KAO

Estoy terminando mi sorpresa para Earth con la intención de que definitivamente sepa que este es su hogar. Saint lo ha sacado de compras para distraerlo y Zee me ha ayudado a finalizar la tarea en un tiempo record.

Poco tiempo después de que terminemos recibo un mensaje de Saint diciéndome que no puede retener a mi duendecillo más tiempo, se está dando cuenta de que pasa algo raro.

Le mando un mensaje de vuelta diciéndole que lo traiga a casa, la sorpresa está lista.

Tardan una media hora en llegar y nos encuentran a Zee y a mí bebiendo cerveza en el jardín trasero.

-¿Divirtiéndose solos?- me pregunta sentándose en mis piernas y dándome un beso, esto es la gloria, tan cómodo y familiar.

-Estábamos esperando para enseñarles algo- le explico.

-¿Enseñarnos qué?- me pregunta curioso.

Me levanto y les digo que me sigan al garaje anexo a la casa, donde he estado trabajando los últimos días, sin decirle nada. Hoy por fin gracias a Zee lo he podido terminar.

Cuando abro la puerta de acceso la cara de Earth es de absoluta incredulidad. Pongo mi mano sobre su espalda baja y le incito a entrar en la estancia.

El suelo de madera clara se expande a lo largo de todo el espacio. Tres de las 4 paredes están forradas de espejos desde el techo al suelo. Una barra de ejercicio descansa sobre una de las paredes más largas. La iluminación es perfecta con unos potentes focos que hacen resplandecer toda la habitación.

-Esto es para ti cariño, los detalles te los he dejado para que los acabes tú, en realidad no tengo ni idea de lo que lleva un estudio de baile- le digo mientras beso su sien.

Earth permanece callado, con sus ojos abiertos como platos. Una silenciosa lágrima escapa de sus expresivos ojos marrones.

-¿Estás bien?, ¿no te gusta?- logro decirle, ahora me da miedo haberlo presionado demasiado con mi entusiasmo.

-Es lo más maravilloso que han hecho por mí nunca, es tan perfecto que estoy pensando que me he desmayado de camino a casa y que esto es un sueño- logra decirme entre sollozos.

Abrazo a este ser excepcional que tengo por novio y beso su hermoso rostro, no quiero que llore nunca más, es tiempo de risas y celebración.

Dejo a mi duende disfrutar de su recién estrenado estudio de baile y despido con un abrazo a Zee y Saint.

Estoy recogiendo un poco la cocina que tengo hecha un desastre cuando escucho música que proviene del estudio. Me acerco sin hacer mucho ruido y la escena que veo al entrar es lo más hermoso que he visto en mi vida. Mi corazón late fuertemente entre mis costillas, contengo mi respiración por un segundo, no quiero que nada enturbie el espectáculo del que soy testigo.

Mi pequeño duende está bailando en el centro del estudio, su cuerpo flexible ocupa todo el espacio, gira sobre sí mismo, salta y estira sus brazos al ritmo de la música. Cada fibra de su ser brilla con luz propia. Su cara es pura felicidad y yo quiero llorar de emoción. Esto, justamente este momento era lo que estaba esperando presenciar, este momento en el que deja salir el Ave Fénix que vive en su interior, espectacularmente bello, indiscutiblemente perfecto y ver como vuela libre de sus cadenas.

EARTH

Cuando era niño miraba por la ventana de mi habitación, admiraba los capullos de los gusanos de seda que colgaban del árbol frente a mi casa. Les envidiaba con todo mi corazón, porque ellos saldrían de ese feo saco que los aprisionaban para convertirse en preciosas mariposas que podían salir volando lejos de aquí.

En este momento y en este lugar, que puedo llamar hogar, he salido del feo saco que me rodeaba convertido en mariposa, ahora nadie puede dañarme, en este mismo instante me siento completamente a salvo.

Kao me ha llevado de la mano durante esta transformación, ha sido el detonante de la explosión que surge de mi interior, su amor, su comprensión y su increíble corazón me han salvado de la idea de una vida sin baile, sin razón, sin emoción. Lo amo de una manera que jamás creí posible amar, sin condiciones, abiertamente, salvajemente, sin red de seguridad.

