Capítulo 1

"¿Q-qué?" pensó Ichigo mientras de un momento a otro sentía como sus pies hacían contacto con algo, a su vez, estos mismos comenzaban a soportar el peso de su cuerpo. Sin saber que estaba pasando, abrió lentamente los ojos que había mantenido cerrados hasta el momento. Y ahí vió la causa de aquella sensación, a la vez que el frío ambiente a su alrededor.

Con una mueca de disgusto grabandose en su rostro, habló por lo bajo. "¿Qué demonios hago aqui?" se preguntó, observando como ahora estaba en su Mundo Interior.

Este ahora estaba más tétrico que antes; la calidez fué sustituida por un viento helado que sentía como le quemaba hasta el alma, y no necesariamente estaba hablando literalmente; en verdad le se sentía incómodo con ello. Así mismo, la luna ocupo el lugar del sol qué antes se levantaba por todo ese mundo, parecía como si hubiese caído la noche en aquel sitio.

Pero era extraño... ¿Por entraba en aquel sitio ahora? él no lo había querido. Se supone que debería estar dormido y teniendo un suelo profundo y tranquilo. Recuerda haber sido derrotado por el sueño, bueno, eso y también que los muslos de Makima eran realmente cómodos; fuera como fuera, eso debería haber sido hace nada, y sí él no había querido entrar ese lugar, entonces solo había una posibilidad...

Sudó ante ello, su rostro se oscureció ante el pensamiento, no era la primera vez que era llamado a ese lugar sin quererlo. Apretó sus dientes en busca de prepararse para lo que sabía que iba y tenía que pasar si estaba ahí, parado en el lateral de aquel edificio. Por supuesto estaba en su forma espiritual, por lo tenía sus ropas Shinigamis, y mucho más importante, tenía a su Zangetsu en la mano lista para usarla en cualquier momento.

"Oye, pareces tenso, Rey" escuchó metros a su espalda, sintió como aquella voz tan maligna le erizaba hasta el cuello y lo paralizaba por un breve segundo. Cosa que no pasó para nada desapercibida por la nueva presencia, que dejó salir una risa más que macabra por ello.

Ichigo se volvió lentamente hacia el dueño que aquella terrorífica voz, empeñando su espada con fuerza, tratando de ocultar su creciente duda trás el filo de su espada; la colocó frente a él apuntando con peligrosidad al sujeto presente, el cuál solo soltó una risa divertida.

"Me gusta esa mirada en tu rostro, sin embargo, pareces algo tenso. No me digas que..." soltó una leve carcajada antes de continuar. "¿Tienes miedo?" termino, burlándose del peli naranja.

El ceño de Ichigo se frunció claramente por la burla, sus ojos se volvieron tan filosos como su propia Zangetsu, cosa que para el Hollow frente a él no pasó desapercibida.

"Eso eso, esa es la mirada que tienes que tener, sin miedo, sin dudas; solo deseos de pelear y determinación, aunque..." Ichigo Hollow se llevó una mano al mentón, algo pensativo, para el peli naranja eso no era una buena señal. Desgraciadamente estaba en lo correcto.

"A pesar de poseer toda esa fuerza interna, esa peligrosidad que pruebas tener ahora, y esa determinación. Tú, Ichigo, huiste..." dejó al aire el Hollow, con un tono de voz que solo derrochaba decepcionada, cosa que no concordaba para nada con la sonriera maníaca y maligna que portaba en sus facciones. Sus iris amarillos parecieron brillar en maldad ante sus propias palabras, el brillo aumentó justo antes de que continuara con lo suyo.

"Huiste en vez de enfrentar tu realidad, no, nuestra realidad. Verdaderamente patético para alguien que siempre dice querer salvar a todos, pero ni siquiera puede comenzar por salvarse así mismo. Divertido, ¿No te parece, querido portador?" se burló con aún más contundencia, se llevó el una mano al rostro para ocultar sin éxito la risa y la diversión que este mostraba.

Ichigo, por su parte, apenas escuchar como aquellas palabras salían del Hollow frente a él, apretó los dientes con fuerza, al igual que endureció el agarre en su Zanpakūto. ¿Cómo se atrevía? ¿Cómo podía ese desgraciado hablar de esa manera después de todo lo que hizo, con tanta hipocresía?

