A veces solamente fantaseas con tener una historia de amor, que vas a dedicarte a una sola persona y cuando al fin estas viviendo algo así, te das cuenta que no todo es bonito, que el amor no basta para sobrevivir, la relación se llena de mentiras, de engaños y por mas que luches por salvarla terminas olvidando hasta tu valor como persona, y cuando te cansas de eso, decides huir y conocer personas por montones sin compromiso, hasta que algo inesperado pasa ¿muerte? ¿amor real? ¿abuso?

Me encontraba en el mismo bar de siempre, sin duda necesitaba un trago, terminar con Ángel fue duro, me gustaba mucho este lugar, tenia un vodka con jugo de arándanos en mi mano, visualizaba a cada persona del bar y al fondo estaba el típico hombre de negocios, muy atractivo por cierto y con este traje tan fino, podía apostar que era hombre rico. Detuve mi mirada en él y lo noto, me puse nerviosa opte por voltear a mi frente y terminar mi trago para poder irme del lugar, después de todo no soy de las que sé quedan hasta embriagarse.

Despierto y miro el reloj -Ho por Dios, ya es tarde -Me levante rápido de la cama y me metí a bañar, salí, me vestí y peine.

voy rápido a la oficina, mientras estaba atorada en el trafico opte por maquillarme rápido y al avanzar corrí mi labial por el brinco del susto que me di cuando sonaron el claxon del auto de alado.

-Siento mucho la tardanza -Le dije a mi jefe mientras tomaba mi cuaderno de anotaciones

-Sr. Gabriel, le presento a mi secretaria la Srta. Natalia 

Hay Dios mío es el hombre de negocios del bar de anoche

-Un gusto señorita Natalia -Dijo Gabriel haciendo una inclinación con su cabeza, yo solo sonreí 

-Bueno Natalia, el sr aquí presente es nuestro nuevo cliente, y nos esforzaremos para que todo salga perfecto y quede encantado con nuestro trabajo -Menciono mirándolo y sonriendo -Y ahora por favor nos trae un café a mi oficina y límpiese el labial corrido -Me miro y yo rápidamente tape mi boca mientras notaba como ese tal Gabriel se reía de mi.