EARTH

Mi madre llegó para dejarme una bomba de noticia sobre mi cabeza y se fue como vino sin ruido ni peticiones.

Y aquí estoy en el estudio intentando encontrar el valor para abrir el sobre y leer las palabras que mi padre quería decirme y nunca tuvo oportunidad.

Querido hijo:

Estoy escribiendo estas líneas con las palabras que debí decirte y nunca dije. Ahora que no te encuentro, por mucho que te he buscado, mi corazón duele tanto que no se sí podré seguir adelante si no puedo verte una vez más.

Perdóname, por no ser la persona que te apoyara y te salvara de tanto sufrimiento, por ser el cobarde que no te dio seguridad e hizo que huyeras lejos de tu hogar.

Sueño con poder verte otra vez, para poder abrazarte y decirte que siempre creí en ti. Eres un ser maravilloso que no se merece nada malo de este mundo. Eres mi hijo, mi perfecto y brillante hijo. Lo supe desde que naciste, cuando cogí tu mano por primera vez que serías la persona que siempre querría a pesar de todo y de todos.

Perdóname por haberlo hecho tan mal, solo deseo que allí donde estés hayas podido encontrar la paz.

Hasta que pueda encontrarte por favor cuídate.

Te quiero.

Y ahí están las últimas palabras de mi padre que hacen a mi corazón llorar y a la vez volver a creer en la bondad de este mundo.

KAO

Earth lleva unos días con una aptitud muy rara. No para de ensayar, de trabajar y de tener su mente ocupada a toda costa. Es su huida hacia delante, queriendo ocupar su vida para no pensar en todo lo que su madre le reveló el otro día.

Tiene que parar y hacerlo ya, así que esta noche planeo acorralarlo y no soltarlo hasta que me diga que pasa por su cabeza, y lo más importante, por su corazón.

Hago un par de llamadas que tengo pendiente y despejo la tarde para este plan que he trazado.

Esta tarde no se esconderá de mí, tendrá que sacar a flote todo lo que siente, no puede embotellar el dolor, el dolor siempre encuentra la manera de salir, aunque sea arrasando por toda su cordura y eso no lo puedo permitir.

Son las siete y Earth llega del estudio, cuando entra en el salón se sobresalta al verme, normalmente llego más tarde.

-Hola cariño, hoy he llegado más pronto- le digo llegando a su lado y quitándole el bolso que lleva en el hombro.

-Ya lo veo, ¿hay alguna razón especial?- me pregunta un poco inquieto, si cree que va a escapar de esta conversación no me conoce en absoluto.

-Pues sí, tenemos una conversación pendiente- le digo mientras le acompaño a la cocina.

-Hoy estoy muy cansado Kao, no tengo ganas de hablar- me dice poniendo cara de fastidio.

-De eso nada, vamos a hablar y lo vamos a hacer ahora- le digo en un tono que no da lugar a la huida.

-Kao pero..- me dice y yo aplasto mi boca con la suya.

-Los peros no valen conmigo, ya te lo he dicho antes- le suelto y me separo de su cara para sentarme junto a él en la isla de la cocina.

-Está bien quieres una disculpa por mi comportamiento de mierda de estos días- me suelta.

-Por supuesto, pero eso no es lo más importante, quiero que me digas cómo te sientes con las noticias de tu madre y la carta de tu padre- le interrogo sin piedad.

-No sé cómo me siento, tengo mil preguntas que no sé si hacer, quiero saber si puedo perdonar a mi madre en mi corazón, quiero saber que he hecho para merecer todo esto, quiero desaparecer por un momento para no sentirme roto, otra vez malditamente roto- me dice con sus lágrimas derramándose por su preciosa cara.

Me acerco a su cara y pongo mis manos a los lados de sus mejillas.

-Primero tú no has hecho nada para merecer esto, segundo las preguntas que tengas que hacer hazlas sin miedo tienes ese derecho y tercero si quieres desaparecer lo podemos hacer. Dime dónde quieres que te lleve y lo haré, yo estoy aquí siempre, para ti en todo momento.

-¡Dios! Siempre sabes que decir para que mi corazón vuelva a su ritmo normal, siento como me he portado estos días no te mereces eso- me dice enterrando su cara en mi pecho.

-Ahora mismo no se trata de mí, eres tú el que me preocupa, quiero que confíes en mí, no te guardes el dolor o las dudas, ahora somos una pareja, una que lucha unida, no lo olvides nunca.

-No lo olvido ni por un momento, créeme si no fuese por ti no sé qué sería de mi vida- me confiesa.

-Sabrías como sobrevivir, eres un guerrero y nunca te rindes- le digo.

-Puede, pero sobrevivir no es lo mismo que vivir Kao y yo lo sé bien porque sobrevivir era lo que hacía antes de conocerte- me dice muy serio y a mí se me para el corazón con esa confesión.

