EARTH

Saint me ha llamado esta mañana, al parecer su acosador ha vuelto a las andadas y Mew ha contratado los servicios de la empresa de Kao. Mi amigo está preocupado por tener un guardaespaldas todo el día pegado a él. Saint estudia derecho en la universidad y no quiere que nadie sepa a qué se dedica. Yo sé que va a llegar lejos y dejará esta profesión muy pronto.

De momento rodamos la última escena de la película y Saint me pregunta por Kao, le digo que estamos conociéndonos y que mejor quedamos para hablar el fin de semana en el club.

Parece que a Saint le gusta un poco demasiado Zee su nuevo guardaespaldas. Le digo que lo lleve el fin de semana al club y se lo folle en el baño, a lo que él me responde que eso no lo haría jamás. Todavía tiene presente su última relación fallida con Perth y no quiere volver a sufrir. Bueno ya veremos cómo se desarrolla todo.

Me visto y me despido de Saint, he quedado con Kao que quiere llevarme a no sé qué sitio, pero que me gustará, me ha asegurado.

Y ahí está él, más guapo que un anuncio esperando por mí con una sonrisa salvaje en la boca.

-Estás precioso esta noche- me dice el adulador.

-Gracias, tú tampoco estás mal- le digo con una sonrisa malvada.

-¿Preparado para tu sorpresa?- me pregunta muy emocionado.

-Seguro, vamos- le respondo mientras me subo a su potente coche.

Recorremos varias calles hasta llegar a New Petchaburi Rd aquí hay muchos locales de ocio, es el centro de la diversión en Bangkok. Kao detiene el coche en el M-Theatre, el centro de artes escénicas de Bangkok. Esta semana está en cartel "El cisne negro" y he querido asistir pero me fue imposible encontrar entradas, están agotadas hace meses. Lo miro con estupefacción y me lleva de la mano hasta la entrada donde le enseña los boletos al revisor de la puerta que nos acompaña a un palco a la derecha del escenario.

Estoy en una nube y todavía estoy pensando que esto es un sueño, uno muy bonito del que no quiero despertar.

-No hay entradas hace meses ¿cómo las has conseguido?- le pregunto curioso.

-Tengo mis contactos- me responde, devolviéndome el golpe que yo le di en el club.

Bien así que de esta manera son las cosas, si quiere guerra la va a encontrar.

Enseguida se apagan las luces y empieza el espectáculo, mi respiración se acelera por la emoción, ese escenario que una vez fue mi felicidad se llena de bailarines maravillosos que cuentan la historia con sus movimientos, es mágico.

KAO

Ver la expresión de Earth al ver el espectáculo ha valido la pena la semana entera que llevo buscando estas entradas. He tenido que tirar de favores especiales para conseguirlas, pero eso no se lo diré, pensará que tiene mucho poder sobre mí y no sé si quiero que lo sepa todavía.

Sigue a los bailarines por el escenario con sus preciosos ojos castaños brillantes de emoción. A veces lo pillo moviendo sus brazos al compás de los pasos de los bailarines. No puedo dejar de admirar su belleza, es más que el simple hecho de que su piel sea perfecta, su sonrisa sea maravillosa y no pueda dejar de pensar en su culo. Cada vez que lo miro veo en él a una maravillosa persona con tanto que ofrecer, pero que por alguna razón, que todavía no entiendo, se oculta tras una máscara de superficialidad.

Debemos ser una pareja peculiar para cualquiera que nos mire en estos momentos, él disfrutando del espectáculo y yo disfrutando de él. No puedo evitar querer tenerlo en mi cama más allá de una noche.

En un momento dado me pilla mirándolo y por primera vez veo que se sonroja, ¿tengo algún poder sobre sus sentimientos?, espero que sí, porque me muero por hacerle el amor otra vez.

Me mira directamente y articula con sus preciosos labios un "gracias" que me hace temblar por dentro. Intentando normalizar mi pulso me acerco un poco a él, cojo su mano la llevo hasta mis labios y le susurro "de nada". Entrelazo mis dedos con los suyos y así nos quedamos el resto de la función y contra todo pronóstico disfruto de este espectáculo maravilloso junto al ser con más luz que he conocido nunca.

EARTH

He disfrutado de la función como nunca antes, Kao no deja de mirarme como si realmente le gustara estar conmigo, hace que me lata el corazón a mil y no sé porque me pone tímido esa mirada de cariño. Puedo con las miradas sensuales que me invitan a una sesión de sexo, he lidiado con ellas prácticamente toda mi vida adulta, pero es la primera vez que alguien quiere mirar dentro de mi alma, y eso me da un miedo atroz. ¿Qué pasará cuando vea que mi alma está rota y que seguramente no tenga arreglo? No creo que pueda recomponerme de ese golpe, así que es mejor mantener esta relación en el ámbito meramente sexual.

Con esa idea en mi cabeza le pido que me enseñe su casa, quiero ver cómo vive, tengo curiosidad de cómo será su cama y si puedo, probar como es que me folle sobre ella.

Llegamos a su casa un dúplex a las afueras y me sorprende lo bonita que es.

-Tu casa es muy acogedora y bonita- le digo sorprendido.

-¿Y qué esperabas, una cueva?- me contesta con una sonrisa.