"¡Eres una basura! ¡Sabes perfectamente porqué tuve que hacer eso! ¡Todo por toda tu maldita culpa! ¡Eres el culpable de que me haya tenido que alejar de las personas que más aprecio! ¡Tú y solo tú tienes la culpa de todo esto!" le recriminó el peli naranja explotando en ira, su rabia fue tanta que apretó tanto el agarre en su Zanpakūto que comenzó a sangrar de su mano derecha.

Tuvo que largarse, tuvo que irse lejos y abandonar tantas cosas y personas, simplemente dejar todo sin mirar atrás por miedo de hacer algo estúpido, y ahora, aquél ser culpable de todo se burlaba de eso; de su esfuerzo, de todo lo que perdió, y no le bastó con todo lo anterior, si no que ahora pisoteaba su sacrificio y se burlaba de ello. Simplemente...

No lo permitiría.

No dudó un solo segundo, tenía y quería hacerlo pagar. Balanceando su gran espada con toda la rapidez que podía, se lanzó con todo hacía el Hollow que se mantenía divertido incluso ante las palabras acusadoras de su portador. Rió aún más alto antes de alzar su propia espada para detener el embiste de Ichigo.

"¡Así me gusta! ¡Pelea! ¡Retuersete en rabia e ira! ¡Deja salir tus más bajos instintos y pelea con todo lo que tengas! ¡Demuéstrame y demuestrate a tí mismo de lo que eres capaz!" exclamó con locura.

Las chispas volaron entre él e Ichigo en ese primer choque de espadas gemelas, choque en dónde ninguno de los dos lados cedió un milímetro.

"¿Qué sucede, Rey? ¿A dónde quedaron todas esas ganas? ¿Te traje tan rápido a la realidad, a aquella dónde no puedes vencerme? decepcionante" provocó a pocos centímetros de Ichigo con una sonrisa más que asquerosa; este arrugó su ceño en molestia y, en un movimiento rápido como el rayo, consiguió patear en el abdomen al ser frente a él. Tan fuerte, que lo hizo salir despedido e impactar con un edificio a otro sin control alguno.

No tardó en lanzarse a la larga, y cuando estuvo lo suficientemente cerca de su rival, lanzó sin dudar el Getsuga Tenshou más poderoso que pudo. Dicho ataque llegó a destino.

El edificio terminó cortado a la mitad, los escombros volaron por todos lados mientras Ichigo se mantenía impasible observando todo, eso no podía haber terminado de ninguna todavía.

Y justamente, un segundo después tuvo que levantar a su Zanpakūto para defender un Getsuga Tenshou proveniente del enjambre de escombros. Retrocedió muchos metros en el aire hasta que finalmente pudo desviar el ataque, cayendo nuevamente en punto dónde todo había comenzado, metros frente a él, el Hollow volvía a poner sus pies tranquilamente sobre aquél edificio.

"No es suficiente, esto no es ni un juego. ¿Qué sucede? pensé que querías hacerme pagar, de esta manera solo terminarás muerto" le dijo el Hollow, al parecer ahora estando verdaderamente decepcionado, este alzó su mano libre y chasqueó los dedos.

Ichigo lo vió como una provocación y estaba a punto de contestar a ella, e iba a elevar el nivel, momento en que comenzó a desaparecer lentamente del lugar, como si se estuviera esfumando.

"Tch, creo que aún no lo entiendes, no entiendes nada. Aún no estás preparado para esto, Rey. Y por ahora ya no quiero ver tu cara, así que prepárate para la próxima vez pequeño imbécil" le dijo el Hollow, dejando claro que era obra suya el que estuviera desapareciendo del sitio. Ichigo apretó los dientes por ello.

"¡Bastardo! ¡No hemos terminado con esto maldita sea!" le gritó el Shinigami con rabia, su contra parte desestimó esas palabras.

"¿No? yo creo que sí" le dijo por último vez, mientras de manera inevitable Ichigo finalmente se esfumó en el aire por completo. Todo bajo la mirada del Hollow, el cuál cambió su semblante a uno de total fastidio.

"Rey, eres un estúpido. Para empezar, esta es una pelea sin sentido, pero para un bastardo necio como él no logra ver más allá de lo que le muestran sus malditos ojos, esta puede que sea la manera correcta. Ya te lo dije una vez, yo soy Zangetsu, pero está en negación a pesar de lo claras que están las cosas" se dijo para sí mismo, quizás estaba siendo un poco, tan solo un poco duro con él. Puede que se haya pasado algo de la raya.

