Capítulo 18


KAO

Tengo todo preparado para nuestro viaje de fin de semana, espero que Earth pueda relajarse y tomar una decisión sobre su madre.

Tengo que agradecer a Martha su ayuda, esa mujer es un ángel eficiente y maravilloso, que por otro lado adora a mi duende, así que tendré que pensar en un aumento de su salario para este próximo mes, se lo merece.

Estoy acabando de preparar las maletas para este viaje relámpago mientras Earth termina algunas cosas que tenía pendiente para la gira que tendrá la compañía dentro de dos semanas. Presentarán su espectáculo por todo el país, serán 9 días que no podré verlo y todavía me estoy haciendo a la idea.

En cuanto oigo la puerta de la calle salto por las escaleras a coger a mi pequeño duende en mis brazos y besarlo hasta dejarlo sin aliento. Esto es lo que quiero hacer el resto de mi vida, no he tenido nada tan claro jamás.

-¿Preparado para tu primer viaje a Japón?- le pregunto cuando dejo de besarlo.

-Preparadísimo, ¿nos vamos ya?- me pregunta entre ansioso y excitado.

-En breve llegará el coche para llevarnos al aeropuerto y después de un par de horas estaremos oficialmente en nuestro primer viaje juntos- le digo entusiasmado.

He reservado una suite en un buen hotel de Tokio y además un par de actividades que creo que le gustarán bastante. No puedo esperar para ver su expresión cuando estemos allí. Me encanta que experimente cosas nuevas conmigo, que estos recuerdos que estamos creando sean solo nuestros, para siempre.

EARTH

El vuelo hasta Tokio ha sido bastante bueno, sin sobresaltos llegamos a una de las ciudades más llenas de vida que he visto en mi vida. No sé dónde poner mis ojos primero, este sitio está diseñado para enaltecer los sentidos, Kao me mira con una expresión entre divertida y tierna que hace a mi corazón palpitar en el pecho, no me acostumbro a que me mire como si todo su mundo fuera yo. Y realmente así lo espero, quiero ser su mundo como él es todo lo que yo deseo en este planeta.

El coche que nos ha recogido nos deja delante de un hotel espectacular, no puedo evitar pensar que es demasiado perfecto para ser verdad. Miro a Kao con ojos como platos de la sorpresa y él deja escapar una risa divertida que le hacer parecer 10 años más joven.

El vestíbulo es enorme con suelos y paredes de mármol brillante, la señorita de recepción nos da la bienvenida y nos entrega las llaves de la habitación. Subimos en un ascensor exterior de donde se ve toda la ciudad mientras subes, es impactante.

Kao coge mi mano y caminamos por el enmoquetado pasillo hasta una puerta doble con el número de nuestra habitación encima. En cuanto abre la puerta me quedo sin respiración, esta suite es totalmente irreal. La cama que preside la estancia es enorme, con sábanas y edredón blanco inmaculado. Detrás de la única puerta existente se encuentra el baño más grande que he visto jamás, con una bañera tan inmensa que se podría nadar en ella. También hay un pequeño salón con un sofá y una mesa de centro donde nos han dejado toda clase de frutas.

-Kao esto es...- no sé cómo explicar mis sentimientos ahora mismo, estoy abrumado.

-Lo sé es un poco abrumador ¿me he pasado?- me pregunta indeciso.

Me acerco para abrazarlo con fuerza y pegar mi boca a la suya.

-Es perfecto, no puedo esperar para probar esa preciosa cama- le susurro en el oído.

Él se ríe y esa felicidad me llena por dentro.

Decidimos salir a explorar la ciudad, ya que Kao es fan de los videojuegos y el manga japonés decidimos ir a AKIHABARA, la sede de todo lo electrónico en Tokio. Kao no deja de mirar todo lo que quiere comprar como si fuese un niño, es totalmente adorable. Cuando entramos en una tienda de comics manga se lanza a por ellos como un loco.

-No sabía que hablabas japonés- le digo.

-Tengo negocios con gente de Japón por lo que tuve que aprenderlo, aunque me costó muchísimo, lo hablo con fluidez- me explica.

-Eres increíble, cada vez me sorprendes más- le digo mirando orgulloso al hombre de mi vida.

-¿Crees que este le gustará a Gun?- me pregunta enseñándome una figura de alguna película animada.

-No tengo ni idea, estas cosas las comparte más contigo que conmigo- le digo.

-Creo que le encantará, cuando lleguemos a Bangkok le enseñaré a leerlo, es muy listo estoy seguro que aprenderá enseguida- me dice pensativo.

-Tan fantástico y ni siquiera lo sabes- le digo mirándole a los ojos.

-Earth- me llama- ¿todavía quieres intentar acoger a Gun?- me pregunta seriamente.

-¿Ya lo has pensado?, para mí estará bien lo que decidas, puedo encontrar otras maneras de formar parte de su vida- le digo para que no crea que tiene que aceptar por mí.

-Lo he pensado mucho, sobre todo desde la visita de tu madre, quiero no tener que arrepentirme de hacer algo bueno con ese niño, nos necesita realmente y quiero intentar estar ahí por él, por ti, por nosotros- me dice- ¿qué te parece?

Me quedo mirándole sin saber que decir, ¿realmente me está diciendo que podríamos ser como una auténtica familia? ¿Me está ofreciendo la posibilidad de formar parte de algo tan especial?

-¡Dios! No puede esperar para decírselo, será un infierno de papeleo pero Saint nos puede ayudar con eso, y pronto podremos ofrecerle un hogar, uno de verdad. Se me escapa una lágrima de mis traidores ojos, mi amor la limpia y la reemplaza por un beso.