He ensayado durante toda la semana intensamente para mi audición que será en tres días. He decidido realizar una variación de la escena de "El cisne negro". Espero que les guste y pueda unirme a esa compañía, volver a bailar, tener esa oportunidad que creía perdida me hace temblar de emoción.

El impacto de lo altamente improbable, así es como definen al cisne negro. Y yo sé con certeza que es cierto, que yo volviera a bailar era altamente improbable, pero cuando ese hecho se ha producido ha tenido un impacto sin precedentes en mi existencia. Es por eso que es tan significativa esta actuación, debo hacerles entender que he nacido para este momento.

Kao me apoya de mil formas diferentes, su sola presencia alivia mi estrés y hace renacer en mí nuevas fuerzas para seguir adelante. Simplemente nos complementamos, y siento en mi interior que será así para siempre.

KAO

Esta semana ha sido dura para Earth no ha parado de ensayar 10 horas diarias. Todas las noches tengo que vendar los dedos destrozados de sus pies y masajear sus atormentados músculos, pero jamás lo he visto tan feliz. En pocos días será su audición y espero de todo corazón que lo consiga.

Ya son las ocho y quiero llegar pronto a casa, cuando estoy a punto de salir por la puerta de mi oficina un hombre muy familiar se acerca a mí y me saluda con un abrazo.

-Joss, ¿qué haces aquí?, tu madre me dijo que estabas en Somalia- le digo a mi primo, al que no he visto en 4 años al menos.

-Hola primito, volví la semana pasada y quería verte para saber cómo te iba, y por lo que veo lo que dice mi madre no es para nada mentira, esto es fabuloso- me dice con una falsa alegría que no me he creído en ningún momento.

-Si has venido a ver a Zee ahórrate el viaje, no quiero que te acerques a él. Ha rehecho su vida y ahora es feliz, así que déjalo en paz- le espeto dejando claro que sé muy bien lo que está buscando.

-Será mejor que no te metas en mi vida primo, te lo advierto esto no es asunto tuyo- me dice el muy cretino.

-Perdiste tu oportunidad y lo has perdido, así que ríndete y vete por dónde has venido- le digo rechinando los dientes, mientras con el rabillo del ojo veo que se acerca Zee a nosotros desde el ascensor.

-Hola Joss, cuanto tiempo sin verte- le dice Zee fríamente.

-Zee estás impresionante- le suelta el muy cretino.

-¿Qué haces aquí Joss?- le pregunta irritado.

-He venido a verte, necesitamos hablar- le dice.

-¿Necesitamos?, yo no necesito nada de ti- le espeta.

-Por favor Zee no he parado de pensar en ti ni un momento en estos años, sé que fui un idiota, déjame arreglarlo- le dice y yo no me puedo creer tanta desvergüenza de su parte.

Sin que Zee pueda evitarlo da un paso hacia él y le planta un beso en la boca, él lo aparta de un empujón y le da un puñetazo. Cuando me giro me encuentro a Saint con cara de susto, lo ha visto todo y yo quiero que la tierra se trague a Joss.

-Saint cariño, esto no es lo que parece- le dice esa frase cliché y no puedo creer que esté pasando esto.

-Si lo que parece es que este hombre te ha besado y tú le has dado un puñetazo, entonces he visto bien- le dice Saint con voz temblorosa.

-Vámonos a casa y te lo explicaré todo, por favor- le suplica mi amigo.

-Zee tenemos que hablar- insiste Joss.

-Yo no tengo nada que hablar contigo, así que por favor no me molestes más- le escupe las palabras con todo el rencor que siente en este momento.

-Mira no sé quién eres pero Zee es mi pareja ahora y si él no quiere verte por favor respeta su decisión- le dice Saint con un tono suave que encierra una amenaza.

-Y te agradecería que dejaras de besar a mi novio, porque de lo contrario tendría que matarte- le dice pegando su cara a la de Joss.

Saint coge de la mano a Zee y salen del edificio dejando a Joss en la puerta con cara de circunstancias.

-Te dije que lo dejaras correr, no podrás recuperarlo, créeme él ama a ese chico como nunca lo he visto amar a nadie- le digo mientras salgo a la calle rumbo a mi casa con mi duende hermoso, dejando a mi primo con la palabra en la boca, no tengo ganas de aguantar sus pataletas de niño mimado.