"Parece que está siendo más difícil de lo que crees, si quieres puedo ayudar" el Hollow escuchó la voz de un hombre trás de él, en seguida se volvió hacía este con fastidio.

"No me jodas viejo, te dije que me haría cargo del Rey, estoy siendo lo más amable que puedo"

"¿Amable? tienes un concepto de amabilidad muy interesante a decir verdad. Solo dale algún indicio claro y seguro entenderá"

"¿Qué mejor indicio que decirle que yo soy su maldita Zanpakūto?" bueno, ese era un buen punto, uno muy bueno a decir verdad. El anciano dejó caer sus hombros bajo su capa en rendición.

"Bien, solo te diré algo. El chico parece estar sufriendo por nuestra culpa, seguramente piensas que todo esto lo hará fuerte, pero si no resulta de esa manera, solo le hará más daño, un cambio no siempre es para bien; más contando a dónde y con quién llegó a parar" el Hollow alzó una ceja ante esas últimas palabras, una mueca de fastidio le llegó al rostro.

"Oh, así que también te diste cuenta" sentenció el de ropas blancas.

"Como no darme cuenta luego de que encaraste a esa mujer cuando quiso controlar a Ichigo en su primer encuentro" él lo recordaba claramente perfectamente hace poco menos de un mes, en aquél momento el Hollow dijo que se encargaría de dejarle las cosas muy claras a la pelirroja, y si que lo hizo. Y ese algo del que se dió cuenta que...

"Esa mujer tiene una presencia sumamente maligna, no tanto como un verdadero Hollow, pero tampoco está muy lejos. Dice ser un demonio, muy interesante la verdad, Ichigo ya lo sabe, pero lo que seguramente no sabe es que intentó controlarlo" meditó el viejo Zangetsu, era una presencia oscura y maligna, pero, desde aquella vez no había vuelto a intentar controlar al peli naranja ni una sola vez, al contrario, parecía estar ayudándolo en lo que podía.

Quizás la pequeña charla de Zangetsu Hollow había surtido efecto, habiendo entendido que lo que intentó hacer era inútil contra el peli naranja, o simplemente estaba planeando otra cosa.

"Sea como sea, aquí estaré esperando a esa maldita por si se le ocurre hacer una estúpidez como esa otra vez. Se ve que está demente, pero yo lo estoy más. Nadie juega con el Rey, y si alguien tiene derecho a hacerlo, ese soy yo" se apuntó a sí mismo con una sonrisa.

El viejo sudó levemente por esas palabras, ciertamente, era todo un Hollow.

•••


Ichigo abrió sus ojos de manera abrupta, sintió fatiga en sus ojos al hacer aquella repentina acción. Rápidamente se llevó una de sus manos a los párpados, masajeandolos levemente, por supuesto, se supone que debía haber estado durmiendo ‘Tranquilamente'.

Que mal chiste. Con sus ojos cerrados, su mente le mostró los recuerdos cercanos de su encuentro con ese Hollow y lo irritante que era, sencillamente sabía como sacarlo de quicio.

Le recordó claramente el porque estaba en Tokio y no en Karakura con su gente, el como huyó de su realidad. En eso tenía razón, él tuvo miedo de lo que podría llegar a pasar y decidió alejarse sin decir nada una palabra a nadie. Todos los días se preguntaba que era lo que habían pensado todos cuando simplemente el sol se dejó ver en Karakura en un día como cualquier otro, y él simplemente había desaparecido sin más.

Sentía vergüenza, el solo hecho de pensar encontrarse cara a cara con cualquiera de sus amigos y conocidos ahora le hacía querer desaparecer de la fas de la tierra. No quería que viesen su rostro, ni siquiera sabría que hacer o decir en ese momento, le hacía doler la cabeza ese solo pensamiento.

Sintió la jaqueca llegar a él, mejor cambiaba el enfoque de sus pensamientos. Apartó su mano izquierda de sus ojos y los abrió lentamente.

Aún estaba en el sofá en que recordaba haber caído dormido por la noche, y la persona que le ayudó a dormir en ese momento no se encontraba por ningún lado, ni siquiera los perros que debían abundar en el sitio estaban a la vista.

Ichigo pensó que seguramente Makima había salido a pasear a sus mascotas, con los días que había estado en ese lugar ya sabía que esa era una actividad habitual de la pelirroja, por lo no se preocupó en lo absoluto y se levantó sentó en el sofá, estando algo pensativo.