-Joder, yo que sé, eres un exmilitar con un coche potente, además de un cuerpazo trabajado, supongo que lo siguiente en el estereotipo sería una casa masculina con un sofá de cuero negro delante de una pantalla de televisión enorme- le contesto entre risas.

-Eso es lo malo de les estereotipos, que al final te decepcionan- me responde.

-En este caso me ha sorprendido para bien, de verdad tu casa es maravillosa.

Lo digo totalmente en serio, cuando entramos veo directamente un salón luminoso con un gran sofá en L color crema. Al fondo y en el mismo espacio una cocina enorme con todo lo que un chef podría desear. La casa está rodeada de un jardín que puede verse desde el ventanal que hay en la cocina. Es todo muy luminoso y acogedor, y si lo pienso bien Kao es así, optimista, luminoso y acogedor. Debajo de sus músculos maravillosos sé que hay una excelente y perseverante persona, así que no me puede extrañar que su casa sea así.

-Quiero ver el dormitorio- le digo mirándole a los ojos.

Veo que él quiere lo mismo, pero no sé qué le pasa que no está ya empotrándome contra la pared del dormitorio.

-No sabes las ganas que tengo de enseñarte mi cama. Llevo soñando contigo desde la última vez que estuvimos juntos, pero necesito saber una cosa antes- me dice en tono serio, y creo que lo que viene no me va a gustar.

-Bien y ¿qué quieres saber?, lo que sea te seré sincero- le respondo.

-Quiero saber qué significa para ti, es decir, que es esto que tenemos- me pregunta.

-Me gustas mucho, eso ya lo sabes, pero no sé qué pasará con nosotros, de momento iremos viendo como nos sentimos juntos y ya habrá tiempo de ponerle una etiqueta- le respondo lo más sinceramente que puedo.

-Está bien, me conformaré con eso por ahora- me devuelve la sinceridad.

Entonces me coge en brazos y me sube a su dormitorio, su cama es enorme y blanca es perfecta como él, demasiado para alguien como yo.

Me tira sobre la cama, se deshace de su ropa y después me pone de pie sin dejar de mirarme.

Me quita la ropa poco a poco disfrutando de la vista, nunca me he sentido tan caliente por una simple mirada, cuando estoy desnudo y mi erección está a la altura de su cara ni siquiera pestañea y se la come entera. Joder mi espalda se arquea y mis piernas flaquean, es tan bueno que no puedo creerlo. Aumenta el ritmo con sus manos en mis caderas, yo acerco una mano y sujeto su pelo con fuerza, si sigue así esto se va a acabar demasiado pronto.

Bajo mi cabeza para besar esa boca que me vuelve loco y saboreo mi propio aroma en su boca. Ya mi cabeza no piensa, lo tiro sobre la cama y me deleito con ese cuerpo fuerte y definido. Mi lengua recorre su cuello, su perfecto pecho y sus abdominales de piedra. Cuando llego a su polla está gimiendo tan fuerte que tengo que controlarme para que mi orgasmo no me sorprenda. Paso mi lengua desde la raíz hasta la punta de su precioso pene erecto y me encanta como un gruñido sale de su garganta.

Juego un poco con mi lengua sobre su glande, quiero oírle suplicar, hace que me sienta poderoso. Cuando ya veo que no puede más me la trago entera y todo su cuerpo tiembla.

-Dios Earth, para porque estoy muy cerca y esto no puede acabar así- me dice con su voz entrecortada.

Cuando se trata de Kao mi cabeza se cortocircuita y no puedo pensar, pero en un momento de lucidez cojo la botella de lubricante de la mesa.

-Dame tu mano- le pido y él enseguida me la ofrece. Le pongo lubricante en ella y la llevo hacia mi pene donde él empieza a subir a bajar lentamente, es delicioso.

Yo me pongo un poco más de lubricante en mis dedos y me preparo para tener esa preciosa pero gran polla en mi cuerpo. Parece que le gusta el espectáculo porque su polla está goteando por la expectación.

Saco los dedos de mi interior y ruedo un condón con algo más de lubricante por su longitud.

Me muevo un poco para quedar encima de él y poco a poco voy bajando por su polla hasta que estoy sentado del todo. Me tomo un momento para acostumbrarme a la intrusión y empiezo a mover mis caderas lentamente. Kao no deja de acariciarme es una sensación estupenda, sentir este cuerpo fuerte y poderoso debajo del mío mientras tiembla sin parar por el placer que siente. Aumento el ritmo, necesito más, necesito oír cómo se corre en mi interior.

-Más rápido, por favor- le pido.

Él levanta mis caderas, apoya mi pecho sobre el suyo y levanta las caderas para taladrarme sin parar, es fantástico.

-Mierda, es perfecto, ya no aguanto- le digo mientras me corro sobre su pecho. La fuerza de mi orgasmo aprieta su polla dentro de mí y con un grito Kao también se corre con una fuerza que me estremece.

-Dios, eres fantástico- me dice mientras riega mil besos en mi cara- quédate esta noche- me pide.

-Está bien me quedaré, pero mañana me llevarás a mi casa, tengo cosas que hacer- le digo cediendo por una vez, solo esta vez me digo a mí mismo.

Y con ese pensamiento me duermo abrazado a su cuerpo caliente y acogedor, tan acogedor que me hace plantearme cosas que no debo plantearme, el hogar no es para mí.