Capítulo 23
EARTH
Esta semana ha sido agotadora, no he parado de ensayar, la gira empezará el lunes y estaré nueve días fuera. Nuestro último pase será aquí en Bangkok y espero que Gun pueda ir a verme junto a Kao. Este fin de semana haremos una pequeña excursión al campo Kao y yo solos, necesito relajarme y dedicarle tiempo. Estos días apenas nos hemos visto unos minutos al día por la mañana y por la noche para dormir y eso no se puede consentir. He decidido que nunca dejaré que lo nuestro muera por muy ocupados que estemos.
He reservado una pequeña cabaña en el lago y espero que a Kao le guste la sorpresa.
Preparo una pequeña maleta para los dos, no necesitamos mucho, tengo la intención de mantenerlo sin ropa la mayoría del tiempo y espero a que llegue. En cuanto oigo la puerta salgo disparado por las escaleras y de un salto estoy enredado en su cuerpo. Me encanta que su poderoso cuerpo esté siempre preparado para no dejarme caer.
-UMM, me gusta este recibimiento- me dice mientras estampa sus labios contra los míos.
-Pues te gustará más la sorpresa que tengo para ti. Te he echado de menos.
-¿Sorpresa?- me pregunta levantando una ceja.
-Llévanos aquí- le pido tendiéndole un papel con la dirección de la cabaña.
-Esto es en el lago- me dice mirando las indicaciones del papel.
Le guiño un ojo, vuelvo al dormitorio donde he dejado la maleta y bajo con ella hasta la entrada.
-¿Entonces vamos o te vas a quedar ahí toda la noche?- le digo mirándole por encima del hombro.
Él me mira con un brillo en sus ojos y me sigue hasta el coche, mete la maleta dentro y arranca hacia nuestro destino.
Kao está anormalmente callado durante el camino, estoy dudando de que esta sorpresa haya sido buena idea cuando se vuelve un segundo para mirarme y decirme que me ama más que a nada en el mundo.
Creo que realmente nadie le ha sorprendido nunca, él es el fuerte, el que organiza y manda. Hoy he cambiado los roles y eso le ha sacado de su zona de confort. Me reconforta saber que todavía puedo sacarlo de la rutina, hacerle sentir especial, porque lo es, es lo más especial del mundo para mí.
Le sonrío y le digo que lo amo igual. Y ahora volvemos al silencio cómodo al que sí estoy acostumbrado.
KAO
Earth ha organizado un fin de semana para los dos. Me impacta que haya tenido tiempo y ganas de organizar esto. Es verdad que esta última semana ha sido agotadora para los dos y apenas nos hemos visto y mucho menos tocado. Lo he echado de menos enormemente pero su cuerpo acaba agotado después de cada ensayo y no quería perturbar su descanso.
Al llegar al lago el GPS nos lleva por un camino rural hasta la cabaña más alejada de todas, en medio de la vegetación parece casi irreal, es precioso. Bajamos del coche y echamos un vistazo alrededor de la cabaña, detrás de ésta hay un camino que lleva directamente a un pequeño muelle a la orilla del lago. Ya es de noche y está todo iluminado con pequeñas luces bordeando el camino, es impactante y no puedo dejar de admirar la belleza de este lugar.
No me extraña que todo sea tan espectacularmente bello, siendo Earth encargado de buscar este sitio no podía ser de otra manera, mi pequeño duendecillo encaja a la perfección en este bosque irreal.
Entramos en la cabaña, el interior no tiene nada que envidiarle al exterior. Es un espacio diáfano con el salón enorme presidido por una chimenea y un sofá en forma de L. La cocina blanca se abre al salón mediante una isla enorme. Una escalera de madera oscura nos lleva a un corredor en el piso superior, donde una puerta doble nos espera para enseñarnos el dormitorio más espectacular que he visto jamás.
Una cama de enorme tamaño preside el dormitorio. Tras la cama un ventanal nos da la mejor vista del lago que he visto jamás, todo es tan perfecto que me quedo mudo durante toda la visita.
-¿Te gusta?- me pregunta Earth un poco confundido por mi silencio.
-Es tan perfecto, casi como tú- le digo sinceramente.
Él me regala una gran sonrisa que calienta mi corazón y mi entrepierna, pero no quiero estropear la atmósfera empotrándolo contra la pared, pero es lo que realmente quiero hacer.
-Y si es tan perfecto como dices, ¿por qué no estás empotrándome contra la pared?- me pregunta como si leyera mi mente.
Lo miro, sus ojos castaños están casi oscuros por la excitación, y no seré yo quien no obedezca a los deseos de mi duende.
