevo al dormitorio y le digo que se deshaga de su ropa mientras yo hago lo mismo con la mía.

Nos metemos bajo las sábanas y pego mi cuerpo a su cálido cuerpo. Enredo mis piernas con las suyas y meto mi cabeza en su cuello para aspirar su aroma. Joder podría acostumbrarme a esto. Él pega su boca a mi pelo dejando un beso en mi coronilla, le oigo suspirar y aprieta sus brazos alrededor de mi cuerpo.

Solo por esta noche me voy a permitir sentirme como en casa, hoy me voy a permitir sentir que esto puede ser una buena relación, una duradera y feliz. Sólo por hoy, mañana volveré a la cruda realidad.

KAO

He pasado la noche en casa de Earth, es un apartamento precioso, es como su sonrisa abierta y luminosa. Solo dormimos juntos y es la primera noche que realmente siento que mi duende se relaja y deja que lo ame.

No sé muy bien cómo explicar la sensación que me invadió, felicidad, miedo, amor, todo a la vez. Quiero decirle lo que siento pero no sé si está preparado para una relación seria, no quiero perderlo, así que como un cobarde me callo hasta encontrar una mejor ocasión.

Hace días que Earth está muy ocupado para que podamos vernos, yo le echo muchísimo de menos. Esta noche me ha comentado que se quedará en casa arreglando un par de cosas que tenía pendientes. Sé que ha cogido un par de días de vacaciones para ir al centro donde es voluntario. Le doy su espacio para que no sienta que lo agobio y me centro en mi trabajo.

Estoy llegando a casa cuando Earth me llama, cuando respondo su voz parece alterada, tanto que no entiendo lo que me dice.

-Earth amor, tranquilízate no entiendo lo que me dices- intento calmarlo, porque me está asustando.

-Kao, Saint me ha llamado dice que Zee lo ha dejado solo en el apartamento y que no hay luz, está asustado y yo también, creo que puede pasarle algo. Necesito que vengas a buscarme y me acompañes a su casa.

-Tranquilo cariño, salgo ya mismo, espérame en el portal de tu edificio tardo 15 minutos- le digo metiéndome en el coche y saliendo lo más rápido que puedo.

Intento contactar con Zee y no coge mi llamada, llamo a Max y tampoco tengo suerte, aquí está pasando algo raro. Acelero todo lo que me deja el coche, espero llegar a tiempo.

Recojo a Earth que está muy nervioso, se muerde las uñas con fuerza hasta hacer que sangren.

Llegamos enseguida a casa de Saint y subimos en el ascensor que la señorita nos abre y nos dice que hace poco ha subido Max al piso de Saint. Eso me da esperanza de que todo esté bien y solo haya sido un apagón.

Nada más lejos de la realidad, en cuanto salimos del ascensor encuentro a Max inconsciente en el suelo del pasillo. Pongo a Earth detrás de mí y saco el arma de la funda de mi espalda. Earth se queda mudo cuando la ve, le digo que me espere junto a Max, que por lo que puedo ver respira con normalidad.

Entro con cuidado al apartamento de Saint que tiene la puerta abierta, registro cada habitación pero no encuentro rastro de su dueño. Encima de la mesa hay una carta dirigida a Zee. Salgo al pasillo y veo que Max ha recuperado el sentido y está diciéndole a Earth que alguien le sorprendió cuando salía del ascensor y lo golpeó con algún tipo de objeto duro.

Mi teléfono suena en el bolsillo del pantalón, es Zee que me devuelve la llamada.

-Kao creo que ese malnacido tiene a Saint, manda a alguien a su piso rápido yo voy para allá.

-Zee, ya estoy en el piso de Saint, no está aquí- le digo mientras le oigo maldecir.

Me acerco a Max y a Earth les digo que en el apartamento no hay nadie y le enseño la nota a Earth que lee su contenido con horror.

-Debemos llamar a una ambulancia y a la policía, creo que han secuestrado a Saint- le explico.

Los ojos de Earth se llenan de lágrimas, está terriblemente asustado por su amigo.

-Cariño Zee viene de camino, no te preocupes lo encontraremos. Voy a hacer varias llamadas vamos a necesitar ayuda para salvar a Saint, bajemos al portal- le digo mientras ayudo a Max a llegar al ascensor.

Una vez en el portal le digo a la chica de recepción lo que ha pasado y ella se encarga de acomodar a Max en el sillón a la espera de la ambulancia que no tarda en llegar. La policía está aquí también y les pongo al día de la situación.

Poco después llega Zee como una exhalación, roto por el miedo y el dolor. Earth lo ve llegar, se abalanza sobre él y le pega un puñetazo con todas sus ganas, jamás lo había visto así.

-Tú estúpido gilipollas- le grita en la cara.

-Dejaste a Saint solo, te largaste y lo abandonaste como el cobarde que eres. ¿Estabas herido en tu orgullo de machito porque ese loco te mandó las películas de Saint? ¿Dejaste que te lo explicara siquiera? Mierda Zee ese puto chiflado tiene razón no te mereces el amor de Saint. Él ha dejado todo por lo que ha luchado estos años solo por ti. ¿Sabes que ha renunciado a su trabajo y que desde que estáis juntos no ha dejado que nadie lo toque? Eres el idiota más grande de la historia Zee Pruk.- le escupe toda su rabia a la cara y yo me quedo de piedra con toda esa información.

-No lo sabía, no tenía ni idea -le responde.

-¿Le dejaste que te lo explicara?- le interroga.

-No – no puede decirle otra cosa y ahora mismo nadie puede odiarse más a sí mismo que él.

-Earth, tranquilízate amor, deja que nos ocupemos de encontrar a Saint- le digo abrazándolo para que se calme.

-Será mejor que traigas a mi amigo sano y salvo, porqué si no te mataré con mis propias manos- le espeta muy seriamente señalándole con el dedo y yo estoy seguro de que lo hará.