-Entonces, en cuanto a perdernos unos días que te parece un pequeño viaje a Tokio este fin de semana- le propongo.

-¿En serio? , nunca he estado en Japón- me dice con ese brillo de nuevo en sus ojos, es maravilloso.

-Pues decidido, voy a organizarlo todo, tú ve a la ducha que estás agotado de tanto baile y espérame en la cama, porque esta discusión todavía no se ha acabado, debes disculparte como es debido jovencito- bromeo.

-Muy bien señor, me ducharé y esperaré para que me aplique el castigo que crea conveniente- me susurra al oído y mi jueguecito se vuelve contra mí.

Carraspeo mientras me coloco mi terrible erección en mis pantalones vaqueros que ahora mismo me parecen demasiado ajustados, este duendecillo malvado sabe cómo mantenerme a raya y me encanta.

-No tardes mucho, porque puede que me autocastigue y no quieres eso ¿verdad?- me dice mientras sube las escaleras moviendo ese precioso culito en mis narices.

EARTH

Subo por las escaleras moviendo el trasero un poco más de la cuenta y entro en el baño para asearme, el agua caliente calma mi cuerpo, decido no ponerme nada y esperar a Kao en la cama completamente desnudo. Joder ya me he excitado solo con pensar lo que haremos cuando llegue.

Me subo a la cama y rodeo mi cintura con la sábana blanca de la cama, el lubricante está a mano y se me ocurre una idea loca. Voy a prepararme antes de que Kao llegue y así podrá follarme sin miramientos. Pongo una cantidad generosa de lubricante en mis manos y meto los dedos en mi interior, trato de controlar mi excitación, si me paso acabaré yo solo y eso no es lo que quiero.

Poco a poco estoy totalmente lubricado y abierto para él, espero que no tarde mucho porque ya estoy a cien solo en pensar en su potente cuerpo haciéndome suyo. Eso es lo que necesito que me folle sin parar duramente hasta que mi cuerpo se rinda y mi mente también. Solo Kao logra eso en mí, es mi detonante y el único que puede calmarme después.

Después de un rato que me parece una eternidad por fin aparece el amor de mi vida, solo con sus vaqueros medio abiertos y apoyados en sus caderas. Es tan hermoso que me deja sin respiración, ese poderoso cuerpo es solo mío y ahora mismo es lo único que necesito.

Se acerca a la cama y toma mi boca en un beso ardiente, en mi mente ya deja de existir el mundo entero, solo él y yo estamos aquí.

Aparta la sábana que me cubre y sus ojos brillan con excitación cuando ve mi total desnudez, además de mi evidente erección.

-¿Has estado jugando sin mí?- me pregunta divertido.

-Solo un poco –le contesto y lo miro con todo el deseo del mundo.

-Eres un chico muy malo, así que tendré que darte un correctivo ahora mismo- me dice mientras se sitúa encima de mí y frota sus vaqueros contra mi piel, es excitante.

-Por mucho que me guste como te quedan esos vaqueros, que créeme me gustan muchísimo, necesito sentir tu piel- le susurro mientras muerdo el lóbulo de su oreja.

Sin decir palabra se levanta y deja caer sus pantalones al suelo y descubro que no lleva ropa interior, joder eso sí que es totalmente erótico.

Su orgullosa polla salta de sus pantalones, su erección es hermosa y yo no me resisto en metérmela en la boca. El sonido que hace cuando la llevo hasta el final de mi garganta es tan jodidamente caliente que me tiene al borde del orgasmo.

Sigo metiendo y sacando su polla de mi boca y lamo toda su longitud con mi lengua. Él sigue el ritmo con sus caderas, cada vez más rápido, folla mi boca sin parar y es maravilloso.

-Fóllame Kao, ahora duro y rápido quiero pensar en ti cada vez que me siente toda la semana- le suplico mirándole directamente a los ojos.

Los suyos brillan con lujuria y se lanza sobre mí apoyando mi estómago en la cama levanta mis caderas para tener un buen angulo de mi trasero. Cuando mete el dedo en mi interior y se da cuenta que estoy lubricado un gruñido sale directamente de su garganta.

-¡Dios Earth! Eres lo mejor que me ha pasado en la vida- me dice mientras se alinea para meter su polla en mí.

Cuando toca fondo se toma un momento para respirar y sin más aviso empieza una guerra entre sus caderas y las mías. Su cuerpo me posee por completo y yo soy suyo abiertamente, sin tapujos, no tengo duda a quien pertenezco y eso hace estallar mi corazón.

Sus movimientos salvajes dentro de mí se acompasan a los que mi mano le da a mi dolorida erección. En un momento dado Kao se pone rígido y se corre gritando mi nombre, su orgasmo hace estallar el mío y me corro en nuestras sábanas tan fuertemente que mi cabeza da vueltas.

Kao sale de mí y rueda sobre la cama, ya no hace falta decir nada más, todo lo que se tenía que decir se ha dicho sin palabras.