Con un rápido movimiento estoy lanzándolo sobre la cama y posicionándome sobre él. Nos besamos intensamente, con un hambre voraz. Le arranco la ropa que lleva y quito la mía del medio, no puedo esperar a tocar su piel.
Cuando lo hago no puedo aguantar un gemido de placer, no sabía cuánto necesitaba tocar su cuerpo hasta este momento.
-Te he echado infinitamente de menos- le digo enterrando mi cara en su cuello y aspirando su aroma.
-Lo sé hace mucho que no hacemos esto, no podemos dejar que pase de nuevo- me pide y tiene toda la razón del mundo, tenemos que sacar tiempo de donde sea para estar juntos.
-Lo prometo- le susurro mordiendo su barbilla y su precioso cuello.
-Muy bien, entonces ahora fóllame y no te detengas hasta que esté satisfecho- me pide entre gemidos y yo como su humilde sirviente obedezco inmediatamente.
Giro su cuerpo y lo dejo con su espalda pegada a las sábanas y de repente se me ocurre que podría atar sus manos al enorme cabecero. Recojo mi corbata del suelo y le susurro al oído lo que quiero hacerle. Él abre sus ojos de la sorpresa pero no se acobarda, junta sus muñecas y se aferra al cabecero para que yo lo pueda atar con facilidad.
Retrocedo un poco para admirar la belleza del espectáculo que me da el cuerpo de mi duende. Sus fuertes piernas abiertas para mí y su poderosa erección apuntando hacia su dueño. Con los brazos extendidos su torso se ve espectacular, necesito lamer toda esa piel suave como la seda.
-Eres la belleza hecha hombre y eres todo mío, no puedo creer la suerte que tengo- le digo sin dejar de mirarlo.
Earth suelta un gemido y levanta sus caderas evidentemente frustrado por no tenerme encima de su cuerpo. No le hago esperar empiezo a lamer su cuerpo de arriba hacia abajo, sus pezones son hermosos, los muerdo un poco y los lamo con mi lengua. Sigo por su pecho entreteniéndome en su ombligo y de un solo movimiento me trago su perfecta y bonita polla. Un fuerte grito sale de mi novio que hace a mi piel arder. Empuja sus caderas hacia mi boca con desesperación y me pide más, necesita algo más.
Abro sus piernas mientras lubrico mis dedos y en un segundo tengo dos dedos en su interior. Earth jadea fuertemente rogando por que no pare. No pienso hacerlo, abro sus piernas que son mi perdición y lo atravieso de una estocada certera. No puedo evitar gemir por el placer que esto me produce, estoy totalmente perdido cuando se trata de este hombre, nunca será suficiente para mí, no puedo estar lo suficientemente dentro ni cerca de mi amor.
Entro y salgo de su cuerpo sin parar, es adictivo, húmedo y sensual.
-Desátame- me pide entre jadeos.
Yo estiro mis manos y desato las suyas tirando del nudo de la corbata. En el momento que se ve libre de las ataduras lleva sus manos a mi culo apretándome más contra él.
Salgo de él y le doy la vuelta para que su pecho descanse en la cama y su precioso culo se eleve hasta mis caderas. Pongo una mano en sus omoplatos y lo inmovilizo contra las sábanas en esta posición tan sumisa con su precioso pelo castaño revuelto y sus labios entreabiertos es la viva imagen de la sensualidad. Entro de nuevo en su interior y Earth ruge de placer.
-Ahora fóllame, duro y rápido estoy al límite necesito llegar ya, no aguanto- me dice y por supuesto hago lo que me pide sin pensarlo, ahora no puedo pensar.
Mi cuerpo entra en el suyo con violencia, fuerte y duro, es lo que me ha pedido y yo se lo doy. No puedo aguantar mucho más pero quiero ver como se corre, como se vuelve loco primero.
Levanto su torso y apoyo su cuerpo en el mío sin dejar de mover mis caderas. Con mi brazo libre agarro su goteante erección y lo masturbo sin parar al ritmo de mis estocadas. A partir de aquí no se cuánto tiempo pasó, dos segundos, dos minutos o dos horas, pero seguimos a un ritmo enloquecedor hasta que Earth acaba en mi mano con la suya fuertemente agarrada de mi brazo. Su cuerpo se tensa y atrapa mi erección tan fuerte que mi orgasmo llega a mi cuerpo y arrasa con mi cordura.
Después de un rato recobro el aliento y salgo de mi duende perfecto, no tengo fuerzas para levantarme, nos tumbo a los dos en la cama y dejo que el sueño me arrastre al descanso que merecemos.
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