-Bueno poco a poco, será mejor que dejemos los detalles para más tarde, estamos en Japón y quiero disfrutar contigo este fin de semana, solos tú y yo.

-Claro, solos tú y yo y esa enorme cama que nos espera en el hotel- le susurro en el oído y mi hombre se coloca disimuladamente su incipiente erección.

-Eres un duendecillo malvado- me dice llegando a la caja para pagar sus compras.

Después de satisfacer su hambre de comics y figuritas vamos a comer ramen a un restaurante especializado. En este tipo de establecimientos eliges lo que quieres comer en una máquina en la entrada, le entregas el ticket a la camarera y ella te trae el pedido en pocos minutos. Es un sistema muy curioso que por lo visto es muy usual en Japón. Kao me lo enseña todo con mucha paciencia y amor, es tan maravilloso que no sé cómo podré merecer tanto amor.

Con el estómago lleno y ya de noche regresamos al hotel a descansar un rato, porque Kao quiere ir a un karaoke más tarde. No puedo esperar a verlo cantar, debe ser todo un espectáculo.

Una vez dentro del hotel decido que necesito una ducha y que esa ducha incluya el cuerpo del amor de mi vida. Así que nada más llegar lo abrazo por la espalda, desabrocho su camisa de botones poco a poco y dejo que caiga al suelo. Su pecho es tan hermoso que no me acostumbro a que este hombre espectacular sea mío. Me deshago de mi camiseta y de mis zapatos y pantalones. A continuación pongo mis dedos en la hebilla del cinturón de Kao y quito de en medio sus pantalones vaqueros. Ahora los dos con solo nuestra ropa interior nos abrazamos en un beso ardiente. Mis manos vuelan sobre sus hombros y las suyas envuelven mi cintura, y poco a poco bajan hasta posarse en mi culo. Lo aprieta con sus enormes dedos clavándose en mi piel, de un salto enredo mis piernas a su fuerte cuerpo y de esta guisa me lleva al baño.

Cuando mis pies tocan el suelo me quito el bóxer y abro el agua caliente de la ducha, solo tengo que mirar a mi novio para que se desnude y me siga hasta el interior de la enorme ducha acristalada.

-Eres el ser más hermoso que he visto jamás- me dice sin dejar de besar mi cuello.

-Habla el hombre más sexy del planeta, eres tan malditamente excitante que todo el mundo debería saber que se siente al tocarte, pero como soy egoísta serás solo para mí- le digo lo que he pensado de él desde que lo conozco.

Kao me mira con intensidad y algo de perplejidad, supongo que nunca le he dicho lo que realmente me hace cuando me toca o simplemente está a mi lado.

-Así es, cada vez que me tocas mi mente deja de funcionar, es un poco aterrador el poder que tienes sobre mis sentimientos- le digo mientras mis manos juegan con su espalda baja y mis labios besan los suyos.

Kao suelta un gemido totalmente encantador y sin más me empotra contra la pared de azulejos de la ducha y sin miramientos se arrodilla frente a mí. Su boca en mi entrepierna hace a mi cuerpo estremecerse de placer, su lengua rodea mi glande y me arranca un gemido lastimero. Es totalmente excitante ver a un hombre fuerte y poderoso como Kao arrodillado con mi polla en la boca, disfrutando del placer de hacerme sentir en el cielo, me siento el rey del universo cuando me mira y sus ojos solo reflejan un amor arrollador.

-¡Jesús!, Kao para ya o no podré aguantarme- le grito, pero él no para sus atenciones, sigue subiendo y bajando sus labios por mi erección sin parar, mientras sus manos me acarician las piernas.

Mi cuerpo se tensa y mi orgasmo me arrastra al placer más maravilloso del mundo, me corro en su boca con un grito ahogado y no quiero estar en ningún otro lugar, este es el lugar correcto donde está mi corazón.

Miro a Kao que está empapado y totalmente duro, sus ojos están hechos de fuego, yo solo quiero sentirlo en mi cuerpo, que me posea por completo, soy tan suyo a niveles que ni siquiera sabía que existían que no puedo esperar a que me folle.

-Fóllame vamos, no te reprimas, enséñame a quién pertenezco- le digo y un brillo de posesividad aparece en su mirada. Sus ojos me analizan de arriba abajo , como el lobo cuando quiere comerse al cordero, salvajemente.

No me hace esperar lubrica sus dedos, me da la vuelta y los introduce sin piedad en mi interior. Mi cuerpo reacciona al suyo inmediatamente, ha sido así desde el primer día, me enciende de maneras que jamás he sentido y solo él sabe cómo calmar mi dolor.

-Es genial, pero necesito algo más de ti, recuérdame que significa ser tu amor, sin miedo haz lo que siempre quisiste cuando me viste bailar en la pista esa primera vez- le pido.

Y como el corredor que escucha el pistoletazo de salida Kao se abalanza sobre mi cuerpo con la fuerza de un ciclón. En todas las ocasiones que hemos estado juntos ha sido fantástico, pero sé que retenía su naturaleza salvaje y sus ganas de poseerme crudamente.

Ahora que está seguro de nuestro amor y de que no me romperé en mil pedazos, aquí está follándome duramente, sin límites y es tan fantástico sentir ese poder dentro de mí que creo que me desmayaría si él no estuviese sosteniendo mi cuerpo contra la pared.

Entra y sale de mi cuerpo sin parar, el sonido de su estómago golpeando mi espalda con cada estocada es morboso y caliente. Estoy cerca, y cuando el orgasmo me atrapa y grito su nombre por segunda vez esta noche, siento su semen caliente entrando en mí y como un gemido grave sale de la garganta de Kao mientras muerde el hombro que tiene cerca de su boca, mañana tendré una marca que me recordará definitivamente a quien pertenezco.

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