"Mmm, supuestamente hoy iba a comenzar a trabajar, esperaré que regrese para hablar sobre eso. Mientras tanto, creo que tomaré un baño y haré algo de desayuno para cuándo vuelva; no hacer nada me hace sentir incómodo" se decidió el chico, no es que fuera un cheff, pero tampoco era alguien que era capaz de quemar una ensalada fría.

De todas formas ya era algo habitual que él le dejase algo preparado cuando ella salía temprano. Ichigo se levantó en dirección al baño e ingresando en el mismo.

Al cabo de unos minutos ya estaba listo y él se encontraba en la cocina terminando de hacer unas tostadas con mantequilla y queso gratinado sobre estás, también había hecho algo de café, no es que le gustase mucho a él café, era más que todo para Makima.

Una vez culminado, tapó la comida de la pelirroja y la dejó sobre el mesón, él dedicó a comer en solitario y una vez terminado su desayuno solo se sentó en el sofá de siempre a esperar que aquella que lo acogió en aquél sitio llegase mientras veía algo de televisión; aparte de sentir levemente el Reiatsu de esta, también habría una señal sonora cuando esta estuviera cerca, y esa era...

Ladridos. Escuchó el cómo los ladridos de los perros hacían eco en el pasillo al otro lado de la puerta. Puerta que no tardó en ser abierta, revelando a quién Ichigo esperaba.

Makima le saludó con una leve sonrisa debido a que tenía sus manos ocupadas sosteniendo las correas de los perros, esta se agachó para poder quitarles el collar de cada uno de estos y dejarlos libres, libertad que aprovecharían rápidamente para comenzar a correr a lo ancho y largo de la casa; por su parte, la mujer al terminar volvió hacía el de cabello naranja.

"Buenos días, Ichigo. ¿Cómo dormiste?" ella le preguntó con calma y la misma sonrisa de siempre. El chico se tomó un poco la cabeza y se alborotó un poco el cabello.

"Quisiera decir que bien, pero la verdad es que sería mentira. Tuve una pesadilla y recordé algo que no quería recordar, pero bueno, no es nada importante" le restó importancia al final, aún cuándo con su propia acción denotaba lo contrario.

Justamente así lo percibió Makima, ella se acercó y se sentó en el mismo sofá que el muchacho. "¿No es nada importante? en verdad no te vez demasiado bien. Puedes contarme si te hace sentir mejor" recomendó ella. Ichigo negó levemente con la cabeza.

"En verdad estoy bien, lo que paso pasó y ya está" Ichigo dió por cerrado el tema, y ahora pensaba en abrir otro que le interesaba.

"Por cierto, ¿No se supone qué hoy empiezo a trabajar? son más de las ocho de la mañana, creo que ya voy tarde a mi primer día" suspiró un poco, si que había comenzado bien, Makima rió por ello.

"No te preocupes por eso, de todas formas tu jefa está justo frente a tí" ella se recostó del espaldar del sofá, Ichigo movió su cabeza como un resorte hacía ella, acción esperada por la mujer que rió por lo bajo.

"Espera, ¿Tú eres la jefa?" él preguntó algo anonadado, ella no le había dicho nada de eso antes, se supone que era información importante. "Además, ¿Por qué aún no estás en el trabajo? ¿La jefa se puede dar esos lujos?"

"La verdad es que no, ya debería estar ahí, solamente que hoy es un día especial. Un nuevo empleado se unirá a mis filas y no podía dejarlo atrás, por lo que simplemente aproveché el tiempo y salí a pasear a mis amados perros, es todo" aseguró Makima observando al Kurosaki, este también se recostó en su lugar.

"Entonces creo que ya que estás aquí, supongo debería prepararme ahora mismo. ¿Necesito ponerme algo o sirve ir casualmente?" preguntó, ahora levantándose del sofá y estirándose en el proceso.

"Ir vestido de manera casual no es algo que puedes hacer, necesitas traje y corbata" le avisó Makima, Ichigo arrugó el entrecejo notablemente ante esas palabras, ya que no era algo muy cómodo.

"¿Es necesario ir así?" el de cabello volvió a preguntar de la misma forma.

"Somos profesionales en nuestro trabajo, es una política del departamento que todo el personal esté-"

"Ya ya, entiendo" le interrumpió Ichigo un poco irritado, a Makima no le molestó en lo absoluto esa clase de tono, después de todo ya sabia que Ichigo tendía mucho a dar esa clase de respuestas aún si muchas veces no quería, era como algo natural. "¿Y de dónde saco yo un traje y una corbata?"

"De eso ya me encargué" contestó la pelirroja levantándose también y caminando hacia el gran armario que estaba a unos pasos pegado de la pared.

Ichigo observó el como esta abría el mismo, sacando un traje aún envuelto en su bolsa, por supuesto estando totalmente nuevo. Esta se lo acercó y el lo tomó algo dudoso.

"Creo que ya he perdido la cuenta de cuántas cosas te debo, Makima" bufó el chico mirando a otro lado mientras sostenía la bolsa plástica y observando el traje negro trás el transparente.

"Te he dicho que no te preocupes, no te sientas en deuda conmigo. Aunque si en verdad sientes que lo estás, no tendré de otra que aceptar el pago, llegado el momento seguro no aceptas un no como respuesta" bromeó un poco la mujer, dándose vuelta para ir en dirección a la cocina.

"Gracias" ella escuchó esas sinceras palabras a su espalda en su caminar. Ichigo observó el como está detenía su paso secamente por un momento al escucharlo, solo para luego continuar como si nada hubiera pasado.

El chico se quedó parado ahí por unos momentos, aún sosteniendo en su mano derecha aquél elegante traje, suspiró un poco para sí mismo mientras alzaba la mirada. "Bien, entonces voy a prepararme" dijo determinado para empezar a caminar en dirección al baño.

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Tokio, afueras de la Sede Principal de las Oficinas de Seguridad Pública

9:04 AM

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Una figura iba siguiendo a otra en un paso calmo, pero seguro y firme. La mujer pelirroja aparte de su habitual uniforme, llevaba una gabardina negra sobre sus hombros, la cuál casi llegaba al suelo.

Personas entraban y salían del edificio a ya pocos metros frente a ella, prácticamente todos cuándo la veían la saludaban con respeto, conociendo perfectamente de quién se trataba y el puesto que ocupaba.

Sin embargo, todas esas personas tenían una duda en común al observar que la actual jefa de Seguridad Pública, era acompañada por un muchacho al cuál nunca habían visto en ese sitio.

Makima posó una mano sobre la puerta de vidrio que separa el exterior del interior del edificio y observó a su espalda a la persona que tanto había llamado la atención cuando ni siquiera había puesto un pie dentro de la edificación.

Dicha persona se rascó un poco la cabeza con algo de vergüenza, una gota de sudor bajó por su mejilla ante la mirada de su ahora superior. "¿Q-qué sucede?" Ichigo preguntó de golpe, tratando de disimular un poco.

"Nada en particular, solo que al final el traje te queda mucho mejor de lo que pude haber imaginado, te ves muy atractivo. Sin duda llamas mucho la atención" Makima sonrió ante la vista que tenía, el que este estuviera avergonzado solo hacía que su sonrisa se ampliara aún más.

"Eso no ayuda" este chasqueó la lengua ante el claro intento de sabotaje por parte de Makima. "Además, más importante. ¿Cómo demonios es que sabías de manera tan exacta mis medidas?" preguntó ahora con una mirada acusadora.

"¿Quieres saberlo?" contraatacó de golpe la mujer entrecerrando sus ojos dorados hacía este, el cuál solo suspiró ante la respuesta.

"Creo que mejor no" Ichigo decidió retroceder en aquella ofensiva, no le gustaba el contraataque que podría recibir de responder positivamente a aquella pregunta que iba con claras intenciones.

Apartando de su pensar lo anterior, en verdad de cierta manera sentía nervios en su ser, no podía estar tranquilo. ¿Qué era lo que le esperaba a partir de ese punto? a pesar de haber enfrentado cosas inimaginables para cualquiera, enfrentar a demonios era la menor de sus preocupaciones; ciertamente le preocupaba más que clase de gente iba a conocer en ese lugar, qué tipo de lazos podría crear ahí.

¿Serían buenas personas? ¿Siquiera serían soportables? ¿Estarían todos locos? de ser el último caso... ¿Podría llegar a formar alguna clase de lazo con ellos?

Suponía que era normal tener dudas en ese punto, se encontraba lejos de casa, fuera de su habitad natural, era como estar en otro mundo.

No dudó en caminar hacia adelante cuando Makima abrió la puerta e ingresó a la edificación. Fuera lo que fuera lo que le deparase, estaba por descubrirlo él mismo, mantendría siempre su mirada al frente y tomaría ese futuro con sus propias manos.

Fin.

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